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Ajuste en el Estado: el Gobierno pidió el detalle de los trabajadores públicos en edad de jubilarse

Ajuste en el Estado: el Gobierno pidió el detalle de los trabajadores públicos en edad de jubilarse

Cómo decide el Gobierno los recortes de empleos en la Administración Pública Nacional; qué criterios aplica para decidir quiénes se van y quiénes se quedan; y hasta dónde llegarán los despidos son tres variables qué nadie parece tener en claro a casi cinco meses de la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada. Así surge de las consultas a ministerios y dependencias del Ejecutivo y a fuentes gremiales realizadas por elDiarioAR en los últimos días. 

Lo que sí está confirmado es el último paso que dio la gestión libertaria en su plan de reducción de la planta de trabajadores públicos: diseñar un mapa de cuántos y quiénes están en condiciones de jubilarse, confirmaron fuentes oficiales y gremiales ante la consulta de este medio.

A pesar de los anuncios de auditorías varias a la Administración Pública Nacional, el Gobierno aún no conoce el mapa de los trabajadores del Estado y avanza con pasos intermedios en los recortes con dos criterios generales, según explicó una fuente con conocimiento directo de la toma de decisiones en la materia: sólo conservar a “quienes trabajan” y “quienes cumplen función necesaria”. En el último eje está la clave de qué tan profundo será el recorte porque se trata de un eje sometido a la subjetividad más amplia: ¿qué funciones son “necesarias” en un Estado para los libertarios y cuáles no?

El jefe de Gabinete, Nicolás Posse, tiene a su cargo las políticas de empleo público.

El universo de trabajadores de la Administración Pública Nacional es complejo. Hay numerosas formas de contratación, unos 193.000 trabajadores y 53 convenios colectivos de trabajo. Están los de planta permanente y los contratados en sus diversas categorías. Sólo unos 35.000 tienen estabilidad laboral. Desde la llegada de Milei, los contratos en el Estado Nacional se renuevan cada tres meses o incluso cada mes, explicó Flavio Vergara, de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). Eso significa, además de la incertidumbre de los trabajadores, que hay despidos cada tres meses cómo máximo. En los gremios hablan de unos 8.000 despidos desde diciembre, pero nadie se arriesga a dar una cifra segura. 

El nuevo diseño del empleo público depende del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, que está a cargo de distintas secretarías que intervienen en la toma de decisiones con respecto a los trabajadores del Estado Nacional. La central es la Secretaría de Transformación del Estado y Función Pública, de la que depende, además, una Subsecretaría de Desarrollo y Modernización del Empleo Público. La mujer a cargo es Rosana Reggi, una ex funcionaria de Mauricio Macri en el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y quien ascendió recientemente para ocuparse de la tarea luego del escándalo por el aumento de sueldo de Milei y sus ministros que le costó el puesto a su antecesor, sostienen en la Casa Rosada.

El área envió una nota a las oficinas de Recursos Humanos de los ministerios y organismos descentralizados para obtener el mapa de quienes están en edad de jubilarse, informó una fuente oficial a elDiarioAR. También se están analizando los distintos reglamentos que rigen las licencias, ausentismos y presentismos.

Hubo despidos masivos en oficinas de Anses en todo el país.

Despidos

“Lo que se está haciendo no es un auditoría del empleo público sino un simulacro de auditoría, se despiden trabajadores sin haber estudiado y analizado si cumplían o no con sus tareas y funciones, si se presentaban o no a trabajar. Es una decisión discrecional”, afirmó Vergara. Además, destacó, hay un alto nivel de despidos en las dependencias de la Administración Pública Nacional en las provincias. “El Estado se está concentrando en Capital Federal y desapareciendo en el territorio nacional”, agregó el dirigente sindical. 

“Es un proceso muy desordenado, el Gobierno quiere que le cierren los números y nada más. Se recopila información desde Jefatura y luego cada ministerio decide quién se va y quién se queda”, sostuvo otra fuente sindical ante la consulta. “A la mayoría de los despedidos, los echan sin saber si iban o no a trabajar, si cumplían o no una función y de qué modo lo hacían. Cierran organismos, reestructuran área”, añadió el dirigente consultado.

“El empleo público es un universo enorme y desordenado. La Secretaría coordina lo macro pero no toma la decisión de quién se va y quién conserva su puesto de trabajo. Eso lo deciden cada área de Recursos Humanos”, explicó una fuente gubernamental. Para el Gobierno, “el empleo público está sobredimensionado y en todas las áreas hay más gente de la que debería”.

ED/DTC

El peronismo y su dificultad para convertir la calle en leyes

El peronismo y su dificultad para convertir la calle en leyes

La avalancha final empezaba a engrosar el número que ni los convocantes esperaban tener. Llegó Facundo Manes, se cruzaban mensajes cortos de whatsapp entre los diputados, mientras el neurocirujano hacía declaraciones frente a las cámaras de televisión en la puerta del Congreso. Último momento: van los jujeños Natalia Rizzotti y Jorge Sarapura a la sesión, sumaban otros, del sector rebelde del radicalismo. Se acercaban las 11 de la mañana del miércoles, la hora del comienzo de la sesión. Finalmente, hubo presencia de 14 de los 34 diputados de la UCR, una cifra derivada solo del contundente y masivo reclamo universitario. No alcanzó. Unión por la Patria se quedó a cinco diputados del quórum. Fracasó el intento, le dedicó Martín Menem a un peronismo que no logra convertir la calle en leyes.

Al menos los despabiló. Todas las referencias electorales del Unión por la Patria salieron a desplegar su “acá estoy” frente a un reclamo que imaginaron, desde antes, masivo y transversal. Con cálculo político, tanto el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, como Sergio Massa, el último candidato presidencial que tuvo el peronismo, se metieron de lleno en la manifestación que desde la esquina de su oficina miraba Cristina Kirchner. 

