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A un día de la marcha masiva, en Diputados no hubo quórum para otorgar fondos a universidades

A un día de la marcha masiva, en Diputados no hubo quórum para otorgar fondos a universidades

Con la marcha universitaria que copó las calles ayer como telón de fondo, la oposición en el Congreso no logró ganar la agenda en la Cámara de Diputados. La sesión especial pedida por Unión por la Patria para tratar la emergencia presupuestaria de las universidades públicas nacionales, la movilidad jubilatoria y el restablecimiento del Fondo Nacional de Incentivo Docente no alcanzó quórum, y quedó en una mera puesta en escena de discursos de minoría en el recinto de la Cámara de Diputados.

Sin embargo hubo un desafío para el oficialismo y sus aliados más cercanos: se sentaron en las bancas 124 legisladores nacionales de los 129 necesarios para habilitar el tratamiento, entre ellos los peronistas, la mitad del bloque radical, un sector minoritario de Hacemos Coalición Federal y los cuatro diputados del Frente de Izquierda.

Según supo elDiarioAR, desde el bloque que comanda Germán Martinez intentaron convencer a un sector del radicalismo para que sume su firma, pero no ocurrió. “Se apuraron, quisieron sacar rédito inmediato de la marcha”, mostró su malestar una diputada al tanto de la negociación.

La sesión tenía previsto tratar un nuevo marco legal de mayor financiamiento universitario, el regreso del Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid) y una nueva fórmula de movilidad jubilatoria, entre otros temas, y se venía trabajando desde hacía tiempo entre los sectores más alejados al gobierno de Javier Milei. 

La convocatoria del bloque presidido por Germán Martínez tuvo lugar el día después de la masiva movilización en el centro porteño y en las grandes ciudades del país en el marco de la Marcha Federal Universitaria para denunciar el desfinanciamiento de la educación superior por parte del Gobierno de Javier Milei.

Ninguno de los proyectos del temario tenían dictamen, por lo que hubieran necesitado dos tercios de los votos, una cifra imposible de reunir para la oposición para avanzar con una media sesión. Pero el kirchnerismo logró al menos su objetivo de presionar a la oposición que fue a la marcha y dividirla. La intención si se llegaba al quórum era emplazar al oficialismo a que esos proyectos se discutan en comisiones de manera obligatoria.

La sesión pedida por Unión por la Patria para tratar la emergencia universitaria no alcanzó quórum en Diputados. El diputado radical Facundo Manes, presente en el recinto.

La división de la UCR fue el dato político de la jornada: de sus 30 diputados, 14 dieron quórum encabezados por los sectores que responden a Facundo Manes y Emiliano Yacobitti, vicerector de la UBA. Los restantes decidieron ausentarse para no generar olas en medio de las negociaciones por la Ley ómnibus y el paquete fiscal, que anoche llegó a un principio de acuerdo y ya circulan nuevos borradores.

En el bloque Hacemos Coalición Federal, apenas cuatro de los 23 integrantes fueron de la partida. Los únicos que colaboraron para que hubiera quórum fueron los cordobeses Natalia de la Sota y Juan Brügge, y los socialistas santafesinos Esteban Paulón y Mónica Fein. Sorpresivamente, no estuvo en la sesión Margarita Stolbizer, que ayer había participado de la marcha. Tampoco estuvieron los cinco diputados de la Coalición Cívica, a excepción de Maximiliano Ferraro, quien llegó cuando la sesión ya había sido dada por caída por Menem. Sí estuvieron los dos diputados del bloque “Por Santa Cruz” que responde al gobernador de esa provincia patagónica, Claudio Vidal: Sergio Acevedo y José Luis Garrido.

Sin el quórum reglamentario, la sesión se cayó pero se desarrolló con expresiones en minoría. El primero en tomar la palabra fue Martínez, quien recriminó la ausencia de los diputados que estaban “detrás de las cortinas” del recinto, especulando con ocupar sus escaños solamente si la sesión quedaba habilitada. “En este momento hay negociaciones de distintos bloques parlamentarios alrededor de la ley Bases y el paquete fiscal, con la novedad de que pueden llegar a meter de una manera rápida, como para que no se note, una reforma laboral”, lamentó el santafesino. Según aseguró, “hay un plan para que este recinto esté siempre cerrado, a excepción de cuando lo piden los libertarios”.

