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La reemplazante de Patricia Bullrich quedó este martes formalmente al frente de la cartera. La ubicación estelar de Peter Lamelas, que antes se había reunido con Santilli.
Alejandra Monteoliva se convirtió este martes en la nueva ministra de Seguridad. La funcionaria juró ante el presidente Javier Milei y quedó al frente de la cartera que conducía Patricia Bullrich, que ahora será la jefa del bloque libertario en el Senado.
La ceremonia fue breve y terminó con un abrazo triple entre Milei, Bullrich y Monteoliva, pero tuvo un condimento destacado: el embajador de Estados Unidos, Peter Lamelas, apareció en primera fila entre los invitados destacados. Hacía minutos nomás habia estado reunido con Diego Santilli, ministro del Interior.
Monteoliva y Lamelas se habían reunido ayer junto con Bullrich. El Gobierno firmó un Memorándum de Entendimiento para la incorporación de un representante de la Policía Federal en El Dorado Task Force en Nueva York, que investiga organizaciones criminales involucradas en el lavado de dinero proveniente del narcotráfico y otros delitos.
“Asumo esta nueva responsabilidad con compromiso, continuidad y vocación de servicio”, dijo Monteoliva en sus redes sociales antes de la jura. Para la funcionaria, la doctrina de mano dura de Bullrich se trata de “reglas claras, profesionalismo y presencia en el territorio”. “Marcó un rumbo que vamos a sostener y fortalecer”, anunció sobre su antecesora.
Hasta ahora Monteoliva era la secretaria de Seguridad, con un bajísimo perfil mediático. Llegó a ese cargo en junio de 2024, tras la salida de Vicente Ventura, y tuvo un debut muy cuestionado. El día en que un policía gaseó a una menor junto a su madre frente al Congreso, Monteoliva fue quien comandó la narrativa que desplegó el ministerio para exculpar al agente a través de un video fake que hizo circular por los principales canales de televisión. Eduardo Feinmann llegó a pedir en LN+ que Milei les pidiera las renuncias a Bullrich, su secretaria y hasta el vocero del Ministerio.
Monteoliva se conoce con Bullrich desde hace diez años y se espera que como mínimo profundice la política de represión del protocolo antipiquetes.
Durante su carrera se especializó en la gestión de políticas de seguridad y ha trabajado en la mayor parte de los países de América Latina y el Caribe a través del BID, la CAF y otras organizaciones multilaterales. En los años 90 trabajó en Medellín para el criticado Plan Colombia, que lejos estuvo de terminar con el narcotráfico. También asesoró y colaboró con Nayib Bukele en El Salvador.
Fue ministra de Seguridad de Córdoba hasta que fue despedida en 2013 por no prevenir una rebelión policial. Pero su relación con Bullrich le permitió llegar a ser jefa nacional de Operaciones de Seguridad en la gestión macrista, entre 2015 y 2019. Durante el gobierno de Alberto Fernández quedó a cargo de una secretaría administrativa en el ministerio, hasta que el regreso de Bullrich la volvió a poner en la primera fila de Seguridad.
MC

El ministro del Interior recibió a Peter Lamelas en la Casa Rosada. Repasaron la agenda bilateral y las oportunidades de cooperación a días de que se firme el nuevo entendimiento entre Washington y Buenos Aires.
El ministro del Interior, Diego Santilli, mantuvo la mañana de este martes una reunión en Casa Rosada con el embajador de Estados Unidos en la Argentina, Peter Lamelas, en el marco de la recta final de las negociaciones por el acuerdo comercial entre ambos países, cuya letra chica se terminará de definir en los próximos días.
El encuentro tuvo lugar en el Salón de los Escudos del Ministerio del Interior. Según confirmaron fuentes de la cartera, Santilli y Lamelas repasaron “los principales puntos de la agenda bilateral” y destacaron la “relación de alto nivel” que une a ambas naciones. También evaluaron nuevas oportunidades de cooperación orientadas a ampliar el intercambio comercial y subrayaron los “valores compartidos de libertad y progreso”.