Lo de Massa es novedoso. Se desguardó. “Nunca estuve guardado”, dirá él, pero es la primera vez que se presenta en público tras la derrota electoral (todavía no habló) después de una seguidilla de acciones callejeras que comenzaron el 24 de enero con la CGT y la cultura, la multitudinaria convocatoria del 8 de marzo con las mujeres al frente y la movilización del 24, en repudio al golpe cívico militar, este año mucho más expansiva en expresiones políticas. 

“No ganó nadie, perdió el gobierno”, sentencian cerca de Cristina Kirchner, que eligió además este momento político para volver. Se terminó aquello de está activa, recibe dirigentes, pero prefiere esperar. Algo aceleró los tiempos y, dicen, si en abril de 2016 el mánager de la gira fue Claudio Bonadio, ahora parece ser el propio Javier Milei. Cerca de la expresidenta reflejan que lo que desencadenó su regreso fue la cadena nacional del lunes y no la marcha, pero la comunicación por parte de Cristina del acto en Quilmes se dio justo al otro día de la movilización universitaria.

El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, en la marcha universitaria.

Enfrascada en su propia interna, Cristina tomó partido para ordenar. Eligió para su presentación un distrito gobernado por una dirigente de La Cámpora, Mayra Mendoza. No hay doble interpretación. No existe eso de que justo ella la invitó, como dirán a su lado. Cristina recibe cientos de invitaciones de presentación a diario. Y si en 2016 se plantó con Comodoro Py de fondo, esta vez la foto de su vuelta la hace recostada en el calor de La Cámpora. Desde el escenario envió ayer un fuerte mensaje contra los que, directa o indirectamente, se atreven a cuestionar su conducción. 

En el Instituto Patria mandaron a invitar a todo el peronismo de la provincia de Buenos Aires. Así, busca juntar la mayor cantidad de adhesión posible para ordenarlos, con Máximo Kirchner como delegado de su poder. Nada nuevo. Nadie pronostica, tampoco, si podrá con la misma receta. Por lo pronto, ayer se aseguró la presencia de Axel Kicillof y Andrés Larroque para reafirmar que ella está por encima de todos. El mensaje es claro: acepten su conducción.

Un asterisco. Massa no fue y con aviso. Hoy es su cumpleaños número 52 y ya tenía un compromiso: comer un cordero que le regaló su amigo, el exgobernador de Chubut, Mariano Arcioni. Family plan para el fin de semana del tour cristinista. 

Sergio Massa y Malena Galmarini junto a su hija, en la marcha universitaria.

Cerca de Cristina Kirchner creen que a partir de ahora, con ella al frente de la reorganización, va a ser más fácil tender puentes en las tribus internas. Ordenar, esa palabra tan repetida en un peronismo sin rumbo. Para ella, el proceso se dará en similares condiciones que en el 2017, con dispersión electoral en las legislativas. Ese escenario parirá un liderazgo anti Milei. Entonces fue ella candidata, para tomar la lapicera dos años después, correrse a vice en el 2019 y sumar a Massa. Esta vez, con el fracaso de Alberto Fernández, parece difícil que no le pasen factura. Encima, el líder del Frente Renovador ya está adentro, y lo que hay que salir a atraer son extrapartidarios mucho más difíciles de acercar si quien convoca lleva por apellido la letra k.

Ahí entra a jugar un rol clave Massa. Tiene diálogo con todos los sectores, sobre todo del ala del radicalismo que se puso el reclamo universitario al hombro, los que en la interna de Juntos por el Cambio acompañaron a su amigo Horacio Rodríguez Larreta. 

Más allá del factor Mili, su hija (dice que ella se lo pidió como antes le pidieron sus hijos que no fuera ministro de economía), no podía no estar en la marcha. “Es identitario”, explica para defender su presencia en modo “no molestar”. Incluso movió al Frente Renovador en el interior, como en Córdoba, con una columna de dos cuadras, donde el peronismo está viendo un factor aglutinante más allá de la Plaza de Mayo. “La gente empezó a mirar más la heladera que el TikTok”, apunta el ex candidato presidencial, para dar cuenta que recién ahora las políticas de ajuste empezaron a tener impacto y que eso se traduce en un malestar a representar. 

El acto de inauguración del Microestadio Presidente Néstor Kirchner, donde habló Cristina.

El problema del peronismo sigue siendo el de la derrota: a quién le habla y qué le dice, antes de definir quién se lo dice. Por ahora, todos los referentes coinciden en que la traducción de la marcha tiene que canalizarse en el Congreso. “Yo no pido carnet de afiliación”, suele repetir Cristina Kirchner para focalizarse en ampliar a la hora de debatir ideas. En el Patria están algo molestos porque las propuestas que ella hizo en su carta de 33 páginas, como la reforma laboral, no se tradujeron en ningún proyecto. “Al final todo queda en manos de Pichetto”, rezongan. Es que el diputado fue el único que mostró “emociones” por aquel texto de Cristina que duró nada en la vida política y es el artífice de lo que quedó como reforma laboral en la ley Bases. El bloque de Unión por la Patria ya no se mueve por la interna de la interna, como sucedió hasta el año pasado. Pichetto, encima, estaba pactando la ley Bases y para el miércoles pasado su bloque fue el que menos aportó a la convocatoria de Unión por la Patria: sólo 4 diputados de 23. El emperador, como le dicen, hace su juego. 

