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La sombra de "Santiaguito" Caputo cae sobre las universidades y el Gobierno demora en ceder más fondos

La sombra de

El asesor estrella de Milei es quien tiene la última palabra sobre el presupuesto para las casas de altos estudios, lo que podría descomprimir el conflicto aún latente. La negociación previa con los rectores y el fallido anuncio de la semana que pasó. Los intereses que el publicista no quiere tocar para reasignar partidas.

El 27 de mayo una reunión que encabezó la ministra Sandra Pettovello con el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) se selló una paz transitoria para el conflicto universitario, que había escalado a una magnitud inesperada con la multitudinaria marcha federal del 23 de abril. Ese día los rectores aceptaron el ofrecimiento del Gobierno de que haya un aumento del 270% para los gastos de funcionamiento de las casas de altos estudios de todo el país. Si bien la ministra de Capital Humano puso la cara por la gestión libertaria junto al secretario de Educación, Carlos Torrendell, y el subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, el gran operador oficialista en las sombras no fue otro que el asesor estrella de Javier Milei sin cargo: Santiago Caputo.

Formado en Ciencia Política en la UBA, Caputo había acordado primero con el Emiliano Yacobitti –vicerrector, referente radical y mano derecha del senador Martín Lousteau– un desembolso para que la universidad más importante del país levantara su declaración de emergencia. Luego tuvo que ceder ante la presión del resto de los directivos, en especial el presidente del CIN, Víctor Moriñigo, rector de la Universidad Nacional de San Luis y también de extracción radical, y su segundo Oscar Alpa (Universidad Nacional de La Pampa, embanderado en el peronismo).

Sin la responsabilidad jurídica de ser funcionario, Caputo decidió hasta cuánto se abrió la billetera del Estado, que maneja su tío Luis Caputo desde el ministerio de Economía, para las casas de estudios. El acuerdo fue transitorio hasta que el conflicto volvió a escalar cuando Milei vetó la Ley de Financiamiento Universitario que atendía todos los reclamos del sector: desde las partidas para las universidades, hasta los salarios atrasados por inflación y los próximos de los docentes y no docentes, junto con las becas para los estudiantes. 

El conflicto desde entonces sigue latente con acciones puntuales en las calles y las universidades –se vio en las asambleas y tomas, y se está trabajando en una tercera marcha para el 5 de diciembre, como ya publicó este medio–, pero a nivel político quedó encajonado en el Presupuesto 2025 que se discute en la Cámara de Diputados. Hasta allí fueron los rectores en los últimos días buscando generar una entente opositora que les permita sumar volumen político para presionar al Gobierno, pero sobre todo para lograr que otra vez “Santiaguito” Caputo –como lo definió una autoridad universitaria– se digne a abrir otra vez la billetera.

El CIN reclama de máxima $7,2 billones para el 2025, estimando allí no solo los gastos de funcionamientos de todas las universidades del país, sino también la actualización permanente de los salarios de los trabajadores previendo ya una inflación para todo el año que viene. El Gobierno presupuestó para el sector apenas la mitad: $3,8 billones. Hay guiños de que ese gasto se expandirá, pero aún no hay nada oficial. La aspiración de los universitarios es que al menos la propuesta libertaria se acerque lo más que se pueda a los siete billones –es decir que aceptarían seis, pero también cinco y hasta cuatro y pico si no hay otra alternativa–.

Los rectores tienen trato abierto y cordial con “Galleguito” Álvarez, pero saben que el subsecretario no tiene la última palabra sobre cuánto podrá ceder la Casa Rosada. “Estamos trabajando en que se pueda estirar el presupuesto, pero hasta que no me lo diga Caputo Santiaguito no le creo a nadie nada”, dijo a elDiarioAR un encumbrado negociador por parte de las universidades. 

La reaparición de la carta Caputo demuestra de qué manera el Gobierno está abroquelado en el “triángulo de hierro”, que además del asesor conforman el Presidente y su hermana, Karina. El problema es que la estrategia del asesor choca con otros intereses, como quedó demostrado el miércoles cuando Martín Menem tuvo que dar de baja de manera sorpresiva un “importante anuncio” sobre el presupuesto.

La idea del oficialismo era anunciar a las 17.30 que se iban a aumentar los fondos para las universidades a costa de reasignar partidas que eran para las provincias. Entre las dos horas que pasaron desde las 15.10 –cuando en los WhatsApp de los acreditados en Diputados llegó el aviso de la conferencia de prensa– y las 17.21 –cuando se confirmó la suspensión–, hubo un choque de planetas en el universo mileísta. En Casa Rosada se molestó Guillermo Francos, el jefe de Gabinete, por el destrato que iba a haber hacia las provincias. Y en el Congreso estalló el enojo del PRO –tanto del ala macrista como de los bullrichistas– porque no habían sido notificados de antemano de la jugada de Menem. Curiosamente ni el lunes ni el martes hubo reunión de la mesa política que encabeza Francos con los aliados amarillos.

En esa misma ventana de tiempo fue eyectada del cargo de la Cancillería Diana Mondino, lo que complicó aún más los planes de Caputo para jugar su carta de propagandista mileísta de mostrar que se gana perdiendo. Es decir, ceder al reclamo universitario pero darle una estocada a la “casta” de gobernadores. “Algún vivo quería poner más guita en universidades y sacársela a los gobernadores”, analizó un interlocutor con el Gobierno, que planteó que el oficialismo quería armar una nueva dicotomía: rectores versus gobernadores. 

Pettovello, con Torrendell a su derecha y Moriñigo a su izquierda, en mayo pasado.

Según el texto del proyecto, las transferencias automáticas de la Nación a las provincias alcanzarían en 2025 unos $57 billones, en tanto las no automáticas serían del orden de los $3,6 billones. Una jugosa friolera para financiar la educación pública, pero perjudicando la salud financiera de las jurisdicciones, que a su vez se tienen que hacer cargo de la educación, seguridad y salud provincial.

Otra de las alternativas que se ideó en la factoría Caputo fue eliminar las PASO y sacarle financiamiento a los partidos políticos. Ahí la dicotomía iba a ser “estudiantes vs. políticos”. Pero es una partida muy exigua: unos $3.624 millones, apenas el 0,12% del presupuesto total de las universidades, según calculó el diputado de la Coalición Cívica Maximiliano Ferraro.

Los opositores dialoguistas tienen un consenso de que el Gobierno reasigne partidas del Presupuesto para fondear la educación pública, pero sus líneas son distintas a las de Caputo. Ferraro, por caso, planteó que se le quite dinero a la SIDE, que en términos porcentuales se le asignó el doble del presupuesto que el actual –para las universidades el incremento comparativo es del 28%–. La agencia de espías, que dirige un nominado por Caputo como es Sergio Neiffert, pasará de $101.816 millones de este año a $197.238 millones para 2025. 

En otros espacios como el radicalismo –pero también el bloque de Pichetto, que esta semana se reunió con los rectores– plantearon que se redirigan fondos de los llamados gastos tributarios, es decir aquellos programas de beneficios impositivos. Es la torta más voluminosa: unos $27 billones, en la que la promoción económica representa una porción importante de $3,3 billones. Ahí se incluye el régimen de promoción de Tierra del Fuego, que tiene designado $1,3 mil millones en el presupuesto. Otro símbolo que parece difícil que Santiago Caputo entregue: el mandamás en la industria del sur es su otro tío, Nicky Caputo.

MC/JJD

Empresarios que llevan de la mano a Milei mientras agitan la agenda ultra

Empresarios que llevan de la mano a Milei mientras agitan la agenda ultra

El imperio de la provocación extremista como forma de Gobierno. Mondino lo dio todo; no alcanzó. La militancia del nuevo canciller. Negocios en juego y caminos que se vuelven a cruzar entre los Werthein y Clarín.