Lamelas llegó a Casa Rosada poco después de las 10.30 y atravesó el Salón de los Bustos camino a la reunión. Minutos más tarde, Casa Militar desplegó el operativo habitual de seguridad ante la inminente llegada del presidente Javier Milei, quien encabezó la jura de Alejandra Monteoliva como nueva ministra de Seguridad en reemplazo de Patricia Bullrich.
En la antesala del encuentro, el embajador había calificado como “histórico” el acuerdo comercial impulsado por los presidentes Donald Trump y Javier Milei, y sostuvo que Washington “está convencido de la importancia de acompañar el crecimiento de la Argentina”.
Además de la agenda económica, ambas delegaciones coinciden en su visión crítica sobre el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. Mientras Trump amenaza con intervenir en la dinámica interna del país caribeño, Milei respalda las denuncias contra lo que define como una “dictadura”.
Con información de la agencia NA

En un giro extraño, el extitular de ANDIS incorporó un informe al expediente que califica como "baja" la probabilidad del uso de inteligencia artificial con su voz para denunciar que Karina cobraba el 3% de los contratos por medicamentos y que el Presidente estaba al tanto y no hizo nada
La defensa de Diego Spagnuolo presentó un peritaje en el expediente sobre las supuestas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), con el fin supuesto de deslegitimar los audios atribuidos al extitular del organismo que revelarían un esquema masivo de corrupción orquestado por Karina Milei y los primos Menem. Sin embargo, la constatación del informe realizado por la firma española Graudio Forensics no hace más que aumentar la verosimilitud de una parte crucial de los dichos atribuidos a Spagnuolo, en especial, la que compromete al Presidente y su hermana.
El nuevo abogado de Spagnuolo, Mauricio D'Alessandro, anunció días atrás la existencia del informe pericial ordenado por su cliente, y hoy concretó su incorporación al expediente. Según dijo D'Alessandro, el estudio ratificaría la manipulación con inteligencia artificial de los registros difundidos en agosto, en un cambio con respecto a la línea de defensa inicial llevada a cabo por otros abogados del exmejor amigo y exabogado de Javier Milei.
El peritaje ratifica un dato que estuvo claro desde el principio, cuando los periodistas Ivy Cángaro y Mauro Federico hicieron públicos los audios en los sitios Data Clave y Carnaval. No se trata de una grabación de corrido, sino de fragmentos, con ediciones para borrar, por ejemplo, la voz del interlocutor de Spagnuolo. No obstante, hay partes nítidas que narrarían graves delitos. El autor del informe, Miguel Ángel de la Torre, un licenciado en Comunicación y máster en Dirección de Seguridad, detecta 18 cortes “compatibles con la edición intencionada”. Hasta allí, sin sorpresas.
La parte en la que el estudio se da vuelta como un búmeran para Spagnuolo —si es que su intención real era beneficiarse a sí mismo y a los hermanos Milei— es cuando se aboca a dilucidar si se utilizó una “voz sintetizada” mediante inteligencia artificial, a partir de la página 21 del texto de Graudio Forensics. La conclusión es que es “baja” la probabilidad de que, en efecto, no sea la voz de Spagnuolo la que revela el 3% de coimas para Karina y su indignación porque Javier Milei fue cómplice, cuando la conversación transcurre “en el contexto de restaurante o cafetería”), y es “alta” en el tramo por teléfono.
El español De la Torre analiza, por un lado, el primer minuto y 44 segundos del audio:
“En el análisis del fragmento inicial del archivo objeto de estudio (discurso en el contexto de restaurante o cafetería), los resultados entregan un valor de probabilidad del 42% (bajo), que no permite sacar una conclusión inequívoca sobre la presencia de síntesis vocal”.
Luego, en la parte telefónica, la conclusión es diferente.