El siguiente paso para el peronismo es generar mecanismos parlamentarios más consolidados. La dificultad es que el radicalismo, actor clave de la convocatoria estudiantil, no tiene jefes. Está partido en al menos tres sectores (los oficialistas de Rodrigo De Loredo, los de Evolución y los Manes) y Martín Lousteau, el más visibles de los antimileístas, no logra ordenar en Diputados. Todavía pesa y mucho la grieta. Y a pesar de que algunos radicales bajaron el miércoles a dar quórum para tratar sus propios proyectos de financiamiento universitario, terminaron acordando con Alejandro Finocchiaro, del Pro, para convocar a la comisión esta semana. 

Sesión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda. Los diputados Juan Manuel López, Maximiliano Ferraro, Germán Martínez, Cecilia Moreau y Diego Santilli conversan durante la reunión.

La foto se ve más nítida en el Senado, donde sí se tejieron acuerdos por el rechazo al DNU y ahora van por el financiamiento universitario con el pedido de sesión especial que presentó Lousteau esta semana junto a los peronistas no kirchneristas. En el Senado se da el terreno más fértil para maniobrar.

Cristina insiste que hay que voltear el DNU. En un cambio de estrategia, Unión por la Patria en Diputados empezó a pedir sesión especial sin los votos. Expuestos al fracaso, como esta semana. “Es un cambio de lógica, nosotros sabemos dónde estamos parados, no esperamos más”, anticipan. 

A pesar de que el Gobierno perdió la agenda esta semana, el peronismo no logra traducirlo en un contragolpe efectivo. Por ahora, se exhibe en la vidriera de la acumulación política callejera.

MV/DTC

La gran prensa se topa con un tardío "principio de revelación" que ilumina a un Presidente soez y autoritario

La gran prensa se topa con un tardío

Teresita Frías, para InfoSalta y Radio Caput, de Buenos Aires. Mi pregunta es la siguiente: Teniendo en cuenta que las políticas keynesianas a las que hacías mención se aplican en Estados Unidos, ¿por qué considerás que, en Estados Unidos, desde el New Deal en adelante, funcionaron y acá no?

Me querés explicar cómo hizo (Franklin Delano) Roosevelet para aplicar las políticas keynesianas de un libro que todavía no había sido escrito (Teoría general del empleo, el interés y el dinero, 1936). ¿Entendés primero eso? Listo, a ver. ¿Entendistes (sic) eso? Acabás de decir una burrada y lo que voy a hacer es tratar de desasnarte. Te voy a tratar de desasnar ¿Vos sabés lo que es el mercado? (…).

Usted dice que el keynesianismo es totalitario, pero usted al responderme la pregunta que le hice para que me dé su postura y su visión, me trató de burra.

¿Y acaso no dijiste una burrada? Me parece que tenés ahora problemas de comprensión. Tenemos problemas graves de comprensión (lee un fragmento de Keynes). ¿Necesitás que te lo lea de vuelta?

¿Me lo podría leer de vuelta?

Va despacito para que me entiendas. Me parece que la única que tiene dudas en esta sala sos vos. (A los gritos) Hablás de keynesianismo y no leíste nada de keynesianismo, no sabés nada…. Yo no soy totalitario. Solamente estoy diciendo que sos una burra y que hablás de cosas que no sabés.

Si usted lo dice yo lo respeto, porque creo en la pluralidad de voces.

Ta bien, pero pluralidad de voces no es que dos más dos es igual a 57.825. Dos más dos es cuatro, no es una cuestión de apreciación artística. Lo que dijiste es una burrada. ¿De qué me venís a hablar? La totalitaria sos vos, que te ponés a opinar de cosas que no sabés un carajo.

¿Hace falta el tono fuerte?

Sí, porque cuando uno se encuentra con la masa impenetrable… Te leí cuatro veces un párrafo de la Teoría General y no la entendiste. Tu problema es un problema de soberbia que no sabés un carajo y opinás de lo no sabés. No es un problema de percepción personal. Mirá si se te ocurre hacer un puente con tus ideas, vas a matar a un montón de gente. Encima me lo querés cargar a mí.

La escena tuvo lugar en el Colegio de Abogados de Metán el martes 26 de junio de 2018. Javier Milei había llegado a esa ciudad del centro-sur de Salta invitado por su promotor en la provincia, el latifundista y entonces diputado (Cambiemos) Alfredo Olmedo.

Teresita Frías

La presencia del economista, quien ya era un asiduo personaje del prime time del canal América, convocó a la feligresía evangelista que sustenta a Olmedo, productores agrarios, profesionales y dirigentes políticos de Metán.

El plan económico de Mauricio Macri acababa de caer al precipicio del megaendeudamiento y la fuga. Eran semanas en las que Milei, auspiciado por Eduardo Eurnekian, en plena negociación por los aeropuertos, disparaba llamaradas de furia contra el Gobierno, pero estaba todavía lejos de cualquier proyecto presidencial.

Me puse en blanco y pensaba ‘no llorés, no llorés’, porque trabajo con víctimas de violencia y sé que el violento goza con la humillación. Y aunque me costó, en ese momento, la verdad, me felicité

Teresita Frías

Durante su disertación, el economista apeló a su repertorio habitual de groserías contra Macri, quien no era su aliado “el presi” de ahora, y contra su blanco favorito, el kirchnerismo y los socialistas.

Teresita Frías trabajaba en Salta capital, pero estaba por esos días en Metán, su ciudad natal. Antes de cursar Comunicación en la Universidad Nacional de Salta, había estudiado Economía un tiempo, por lo que tenía claro el peso de las teorías de John Maynard Keynes en el paradigma capitalista que sucedió a la Gran Depresión. Aunque el New Deal de Roosevelt fuera precedente a la Teoría General, la pregunta de la periodista salteña era a todas luces pertinente.

Javier Milei, entrevistado por Alejandro Fantino en 2023, en Canal 9.