Por parte de la UCR, el diputado Fernando Carbajal aseguró que no van a “ceder en la lucha por la defensa de la educación pública, de la autonomía universitaria y el necesario financiamiento que tiene que tener la universidad pública”. “No nos van a correr, por supuesto que vayan y hagan todas las auditorías que quieran, que controlen hasta el último peso a la universidad, que pongan preso a quien tienen que poner, pero eso no puede ser motivo para desfinanciar y dejar a los estudiantes sin la posibilidad del ascenso social. No lo vamos a permitir”, siguió el formoseño.

El diputado de la UCR Facundo Manes ponderó que “ayer la sociedad estuvo delante del Gobierno”. “La sociedad marchó ayer para ponernos una hoja de ruta, un nuevo paradigma, el del conocimiento, equivalente al del desarrollo económico”.

La mayor parte de las bancadas del hemiciclo vacías, este miércoles en Diputados.

MT/MC con información de agencia NA

Ajeno a la marcha universitaria, el Gobierno negoció en Diputados cambios clave en la ley Bases

Ajeno a la marcha universitaria, el Gobierno negoció en Diputados cambios clave en la ley Bases

“Acá estamos, en la marcha”. El diputado libertario Carlos D’Alessandro pasó raudo por el pasillo del primer piso del Congreso y soltó una sonrisa burlona. Detrás lo siguió Martín Menem, quien defendió haber estudiado en la Universidad de Belgrano. No venían de la multitudinaria movilización universitaria sino que iban al salón de Pasos Perdidos para asistir a una conferencia que encabezaba el politólogo de extrema derecha Agustín Laje junto con el Procurador del Tesoro, Rodolfo Barra. En esa agenda estaba involucrado el oficialismo al caer la tarde de este martes, mientras en el despacho del titular de la Cámara baja estaban reunidos funcionarios del Gobierno con diputados opositores para intentar salvar la segunda versión de la ley Bases y el paquete fiscal.

Mientras las calles revelaron un masivo rechazo al ajuste de Javier Milei hacia la universidad pública, dentro del Palacio durante toda la jornada se negociaron frenéticamente los proyectos legislativos libertarios. Las conversaciones se dilataron todo el día entre la oposición dialoguista y la Casa Rosada y recién hubo fumata blanca de nuevos borradores pasada la medianoche. La demora obligó a que se pateé al menos un día más la firma de los dictámenes. Sin embargo hoy

El anhelo libertario era que la nueva ley ómnibus tuviera despacho de un plenario de comisiones hoy, pero encumbradas fuentes legislativas aseguraron a elDiarioAR que eso ocurriría recién mañana. También mañana el oficialismo avanzaría con el paquete fiscal. En la cabeza de Menem, que ayer se mantuvo al chat con Milei, la estrategia es que las reformas libertarias se voten en el recinto de Diputados entre lunes y martes de la semana próxima, justo antes del feriado del miércoles 1 de mayo.

“Es todo mucho más sano que la primera vez, pero sigue siendo una relación tóxica”, sintetizó el cuadro de situación un diputado de Hacemos Coalición Federal, uno de los bloques que junto con la UCR y Innovación Federal busca acordar con La Libertad Avanza. El PRO ya avisó que está dispuesto a acompañar casi a libro cerrado el proyecto que baje al recinto. 

Del lado de Ejecutivo pasaron ayer por el Congreso el secretario de Hacienda, Carlos Guberman; el secretario Ejecutivo de Gobierno, José Rolandi, segundo de Nicolás Posse; y María Ibarzabal, secretaria de Planeamiento Estratégico Normativo. Por la bancada oficialista se mostraron el jefe de bloque, Gabriel Bornoroni, así como José Luis Espert y Nicolas Mayoraz. Entre los opositores desfilaron por el despacho de Menem, entre otros, los amarillos Silvia Lospennato y Silvana Giudici, los radicales Karina Banfi y Soledad Carrizo, y el secretario parlamentario Alejandro Cacace, y los federales Nicolás Massot y Oscar Agost Carreño (de HCF) y Pamela Calleti (de Innovación Federal).

