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Milei trató a estudiantes y docentes de la UBA de "hipócritas, mentirosos y enemigos de las ideas de la libertad"

Milei trató a estudiantes y docentes de la UBA de

El presidente Javier Milei volvió a cargar contra la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) al denunciar adoctrinamiento y persecución contra los estudiantes libertarios. 

Lo hizo a través de sus redes sociales, en medio de los cuestionamientos a Irán tras su ataque a Israel, y donde compartió un flyer del centro de estudiantes de Ciencias Económicas que convocaba a una acción contra las políticas de ajuste del gobierno. 

“¿No hay adoctrinamiento?”, se preguntó el jefe de Estado a través de su cuenta de X, al compartir el posteo del usuario “Escuela Austríaca de Economía”, y completó: “A ver la cartita de los salamines hipócritas y mentirosos que niegan adoctrinamiento y persecución pero que casualmente son enemigos de las ideas de la libertad”. 

En la misma línea, concluyó: “Hay diversidad sí, salvo que tengas la pésima idea de querer ser liberal...”.

Para enfatizar su punto, Milei compartió el cuestionamiento del usuario libertario, quien revelo que en 2019 intentó convocar al entonces economista libertario para disertar, y desde el Centro de estudiantes CECE le bajaron el pulgar. “Me cerraron las aulas y la posibilidad de seguir realizando cualquier charla. Lo ‘raro’ es que Lousteau vive dando charlas partidarias”, se jactó.

En la misma línea, replicó lo que calificó como “más adoctrinamiento”, luego de que el usuario Chad denunciara que en la Universidad de Moreno, agrupaciones de izquierda pintaron carteles pidiendo que “aplasten” al mandatario y que “arda en el fuego”. “Me pregunto: ¿Las autoridades de la Universidad permiten la propaganda Fascista de aplastar y quemar personas por diferentes ideas?”, se preguntó el anónimo libertario. 

Otros reposteos de Milei contra la UBA

Milei acusó a Lanata de "mentiroso" y el periodista amenazó con iniciarle juicio por calumnias e injurias

Milei acusó a Lanata de

En medio del conflicto entre Irán e Israel y tras un análisis que Jorge Lanata hizo en su programa radial en el que pidió al Presidente “mantener las formas al cuestionar la presencia del embajador de Israel en la reunión de gabinete de este domingo en Casa Rosada, Javier Milei disparó en redes sociales contra el periodista y la discusión mediática podrá terminar en la Justicia.

Sería bueno que el larretista Lanata se informe bien sobre la reunión. Jorgito, no mientas. En la reunión, el embajador contó la visión oficial de Israel y luego se retiró dando así comienzo a la reunión formal del CC. Críticas sí. Mentiras no. ¿Decir la verdad requiere sobre?”, posteó el mandatario en la red social X tras conocer el análisis de Lanata sobre la presencia del embajador de Israel en la Argentina, Eyal Sela en medio de los funcionarios del Gabinete del gobierno libertario en el contexto del comité de crisis que organizó Milei para analizar la situación crítica que atraviesa Medio Oriente.

“Me parece bien que Milei esté o no preocupado por el tema de Israel. En todo caso, es un problema de política exterior de su gobierno y de preocupación de él. Lo que no me parece bien es que un embajador extranjero, sea de Israel o sea belga, no me importa, o sea, de donde sea, esté en una reunión de gabinete en Argentina”, dijo el periodista en su programa “Lanata sin filtro”, de radio Mitre.

Tras la reacción de Milei en redes sociales, en las que acusa al conductor de “mentiroso” y le pregunta si “decir la verdad requiere sobre”, en relación a la recurrente manifestación del mandatario sobre la prensa que no opina en su favor, acusándola de recibir dinero de parte de algunos sectores opositores, Lanata leyó al aire el posteo del mandatario y, molesto, dijo que va a “analizar esto” con sus abogados, “pero si llegamos a esa conclusión, yo le voy a iniciar una demanda al Presidente por calumnias e injurias”.

“A ver si así por lo menos aprende a no insultar con libertad. Porque me parece que él no puede decir que uno recibe sobres a menos que tenga la prueba. Sea el presidente de las Naciones Unidas o el presidente de la Argentina. Entonces nos encontraremos en Tribunales con el Presidente y veremos si él lo puede sostener”, concluyó el periodista.