Durante la catarata de improperios acompañados por alguna risa entre el auditorio, Frías, madre de dos hijos y entonces de 34 años, se fijó una meta: no llorar ni abandonar el lugar. “Me puse en blanco y pensaba ‘no llorés, no llorés’, porque trabajo con víctimas de violencia y sé que el violento goza con la humillación. Y aunque me costó, en ese momento, te digo la verdad, me felicité”, relata la periodista a elDiarioAR seis años después del ataque de ira de Milei.

El siguiente turno para preguntar le tocó a Rodrigo García, presentador del noticiero de canal local Spacio Televisión. Dijo que el maltrato a su colega le había quitado las ganas, y que, por lo tanto, le sugería al expositor que le pidiera “disculpas a una dama”.

“Lo tuyo es un acto de populismo barato. Sos un impresentable. La falta de respeto es hablar sin saber”, respondió Milei.  

Luis Vera, un dirigente de la UCR de Metán, intercedió y le dijo a Milei que era un “irrespetuoso”. Más gritos del “Javi, genio”, alabado cada noche en “Animales Sueltos”. Allí entró en acción Germán Maurell, director de Tránsito de Metán, conocido como “sheriff”, 1,90 metros, 120 kilos. “Vení a decirme a mí que soy burro. Burro sos vos”.

Milei bajó el tono. “La falta de respeto es hablar sin saber”. Acudió a su auxilio un rastrero. “Estamos hablando de economía, dejemos de joder. El que no sabe, que no se meta. Aprendan a usar la cabeza”. Reivindicado, el porteño ultraderechista cerró el acto. “Muchas gracias a todos, igual”. Aplausos.

La periodista salteña y el porteño avasallante

A Frías le pesó mucho en los años siguientes ser identificada como la víctima de Milei. No era el papel que había elegido, ni para ella ni para un hijo pequeño ni una hija entrando en la adolescencia. La cuestión pasó a mayores cuando sus redes sociales se empezaron a poblar de agravios y amenazas de muerte. Tuvo crisis de pánico. Cada tanto, cuando el video se vuelve a viralizar, los ataques recrudecen. No obstante, Frías siguió trabajando tanto en InfoSalta como en Radio Caput.

Reflexiona Frías. “Un porteño avasallante, soberbio, al agricultor rico de Metán lo obnubila, y al pobre, lo somete. Para muchos era el ‘catedrático’ que los hacia reir. Milei demostró que tiene un desprecio por el marrón. Jamás en la vida habría pensado que una morocha del Norte, petisa como soy yo, con todos los rasgos bien salteños, le podía salir con una pregunta así en Metán. Si quedaba en evidencia que no podía explicar Keynes, se le caía toda la farsa que se veía en televisión”.

Olmedo, el diputado macrista y anfitrión de Milei que le abrió las puertas en Salta, se aproximó más tarde a Frías y le pidió que lo apartara del revuelo que comenzaba a tomar la agresión en redes sociales, porque él “no tenía nada que ver”. “Pídame disculpas en público, no en privado”, le respondió la periodista.

Una fiscal actuó de oficio y denunció a Milei por violencia de género. La causa tuvo un breve recorrido, motivó una restricción para actividades del economista en Metán, y terminó en archivo.

Un mes atrás, Frías llevó a su hijo a una peluquería de la ciudad de Salta. El peluquero la reconoció. “¿Vos sos a la que Milei le gritó?”.

El pesar fue tamizado con el paso del tiempo. Los hijos crecieron y se dieron cuenta de que el recelo que provocaba su madre en el pago chico en los meses posteriores al ataque fue la obra de un violento que abuso de su posición de privilegio. Ese violento hoy preside la Casa Rosada. “Soy periodista, trabajo hace muchos años. No quiero que cualquier cosa que diga o haga sea asociada a ‘la agredida por Mieli’”.

El derecho a decir “burra”

Dos días después de la panic show en el Colegio de Abogados de Metán, Javier Milei conoció a Jorge Lanata en los estudios de Radio Mitre.

Sucede que hoy a la mañana trasciende que Milei estuvo en Salta, en el Colegio de Abogados, y hubo una discusión con una periodista a la que terminó increpándola y diciéndole ‘sos una burra’. En este país donde nade dice nada, donde está cada día más lleno de analfabetos, me parece que es totalmente reivindicable. Hubo todo un movimiento feminista, kirchnerista, dedicado desde ayer a decir que esto era un insulto sexista. No podemos pensar que los insultos a las mujeres valen doble o cuatro o 32…. Me imagino que Milei, a quien acabo de conocer, también se lo diría a un tipo, a un gay, a cualquier persona, si considera que es burro. No pasa nada que una persona te insulte en medio del fragor de una discusión. Lo que me parece sano es que podamos decir las cosas cuando el otro no sólo está equivocado, sino está equivocado de mala fe, o no sabe, o discute sin estar preparado. Si no, todo es tan panelísticamente correcto, que es un embole, porque cualquier opinión da igual. ¿Qué tal Milei, cómo andás?

Qué tal Jorge, un placer enorme y un honor estar con todo tu equipo. Lo que vos decís es tal cual.

La hora siguiente de Radio Mitre —40% de la audiencia AM de Buenos Aires— fluyó con Milei envalentonado. El agresor mintió aviesamente sobre cómo se había dado el intercambio con Frías, sin ninguna objeción de sus entrevistadores. A las denostaciones a Keynes le siguió un segmento sobre sexo tántrico. Según el economista, su aptitud para mantener erecciones firmes sin eyacular llevó a que le pusieran el mote de “vaca mala”. Las risas incontenibles de la mesa de Lanata Sin Filtro, de la que formaba parte el hoy diputado Martín Tetaz, ayudaron a llevar el momento.