La restitución del impuesto a las Ganancias, la reforma laboral, el futuro de los fideicomisos, la privatización del Banco Nación, los impuestos al sector del tabaco y el polémico artículo que habilita la desregulación de la economía fueron algunos de los puntos más discutidos entre el Gobierno y la oposición dialoguista. Ayer esos temas se negociaron en reuniones temáticas que se sucedieron desde las 11 hasta pasadas las 23. Fue tal la extensión de los encuentros que Menem se permitió compartir con los opositores un menú con empanadas.

Alejados del toma y daca, los peronistas de Unión por la Patria sí participaron de la marcha universitaria y cargaron cañones a la sesión especial que pidieron para este miércoles para que se avancen en proyectos en defensa de la educación pública.

Un grupo de diputados de Unión por la Patria, que no participan en las negociaciones con el Gobierno por la ley Bases, ayer durante la marcha universitaria.

Una de las victorias que la oposición se anotó sobre la ley Bases es que se sacó del texto el ahora artículo 143 –antes 70– que daba una amplia prerrogativa al Presidente para desregular la economía. Rolandi llegó incluso a hacer un poroteo personal con sus interlocutores. Ningún opositor acompañó. “Está hundido”, le dijo una diputada radical. En el bloque de la UCR no hay consenso sobre la ley Bases: de hecho, ayer en medio de la marcha el diputado Facundo Manes se permitió una explícita crítica a Milei.

Otro de los cambios que exigió la oposición blanda es abrir el proceso de privatización. “Hemos incorporado un listado de exclusiones de organismos a disolver o intervenir, lo cual da mucha tranquilidad”, apuntó un operador parlamentario. También se sumaron instancias de seguimiento público a través de la Auditoría General de la Nación y la Sigen en el proceso, pero había un desacuerdo finito aún sobre el Banco Nación. El Gobierno quiere dejar abierta la puerta a que su privatización parcial pueda permitir que un privado se haga cargo de su manejo operativo –un diputado lo ejemplificó con la situación del Banco Hipotecario–. 

Sobre el paquete fiscal se amplía el beneficio por “buen contribuyente” en el impuesto sobre los bienes personales, y se pasa de anual a semestral la actualización del mínimo no imponible del impuesto a los ingresos personales (el nuevo Ganancias) y por este año 2024 se hace una actualización extraordinaria trimestral en el mes de octubre. Era un tema que dividía aguas. “El paquete fiscal está bastante cerrado”, dijo una fuente parlamentaria, visión que chocó con la mirada de un diputado de HCF: “Fiscal está en una nebulosa”.

Otra discusión del martes fue el futuro de los fondos fiduciarios. El acuerdo sería hacer explícito en la ley que en la liquidación de esos fideicomisos se respete el origen de sus fondos: si hay un porcentaje que era coparticipable, se respetará, como quieren los gobernadores. Habrá un apartado que mantendrá el programa de “zona fría”, pero con el maquillaje que ya no se llamará “fideicomiso” porque los libertarios quieren eliminar de plano ese término. 

En otro punto planteado durante la jornada, los beneficiarios del RIGI –el régimen de promoción de inversiones– volverían a pagar dividendos: los primeros 7 años 7%, y luego 3,5%. Sobre la polémica por el artículo sobre tabaco la posibilidad es que se sume como un dictamen opositor aparte.

Paquete fiscal

Proyecto Ley Medidas Fiscales

También se discutió la posibilidad de que haya una recomposición a los jubilados, a partir de la liquidación del Fondo de Garantía de Sustentabilidad. “Exigimos que previo a liquidar aseguren el flujo a las cajas de jubilaciones provinciales y que se les recompongan a los jubilados un 8% como empalme de la inflación de enero”, señaló un opositor. En el tema previsional además se crearía una Prestación Previsional Proporcional por aportes parciales.

La reforma laboral finalmente entró en la Ley Bases, a partir de la iniciativa que había presentado la UCR, aunque con disidencias internas. Hay un punto clave sobre las cuotas solidarias y la polémica abierta con los sindicatos. Ayer Miguel Pichetto salió a cuestionar la inclusión de la reforma. “Loco, son muchos artículos”, fue la recomendación del experimentado legislador a los funcionarios. El temor a que vuelva a fracasar la ley ómnibus está latente en los pasillos parlamentarios. “Estamos con un gobierno caprichoso, que si se le cae un artículo se le cae la ley”, consideró un diputado.