Luego, el presidente Javier Milei contraatacó nuevamente en X:

IG

Los descuentos saltan la General Paz: el furor de los porteños por la Cuenta DNI y el desembarco de Kicillof en la Ciudad

Los descuentos saltan la General Paz: el furor de los porteños por la Cuenta DNI y el desembarco de Kicillof en la Ciudad

Es sábado por la mañana y en la calle Arenales, pleno Recoleta, en la carnicería Progreso hay cola. “La gente hace fila para comprar los sábados”, se entusiasma Joaquín, el encargado, pero luego se lamenta: “La macana es que en la semana no aparece nadie”

No es el único barrio, en la granja Huguito en Boedo la gente también hace cola. “Se pelean por venir los sábados”, César le saca la grasa a un pedazo de vacío y confirma. “Pero a decir verdad, no gané ningún cliente. Son los mismos de siempre que vienen un solo día”. 

Esto se repite en otros locales y los carniceros coinciden: es el día de descuento y si se paga con Cuenta DNI, la billetera virtual del Banco de la Provincia de Buenos Aires (Bapro),  al cliente le reintegran el 35% –con un tope de 4.500 pesos por semana–. 

Esta billetera virtual cada vez se está usando más en CABA: desde la entidad bancaria informan que ya hay 590 mil porteños que la usan y, que de ese total, un 22% se sumó en el primer trimestre del año. 

La Cuenta DNI, el banco público de la provincia de Buenos Aires, le permitirá ahorrar a los porteños en abril hasta 34.600 pesos.

Este banco público de la provincia le permitirá ahorrar a los porteños en abril hasta 34.600 pesos. En otras palabras, 18 mil pesos de carnicería y pescadería, 4.600 pesos de verdulerías o compras en comercios de barrio y 12 mil pesos más en compras en ferias y mercados. Todo financiado por el Bapro.

Si bien en CABA su uso es más reciente, cruzando la General Paz la operatoria parecería estar más avanzada. En la provincia de Buenos Aires hay más de 8 millones de usuarios de Cuenta DNI y uno de ellos, Emilio, que vive en Lobos, revela un método superador: “Compro carne durante la semana y el almacenero va anotando, cuando llega el sábado vamos con mi señora y pagamos con los dos celulares”. De esta manera el tope se duplica y el beneficio también. Se podría decir que regresó la libreta del almacenero. El desafío sería lograr en CABA esa misma intimidad con los comerciantes.

Emilio, que vive en Lobos, revela un método superador: “Compro carne durante la semana y el almacenero va anotando, cuando llega el sábado vamos con mi señora y pagamos con los dos celulares

No hay mucho misterio sobre por qué el Bapro puede ofrecer estos descuentos en CABA. Desde la entidad lo aclaran: “Podemos operar en ambos territorios porque la provincia es anterior a la conformación del Estado nacional y a la federalización de la Ciudad de Buenos Aires”. Entonces, ¿por qué tardó tiempo en usarse en CABA? Tal vez una explicación sea la situación económica que, como todos saben, es crítica: se estima que la inflación acumulada sería de 54% y que las ventas minoristas cayeron un 27% en el primer bimestre. 

Lo que algunos sospechan es que esto, en el fondo, tiene interés electoral. El gobernador de la Provincia de Buenos (PBA), Axel Kicillof, está ejerciendo su último mandato, y ya no tiene reelección. ¿Podrían estos beneficios darle visibilidad en plena CABA donde el PRO gobierna hace 17 años? En la campaña de 2019, Kicillof recorrió los 135 municipios de la provincia en auto –un Clio austero–, ¿pensará ingresar a la Ciudad y recorrer los 48 barrios porteños a bordo de Cuenta DNI?.

El analista político Artemio López está de acuerdo con esa hipótesis y considera que estos beneficios son una medida muy importante para los sectores de clase media para abajo y agrega: “Axel debería pegarse más al beneficio de esta herramienta tan concreta como útil para poder ingresar a un territorio tan adverso como CABA”. Este sociólogo y titular de la consultora Equis agrega algo más a favor del gobernador: “Las políticas públicas para combatir al dengue -desde las fumigaciones hasta la fabricación de repelentes- también ayudan a posicionarlo políticamente”. 