El ultra entretenía, daba rating y ponía sobre el tapete argumentos con los que los grandes grupos mediáticos, en el fondo, no estaban muy en desacuerdo

La humillación a la que Milei sometió a Teresita Frías marcó un hito. Fue un caso palmario de avasallamiento hacia una persona con indudable menor poder simbólico que el blanquito que pavoneaba sus insultos y sus erecciones en la televisión porteña.

Pero lejos de sentar un límite, no hizo más que potenciar a un violento que comenzaba a copar el horizonte mediático. El ultra entretenía, daba rating y ponía sobre el tapete argumentos con los que los grandes grupos mediáticos, en el fondo, no estaban muy en desacuerdo.

Imagen retocada por Presidencia de Fátima Flórez, Javier Milei y Mirtha Legrand, en la apertura del ciclo 2024 en Canal 13.

El Foro de Periodismo Argentino (Fopea), integrado por más de doscientos periodistas, no se pronunció en su momento por el ataque a Frías. Hacia el fin del Gobierno de Macri, esa ONG, que tenía una conducción íntimamente vinculada al Ejecutivo —no es la actual, de perfil crítico—, estaba mucho más preocupada por defender el buen nombre de su cofundador Daniel Santoro, procesado un tiempo por supuesto espionaje ilegal junto al falso agente Marcelo D’Alessio, contertulio en “Animales Sueltos”.

“Javi” siguió siendo parte del elenco estable del programa de Alejandro Fantino e “Intratables”, en América, y pegó el salto a las grandes ligas. Mirtha Legrand le tendió la mesa, varios periodistas establecieron vínculos que terminarían con despacho oficial y los multimedios La Nación y Clarín le abrieron sus puertas a esa “expresión del enojo” que vehiculizaba un economista que en cada una de sus presentaciones era un compendio de microfascismos.

Milei no fue un cometa que irrumpió en un remanso bucólico de convivencia democrática.

Cadena de agravios

En la Argentina de estos años, escuchar que los familiares de desaparecidos hicieron “un negocio con los derechos humanos” y que Estela de Carlotto “va a tener que decir cuánta guita hay detrás de cada encuentro de un nieto” fue parte de la música cotidiana.

La Nación y Clarín le abrieron sus puertas a esa “expresión del enojo” que vehiculizaba un economista que en cada una de sus presentaciones era un compendio de microfascismos.

Cada anochecer de los canales de noticias y cada mañana de media docena de radios ofrecen un repertorio sobre quienes “laburan de piqueteros y muchos no son argentinos”, “negros de mierda” y el “salame” Santiago Maldonado, que no sabía nadar y “se ahogó”. “Van a correr”, amenazó una conductora antes de que la corrieran a ella del canal que financian allegados a Macri por alguna interna sórdida. “La gente en la calle dice ‘los quiero matar’”, graficó Elisa Carrió.

Cristina Fernández de Kirchner, hoy en declive, no concita tanta atención, pero antes fue descripta en el mainstream de los medios como “una psicópata que cree en sus delirios”, “la ladrona más grande de la historia”, “una pobre vieja enferma sola y peleando contra el olvido”, “una mierda”. “La banda que vino a robar un país entero”, “una desgracia” o “nostálgicos de los que ponían bombas en los setenta” son frases que se escriben solas en los editoriales del diario La Nación, que no por circunspectos, dejan de ser groseros.

Fernando Sabag Montiel leyó cómo soplan los vientos a su modo, consiguió un arma, la colocó a centímetros del rostro de Cristina, gatilló y se trabó el percutor.

Macri, Milei y Luis Caputo son calificados con frecuencia como “malos bichos”, “hijos de puta”, “mafia” o “trastornados” en medios opositores, que tienen menos alcance y ventanas de difusión que los oficialistas en un sistema con altos niveles de concentración, pero están lejos de ser marginales. Hasta hubo llamados a la agresión física contra “ellos”. “¿Por qué tenemos que tener miedo nosotros?”.

Los fariseos del republicanismo hicieron un mundo con el famoso 678, la “tanqueta” que combatía al ejército de la “corpo”, pero acaso sus inspiradores hayan sacado alguna conclusión sobre las consecuencias nocivas de extender los límites de la ridiculización y la ofensa selectivas desde la pantalla de un canal público que, por mandato legislativo, debía ser plural.

La época pinta el cuadro. El contenido violento y vulgar puebla el panorama audiovisual de punta a punta, desde los asuntos políticos hasta las descripciones del clima. “Buen día. La concha de la lora, qué frío hace esta mañana. Son las 7.30. Agenda cargada de noticias”.

Revelación tardía

Un día de abril, Milei llamó “ensobrado” a Lanata y aludió, sin nombrarlo, al columnista de La Nación Jorge Fernández Diaz, porque “escribe cada pelotudez” y es un “imbécil”. El ultra apuntó en la misma semana contra blancos más previsibles, como Víctor Hugo Morales y Jorge Fontevecchia, y pidió bloquear la presencia de oficialistas en el programa de Romina Manguel en Canal 9.  

Por ahora, el enemigo en común que representa cualquier hipótesis de retorno de un proyecto político kirchnerista o de izquierda parece actuar como factor de cohesión de última instancia

Se trató de una andanada que siguió a muchas otras, pero esta vez alcanzó a firmas importantes de los dos principales grupos mediáticos. La relación entre la gran prensa y el Ejecutivo de Milei tiene aristas en tensión. Combinan segmentos que actúan en modo de oficialismo propagandístico con otros de perfil crítico. Por ahora, el enemigo en común que representa cualquier hipótesis de retorno de un proyecto político kirchnerista o de izquierda parece actuar como factor de cohesión de última instancia.