Pocos años atrás, Diana Mondino habitaba un extremo del debate público argentino. Tuvo que dejar la Cancillería, no porque la economista cordobesa se hubiera moderado, sino porque mostró impericia para seguir el tren de provocaciones que guían las acciones del gobierno de los hermanos Milei. 

Mondino formaba parte de un ecosistema de liberales radicalizados, afincados en universidades privadas de autor y negocios de nicho, obsesionados con Cuba, difusores de ideas raras como las escuelas voucher, propensos al desdén por la memoria sobre el terrorismo de Estado y fans de ciertos trazos del menemismo.

El penoso final del gobierno de Carlos Menem les adosó un descrédito irremontable a sus nostálgicos. Más allá de la rampante corrupción y decadencia institucional de esa administración, el régimen de convertibilidad se transformó en una trampa recesiva que su mentor, Domingo Cavallo, hizo explotar en 2001, cuando intentó desactivarla. Un fracaso en sus términos.

La posición libertaria siguió circulando en los medios y orbitó en el PRO y otras opciones conservadoras, aunque no ocupó lugares decisivos durante las primeras dos décadas del siglo.

La entrega de Mondino

Con el auspicio de Corporación América, Milei carreteó en esa plataforma. Se codeó con colegas con trayectoria en el gobierno de Menem y el paradigma ultraliberal. El de más renombre, Carlos Rodríguez, acompañó a Milei a las puertas de la asunción presidencial y se distanció ante la deriva instrumentada por Luis Caputo. Otros, como Roberto Cachanovsky y Ricardo López Murphy, fueron de los primeros hostigados por la furia del panelista de Intratables. José Luis Espert fue otro de los rostros del liberalismo económico radicalizado con el que Milei tuvo encuentros y desencuentros, aunque la explicación de esos vaivenes sea más sórdida que en otros casos.

Mondino fue de las pocas sobrevivientes de aquel mundo intelectual que acompañó a Milei en el gabinete. El Presidente se recostó mucho más sobre el eje corporativo de Eduardo Eurnekian y otros magnates, lugartenientes autogobernados del PRO, estudios de abogados acercados por Federico Sturzenegger, kirchneristas y massistas reciclados, y el sello distintivo del mileísmo: advenedizos que conciben el ejercicio del poder como una herramienta de resentimiento, odio y provocación.

La economista y socia del Banco Roela escribió una página negra de la Cancillería argentina. Veleidades anticomunistas e incontinencia verbal conforman una mala sociedad para una ministra de Relaciones Exteriores. Expuso su falta de preparación para el cargo, metió la pata cada vez que pudo y soportó las mil humillaciones a las que fue sometida. Los hermanos Milei la rodearon de ultras para custodiarle la lapicera y hasta llegaron a bajarla de cumbres internacionales para que personajes menores ocuparan su lugar.

Milei se recostó mucho más sobre el eje corporativo, lugartenientes del PRO, kirchneristas reciclados y el sello distintivo del Gobierno: advenedizos que conciben el ejercicio del poder como una herramienta de resentimiento, odio y provocación

En algunos temas, Mondino escuchó a la burocracia de Cancillería y aceptó que las relaciones internacionales requieren medir alianzas y respetar tradiciones en función al interés nacional. Pareció comprender que llevarse a las patadas con los gobiernos de Brasil, China y España era un despropósito. Con los Milei resultó imposible cualquier viso de racionalidad. Santiago Caputo la estaba esperando, le tendió una celada sobre Cuba y terminó su gestión. Fue despedida con desprecio e insinuaciones degradantes, todo un clásico en el Ejecutivo de La Libertad Avanza.

Tonterías de la política exterior

La política exterior argentina no obedece a los cánones clásicos de las administraciones conservadoras, ni siquiera a la vertiente de ultraderecha que campea en países como Italia y Hungría, o la que llevó a cabo Jair Bolsonaro en Brasil. Es sabido que los países más consolidados llevan a cabo posturas nacionales más allá de la orientación política del Gobierno. En muchos casos y cada vez con mayor frecuencia, el color político de turno se vuelve perceptible.

Con sus más y sus menos, los países negocian apoyos, abstenciones y rechazos en una lógica quid pro quo, actúan en bloques regionales, culturales o religiosos, evitan choques por razones económicas o de autodefensa. El caso de Milei es único. La directriz de las relaciones internacionales argentinas parece ser la asunción de la postura más ultra y más provocadora ante cada tema.

Así, Argentina adopta la defensa irrestricta de Israel como casi ningún otro país, pese a los crímenes de lesa humanidad que tienen lugar en Gaza, se pliega a dictaduras teocráticas para rechazar el Pacto del Futuro, encabeza la ofensiva contra la agenda 2030, se desentiende por completo de la mirada sobre derechos humanos iniciada en 1983, es el más antifeminista, inflama el lenguaje de modo irresponsable, rompe puentes con los vecinos, queda virtualmente solo para condenar el bloqueo a Cuba… La lista de disparates es interminable.

Juan Gabriel Tokatlian, reconocido internacionalista y profesor de la Universidad Di Tella, graficó el sinsentido de la política exterior en el seminario “La Universidad Dialoga”, organizado día por la Universidad de Mar del Plata días atrás. Por un lado, el Gobierno hizo “uno de los mayores regalos históricos de la política exterior argentina desde el advenimiento de la democracia” al adoptar “una oposición sistemática contra China” desde una lógica “hiperoccidentalista”, que ni el Pentágono ni el Departamento de Estado habían solicitado. A cambio de nada y a las puertas de una elección crucial entre Donald Trump y Kamala Harris, la Casa Blanca encontró en Milei a un aliado irrestricto en materia de seguridad y defensa.

El mundo financiero se muestra renuente a volver a alimentar con masiva llegada de dólares el carry trade que Luis Caputo tiene la posibilidad de ejecutar por segunda vez en su vida

Al mismo tiempo, el Presidente debió guardarse sus diatribas anticomunistas cuando se percató de que el país debía cancelar unos US$7.500 millones del swap con China, y que el mundo financiero occidental, por más que se declare “impresionado” por la motosierra de Milei, se muestra renuente a volver a alimentar con masiva llegada de dólares el carry trade que Luis Caputo tiene la posibilidad de ejecutar por segunda vez en su vida, en uno de esos azares de la historia que tienen lugar en Argentina.

Tokatlian apuntó una “tontería” de Milei en una entrevista reciente con Susana Giménez. “’No exigen nada y quiero ir a visitar China, así le hago un mangazo”, dijo el mandatario. “A la diplomacia del mangazo, a la Argentina, siempre le responden los actores con poder con la diplomacia del chantaje”, razonó Tokatlian.

El militado ascenso de Werthein

Gerardo Werthein agarró la papa caliente de la política exterior. A diferencia de Mondino, relativamente coherente en su rumbo ideológico, Werthein se mostró feliz por la reelección de Cristina Fernández de Kirchner en 2011. Fue kirchnerista, macrista y ahora, mileísta. Militó fuerte su puesto en la Embajada de Estados Unidos, que acaba de dejar para asumir el Palacio San Martín.

Los grandes empresarios van llevando de la mano a Milei, en especial, los que demostraron convicciones políticas cambiantes. En la primera década del kirchnersimo, Eurnekian (Corporación América), Werthein y Eduardo Elsztain (IRSA) se permitieron ir mucho más allá que otros colegas del gran capital en su valoración positiva de ese ciclo. Hicieron negocios con (o al amparo de) el Estado, multiplicaron su facturación, y ello los llevó a elogiar una política económica intervencionista con palabras que hoy serían denunciadas por ellos mismos como el colmo del populismo.