“Sin embargo, en el fragmento correspondiente al discurso en el contexto telefónico, la herramienta entrega un resultado con una estimación de probabilidad del 65%, razonable para afirmar que el audio contiene trazas de voz sintetizada”.
Si sabés que están choreando, no te podés hacer el boludo conmigo
El estudio se vuelve problemático para los Milei y los Menem cuando se analiza qué es lo que dice la voz atribuida a Spagnuolo en el contexto de un bar. Los siguientes son algunos de los textuales:
En cualquier caso, el autor del informe resalta en letras mayúsculas, en dos oportunidades, que el archivo remitido por D'Alessandro no es suficiente para “tomar una decisión final sobre la existencia total o parcial de voz sintetizada”. “Deberíamos adicionalmente analizar otros rasgos del habla, como es el ritmo, la entonación, y el acento o énfasis dentro de las palabras, pero falta contenido y contexto al no disponer de toda la secuencia conversacinoal y resto de los hablantes”.
De hecho, el informe español analiza, entre diálogos presenciales y telefónicos, apenas 7 minutos 32 segundos enviados por la defensa de Spagnuolo, una fracción menor de los conocido.
El juzgado criminal federal de Sebastián Casanello remitió el informe pericial a la Cámara, que debe expedirse en breve sobre el pedido de nulidad de la causa formulado por diversas partes, entre ellas, el examigo de Milei.
Tanto el juez como el fiscal, Franco Picardi, dejaron claro en sus dictámenes y decisiones que la construcción del expediente se basa sobre documentos, registros contables y diálogos de whatsapps obtenidos a partir de una veintena de allanamientos.
La estrategia de Spagnuolo, a partir de la llegada de D'Alessandro a su defensa después de las elecciones legislativas del 26 de octubre, pasó a coincidir llamativamente con el esbozo de Milei, quien semanas después de que se desatara el escándalo, dijo que se trataba de audios creados con inteligencia artificial. El fin último de este argumento es que impere la teoría del fruto del árbol prohibido, que sostiene que nunca una causa puede construirse a partir de pruebas ilegales.
Casanello y Picardi afirmaron en su consideración sobre la nulidad que el origen surge del texto de una denuncia —presentada por el abogado Gregorio Dalbón— con indicios verosímiles, pero que los audios no fueron tomados como prueba. De hecho, en sus resoluciones, prácticamente no hay alusiones a los audios atribuidos a Spagnuolo.
SL

Milei sumó otros $26.118 millones al organismo y busca ampliar el 20% su partida en el Presupuesto 2026. Los gastos reservados crecieron 2.838% en la gestión y concentran el 19,6% del total. Internas, sumarios y un sistema de control paralizado en el Congreso.
El Gobierno de Javier Milei volvió a expandir este lunes el presupuesto de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE): otros $26.118 millones por Decreto 849/2025, destinados tanto a incrementos salariales como a gastos generales que van desde cubiertas para autos hasta prendas de vestir y utensilios de cocina. La decisión reactualiza la discusión por el manejo de los fondos del espionaje estatal en un organismo que, además, atraviesa una interna creciente y un sumario abierto por el llamativo viaje a Azerbaiyán realizado por dos de sus funcionarios.
El exdiputado Alejandro “Topo” Rodríguez alertó en X que la planilla anexa del decreto detalla compras por $350 millones en cubiertas, $300 millones en ropa y $40 millones en utensilios. “Los gobiernos deben ser evaluados por lo que hacen, no por lo que dicen. Milei sigue exprimiendo a los jubilados y financiando con generosidad el espionaje estatal”, escribió.
Pero dentro del propio ecosistema de inteligencia conviven otras miradas. Funcionarios en actividad y exintegrantes del organigrama sostienen que la SIDE arrastra un desfinanciamiento estructural desde, al menos, los años posteriores a la sanción de la Ley 27.126, en 2015, la misma que creó la extinta Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Hablan de “equipamiento obsoleto”, “tecnología atrasada” y “falta de presupuesto real para tareas básicas”, situación que se habría profundizado con la llegada de La Libertad Avanza al poder.