Con semejante panorama, en el despacho de Menem cerraron la jornada con cierto entusiasmo sobre la ley Bases. “No está trabado. Simplemente no hemos terminado”, consideró una voz legislativa. Ajeno a los ruidos de la marcha universitaria que llegaban a su despacho, el titular de Diputados evitó hacer cualquier expresión mediática, no como hizo Victoria Villarruel y su polémico comentario sobre la muerte de Hebe de Bonafini. 

Nueva Ley Bases

Nueva Ley de Bases

MC/JJD

El Gobierno insiste con las auditorías a las universidades aunque la AGN explicó que las debe ordenar el Congreso

El Gobierno insiste con las auditorías a las universidades aunque la AGN explicó que las debe ordenar el Congreso

“Las universidades públicas no se van a cerrar. No va a estar jamás en nuestra agenda. Vamos a defender como nadie la educación en general y la educación pública, en particular”, expresó el portavoz presidencial, Manuel Adorni, este miércoles, 24 horas después de la multitudinaria marcha federal universitaria. Además, insistió con la necesidad de auditar a cada una de las casas de altos estudios que dependen del Estado para conocer cómo se distribuye el dinero y en qué se gasta. “Que con los dineros públicos, alguien se niegue a ser auditado, sería increíble. No entendemos por qué tanta oposición a estas auditorías”, remarcó el funcionario. 

“Terminemos con la farsa que los que dicen que las universidades no se auditan porque son autárticas”, disparó Adorni, al tiempo que el debate sobre el arancelamiento “tendrá que darse en las universidades. Las universidades no son gratis, son no pagas para el que estudia y las sostenemos todos los argentinos. Y en esa lógica entendemos que las auditorías son sumamente necesarias para entender a dónde va el dinero de los contribuyentes”, explicó el vocero. Y agregó: “Las auditorías son un pilar fundamental en todo esto. Cuál es la razón para negarse algo que va a transparentar sus buenas gestiones. En las universidades aportan todos, los que estudian en ellas y los que no. Es un sinsentido discutir si auditorías sí o no”, sostuvo.

En cuanto al balance las manifestaciones de este martes en todo el país, el funcionario evaluó los reclamos “para nosotros son todos genuinos, más cuando lo hacen estudiantes que consideran que su futuro académico está en riesgo y plantean dudas sobre su futuro y sienten que están pasando cosas que les generan dudas. Pero, repito, no se van a cerrar universidades”

Además, Adorni consideró que de la manifestación “probablemente haya gente que participó y votó al presidente. No hacemos esa observación, hacemos la lectura en base a cuál fue el reclamo y lo que opinamos sobre lo que se está reclamando”.

“Respetamos a todo aquel que quiera manifestarse, felicitamos a los que, a pesar de ser el elenco estable de las marchas, lo hicieron en paz y sin violencia y sin desórdenes públicos. Estamos conformes porque todo se dio así”, sostuvo el portavoz.

En su conferencia de prensa en Casa Rosada, el funcionario nacional afirmó que en el vínculo con las casas de altos estudios “queda mucho por delante todavía” e indicó que “todavía no está confirmada” la reunión con los rectores, pero señaló que “esa reunión probablemente surja, exista y se dé. El canal diálogo está abierto”, destacó Adorni.

Qué dice la AGN

El titular de la Auditoría General de la Nación (AGN), Juan Manuel Olmos, explicó en detalle los pasos necesarios para ordenar las auditorias universitarias al precisar que el Poder Ejecutivo no tiene potestad y que los pedidos deben surgir de una comisión mixta revisora del Congreso.

Los planes de auditoria los aprueba la Comisión Mixta Revisora de cuentas con Congreso y ahí se determina. En este momento se están iniciando auditorias en las universidades de Jujuy, Formosa, Córdoba, Salta, el Nordeste, y en La Plata”, reveló en declaraciones radiales. 