Para el sistema de medios más influyente, la oleada de ataques actuó como un “principio de revelación”, en los términos de Milei, quien suele interpretar hechos como instancias que dividen aguas. Los medios mainstream, sus asociaciones empresariales y sus ONG se pusieron en guardia y proliferaron declaraciones, entrevistas y comunicados de repudio.

Se dio la paradoja de que Lanata, en su respuesta al ataque de Milei, esta vez sí incluyó el nombre de Teresita Frías, a quien junto a Milei había estigmatizado como “bruta” seis años atrás.

Que el más insultante de una era insultante haya ganado las elecciones y sea el Presidente de Argentina excede el análisis del discurso público. Ganaron los agravios de Milei, pero también su promesa de hacer sufrir a la población en aras de lo que escribieron alguna vez economistas sin relevancia, su goce con la quiebra de las empresas, su crueldad con los pacientes de tratamientos médicos, su enaltecimiento de la ignorancia, su desprecio del saber, su fortaleza con los débiles y su sumisión con los poderosos.

La prepotencia de Milei lo pinta de cuerpo entero y desprestigia al cargo que accedió por mandato popular, pero los choques con periodistas famosos son el menor de los problemas sobre la libertad de expresión, si acaso lo son. No todo lo disgustante pone en jaque el derecho a la información. Si alguna estrella de los medios un día se siente agraviado por un Gobierno, probablemente tendrá a mano acudir a un canal de televisión para cantar “queremos preguntar”, y si al tiempo se siente consustanciado con un presidente de otro signo, lo podrá entrevistar y le consultará si se siente tan en su eje como Mandela.

Amenazas reales

Distinta es la agresión a una “morocha del Norte, bien salteña”, por el poder estigmatizante que tiene el poder centralista de Buenos Aires, y porque la precarización de las relaciones laborales en el periodismo, que se da en todo el país, pero con más profundidad en las provincias económicamente más desfavorecidas, es un campo mucho más fértil para la censura y el amedrentamiento.

El periodismo hoy se encuentra expuesto ante la temeridad de Patricia Bullrich y sus protocolos. Como ocurrió en 2017, en ocasión de las protestas contra la reforma previsional, decenas de trabajadores de prensa fueron disparados con balas de goma de la Policía el pasado 2 de febrero, durante la cobertura de una concentración contra la ley Bases. La pérdida de un ojo u otras consecuencias graves son una cuestión de azar. En ambas ocasiones, la encargada era la misma ministra cuyo invariante no es ideológica ni partidaria, sino su apego a la violencia por la violencia misma.

Policías sujetan a un manifestante en las inmediaciones del Congreso el 2 de febrero.

Las acechanzas que provocan el declive y la reconfiguración de la sustentabilidad económica del periodismo son múltiples y graves, pero una medida llevada a cabo a las apuradas por el Gobierno de Milei es en sí misma el mayor ataque contra el derecho a la información en décadas.

El cierre de la agencia de noticias Télam, por lejos, la más importante de América Latina, deja áreas temáticas y geografías silenciadas. La forma atropellada en que el Ejecutivo ultraderechista ejecuta sus decisiones ubicó a Télam en un limbo y a sus trabajadores, en la absoluta incertidumbre.

El cese de una agencia de casi ocho décadas de trayectoria, cuyo funcionamiento era evidentemente mejorable, provocó goce en alguna voz afín al libertario, que luego, si toca, se escandaliza por esa cloaca que son los tuits de Milei.  

SL/DTC

Ley Bases: el megaproyecto llega al recinto de la Cámara de Diputados y el Gobierno se entusiasma con la media sanción

Ley Bases: el megaproyecto llega al recinto de la Cámara de Diputados y el Gobierno se entusiasma con la media sanción

La Cámara de Diputados iniciará este lunes al mediodía el debate de la nueva de ley Bases y Puntos de Partida que negoció en su totalidad con los bloques dialoguistas durante más de un mes, tras el estrepitoso fracaso de febrero, y que incluirá el apartado fiscal. Será a menos de un mes de la convocatoria al Pacto del 25 de Mayo, motorizado por el presidente Javier Milei. 

El oficialismo arribó a un consenso mayoritario recién el miércoles pasado después de extensas rondas de negociaciones que se desarrollaron entre la Casa Rosada y el Congreso de la Nación. Eso destrabó el tira y afloje y permitió que, el jueves pasado, se realizara el plenario de comisiones en el que lograron plasmar en un dictamen de mayoría. 

De esta manera, el proyecto quedó listo para tratarse mañana. La sesión que se extendería al martes y, posiblemente, también el miércoles a la madrugada. La Libertad Avanza intentó en reiteradas oportunidades abarcar varios ejes reformistas, pero algunos tópicos que impulsaban determinados bloques eran rechazados por otros y viceversa. La versión final no terminó de conformar a nadie a excepción de La Libertad Avanza, naturalmente, y del PRO

Pese a esto, su votación en general está garantizada con un piso de 135 votos a favor, según pudo averiguar Noticias Argentinas de fuentes parlamentarias del oficialismo. También remarcaron que difícilmente puedan perforar los 150 votos, que sería el techo.

En el pelotón de apoyos aparecen los 38 votos de La Libertad Avanza, dos de Buenos Aires Libre, tres del MID, tres de Independencia, 37 del PRO, al menos 17 de los 22 de Hacemos Coalición Federal, al menos 29 de los 35 radicales, los ocho de Innovación Federal y uno de Creo.

La parte más difusa y empinada vendrá después, en la votación en particular, ya que hay artículos que penden de un hilo y podrían caerse si el oficialismo no ajusta las clavijas hasta el último momento. Pese a renegar de la política, la fuerza del Gobierno deberá maniobrar con astucia y pericia hasta el final para que no se le escabulla ningún voto.