Desde ese ángulo, ven los aumentos del Gobierno como una recomposición necesaria, incluso si su ejecución abre debates políticos. “Otros países invierten cifras siderales en seguridad estratégica. Acá se subejecutó durante años. La Argentina dejó de tener capacidades elementales”, resume ante la consulta de elDiarioAR una fuente con acceso al organismo. “Otra discusión es qué se hace con el dinero, pero que hace falta invertir, hace falta”, añade otra.
En paralelo, especialistas del área advierten que el problema del sistema no se resuelve solo con partidas más voluminosas. Señalan que la inteligencia argentina arrastra déficits de profesionalización, rotación permanente de cuadros, dependencia del clima político de la Casa Rosada y ausencia de planes estratégicos sostenidos. “Podés aumentar diez veces el presupuesto, pero si no hay continuidad institucional, no hay inteligencia estratégica”, sintetiza un exfuncionario del sector.
Hasta mayo, el organismo que comanda Sergio Neiffert había recibido tres ampliaciones presupuestarias desde el inicio de la gestión Milei. Ese mes, el Presidente autorizó $25.250 millones adicionales, incluidos $8.000 millones para gastos reservados. Fue, a su vez, la segunda ampliación de 2025. A diferencia de las anteriores —dictadas por DNU—, la de mayo se hizo mediante una decisión administrativa del Jefe de Gabinete, que no requiere revisión del Congreso.
Con esos movimientos, el presupuesto de la SIDE para 2025 —prorrogado ante la falta de aprobación parlamentaria— saltó de $48.253 millones a $80.872 millones en cinco meses, un incremento del 68%. Pero el rubro más explosivo fue el de los fondos secretos, que pasaron de $3.794 millones en enero a $13.436 millones en mayo: un crecimiento del 254% y ya equivalentes al 17% del total del organismo.
La curva ascendente venía de 2024. El año pasado, la SIDE había arrancado con $15.557 millones, pero en julio Milei dictó el DNU 656/2024 que agregó $100.000 millones para gastos reservados. El presupuesto saltaba así a $136.741 millones, con un incremento del 778% y gastos secretos que pasaban a representar el 75% del total. El Congreso rechazó ese DNU en agosto y septiembre —un hecho sin precedentes— y obligó a devolver los fondos. El Ejecutivo lo formalizó con otro DNU en diciembre, recortando $97.186 millones y compensando parcialmente con aumentos menores para personal y bienes de consumo.
Para 2026, el Presupuesto prevé que la SIDE reciba $97.135 millones, un aumento del 20,1% respecto de 2025. De ese total, $5.666 millones irán a gastos que no necesitan ser justificados, un salto del 42% en este rubro. Los fondos reservados, que en 2023 eran el 4,1% del presupuesto, pasarán a representar 19,6%. En términos nominales, durante la gestión Milei el ítem habrá crecido 2.838%.
La escalada presupuestaria vuelve a poner bajo la lupa el funcionamiento de la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos de Inteligencia, encargada de controlar el uso de los fondos confidenciales. El órgano legislativo atraviesa un cuadro de cierta parálisis política, con reuniones espaciadas y escaso acceso a la documentación sensible. Su titular, Martín Lousteau, está a punto de cumplir mandato. Y quien tiene todas las fichas para asumir en ese lugar es el senador misionero Martín Goerling, que acaba de formalizar su pase del PRO a La Libertad Avanza.
En paralelo, en el Gobierno circulan borradores para actualizar el andamiaje normativo del sistema de inteligencia, con eventuales reformas que podrían redefinir funciones entre organismos y centralizar tareas en la SIDE. El debate todavía es incipiente, pero en 25 de Mayo 11 lo interpretan como una señal de que Milei busca un esquema más ordenado, o más controlado, según la mirada de cada facción.