Asimismo, tras la masiva Marcha Federal Universitaria aclaró: “En la Universidad de Buenos Aires (UBA), la más grande y con más presupuesto, habría que pedirle a la comisión que ingrese un plan de auditoria integral”. 

“En el caso de la universidad, el artículo 75, inciso 19, determina su autonomía. No puede auditarla la Sindicatura General de la Nación (SIGEN)”, subrayó el ex vicejefe de Gabinete bajo la administración de Alberto Fernández. 

Al respecto, planteó que la SIGEN, a cargo de Miguel Blanco, “responde a las órdenes del presidente, son los ojos del Poder Ejecutivo Nacional (PEN), y audita todos los ministerios”, por lo que aclaró que la UBA, al ser un ente público no estatal, no puede ser auditado por dicho organismo.

No podría auditarlo el Gobierno, tiene auditorías internas permanentes que son concomitantes, es decir, que mientras se desarrolla la gestión están auditando. A esas auditorias se refieren las autoridades universitarias”, agregó.

En la misma línea, explicó que el control externo de las cajas universitarias se realiza a través de un muestreo que realiza el Congreso vía la AGN, donde se determinan los aspectos del gasto presupuestarios a auditar. 

“La UBA requeriría un equipo especial por el volumen, pero sería una buena propuesta”, sostuvo. Para Olmos, los ciudadanos “tienen derecho a saber en qué se gastan los recursos”, por lo que pidió que “el Congreso de la Nación disponga una auditoria y la AGN va a cumplir su rol y la va a auditar”.

“La educación es un límite”

En otro pasaje de la entrevista, el titular de la AGN destacó la masividad de la Marcha Federal Universitaria y diferenció el pedido de transparencia en las cajas del reclamo por mayor presupuesto. “Acá se discuten los recursos de la educación, si van a estar garantizados por el Estado o no. No es antojo de los que fueron ayer a la marcha”, argumentó.

Tras la masiva movilización en defensa de la educación pública, el exfuncionario peronista planteó que la sociedad estableció que “la educación es límite”, y pidió discutir “la calidad y la cantidad del ajuste que está haciendo el Poder Ejecutivo”.

“Si uno ajusta y afecta el funcionamiento de las universidades nacionales, la reacción es contundente. Lo de ayer fue contundente y transversal, más allá de la participación partidarias y sindicales, también hubo mucha participación de familias, de estudiantes, y de gente que entiende que es un valor de la sociedad a defender”, expresó el titular de la AGN.

Por último, Olmos planteó que el gobierno de Javier Milei lleva adelante un ajuste del gasto público “sin mirar qué es lo que recorta, sin hacer una priorización de qué gastos pueden ser suprimibles y cuáles no”, y concluyó: “Es un límite en el que van a tener que revisar la calidad y la cantidad del gasto. Todo no tiene la posibilidad de ser ajustado”.

Manuel Adorni reposteó las palabras de una alumna que pide auditorías en la UBA

Con información de agencias.

IG

Como soñaron mis abuelxs: m’hijo, el Dotor

Como soñaron mis abuelxs: m’hijo, el Dotor

Publico esta nota un día después de la marcha convocada para defender la universidad pública en la Argentina. A nivel personal, tuve la experiencia de cursar la Diplomatura en Archivística de la Universidad de Tres de Febrero. Luego de varias charlas a las que fui invitada como panelista para contar sobre la creación y el funcionamiento del Archivo, nos ofrecieron un lugar para sumarnos al alumnado. La cursada fue virtual; me tocó hacerla durante la época de la pandemia. Sin embargo, pude experimentar gran parte de la dinámica académica: tuve compañerxs de estudio, rendí cada una de las materias y aprendí a moverme con confianza por el campus virtual. Mi última etapa de enseñanza escolar había sido a los 17 años cuando, por motivos familiares, tuve que abandonar el tercer año de la secundaria. Mi paso por la UNTREF me resultó muy gratificante y reconstructivo, ya que pude hacer uso de un derecho que, por ser una persona trans, me había sido mayormente negado, tal como al resto de mi comunidad. 