Diferencias positivas en los procesos de negociación

Según reconoció un diputado de Hacemos Coalición Federal, el oficialismo “aprendió”. También destacó la mayor predisposición a la escucha de funcionarios como el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, y la secretaria de Planeamiento Estratégico Normativo, María Ibarzabal.

El oficialismo debió sacrificar artículos para poder arrimar un dictamen que fuera firmable por las fuerzas de la oposición light. Por ejemplo, eliminó el artículo sobre desregulación económica, quitó el capítulo entero de Defensa de la Competencia, redujo a cuatro las declaraciones de emergencia y achicó a apenas ocho la lista de empresas sujetas a privatización (dejando afuera el Banco Nación).

Además, amplió la lista de organismos del Estado a salvo de cualquier intento de disolución y suprimió el capítulo sobre consolidación de títulos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de Anses que habilitaba la venta de acciones.

Pese a compactar el proyecto, igualmente quedó un mamotreto de 240 artículos y 162 páginas, que será desmenuzado en el recinto durante al menos dos jornadas de debate a partir del lunes al mediodía.

La reforma laboral todavía da tela para cortar

Un foco de conflicto que no termina de sofocarse tiene que ver con la reforma laboral, que estuvo en vilo hasta último momento pero finalmente se plasmó en el dictamen de mayoría en una versión comprimida. Fue la forma salomónica de “cortar al medio” entre dos posturas antagónicas. 

La UCR machacó con una reforma laboral ambiciosa, que inclusive se metía con los intereses sindicales eliminando las cuotas solidarias de los no afiliados. En un momento dado, cuando trascendió que el Gobierno hacía lugar al pedido radical, el jefe del bloque de Hacemos Coalición Federal, Miguel Pichetto, dio un golpe de puño sobre la mesa amenazando con no votar la ley Bases a menos que se dejara completamente de lado el capítulo de modernización laboral. 

El rionegrino está convencido de que este tema no pasa en el Senado y no quiere que se pierda el tiempo en Diputados. Al final, se incluyó una versión comprimida de la reforma circunscripta básicamente a la derogación de multas por no registración, ampliación del período de prueba y la implementación del fondo de cese laboral optativo como alternativa a las indemnizaciones.

Sin embargo, la UCR y la Coalición Cívica (ésta última pertenece a HCF pero tiene juego propio, al punto que presentó un dictamen de minoría ayer en el plenario de comisiones) intentarán plasmar cambios y agregados en el recinto en lo que refiere a la reforma laboral y el impuesto al tabaco (en este caso en la ley fiscal).

Además, fiel a su tradición de no otorgarle “superpoderes” a ningún presidente, la fuerza política de Elisa Carrió no votará la delegación de facultades. También hay muchas dudas respecto a los que pueda suceder con la reversión de la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias, cuyo mínimo no imponible el Gobierno pretende colocar en 1.800.000 pesos para trabajadores solteros y 2.200.000 pesos para casados con hijos.

El radicalismo está dividido respecto de esta propuesta del Gobierno y podría haber un batacazo en este sentido. Por si fuera poco, hay diputados de la UCR y de HCF que no están convencidos de las “bondades” del Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) de la ley Bases, y podrían votar en contra o proponer cambios en el recinto para favorecer a inversiones menores a los 200 millones de dólares que el Poder Ejecutivo puso como piso para acceder a los beneficios.

Los diputados del espectro “dialoguista” están en una encrucijada dilemática: aseguran que quieren darle a Javier Milei las herramientas para que gobierne y deje de lado las excusas, pero no están conformes con la redacción final de algunos artículos y saben que si aplican su poder de veto el presidente, un fundamentalista del “todo o nada” podría volver a ordenar el retiro del proyecto en plena sesión, levantando el dedo acusador contra toda la oposición.

AB con información de agencia NA.

Javier Milei, en detalle: sus deseo de competir contra Cristina Kirchner, lo que dejó la marcha universitaria, la recuperación salarial y la promesa a los jubilados

Javier Milei, en detalle: sus deseo de competir contra Cristina Kirchner, lo que dejó la marcha universitaria, la recuperación salarial y la promesa a los jubilados

El presidente Javier Milei defendió los cinco primeros meses de su gestión y habló de las primeras consecuencias de su programa económico a futuro. Además, cuestionó con dureza a la exvicepresidenta Cristina Kirchner, contra quien le gustaría competir en las elecciones presidencial de 2027. 

Tras ser duramente cuestionado por la referente del kirchnerismo durante su discurso de ayer, el mandatario sostuvo que “Cristina Kirchner sigue abrazada a un modelo que destruyó a la Argentina”.

En diálogo con el periodista Ignacio Ortelli para el programa Si Pasa, Pasa por Radio Rivadavia, Milei subrayó que “respecto a otros de sus discursos, el de ayer ha sido muy pobre”, y que “cada vez es más notable que se está cayendo la inflación”.

El deseo de enfrentar a CFK y las críticas contra su gestión

El jefe de estado sostuvo que “sería maravilloso enfrentar a Cristina” en la próxima elección presidencial, y planteó que ganarle “sería divertidísimo”, e implicaría “ponerle el fin a la historia más negra de la Argentina después de la dictadura”. 

Según expresó, durante la reaparición de la exvicepresidenta en el acto en Quilmes, “lo único que hizo fue hacer críticas que, quienes hemos leído las cosas en el tiempo, puede inferir que sigue abrazada a un modelo que destruyó a la Argentina”. “Están nerviosos”, subrayó. 