No hay mucho misterio sobre por qué el Bapro puede ofrecer estos descuentos en CABA. Desde la entidad lo aclaran: “Podemos operar en ambos territorios porque la provincia es anterior a la conformación del Estado nacional y a la federalización de la Ciudad de Buenos Aires

“De ningún modo, esto no es un juego político, esto es un servicio a nuestros vecinos bonaerenses”, rechaza cualquier tipo de especulación política una fuente cercana al gobernador.  “Nuestro objetivo no es político, es sostener el consumo y las ventas, y por lo tanto la producción y el empleo”. 

Axel apunta al barrio

“Hay otro beneficio que la gente no sabe”, cuenta el subsecretario de Comercio de la PBA, Ariel Aguilar. “La Cuenta DNI permite blanquear las transacciones y mejorar la recaudación. Hace seis meses potenciaba las ventas promedio de los comerciantes, pero hoy es el único sostén de lo que queda del consumo. No te olvides que cuando María Eugenia Vidal era gobernadora de la provincia, Bapro daba descuentos pero para grandes cadenas de supermercados. Axel, en cambio, apunta a llegar a los almaceneros. Axel apunta al barrio”.

En la campaña de 2019, Kicillof recorrió los 135 municipios de la provincia en auto –un Clio austero–, ¿pensará ingresar a la Ciudad y recorrer los 48 barrios porteños a bordo de Cuenta DNI?

Por su parte el analista político Ignacio Labaqui evalúa en una charla por whatsapp: “Supongamos que la Cuenta DNI sirviese para fortalecer la imagen de Kicillof en los sectores medios y bajos, que usan esos beneficios” y luego concluye: “Pero son sectores que ya tienen afinidad por el peronismo”. Con este sentido, Labaqui piensa que, a lo sumo, esto le serviría al gobernador para “apuntalarse dentro del peronismo”. El analista lo dice de otra manera: “El Previaje fue usado por sectores de altos ingresos y eso no posicionó políticamente a Lammens”. 

Beneficie o no a Kicillof, los datos indican que muchos porteños se tientan con las rebajas de la Cuenta DNI. Florencia, 33 años, vive en Palermo, y es usuaria flamante. “La empecé a usar cuando descubrí que podía pagar en las ferias”. Todos los jueves compra quesos en uno de estos mercados itinerantes cerca del Ecoparque. Natalí, 36 años, vive en Parque Chas y conoció la Cuenta DNI de vacaciones en Mar del Plata y desde entonces la usa en CABA. Hasta marzo aprovechaba un descuento mayor en sus compras de pan y café, pero a partir de este mes el Bapro bajó el beneficio de 30 a 20% en este tipo de comercios. No importa qué voto se haya metido en la urna. Emilia Gabrieli es abogada, usa Cuenta DNI y votó a Milei: “A la hora de las promociones hay que aprovechar todo”. Con los descuentos, no hay ideología que valga.

NG/MG

“José me violó”: la frase de la denunciante de Alperovich que su pareja reveló en el juicio

“José me violó”: la frase de la denunciante de Alperovich que su pareja reveló en el juicio

Este lunes se retomaron las audiencias en el juicio contra José Alperovich, el exgobernador de Tucumán acusado de haber abusado sexualmente entre 2017 y 2018 a su sobrina y exasistente. Está previsto que declaren su mano derecha, asesores que trabajaron con él durante la campaña en donde habrían ocurrido los hechos, la expareja de la denunciante y testigos pedidos por la defensa del acusado.

Uno de los que ya empezó con su declaración fue el exconcejal David Mizrahiquien fue pareja de la denunciante. Contó que en 2019 comenzaron a llegarle rumores, posteriores a los presuntos ataques, por lo que decidió escribirle a la joven. Ellos ya no estaban juntos, pero se reunieron para tomar un café y ella le reveló lo que había sucedido. “José me violó”, le dijo la sobrina de Alperovich a su ex.

“Me dejó helado, ella estaba incluso muy mal”, recordó Mizrahi, quien dio detalles de los hechos.

Durante la declaración, el fiscal Sandro Abraldes le preguntó al exconcejal acerca de la personalidad del exgobernador y dijo que tenía “semanas difíciles”. Incluso contó que durante una entrevista a una periodista local le hizo comentarios como “no seas mala”, “sos muy linda” o “te voy a llevar de viaje”. Además, agregó: “Una vez tuvo una semana difícil cuando no salió bien en La Gaceta porque no había sido bien tomada por la gente”.