En un episodio irregular por donde se lo mire, Werthein solventó el viaje en avión privado a Estados Unidos de los hermanos Milei, Santiago y Luis Caputo, y Nicolás Posse en noviembre de 2023, en el primer destino internacional tras la victoria de La Libertad Avanza en el balotaje. También habría pagado un encuentro del presidente electo con Bill Clinton y lo acompañó a rezar a la tumba de Menachem Mendel Schneerson, el rebe de Lubavitch, vertiente integrista del judaísmo.

El Banco Mercantil fue un emblema de los negocios de Werthein durante la dictadura, La Caja marcó su salto al mercado de seguros gracias a las privatizaciones de Menem y Telecom representó el ingreso de la “burguesía nacional” a empresas estratégicas. Son algunas de las marcas asociadas a un apellido que comprende varios rubros y se afincó en el agronegocio y las finanzas.

A aquella visita a la tumba del rebe de Lubavitch en Nueva York logró sumarse Elsztain, quien, por esas horas, hospedaba a los hermanos Milei en el Hotel Libertador, sobre avenida Córdoba. A diferencia del viaje gratuito a Estados Unidos, la abultada cuenta de la estadía de los hermanos presidenciales fue saldada por Karina con su tarjeta de crédito personal, indicaron en el Ejecutivo. Lo normal.

El principal accionista de IRSA había conocido personalmente a Milei unas semanas antes. El acercamiento dio sus frutos y hoy Elsztain es un entusiasta del gobierno ultraderechista, al tiempo que se le abren un mundo de posibilidades en real estate, su foco central de interés.

Vertientes W

Los W hoy tienen dos vertientes. La del canciller Gerardo y la del Grupo Werthein, con Adrián y su sobrino Darío como rostros más visibles. Al menos eso dicen los papeles, tras la separación de negocios en 2019.

Los activos del Grupo Werthein incluyen Gregorio, Numo y Noel Werthein SA en agronegocios (marca fundacional), Experta Seguros, Cachamai, los sistemas de TV satelital DirecTV y Sky para Sudamérica, la productora Torneos, los canales DNews y DSports, el 50% de TyC Sports, el megaproyecto edilicio Udaondo en los terrenos del ex Tiro Federal, en Nuñez —uno de los negocios más lucrativos entrehabilitados por la administración de Horacio Rodríguez Larreta—, la empresa de medicina SOI y la empresa de software Overlabs.

La versión más difundida de la separación del Grupo Werthein y Gerardo radica en diferencias tras la venta de su paquete accionario en Telecom Argentina al Grupo Clarín, a instancias de regulaciones del Gobierno de Mauricio Macri, en 2017. Fuentes empresariales agregan que Darío y Adrián querían alejarse del alto perfil mediático de Gerardo.

Javier Milei en Manhattan, acompañado por su hermana, Karina, y recibido por el embajador Gerardo Werthein.

El canciller es accionista de El Observador, histórico diario económico de Uruguay que hoy sólo cuenta con edición digital. Desde allí derivó la marca de radio El Observador, que dirige Luis Majul, y otros sitios homónimos en formación en otros países, como España y Estados Unidos. Esa plataforma encuentra entre sus socios a Bettina Guardia y Gabriel Hochbaum. La primera es esposa de Alejandro Bulgheroni —uno de los accionistas de Pan American Energy—, designada por Milei “embajadora de la Marca País”. Ahora, Bettina estará a las órdenes de Gerardo Werthein, su socio. Hochbaum, en tanto, es un accionista del Grupo América, de história relación con José Luis Manzano.

Es probable que los medios del Grupo Werthein, los del canciller Gerardo Werthein, Hochbaum y la embajadora Guardia de Bulgheroni, y los más batalladores de Alpha Media correspondan a conglomerados independientes

El Grupo Werthein también sería dueño de Radio Rivadavia y otras emisoras, según una fuente al tanto de los manejos de esa empresa. La versión es desmentida tanto por los Werthein como por Alpha Media, la empresa de Marcelo Fígoli, que además de esa radio mileísta declara en su portfolio La 990, Metro, Uno, Rock and Pop, Blue y LT3, Cerealista, de Rosario, y la agencia Noticias Argentinas.

Es probable que los medios del Grupo Werthein, los del canciller Gerardo Werthein, Hochbaum y la embajadora Guardia de Bulgheroni, y los más batalladores de Alpha Media correspondan a conglomerados independientes, sin ninguna relación entre sí. La coincidencia en una línea editorial que sostiene, da letra y reproduce a la alt right criolla, con los condimentos violentos que aportan los hermanos Milei, sería mera coincidencia.

Desencuentros con Clarín

Un dato a tener en cuenta es que la historia reciente de los Werthein los encuentra, reiteradamente, en veredas enfrentadas al Grupo Clarín, aunque haya sociedades compartidas, como la señal TyC Sports.

Por lo pronto, tienen espacios nítidos de competencia. Importantes segmentos de Radio Mitre, TN y el diario Clarín se inscriben en el oficialismo más exacerbado al mismo nivel que El Observador, La Nación + y Radio Rivadavia. Los medios congregan casi la totalidad de los medios en los que Milei se hace entrevistar.

Además, Clarín y los Werthein pujan en el mercado de la TV Paga, con Cablevisión Flow y DirecTV, respectivamente.

La relación entre ambos conglomerados fue directamente conflictiva cuando los Werthein detentaban el manejo de Telecom Argentina y presumían que su socio italiano, Telecom Italia, había pactado con Héctor Magnetto el ingreso de la principal empresa de medios. La pelea fue extenuante, en tribunales y en despachos oficiales. Finalmente, la llegada de Macri a la Casa Rosada allanó el camino para que la venta fuera oficial, sin intermediarios ni nombres fantasma.

El interés de los Werthein por los medios los encontró como socios de Daniel Hadad en Infobae y C5N años atrás, y, en la última década del siglo pasado, como accionistas del del Grupo CEI, la gran incursión mediática del menemismo que se evaporó no bien se frustró el intento de la re-reelección del riojano.

En años de oposición a Menem, Clarín denunció esa avanzada como una amenaza a la libertad de expresión y las reglas sanas del capitalismo. 

Con la licitación del espectro de 5G asignado en 2023 a ARSAT por delante, los cambios en la regulación que habilitan a los sistemas satelitales (DirecTV y Starlink, de Elon Musk) a brindar más servicios de telecomunicaciones y la presunta mudanza de la línea ultra de La Nación+ a América 24 permiten vislumbrar que lo que hoy es una convivencia tensa -pero de beneficio mutuo- entre Clarín y Milei, podría ingresar en otro terreno.

No en vano, Joaquín Morales Solá se quejó en La Nación días atrás que Milei vuelca su ira irrefrenable contra periodistas y medios “independientes” que le reconocen logros, y en cambio deja pasar a medios “kirchneristas”, que no ven nada bueno en el ultra.

Ese notable comentario del principal columnista del diario conservador no aclaró a qué medios se refería como “independientes”, aunque es fácil imaginar en quién estaba pensando.

SL/DTC

La "doctrina Gordo Dan" inquieta al macrismo, al establishment y al G7

La

En los hechos, Milei va en contra de quienes identifica como sus aliados. Alerta en el entorno de Mauricio Macri por la razzia de los suyos en el Gobierno y preocupación de las grandes potencias por el pisoteo de las instituciones. El acercamiento al mundo 'corporate', un posible trasfondo de la pelea entre Kicillof y Cristina.