La ampliación presupuestaria también reordena la disputa interna: las áreas operativas ganan volumen con los fondos destinados a bienes de uso y tecnología, mientras que la expansión de las partidas confidenciales refuerza la gravitación de la jefatura política en un momento de tensión por la eventual salida de Neiffert. A ese clima se sumó el viaje a Azerbaiyán del subsecretario administrativo, José Lago Rodríguez, y el titular del Servicio de Inteligencia Argentino (SIA), Alejandro Colombo, que derivó en un sumario cuya letra chica sigue siendo motivo de sospechas.
Todo ocurre mientras el Presupuesto 2026 será debatido en un Congreso donde el oficialismo llegará más robusto tras la renovación de bancas de diciembre. En Balcarce 50 creen que, a diferencia del año pasado, la arquitectura fiscal de Milei atravesará la discusión parlamentaria con menos sobresaltos y sin las correcciones que frenaron su hoja de ruta original. Si eso se confirma, el Presidente habrá asegurado el mayor refuerzo para la inteligencia desde que llegó al poder.
PL/CRM

El PRO, que está furioso con Menem por robarle sus diputados, quedará reducido a su mínima expresión en la Cámara de Diputados. Negociaciones con Massot, Oscar Zago y las radicales para armar un gran interbloque y sumar sillas en las comisiones.
“Si siguen rompiendo las pelotas no cuenten más conmigo”. Cristian Ritondo le mandó el mensaje a Gabriel Bornoroni, el jefe de la bancada libertaria, poco después de que la primera camada de diputados bullrichistas rompieran con el PRO para sumarse a las fuerzas del cielo. Dos semanas después, Bornoroni y Martín Menem le robaron tres diputados más. Ritondo está furioso y busca venganza: el equilibrista del PRO se siente traicionado por La Libertad Avanza y apuesta, ahora, a recuperar terreno de la mano de sus ex aliados.
La foto de Verónica Razzinni sonriendo con Patricia Bullrich y Martín Menem fue la gota que rebalsó el vaso. La diputada santafesina se había reunido con Ritondo para volver al bloque hace apenas unas semanas: se había ido del PRO en abril por una discusión local por el cierre de listas en Santa Fe y, meses después, le escribió al jefe de bloque para pedirle de volver. Llamó, incluso, a Mauricio Macri para que habilitara su regreso. Días después, anunció su pase a LLA. “Tenés menos palabra que los bullrichistas que se fueron antes”, le mandó a decir el ex presidente cuando se enteró.
El PRO es un hervidero. En el último mes, luego de haber ido como aliados en las elecciones nacionales, Menem y Bullrich se dedicaron a traficar diputados del PRO a las filas de LLA. En la Cámara de Diputados, el riojano se hizo con 11 diputados amarillos -la mayoría cercanos a Bullrich- y dejó al PRO al borde de la extinción. Ritondo, que supo presidir uno de los bloques más grandes de la Cámara baja, tendrá solo 13 diputados propios que liderar a partir de diciembre.
“Son garcas y no cumplen lo que dicen”, murmuran, furiosos, en las filas del partido. Quienes conocen a Ritondo, que es quien convenció a Macri de cerrar un acuerdo electoral con LLA en Provincia de Buenos Aires, aseguran que el jefe del PRO se siente “traicionado”. E insisten en que la confianza con el Gobierno se rompió. “Si vienen y nos roban los diputados, ¿qué confianza podemos tener en que nos cumplan con cualquier cosa que digan? ¿Qué confianza podemos tener que nos den lugares en las comisiones?”, se pregunta, irritado, un dirigente del riñón de Ritondo.