Terminé la diplomatura con un promedio de 8,5. Pienso en cuál podría haber sido la situación en caso de no haber podido contar con un espacio de enseñanza pública. Haber residido en los Estados Unidos durante un buen tiempo me lleva a pensar en cómo existen sociedades en las que, desde que una criatura nace, su familia empieza a juntar el dinero para la universidad. Esa capacidad de ahorro es lo que marca socialmente quién va a prosperar y quién no. Nuestro país, en cambio, nos da la posibilidad de que la educación sea pública, gratuita, y excelente —incluso reconocida en el extranjero por su alta calidad—, y para todxs lxs habitantes del país. Así es cómo la universidad lleva adelante el ejercicio de igualarnos como ciudadanxs.

La lucha por la universidad pública es en contra del desfinanciamiento que impone el gobierno nacional actual, y a su vez, una manifestación en defensa de los derechos conquistados por los estudiantes, docentes y no docentes que estuvieron antes que nosotrxs. Desde La noche de los lápices hasta la conquista del boleto estudiantil y cada una de las asambleas internas; la universidad es un semillero de luchas sociales y de acercamiento a las problemáticas de cada momento de nuestra historia, así como de organización y acción para transformarlas.

La marcha de este 23 de abril se me presenta como una manifestación que propone encontrar el punto en común de la sociedad argentina: no hay partidos que nos diferencien en cuanto a este tema, la educación pública y gratuita es parte del orgullo y de la identidad de ser argentinx. Así como lo quisieron nuestrxs abuelxs y lo mantienen hoy lxs obreros, defendamos el sueño: “m’hijo, el Doctor”.

MBC/SN/DTC

Tocar un monstruo

Tocar un monstruo

Estoy hace cinco días en Montevideo, pero tengo la sensación de que alguien movió el espacio y el tiempo y estoy hace mucho más. Incluso un mes. Apropiarse del transporte público de un país ajeno, por ejemplo, da la sensación de que una ya se instaló, de que algo de lo extraño finalmente te pertenece. Aprender a pedir el boleto, sentarse en un asiento de fórmica, mirar el mapa hasta aprender de memoria el recorrido y saber perfectamente dónde hay que bajar, cómo, por qué. El sistema de transporte metropolitano de Montevideo fue lo que agitó la realidad. Pocas veces vine a este lugar, pero pocas veces, también, mi lugar de origen era una ciudad devastada como lo es Buenos Aires ahora mismo. Lo que está por fuera de Argentina puede parecer muy apacible, aunque eso sea engañoso y duela de una manera difícil de identificar. La sensación imprecisa de estar a salvo en otro territorio tiene su costo, y es falsa y es etérea.

Vine por trabajo y me alojé en el mismo hotel que me alojé el año pasado, por el mismo trabajo, a una cuadra de la rambla, en Ciudad Vieja. Es un hotel que está detrás de otro hotel demasiado inmenso, de cara al río. Yo me alojo en el otro, el hotel de reparto, el doble de riesgo. Un hotel apartamento que por las noches se vacía de personal y en el que solamente quedamos los huéspedes, en una confianza muda respecto del cuidado propio y de las instalaciones. Anoche fue mi última noche en esta construcción tímida, escondida. Después de un día largo, largo de trabajo, me invitaron a ver una obra de teatro que se llama Acariciar a un monstruo, en la famosa sala Camacuá de Montevideo. Una sala que parece haber quedado imantada en el año 92, igual que el resto de la ciudad, con paredes de madera simil barco y butacas bordeau muy juntas entre sí pero ilusoriamente cómodas. La obra es un texto del dramaturgo y director uruguayo Gabriel Calderón, actualmente director de la Comedia Nacional en el teatro Solís de Montevideo, y también autor de un repertorio enorme de obras teatrales. Está dirigida por  Gustavo Kreiman y Leonardo Sosa, quienes originariamente hacían la asistencia de dirección y luego terminaron siendo los directores absolutos del espectáculo. La obra transcurre en una especie de jaula de madera, algo así como un deck pero tortuoso, no tan amigable. Las actrices uruguayas Dahiana Mendez y Carla Moscatelli llevan puestos unos mamelucos color lila que van adaptando a distintas secuencias de la obra, que dura algo así como dos horas (bastante). Las direcciones de puesta son austeras porque todo lo demás no lo es. Me refiero a relato, a lo que llevan dentro las actrices durante el tiempo que dura su permanencia arriba del escenario. Descubrí a Carla Moscatelli anoche, no la conocía. Una actriz como un cubo rubik, depende dónde esté ubicada y cómo le pegue la luz, es una persona totalmente distinta. Y espeluznante, también. La obra es un sinfín de anécdotas pesadas y angustiosas en las que las actrices por momentos derrochan recursos y por momentos dan en lo preciso para acompañar la sensación. Historias sobre gente muy dañada que hace daño porque no conoce otra cosa que el origen del daño. Muerte, destrucción, un presente desolado y totalmente perdido. No hay nadie, no queda nada: ese es apenas el mensaje que nos queda.  No estoy del todo segura de qué me pasó con eso que vi en la sala antigua, frente al río, pero sé que quedé cargada, como si hubiera bebido un vaso de cemento. Después de la obra, fui a la famosa heladería de Montevideo, Grot, austera en su oferta de sabores (había como mucho diez) pero fenomenal en la exploración de cada uno. 