El brote de macartismo de esta semana encendió alarmas en los sectores menos pensados. Hubo mensajes entre embajadores de las principales potencias occidentales e importantes empresarios locales tras el despido de la canciller Diana Mondino y el giro autocrático que pareció insinuar el comunicado que lo anunció, junto a una “auditoría” del personal diplomático de carrera para “identificar impulsores de agendas enemigas de la libertad”. Cerca de Mauricio Macri, sin embargo, advierten una segunda intención: recortar la influencia del expresidente y afectar sus negocios. La sospecha pareció confirmarse por la intervención judicial de Grupo Concesionario del Oeste (GCO) y la anulación del contrato por el cual Guillermo Dietrich le extendió en 2018 la concesión del Acceso Oeste hasta 2030. Fue un inesperado gesto de continuidad con la gestión peronista, que había pedido antes lo mismo para su análoga Autopistas del Sol (Ausol), otra antigua socia del holding Macri. 

La eyección de Mondino, si bien prevista desde hacía meses en el Palacio San Martín, cayó como una bomba en medio del Consejo Federal de Relaciones Exteriores, una reunión bianual que organiza Cancillería con los encargados de asuntos internacionales de las provincias. Esta vez era en San Juan y la había inaugurado el miércoles por la mañana el gobernador Marcelo Orrego con el vicecanciller Eduardo Bustamante, ungido en el cargo menos de un mes atrás contra la voluntad de la ahora exministra y por impulso de Karina Milei y Santiago Caputo. 

El escrito en el que el Gobierno le solicita a la justicia la intervencion de GCO.

Cuando empezó a circular el rumor del despido, Bustamante se apartó del cónclave y habló por teléfono con Gerardo Werthein. “Se va a respetar la institucionalidad. Tenemos que seguir trabajando”, dijo al volver a sus colegas. Así confirmó tanto la salida de la vapuleada Mondino como su propia continuidad, que será anunciada oficialmente cuando el todavía embajador en Estados Unidos vuelva al país para asumir.

El ultraconservador Nahuel Sotelo también seguirá con Werthein al frente de la secretaría de Culto y Civilización (sic). Quienes dudan si siguen son los “macristas residuales”: el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Marcelo Cima, de buena relación con Mondino y a quien la hermana del Presidente le quitó la Agencia de Promoción de Inversiones, y el de Coordinación, Ernesto Gaspari, quien llegó a ‘la casa’ de la mano de Susana Malcorra tras haber trabajado 20 años en SOCMA. 

Debajo de ambos, el personal de carrera teme que siga la razzia que se desató cuando Caputo y Karina Milei empezaron a hostilizar a Mondino. Lo anticipa el texto que dirigió dos semanas atrás el Presidente a todos ellos y que Sotelo pegó con cinta adhesiva en la puerta de su despacho: “Ningún funcionario de esta administración ni quienes representan a la Argentina en el exterior deben acompañar ningún proyecto, declaración, resolución, o documento  que establezca violaciones al derecho a la vida, la libertad y la propiedad”, ordena la misiva, que también advierte a quienes no cumplan que “deberán dar un paso al costado”. 

Invitación a la fiesta de Halloween que organizaron en la residencia del cónsul en Nueva York para despedir a la agregada cultural, Noelia Dutrey.

“Es la palabra de nuestro Amado Líder”, bromeó ante elDiarioAR un embajador que pasa por ese despacho a diario. Los que no cumplan con ella a rajatabla y que ya hayan pasado los 65 años (pueden seguir hasta los 70) serán jubilados de oficio cuando asuma Werthein. Otros, repatriados y asignados a destinos menos apetecibles, como siempre se hace para empujar a algunos al retiro. En este caso implicaría unir lo útil a lo agradable: serviría para disciplinar al personal de carrera, colonizar con los suyos los espacios más apetecibles y a la vez mostrar austeridad. Aunque el ahorro sea insignificante y aunque al mismo tiempo se produzcan desbordes presupuestarios como la fiesta de Halloween que organizaron en la residencia del cónsul en Nueva York para despedir a la agregada cultural, Noelia Dutrey. 

La fiesta de Halloween en la residencia del cónsul en Nueva York.

Propios y extraños

La pregunta relevante para el poder es a quién apunta realmente la purga. Si hay en marcha o no una “desmacrización” al estilo de la desestalinización de Nikita Kruschev, por ponerlo en términos de la guerra fría que parece querer revivir la ultraderecha. Además de Cima y Gaspari, quedan muchos funcionarios en las segundas y terceras líneas de Cancillería que responden al macrista Fulvio Pompeo y que ascendieron de la mano de Leopoldo Sahores, el vicecanciller que sacrificó Mondino a inicios de octubre creyendo que así sobreviviría. Uno de ellos era el embajador ante la ONU, Ricardo Lagorio, a quien la historia de la diplomacia recordará irónicamente como un fusible quemado por defender a Cuba del bloqueo estadounidense. 

Daniel Parisini, uno de los referentes de las fuerzas paraestatales que atacan y amenazan a los críticos del Gobierno en las redes  ―más conocido como “el Gordo Dan”― dio una pista en su programa del streaming ultraderechista Carajo!: “Hay que poner a los propios. Amigos, conocidos, que están con la ideología adecuada, que te dan la confianza suficiente para llevar a cabo una tarea que implica no traicionar la ideología del Presidente”, dijo allí. “Tiene que haber idoneidad pero también tiene que haber selección ideológica”, añadió, contra la prédica de Federico Sturzenegger. Y remató: “Tenés en el Estado sobrevivientes del kirchnerismo, del macrismo, del radicalismo, que literalmente son comunistas”.

Daniel Parisini, conocido en redes sociales como el

Más que la inverosímil posibilidad de que partidarios de la revolución soviética hayan infiltrado al PRO, lo que preocupa a Macri es que estén pintando de rojo a los suyos para deshacerse de ellos. Así como por su orfandad de cuadros técnicos les pidió que sigan a muchos antiguos funcionarios de Sergio Massa y captó a varios para su campamento, Milei conchabó a una cantidad nada despreciable de veteranos de la gestión Cambiemos. ¿Son “propios” según la doctrina del Gordo Dan? ¿Inspiran la confianza suficiente al Amado Líder y su triángulo de hierro? ¿Se puede ser leal a Macri y a Milei a la vez?

Puesto a optar, Rodolfo Barra no dudó. Al procurador general del Tesoro la Justicia le había reclamado que confirme si la intención oficial de intervenir GCO seguía firme. Fue porque cuando Alberto Fernández denunció a esa empresa y a Autopistas del Sol (Ausol) por la escandalosa prórroga de las concesiones de los accesos norte y oeste que le firmó Guillermo Dietrich en 2018 hasta 2030, un error de Carlos Zannini hizo que una terminara intervenida y la otra no. Pero el 27 de septiembre, Barra pidió finalmente la intervención en nombre de Vialidad (con la venia de sus abogados, Ana Ortiz y Leandro Massera). Este jueves, el juez Walter Lara Correa, a cargo del juzgado Contencioso Administrativo Federal N°7, la concedió y dio un paso más: anuló aquella prórroga de Dietrich y prohibió que la firma reparta dividendos o sea vendida en todo o en parte.

La resolución judicial que ordena la intervención de GCO.

Eje del mal 

Ausol y GCO son propiedad del grupo español Abertis, cuyo socio mayoritario es el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, y en el que participa el gigante italiano Benetton. En ambas tuvo acciones Macri hasta 2017, casi dos años después de haber asumido. La escandalosa renegociación de 2018 llevó a que la Justicia procesara a Dietrich y a Javier Iguacel, luego desprocesados por la Cámara Federal. Son los dos incondicionales que Macri, cada vez que puede, le reclama a Milei que ponga al frente de las áreas de transporte e infraestructura. Por ahora cayó en el mismo saco roto que su sugerencia de Leandro Cuccioli para la ex AFIP, donde Santiago Caputo optó por Andres Vázquez, antiguo alfil del kirchnerista Ricardo Echegaray. 