Cómo sigue el juicio

Esta semana empezó a declarar el entorno y la dirigencia política de Tucumán. Probablemente, el exgobernador Juan Manzur se presente la semana que viene.

Durante la campaña que se realizó en el año en el que habrían ocurrido los ataques, Alperovich se había distanciado del entonces gobernador, Juan Manzur, y armó su propia fórmula por fuera del Frente para la Victoria, acompañado por Beatriz Mirkin, y por un gran equipo.

Aquellos dirigentes que acompañaron al acusado en ese momento brindarán declaración este lunes: Jorge Gassembauer; el actual interventor del IPLA y mano derecha de Alperovich durante 20 años, Dante Loza; el excandidato Víctor Hugo Decataldo, y el exasesor de imagen Jorge Alberto Reale.

La declaración más esperada era la de Mizrahi, sobre todo porque la defensa de Alperovich intentó platear preguntas que tienen que ver con la relación que mantuvieron el exconcejal y la denunciante, casi al mismo tiempo en que se producían los hechos supuestos ataques.

Para Alperovich, Mizrahi y el actual diputado Carlos Cisneros armaron esta causa para perjudicarlo políticamente. Sin embargo, el fiscal Sandro Abraldes resaltó en más de una oportunidad que Mizrahi declarará como testigo y no como imputado, ya que no hay ninguna acusación que pese sobre él.

NB

Mi propio Yannick

Mi propio Yannick

“Soy empleado de seguridad, hice horas extras para estar hoy acá, cambié mi turno con un compañero, viajé 45 minutos en tren para llegar, más otros 15 de caminata. Vine para distraerme y estoy más angustiado que cuando llegué”

Esas son las palabras del protagonista de la película Yannick, que justamente se llama como el título de la película y trata sobre un espectador que asiste a una obra de teatro y, transcurrida una cuarta parte de la función, se para en medio de la sala y desde su butaca dice lo que alguna vez uno sintió o pensó (claro que sí), al presenciar un espectáculo que no le gusta. Un reclamo justo por el entretenimiento prometido al pagar la entrada, pero que nunca nos atrevimos a expresar en nuestro sano juicio. En la película comienzan las especulaciones entre los actores para escapar de esa situación, discusiones entre los escasos espectadores presentes en la sala y el intento de Yannick de reescribir la obra a su antojo. Los roles se invierten y la frontera entre ficción y realidad se distorsiona.

¿Acaso está mal que una persona que con esfuerzo compró una entrada de teatro y viajó más de una hora para llegar, se queje porque no le gusta lo que ve? ¿Está mal rebelarse ante la sensación de estafa? ¿Qué buscamos cuando vamos al teatro, vemos una película o leemos un libro? ¿El arte tiene la obligación de rescatarnos, momentáneamente de nuestra angustia existencial? ¿Cuáles son los derechos y deberes que tenemos como creadores y como espectadores? 

Hace unos años protagonicé por primera vez una novela en televisión a la que le fue mal en materia de rating. Lo que se dice, un fracaso. El tema es que estuve deprimido. Lo único que hacía era leer (me acuerdo que una de esas lecturas fue El Extranjero de Camus) y mirar el movimiento de la calle a través de la ventana de mi casa. En ese raid se me ocurrió hacer una obra de teatro, actuarla y producirla en uno de esos teatro del circuito off para demostrarme (para demostrarle al mundo en realidad) de que era un buen actor. 

Leí la bibliografía entera de Harold Pinter y me detuve, ahora que lo pienso con justa razón, en la obra El Montaplatos. Para quien no sepa de qué se trata, seré breve: dos asesinos a sueldo encerrados en una habitación esperan instrucciones para cometer su próximo trabajo, su próximo crimen. Nadie se comunica con ellos y sólo lo hacen a través de ese montaplatos en el que, a medida que pasa el tiempo, los mensajes que llegan de arriba (del que nada se sabe, pero se presume que está la gente que toma decisiones), son más encriptados, disparatados e inentendibles. Durante los primeros cinco o diez minutos de la obra, no hay texto. Sólo son acciones físicas de los personajes. El más joven es ansioso. Se levanta de la cama, limpia su arma, hace ruidos molestos para llamar la atención de su compañero más viejo, que lo único que hace es leer el diario sentado en su cama.