El PRO se encuentra en su momento de mayor debilidad. Sin proyecto de poder nacional propio, paranoico ante la perspectiva de convertirse en la UCR -es decir, con poder territorial local pero sin cuadros nacionales-, el partido que fundó Macri hace 20 años se debate por su propia supervivencia. Algunos, por lo bajo, ya comienzan a hablar de la posibilidad de abandonar el sello para construir algo nuevo, libre del apellido Macri y de la obediencia debida a Javier Milei del último par de años.
Otros, en cambio, insisten en resistir desde el sello. Reafirmar la “identidad” del partido y “rehacer al PRO” con miras a 2027. Tensar con LLA, mostrar las diferencias, pero no romper. Sino apostar a resolver la disputa de poder con PASO locales en cada provincia. En este grupo se encuentra Ritondo y todos aquellos acuerdistas que, sin terminar de pintarse de violeta (como los bullrichitas), apostaron a fusionarse con LLA.
Es el mismo sector que, por estas horas, analiza cómo hacer para mantener su cuota de poder propio en el Congreso.
“Quiero que el Gobierno empiece a sentir que, por más que ganó las elecciones, no puede llevarnos a todos por delante”, afirma uno de los armadores que está trabajando en un gran interbloque, una suerte de Juntos por el Cambio 2.0, que se convierta en el fiel de la balanza de la Cámara de Diputados.
En silencio, Ritondo viene conversando con las radicales Karina Banfi y Pamela Verasay para conformar un interbloque. La UCR también quedó reducida a su mínima expresión, no solo por el mal resultado electoral y el pacman de Menem, sino por la propia dinámica de la interna radical y el interés de varios díscolos en fortalecer el armado de Provincias Unidas por sobre la UCR. Un problema que no es desconocido para el PRO, que también perdió a una diputada, la santafesina Gisela Scaglia, a manos del interbloque que está impulsando Maximiliano Pullaro.
El objetivo es cerrar un acuerdo político temporal, aunque sea de 90 días, para hacerse con la mayor cantidad de lugares en las comisiones. Pero no solo con la UCR. Ritondo, así como el larretista Álvaro González -que volvió a funcionar como operador todoterreno del PRO desde que se fueron los bullrichistas del bloque y acordó con Ritondo que podría tener libertad de acción-, tienden los tentáculos hacia todos los bloques.
Uno de los principales interlocutores es Oscar Zago (MID), que negocia, junto a Eduardo Falcone, para cerrar una alianza con el PRO y las ex libertarias enemistadas con Menem, Marcela Pagano y Lourdes Arrieta. Ambos, Ritondo y Zago, conversan a su vez con Miguel Ángel Pichetto y Nicolás Massot. El objetivo es también sumarlos a los dos ex cambiemitas -Massot fue, incluso, jefe del bloque PRO durante el gobierno de Macri- después de años de distanciamiento.
El interbloque, calculan sus armadores, podría tener más de 30 diputados propios. Es decir, convertirse en la tercera fuerza de la Cámara de Diputados y, así, en el voto bisagra para el quórum en las sesiones. Ya sea para cerrar acuerdos con el oficialismo o el peronismo, los dos grandes polos que disputan la primera minoría en el recinto.
El objetivo principal del interbloque, sin embargo, será tener volumen para conseguir sillas en las comisiones. Los diferentes bloques -PRO, MID, UCR, Massot- quieren autonomía de la lapicera de Menem, quien promete lugares a cambio de votos, pero la mayoría desconfía. Muchos, incluso, están conversando con otros bloques opositores para quitarle a Menem la facultad de armar las comisiones: ninguno se anima a no ratificarlo como presidente de la Cámara de Diputados, pero más de uno busca cobrarse su venganza por los malos tratos del pasado.
El miércoles, cuando se lleve a cabo la sesión preparatoria, el interbloque tendrá su prueba de fuego. Más de uno se ilusiona con que, si la mesa de trabajo política funciona, el interbloque podría continuar existiendo después de las sesiones extraordinarias. “Nos une el espanto. Lo que tenemos que hacer es transformar el espanto en confianza”, señala uno de los armadores.
MCM/CRM