Si el fundador del PRO decidió hacer a un lado su preocupación por “las formas” ―como dijo al destacar la “autenticidad” de Milei luego de que el Presidente expresara su deseo de “meterle el último clavo al cajón del kirchnerismo con Cristina adentro”― es porque todavía abriga esperanzas de una fusión entre su fuerza y La Libertad Avanza. Pero el oscurantismo oficial y el pisoteo de las instituciones republicanas sí inquieta a los gobiernos del G-7, con quienes Milei procura mostrarse alineado. Un síntoma de esa inquietud fue la declaración conjunta ‘Diplomáticos por la diversidad’ que firmaron representantes de 30 países a días de la Marcha del Orgullo de este sábado, donde pidieron “protección a personas LGBT+ e igualdad de derechos”. 

Un enviado de una de las potencias firmantes ―que se reunió esta semana en Buenos Aires con cuatro ministros de Milei― tomó nota de las quejas de las ONGs que también pidieron verlo. “En temas de género estamos alineados con Rusia”, le advirtieron. El enviado se sobresaltó. Su país es uno de los que más recursos destina a asistir a Ucrania.

La 33° Marcha del Orgullo, este sábado en Buenos Aires.

“Va a haber más de esos pronunciamientos conjuntos de las embajadas. Todas trabajamos con gente que defiende a las minorías, a las diversidades o que pelea por más transparencia. Y todos nos transmiten quejas y denuncian persecuciones”, dijo a elDiarioAR una fuente diplomática europea. Las alarmas se extendieron cuando, poco antes de su eyección, Mondino terminó votando contra el ‘Pacto del Futuro’ en la ONU no solo con Rusia sino también con Irán, Corea del Norte, Bielorrusia, Siria, Sudán y Nicaragua.

Pactos e intrigas 

El dueño de Techint, Paolo Rocca, también le reclamó a su manera a Milei que abandone sus cruzadas anacrónicas y que se ponga del lado de Occidente en la guerra fría realmente existente hoy, contra China. Difícil que lo haga justo antes de que Karina viaje a Shanghai y él mismo a Beijing, como ya anunció que hará. En cualquier caso, tanto esa exigencia como la de levantar el cepo son salvedades de un apoyo muy categórico que Rocca sigue brindándole a Milei tanto en público como en privado. Y que Milei retribuye con medidas que le permitieron a su petrolera Tecpetrol, por ejemplo, incrementar un 398% en términos reales su ganancia en el primer semestre del año. 

“La obligación de ustedes es hacerse ricos”, le había dicho en diciembre, apenas asumido como ministro del Interior, Guillermo Francos a Rocca y a quienes le compran acero en el seminario ProPymes que organiza cada año. La suerte del magnate no fue la misma que la de sus clientes, azotados por la recesión. No todos pudieron convertirse en petroleros. Fue el mismo Francos quien le respondió ahora a Rocca que “no va a haber una Argentina proteccionista”.

El gobernador bonaerense, Axel Kicillof. Desde el Instituto Patria avivan el rumor de que tendió puentes con el mundo corporate de cara a 2027.

El péndulo de la política económica desde la vuelta de la democracia es la razón que más citan los empresarios cuando explican por qué invierten tan poco en el país. Por eso los más grandes procuran tener llegada a todos. A veces lo logran a través de donaciones como las que pide por estos días Francisco Caputo, hermano del todopoderoso asesor sin cartera, para el lanzamiento de la Fundación El Faro, el sello que armó la ultraderecha para recaudar para la campaña 2025, tal como reveló Florencia Donovan en La Nación.  

Desde el Instituto Patria avivan el rumor de que Axel Kicillof también tendió puentes con el mundo corporate de cara a 2027. Y que por eso decidió enfrentar a Cristina. Incluso mencionan a los cotizados consultores Emmanuel Agis y a Nicolás Arceo, colaboradores suyos cuando era ministro, como gestores de un acercamiento simultáneo con José Luis Manzano y Marcelo Mindlin. Los dos hombres de negocios lo desmienten categóricamente. 

Que se haya suspendido la elección interna del PJ no evitará que esas peleas sigan. No parece ser un problema programático. De hecho, así como Máximo Kirchner le reprochó veladamente a Kicillof ese supuesto acercamiento con Mindlin en un discurso reciente, ‘Wado’ De Pedro le recriminó todo lo contrario. “Teníamos un ministro de Economía que no hablaba con los empresarios”, dijo en la Universidad Austral evocando 2015. A veces los propios dejan de serlo, como diría el Gordo Dan.

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Ana Castellani: “La AFIP siempre crecía porque tenía mejores salarios, pero no incorporamos 3.000”

Ana Castellani: “La AFIP siempre crecía porque tenía mejores salarios, pero no incorporamos 3.000”

La exfuncionaria reconoce que el kirchnerismo, Macri y el Frente de Todos fueron sumando personal en la Administración Federal de Ingresos Públicos, pero advierte sobre los despidos que planea hacer Milei. Critica que las fuerzas que creen en el Estado no lo hagan funcionar como un "Fórmula 1" y que las élites económicas que buscan destruirlo se deslinden de las consecuencias que provocan.

Ha vuelto a investigar a las élites económicas y la relación del Estado y los empresarios, pero no olvida su paso como secretaria de Empleo Público en el gobierno anterior, ahora que el de Javier Milei lo poda con motosierra. Investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), Ana Castellani recibe con café y chocolate amargo a elDiarioAR en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) para analizar los errores de la administración que protagonizó y sobre los que se monta la actual para desarmar al Estado.

La semana pasada se disolvió la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), anunciaron que echan a 3.000 de sus empleados que habían entrado en el gobierno anterior. Vuelve el ciclo de que el gobierno kirchnerista mete gente en el Estado, el de Mauricio Macri echa, el del Frente de Todos mete, Milei saca...

–En el caso de la AFIP, todos los gobiernos desde que se creó, dejaron ahí gente propia. A veces justificadamente, porque vos podés tener una dotación excedida en el número total, pero necesitar un tipo de perfil laboral que no está excedido, por ejemplo, desarrolladores informáticos. Te digo un caso típico donde hay escasez porque hay mucha rotación de ese personal. A priori todos los gobiernos, más de derecha o más de izquierda, pudieron utilizar a la AFIP como un lugar donde colocar gente de la propia fuerza política, como reducto para emplear a esas personas o manejar alguna área en particular en donde haya un interés en que esas personas ingresen. La AFIP era el lugar que más creció porque era el lugar que tenía los mejores salarios en toda la administración pública. Era una especie de retiro dorado para un funcionario que te había servido en toda la gestión y que quedaba medio desamparado después de una derrota electoral. Entonces, sucesivamente hubo esos ingresos. Después existen prácticas que los gremios alientan en ese tipo de organismos y que es “no bajemos nunca la dotación”. Entonces la gente que se jubila o se va siempre tiene que ser reemplazada, sin hacer un análisis.

¿Cómo fue cuando usted llegó al gobierno en 2019?