En una de las primera funciones, apenas transcurridos unos minutos de la obra, mi personaje hacía esa coreografía de acciones ensayadas y en un momento se escuchó entre el público (una sala de no más de 60 butacas) la voz de un hombre que dijo “No, pero esto no es así…” 

El comentario fue claro y conciso. La primera reacción, como nos enseñan en toda escuela de teatro, es que el show debe continuar, así que hice de cuenta que nadie había dicho nada (como todos en la sala) y seguí con el circuito de acciones intentando construir complicidad con el público, pero sobre todo, intentando arrancar carcajadas en la platea. Pero esta voz masculina, lejos de amedrentarse, volvió a imponerse, esta vez dirigida no a mi personaje sino a mí persona. Pronunció mi nombre y dijo: “Yo te ví hacer algunos trabajos, no lo haces mal, pero Pinter no es esto, no se hace así”. ¿Qué buscaba?¿llamar la atención?¿dar una clase sobre Pinter? ¿molestar?

Mi compañero y yo seguíamos dentro de nuestros personajes, dentro de la escena que ya no transcurría en silencio, y empezó a darse vuelta la acción porque lo interesante, lo atractivo, empezó a pasar en la platea. Otra voz, esta vez femenina salió al cruce y empezó a discutir con el hombre. “Bueno, andate si no te gusta”. Y la respuesta: “¿Por qué? No me quiero ir, sólo estoy diciendo que no es así la obra.” Y una nueva voz: “Pero hay gente que sí la quiere ver y estás molestando”. A todo esto, nosotros seguíamos “en escena” (uso comillas porque la escena ya no era sobre el escenario), siendo testigos de esta pequeña obra de teatro dentro de nuestra obra. Me acuerdo que en ese momento yo pensaba: “¿Por qué está pasando esto?, ¿Por qué me pasa a mí?”  

En un momento me paré en medio del escenario, me hice visera con las manos (tenía los tachos de luz encandilándome) y le pregunté al hombre cómo se llamaba. La cuarta pared se rompió por completo. El chico, al que llamaré “mi Yannick” tenía poco más de treinta años, estaba vestido con jean, buzo y campera con capucha y estaba sentado en la zona media de las butacas, con la piernas bien abiertas ocupando el mayor espacio posible. Su actitud era relajada, desafiante y aplomada como la de un director seguro que sabe lo que quiere. Le pregunté quién era y mi Yannick me dijo que eso no era importante, lo importante era que nosotros estábamos haciendo las cosas mal y que él necesitaba decirlo por respeto al público y porque creía que lo mejor era volver a empezar la función. 

Le dije que lo entendía (mentira) y le pregunté si había pagada la entrada, mi Yannick me dijo que sí, entonces lo invité amablemente a que se retirara. Él dijo que no se quería ir, pero que si alguien lo sacaba, no tenía ningún problema. Entonces salí del escenario, me metí en la platea, lo agarré de la campera y me lo llevé mientras mi compañero seguía en el escenario, en la cama, leyendo el diario y el público mudo miraba atento lo que pasaba. De hecho más tarde un amigo me dijo: “Yo no sabía qué hacer, me quedé helado. Si la obra era así, estaba buenísima”.

Volviendo a la película, una de las cosas que más gracia me causó fue que uno de los actores, el protagonista, no soporta perder el protagonismo y hace cosas para recuperar el lugar perdido y justamente eso lo convierte en un ser patético y ridículo, hasta que en un momento es el mismo Yannick el que pide un aplauso para este actor y por primera vez vemos verdad en él: lo único que buscaba era eso, el reconocimiento. 

La película indaga en los egos y vanidades no sólo de los artistas que supuestamente se distancian del público, sino que funciona como un chiste agridulce sobre los consumos culturales. Y vuelvo a Yannick. Ese chico que finalmente termina escribiendo su obra de teatro para que actúen los actores y termina arriba del escenario dirigiendo su propia puesta. Y me quedo con su cara, su rostro obnubilado de boca entre abierta, fascinado ante la escena que transcurre frente a sus ojos ilusionados y brillosos, me quedo con el placer que siente al escuchar en boca de esos actores, sus propias palabras, riéndose, gozando del aplauso del público del que ahora forma parte porque en el fondo él, los actores de su escena, el público, mi propio Yannick y yo, todos, todos queremos lo mismo, que nos quieran un poco. Porque quizás haya más amor por el arte en aquel que lo cuestiona que en aquel que se ríe de las gracias.

GH/DTC