Después de unas vueltas turísticas en las que me despedí por un tiempo indeterminado, volví al hotel que ya parecía ser mi casa, por esta sensación de estancia tan extrañamente duradera en la ciudad que te amansa pero también te atrapa. Me acosté a dormir porque se me cerraban los ojos y desaparecí del mapa. A las horas, pocas horas, me desperté con voces. Podía ser una televisión encendida, alguna publicidad sobre alboroto, o una radio, o tal vez gente en la calle. Ese extravío del sueño y el despertar que ofrece infinitas opciones. Pero conforme pasaron los minutos, esas voces se hicieron cada vez más nítidas y pude reconocer a una mujer y a un hombre. Probablemente en la habitación de al lado, por lo cerca que se los oía. Nunca discerní lo que decían, podían estar hablando en castellano o en geringoso, daba igual. La temperatura de la conversación era alarmante. A ella se la oía apenas. El devoraba la escena sonora. Bajaba la voz y decía cosas que sonaban a reproche y apenas ella respondía él gritaba y caminaba, abría y cerraba puertas de placares y después entraba al baño, creo yo, y salía. Un cuerpo totalmente agitado. Era difícil adivinar qué hacía ella, pero permanecía más quieta. Al instante todo se volvía silencioso otra vez, y después, esa calma antes de la tormenta era lo que asustaba más, después arremetía él otra vez, nunca supe en qué idioma y volvía a gritar y a golpear la pared ¿acaso era la pared? Y sentí un susto extraño, aunque mi conciencia de no pertenecer a eso era absoluta, igualmente algo me paralizó, como si supiera que no saldría de mi cama ni movería una mano, un pie, un dedo, por nada del mundo. No quería que ese monstruo supiera que yo estaba ahí, oyendo todo. ¿Alguien había trasladado la obra de teatro que había visto horas antes, al piso de mi hotel? ¿Qué era esta realidad que se duplicaba? ¿Quiénes eran estas personas, en esta ciudad tan a simple vista sosegada? 

Encendí la linterna de mi celular porque no quería llamar la atención con luces. Busqué algún número de teléfono de recepción pero no había ninguno, solamente una línea de Whatsapp a la que –según aclaraba el reglamento– había que acudir únicamente en caso de emergencia. ¿Era esto una emergencia o tenía que esperar que la tragedia fuera evidente? ¿Exageraba? ¿Cómo confiar en mí, si según los demás, siempre exagero?

Escribí a ese número y alguien me respondió que era extraño, que cosas así no sucedían en ese hotel. ¿Ponían en duda mi versión de los hechos? Volví a enrollarme en la cama y el susto no se disipó. Pensé en llamar a la policía de Montevideo pero ni siquiera conocía el número ni el protocolo. Fui una extranjera cobarde. Una cómplice. 

Pasó un rato largo, entre los  murmullos que venían de las paredes, y el monstruo pareció calmarse. Lo dominó el sueño. Dejé de escucharlo a él y también a ella, que casi nunca la había escuchado desde que empezó el desvarío, porque en ese vínculo, muy posiblemente, ella ya no tenía voz. Cuando finalmente me dormí soñé con squatters: gente que ocupa espacios abandonados sin permiso legal. Como si estar divididos entre paredes significara algo.