–Llegué a la gestión y la AFIP ya tenía un exceso de dotación, según el último informe de análisis de dotación que había realizado el macrismo en 2018. Nosotros la recibimos con 3.000 personas por encima. La gestión de (Mercedes) Marcó del Pont la bajó. La pandemia complicó todo en eso también. Hubo un cambio en la funcionalidad de la AFIP, en la atención al cliente, que tuvo que obligadamente digitalizarse casi por completo. La dotación tal vez estaba excedida en la atención al público y no excedida en los profesionales que tienen que perseguir la elusión o la evasión tributaria. Pero 3.000 personas no se incorporaron en nuestra gestión, de eso estoy totalmente segura. Si van a sacar a 3.000, que es lo que ellos consideran que es el excedente, creo que no hicieron ningún análisis de dotación. Solo en la última gestión (de la AFIP en el Frente de Todos, la de Carlos Castagneto, con Guillermo Michel en la Aduana) tenés gente que efectivamente entró, pero ahí también tenés que ver quiénes. Porque corrés un riesgo enorme. Podés llegar a dejar sin el personal suficiente áreas claves para la recaudación impositiva y seguir dejando infladas áreas que de atención al público que capaz no se necesitan.

En el macrismo se intentó abordar desde una lógica más racional la dotación óptima: calcularon la eficiencia de los procesos y vieron cuántas personas se necesitaban para cada uno de los procesos y si había un excedente. Yo vi esos análisis cuando llegué al cargo y vos tenías media APN (administración pública nacional) excedida y media APN por debajo. La gran mayoría de todos los organismos científicos técnicos estaban por debajo de la dotación óptima. Y también otros ministerios en las áreas centrales, organismos de regulación y control. Generalmente, los que están excedidos son los que tienen salarios más altos. Y ahí tiene que hacerse la pregunta de qué hace la política con el Estado. Eso te lleva a una pregunta sobre cómo las fuerzas políticas de distinto signo conciben la administración pública. ¿Qué noción tienen del Estado en relación a la sociedad, a la economía, a su intervención, la regulación y control?

El capitalismo se lleva cada vez una porción más grande de la torta, que encima en Argentina es una torta estancada hace bastante tiempo. Hasta ahora vemos que los contrapesos se ponen desde los gobiernos, el capital avanza y la desigualdad aumenta. Después están las fuerzas políticas que dicen que para que la torta crezca no tengo que intervenir nada. La tienen mucho más fácil, porque esa retirada del Estado es a puro decreto, como estás viendo hoy. Es cuestión de tener a alguien que lo piense como (Federico) Sturzenegger, que lo tiene bien estudiado y después es decreto, decreto, decreto. Vendemos todos los inmuebles. Listo. Punto. Chau. De paso, como suele suceder en este tipo de gobiernos, le damos una oportunidad de negocios a las élites económicas. O desregulemos el mercado de aeronavegación y listo, venga. O ponemos a gente de la industria petrolera a cargo de la gestión energética. Ningún problema. Eso es mucho más sencillo que armar desde el Estado una burocracia y un cuerpo de funcionarios capaces, comprometidos, que vayan balizando los caminos, no destruyendo.

Si yo quiero gente que atienda mejor a la ciudadanía, tengo que pensar un diseño curricular de curso para capacitar a los empleados públicos, nacionales, provinciales, municipales; contratar a los docentes, articular con las provincias, los municipios. Si yo digo, como hoy, se terminó, el Estado nacional no capacita más. Listo. Es más, despido a los 20 que se ocupaban de organizar eso. Es mucho más sencillo para las fuerzas de liberación del peso del Estado en la economía que para las fuerzas que creemos que la intervención estatal es necesaria para contrapesar. El problema grave para mí es que queremos hacer eso sin tomar conciencia de que ese instrumento de transformación tiene que ser un Fórmula 1, no un auto descacharrado.

¿Qué autocrítica hace a su fuerza política en ese entido?

–Se minimiza la necesidad de hacer una administración pública de calidad, de eficiencia. Y no es que no tenés con qué, porque en el Estado nacional, que es el que yo conocí bien, en la Administración Pública Nacional el 57% de las personas son profesionales, tienen estudios terciarios. Y tienen 30 años dentro del Estado.

En el Gobierno se reíen de las dotaciones óptimas que hacía el macrismo. Quieren echar de todos lados, menos de las fuerzas armadas y de seguridad...

–Para ellos, salud y educación, todo para las provincias. Esa es la idea: la obra pública, tercerizarla al sector privado. Es un cambio de paradigma que Milei y Sturzenegger llevan al extremo. No es claramente el macrismo, que buscó cierta negociación. Porque, como dice Macri, no estaba la sociedad preparada para avalar algo semejante y tuvimos que pasar por los dos fracasos que nos llevaron al empate catastrófico que derivó en Milei. Recién ahí vos podés justificar la emergencia de una salida tan disruptiva.

¿Usted cree que había un exceso de empleados en el gobierno de Alberto Fernández?

–No, para nada. No es opinión, es cómo evolucionó la APN desde 2000 para acá. En el kirchnerismo (2003-2015) prácticamente se duplica la dotación. El grueso de ese aumento se da en a última gestión de Cristina Kirchner. Gran parte de eso se explica por una regularización de la situación de monotributistas que había dejado el menemismo y el gobierno de (Fernando) De la Rúa, por la ampliación de las funciones del Estado y la reestatización de organismos. La red del ANSES (Administración Nacional de la Seguridad Social) se extendió un montón durante esos años. Si vos querés hacer el Conectar Igualdad, necesitás gente que lo implemente.

¿Con Macri?

–Se bajó la dotación en un 10%, pero se aumentaron los cargos. Se acortó por abajo, en algunos organismos puntuales, especialmente aquellos en donde había sindicatos más combativos, en el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial), en muchos de los que tienen despliegue territorial, en la Secretaría de Agricultura Familiar, que se habían expandido mucho durante el kirchnerismo.

¿Con Alberto Fernández?

–Lo que hicimos fue ver todo lo que está excedido. Nosotros no íbamos a despedir gente, eso era una política. Al contrario, nosotros queríamos regularizar la situación de aquellos que estaban sin concursar para ir a un proceso de concursos: realizamos 16.000 concursos en cuatro años. Por supuesto insuficiente porque hay 55.000 personas sin concursar, entonces que hagas 16.000 no alcanza para nada. Quisimos reforzar aquellos organismos que habían quedado con muy poca dotación: todos los organismos científico-técnicos y los más vinculados a la regulación de algunos temas como la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica). Después se frenó en los dos últimos años el ingreso porque había tensiones. Primero, políticamente vos tenías organismos que habían tomado decisiones, la ANSES, el PAMI (Programa de Asistencia Médica Integral), de expandir su área de cobertura y eso implicaba también trabajar con la dotación. Pero el criterio que duró los cuatro años fue alta por baja.

–¿Dónde aumentó la dotación y en qué porcentaje?

–Subió 6% la dotación de la APN, sin las empresas del Estado. Donde tuviste el gran aumento fue en el Correo y las empresas ferroviarias, entre las dos, 7.000 personas. Desde la secretaría mía no manejaba la dotación de una empresa pública. En la APN el aumento fue en salud, en hospitales, fue en el Ministerio de la Mujer, que se creó y teníamos 1.200 personas, fue en obras públicas, porque se armó una política de obra pública bastante inédita en términos de la cantidad de obras que se pusieron en marcha durante esos cuatro años. Permitimos aumentar en organismos de ciencia y técnica.

En la gente, que votó masivamente a Milei, caló hondo la idea de que hay mucho empleado público e ineficiente.

–Hay un proceso de larga data y un proceso muy de corta data, que es de la pandemia para acá. Todos hemos tenido una experiencia ingrata en la tramitación con el sector público. Quedó tan bien graficado en el sketch de (Antonio) Gasalla, que todavía hoy, 30 años después, lo seguimos mencionando por algo. Esa experiencia para el ciudadano común puede ser con el Estado nacional, provincial o municipal. Yo te diría que no es muy distinta de la experiencia que uno puede tener con la contratación de algún tipo de servicio público que manejen los privados como Internet, cable o lo que se te ocurra, donde también la pasás mal muchas veces en las tramitaciones.