Milei insistió en que su figura mantiene un alto nivel de aceptabilidad, basado en distintas encuestas, y planteó que si La Libertad Avanza disputara la elección presidencial en la actualidad, cosecharía el 54% de votos

Por eso, cree que Cristina Kirchner “necesita juntar y realinear a toda la tropa” a la que calificó como “una bolsa de gatos”. “Es un esfuerzo desesperado para tratar de unirse y que no entren en un camino que le complique aún más, un acto desesperado por mantener vivo a un movimiento político que le ha hecho mucho daño al país. Necesitaríamos que se vuelvan más racionales y que no quieran seguir manteniendo una economía del planta de los simios”, desarrolló.

El futuro, según Milei

Consultado respecto a la realidad económica, el jefe de Estado aseguró que es cada día “más notable el modo en el que va bajando la inflación”, y admitió que “si bien es cierto que estamos en el peor momento de actividad económica” indicadores muestran que “se está tocando un piso”. 

Los salarios han empezado a ganarles a lo inflación, eso va a significar una recomposición de los ingresos de los trabajadores. El hecho del ajuste fiscal que llevamos que, por el momento, alcanza a 13 puntos del PBI, nuestro objetivo es 15. Eso implica un aumento del ahorro disponible que permite que vuelva al sector privado en forma de crédito” reveló. 

En sintonía, agregó: “Los últimos datos están manifestando que los salarios le vienen ganando a la inflación, por eso, la recomposición se está notando. En un principio, de manera leve, y ahora se va a notar con más intención”. 

Sobre su principal receta económica, Milei explicó que “el superávit tiene mucha motosierra y una parte de las licuadoras que, cuando se transformen en permanente, se van a traducir en ajuste”. 

Es falso que el ajuste no tiene nada de motosierra. En realidad, el ajuste del fisco son cinco puntos del PBI. Solo tiene licuación 0.4, es decir solo el 11% de licuadora mientras que el 89% del ajuste es motosierra”, aclaró.

La promesa a los jubilados

Estamos haciendo una recomposición que les devuelve 1,6% a los jubilados, es decir que para los jubilados ya viene la recuperación”, prometió Milei. 

Asimismo, subrayó: “Por eso envié ese DNU, para que empiece a correr el ajuste por inflación y para recomponerle el ingreso a los jubilados. Sin el DNU, al cierre del año, hubieran perdido 1,6”. 

“No tengo la culpa de que el Congreso me trabe las cosas y se hayan vuelvo una maquina de impedir”, criticó, y sumó: “Obramos con las herramientas que tenemos. Estamos logrando cosas a pesar de la política obstructiva y destructiva de los políticos de la oposición”, expresó.

El respaldo a Pettovello, la ministra del trabajo “excepcional”

El Presidente denunció que hay actores, con “poder de lobby”, que buscan operar a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, por sus investigaciones respecto a episodios de corrupción en los distintos entes del Estado. 

Es una maquina de descubrir actos de corrupción, los denuncia y los lleva a la justicia. Cuando le toca el negocio a algunos, los grupos de poder responden y la van a operar. Está llevando adelante el trabajo de depuración más grande que se conozca en la Argentina”, destacó, y remarcó: “No estoy dispuesto a entregar una ministra que está haciendo un trabajo excepcional.

Asimismo, Milei aseguró que está conforme con la tarea de todos sus funcionarios, ya que de otra manera “los hubiera echado”.

Marcha Universitaria 

A días de la masiva protesta por aumento presupuestario en educación, Milei insistió en que “el reclamo puede ser genuino, pero construido sobre una mentira”, y se escudó en que el Gobierno nunca tuvo intenciones de cerrar universidades ni de quitar financiamiento. 

“Lo único que buscamos es que las universidades están siendo financiado por los pagadores de impuestos, los números deben ser auditados. Los que no quieren ser auditados son los que roban”, se escudó.

Por eso, reiteró: “Tomaron una causa noble y la política la prostituyó con un objetivo político. La falacia del hombre de paja, nos criticaron por esas iniciativas que dicen que dijimos, pero que no dijimos. Dijeron algo que nunca íbamos a hacer. Fue la re edición de la campaña del miedo de Massa”.

“Esto se ve en quienes fueron las caras de esa marcha, los estudiantes, pero también la CGT, Pablo Moyano, el ala progre de la UCR, la Cámpora, Kicillof y PBA, el Frente Renovador y Massa, los piqueteros, la izquierda. Estaban los que defienden los regímenes autócratas, con profundo sentimiento antisemita. La foto es el tren fantasma”, complementó.

Para Milei, la participación de distintos sectores políticos en la movilización “demuestra el miedo” hacia su persona. “Lo grande que soy respecto a ellos. Si para pelearse con uno, tenes que juntar a 50 tipos quiere decir que ninguno está a la altura. Es un triunfo de La Libertad Avanza”, remarcó. 

El respaldo a Casal en la Procuración General del Tesoro, una Corte basada en la Constitución y la elección de Lijo

El mandatario respaldó a Eduardo Casal al frente de la Procuración General del Tesoro al sostener que “hace un buen trabajo” y plantear que “tocar lo que funciona parece un poco complejo”. 

También reafirmó la elección del juez federal Ariel Lijo para integrar la Corte Suprema de Justicia en lugar de Elena Highton de Nolasco, a pesar de los cuestionamientos, y aseguró que aspira a que el Máximo Tribunal respete las ideas de la Constitución, y esté “alineada con sus valores”. 

“Lo que necesito es una Corte que sea alineada a los valores de la libertad”, afirmó, y concluyó: “Somos el Poder Ejecutivo, no tenemos por qué meternos en el Poder Judicial. Tenemos que darle libertad, pero no tenemos que entrometernos”.

Con información de agencia NA.

AB