Eso no es excusa. Pero el énfasis siempre está puesto por aquellos que quieren demonizar al Estado y a sus empleados. Y ahí vamos a una operación más macro que es que las élites económicas históricamente en nuestro país y en el mundo buscan la manera de eludir las responsabilidades por la insatisfacción que genera el desarrollo capitalista, desligándola por completo en las élites políticas. Entonces tienen una relación medio conflictiva con las élites políticas. Por un lado las buscan permear, las financian, las apoyan en la medida en que respeten o les parezcan que son afines a sus ideas. Por otro lado, se tienen que garantizar siempre de quedar excluidas. Si a Milei le va mal, todos los que lo aplaudieron en IDEA (Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina) se van. Pasó en la dictadura con (José Alfredo) Martínez de Hoz, en los 90, con Macri. Porque el liberalismo económico tiene que quedar como horizonte utópico, posible, inmaculado, para la élite económica. Siempre te van a decir que si fracasó es porque no era eso...

Que se aplicó mal.

–Se aplicó mal porque fue exagerado, porque no se lo dejaron aplicar los retrógrados, los orcos, pero nunca se van a hacer cargo de la responsabilidad. Y si el Estado del bienestar deja de funcionar y los servicios de salud que prestan son cada vez peores y los servicios educativos que prestan son cada vez peores, si los salarios indirectos son cada vez peores, si todo está peor, en realidad es por culpa de los políticos. Y las élites políticas claramente tienen una responsabilidad enorme. Pero lo genial es creer que la culpa exclusiva de esa situación es de las élites políticas. Lo que pasa es que nosotros, las fuerzas que creemos en un mundo más justo y más igualitario, en la generación de la riqueza, que también debería ser un grueso de preocupación cuando estamos en el Estado, tenemos muchas lógicas corporativas, en el sentido de me defiendo a mí mismo, acumulo para mí porque la lógica política dice eso. ¿Dónde abrimos el hospital del PAMI: en donde hace falta o en donde quiero que gane mi candidato a intendente? Entonces empezás a usar la decisión pública en función de intereses de autoreproducción como fuerza política o, peor aún, como fracción de la fuerza política.

En el gobierno de Macri, usted analizaba que era el gobierno de los CEO. ¿Y ahora?

–Hay un problemón empírico: esta es la primera vez en todos los gabinetes que nosotros tuvimos que estudiar que no podés estabilizar uno porque es tal el grado de rotación que existe en los cargos altos que nunca estás pudiendo. Sí hicimos estudios de algunos gabinetes donde vos podés empezar a ver señales muy concretas. Lo hicimos nosotros y lo hizo gente de la revista Crisis. ¿Qué se dejó estable? Economía, que no es casualidad, porque ahí tenés burocracias más estables por abajo y por arriba tenés a un ministro que ya fue ministro. Ahí hay muchas vinculaciones de empresas, de intereses de los sectores. Nosotros cruzamos una base de datos de mayo y nos daba que el 30% de los funcionarios estaba ocupando cargos en directorios de empresas privadas.

¿Al mismo tiempo que son funcionarios?

–Siempre te van a decir que es un problema de que la IGJ (Inspección General de Justicia) no les hizo el cambio (en los registros de empresas).

Ustedes también están elaborando índices de fragilidad laboral y social...

–La pandemia fue parteaguas con eso. Antes siempre se miraba al empleado público con esa imagen del empleado en blanco, estable, el salario con suerte acompañaba la inflación, muchas veces no. Y el sector privado era lo contrario, te podía dar alguna oportunidad de expansión, pero era más inestable. En la pandemia, el trabajador público quedó estable ganando lo poco que ganaba, pero algo seguro, fue visto socialmente como un enorme privilegio. A los del sector privado registrado se les hizo una política para que las empresas pudieran cubrir sus salarios, pero en muchos casos esos salarios no se cobraron enteros. Después quedó el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) solamente para un universo que se calculaba en 3 millones de personas y terminaron solicitándolo 11 millones. Y ahí emerge este nivel de fragilidad social y laboral que elaboramos acá.

Tenés gente que trabaja en condiciones más precarias, pero muy heterogéneas, porque en ese mundo de lo informal tenés desde algunos que reparan electrodomésticos a otros que revuelven la basura para conseguir qué vender, tenés niveles de registro autónomo, como los monotributistas de la economía de plataforma. Es tal el deterioro de los ingresos de los últimos ocho años, sobre todo los informales, que te deja en una situación en donde los pobres son cada vez más. Pero además tenés que sumar un porcentaje de frágiles. ¿Qué quiere decir frágiles? No son pobres hoy, pero cualquier variación macro los tira a la pobreza. Y los integrados plenos, que son aquellos que tenemos la suerte, tal vez por el tipo de trabajo que ejercemos en el mercado laboral, de tener cierto nivel de ingresos, que aunque vengan los vaivenes con ajustes, podemos seguir sosteniendo más o menos el nivel de vida, aunque dejemos de ahorrar, cada vez se va haciendo más chico. Y eso es lo que tenés hoy. Hoy el 70% de la sociedad argentina es pobre o frágil. Y esto, además, es mucho mayor en los jóvenes y en las mujeres.

¿Cómo ve el futuro del peronismo?

–Creo que va a haber mucho ruido, pero que se va a acomodar, como se acomodó siempre. Y la persona que más demuestre capacidad de conducción y ganas de conducir, y no solamente conducir, sino ser candidato a presidente, eso se va a llegar más temprano que tarde. No se va a romper el peronismo. No lo veo. Yo creo que el peronismo es un movimiento con mucha fuerza hacia adentro y con un liderazgo en disputa, porque Cristina quedó en una posición compleja que es por ahora dar a entender que no quiere ocupar la primera magistratura por el argumento que sea. Algunos dirán porque está proscrita, otros dirán porque ya está y dio todo. Pero sí hay una pretensión de seguir conduciendo a toda la fuerza de ese movimiento. Es medio difícil sostener esa situación, sobre todo cuando en funciones tenés un gobernador como Axel (Kicillof), que dentro del espectro kirchnerista y más allá tiene bastante aceptación y emerge como uno de los candidatos poderosos. Pero una cosa es ser buen candidato o perfilarse como buen candidato y otra cosa es poder liderar el peronismo, que es un bicho un poco más complejo, que tiene muchos factores adentro y eso va a depender de cómo se muevan todos esos factores. No me refiero a actores de nombre y apellido, me refiero a sindicatos, movimientos sociales, gobernadores.

¿No se necesita un outsider para derrotar a Milei?

–Lo que pasa es que Milei no está autónomo en sus gestiones. O sea, él conduce y tiene una recomposición de autoridad. Yo eso lo reconozco. Él y la hermana son realmente una dupla de poder que gobierna, pero atrás tiene intereses muy poderosos que lo bancan. Hay que ver qué pasa con Milei, si esos intereses poderosos que lo sostienen porque les da lo que quieren –que no son solamente oportunidades de negocios puntuales, sino destruir el Estado y reforma laboral– lo siguen sosteniendo los cuatro años. Porque con eso no va a alcanzar. Necesitás estabilizar, generar crecimiento.

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Cada vez más jugadores del Ascenso son captados por el negocio de apuestas y salen a la cancha a perder

Cada vez más jugadores del Ascenso son captados por el negocio de apuestas y salen a la cancha a perder

Algunos futbolistas de las categorías menores del Ascenso cobran más dinero del mercado clandestino de Asia que de sus clubes. Detrás de los jugadores: gerenciamientos de equipos en manos de grupos que saben cómo funcionan las casas ilegales. El miedo a hablar y las reprimendas a quienes no cumplen con lo pautado. Una investigación sobre una nueva forma de "profesionalismo" en el fútbol.

Algunos códigos básicos del deporte, como jugar a ganar, están siendo rifados en los torneos de menor categoría organizados por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Algo se rompió en el fútbol, espina dorsal de la sociedad argentina. Entre el dinero que no alcanza, el espíritu de época de supervivencia individual y gerenciamientos sombríos que se aprovechan de la desesperación, los tentáculos alrededor de las apuestas deportivas les abrieron la puerta a una nueva clase de futbolistas profesionales: cada vez más jugadores de las categorías inferiores del Ascenso salen a la cancha a dejarse perder. 

La última novedad es que en más de un caso, además, lo hacen para equipos que no son alineados únicamente por directores técnicos sino también por grupos empresarios que digitan los resultados o algunas acciones de los partidos en función del dinero que quieren ganar, por lo general, a través de casas ilegales con origen y domicilio en Asia, según pudo establecer la Unidad de Investigación (UDI) de elDiarioAR.

Aunque el asunto está lejos de salpicar a todo el ambiente, en 2024 aumentaron los equipos integrados en parte por futbolistas que cobran más cantidad de dinero por las apuestas clandestinas que por el sueldo de los clubes para los que juegan. Detrás de escena aparecen difusos y anónimos grupos de negocios conformados por representantes, intermediarios, dirigentes, ex árbitros y ex jugadores argentinos con aceitadas relaciones en el ambiente y un buen entendimiento de cómo funcionan las casas de apuestas, en especial las clandestinas del Sudeste Asiático, como las de Indonesia, Filipinas, Tailandia y en menor medida, China

Se trata, en todo caso, de una metodología importada: los arreglos de partidos fueron noticia durante muchos años en Asia y Europa. Algunos de los grupos nacionales podrían tener vínculos con especialistas asiáticos, explicaron algunas de las fuentes consultadas por la UDI de elDiarioAR.

Espero que la Asociación del Fútbol Argentino, la policía, los clubes y el gobierno investiguen.

Mail de una compañía de apuestas de China enviado a jugadores.

Los escándalos se superponen en partidos jugados fuera del radar mediático, en canchas con poco césped y tribunas bajas, pero que provocan escenas tan anormales que quedan bajo evidencia: derrotas por goleada, penales a la hora señalada, expulsiones propias, goles en contra, una determinada cantidad de corners y resultados cambiantes.

Durante dos meses, la UDI de elDiarioAR contactó a más de 60 fuentes del negocio, testigos de partidos salpicados por escándalos, empleados de la Justicia y protagonistas de la clase obrera del Ascenso, entre ellos futbolistas profesionales y de divisiones inferiores. También se consultó a entrenadores, preparadores físicos, representantes de jugadores, dirigentes de clubes, árbitros, levantadores de apuestas ilegales, empleados de casas online con licencias autorizadas, fiscales de ciberdelitos, periodistas partidarios e integrantes de los “grupos empresariales” que tientan a los jugadores para convertirlos en socios, pero también en rehenes, de sus beneficios económicos. 

Aunque apenas una minoría de los contactados aceptó hablar, y siempre bajo la condición de un riguroso off the record, muchos dieron a entender su voluntad para que el asunto saliera a la luz: “Es un tema mucho más grande de lo que se cree”, coincidieron las fuentes. En ese silencio mayoritario, incluso los pocos jugadores que advirtieron del tema en medios locales rechazaron volver a hacerlo ante la UDI de elDiarioAR: “Ya está, no quiero perjudicar al club ni a mi carrera. Si yo hablo solo, no voy a cambiar nada”, explicó uno de ellos.

Los futbolistas entran en esta larga cadena de apuestas como su último escalón, y acaso el más vulnerable.

En un ecosistema que se maneja en el silencio y el mutismo, la AFA no tiene un vocero oficial y las autoridades consultadas no respondieron ante las consultas de este medio. Tampoco los dirigentes del Ascenso opinan en público del tema, aunque en privado aceptaron ante la UDI de elDiarioAR que los derivados de las apuestas forman parte de las conversaciones de varios planteles. Los siguientes casos, que marcan una radiografía más social que deportiva de Argentina, son apenas una muestra.

Ir para atrás

El 10 de mayo de 2024, Laferrere perdió 9-2 contra Villa San Carlos (Reserva de la Primera B) y empezó una sugerente racha de goleadas en contra: en los partidos siguientes, perdería 7-0 con Dock Sud, 6-1 contra UAI Urquiza, 6-0 frente a Sacachispas y 5-0 con Villa Dálmine. Para la fecha 20 ya habrá recibido 78 goles. Y no sólo fueron extraños sino también los trámites de los encuentros: Lafe le ganaba 3-0 a Los Andes al final del primer tiempo y terminó perdiendo 5-3. 

Son temas muy sensibles y estamos presionados para que no contemos nada. Tenemos familia y debemos cuidarla

Testigos del partido consultados por la UDI de elDiarioAR resaltaron un comportamiento “alevoso” de los jugadores de Lafe -en el complemento se dejaban eludir para recibir goles- aunque a la vez, no se sorprendían tanto: sabían que era su modus operandi. “Se chocaban entre sí, no llegaban a la pelota, era tragicómico”, relató un observador.

Poco después, el 24 de agosto, Laferrere anunciaría en su cuenta de X la expulsión de varios de esos jugadores: “A raíz de los sucesos que involucran a la Tercera B (Reserva), se apartó a dichos deportistas y a quienes se sospecha de ser los responsables de propiciar acciones alejadas del fair play y la ética deportiva”. 

El caso expuso una nueva realidad: algunas Reservas del Ascenso ya no son un espacio para probar a los jóvenes jugadores, antes de que den el salto a la Primera, sino para que difusos grupos económicos gerencien esos equipos. Llevan futbolistas de su propiedad que, a cambio de un dinero superior al que cobran de los clubes, cumplen sus instrucciones. Hay dirigentes que, resignados, preferirían eliminar el torneo de Reserva.

Otro caso similar sucedió el 9 de junio de 2024 en un partido entre Defensores de Belgrano de Villa Ramallo y Defensores de Pronunciamiento (Entre Ríos) por el torneo Federal A -tercera categoría, el paso previo al Nacional-. Tras sufrir la tercera goleada en contra, el plantel entrerriano terminó de fracturarse: la empresa que había acercado refuerzos a comienzos de año, pagándoles el sueldo, retiró a muchos de sus jugadores. 

En los partidos previos la tensión en el vestuario se había tornado insalvable entre algunos jugadores de los que habían llegado con el gerenciamiento y los futbolistas con más historia de Defensores de Pronunciamiento, que lloraban ante la impotencia de lo evidente. Así lo reconstruyó la UDI de testigos de la situación.

Sospechas y un e-mail

Pocas semanas después, el 29 de junio -según escribió el periodista Roberto Parrottino en Cenital-, los equipos del Ascenso recibirían un correo electrónico que los alertaba de movimientos extraños de dinero en el mercado de Asia durante partidos de tres equipos del Federal A, el ya mencionado Defensores de Pronunciamiento (Entre Ríos), Círculo Deportivo Otamendi (Buenos Aires) y Sol de Mayo de Viedma (Río Negro); y uno de la Primera C, Muñiz

“En los últimos 6 meses, nuestra empresa ha recibido simultáneamente una gran cantidad de apuestas de la Liga Federal A Argentina, superando los $150.000 por partido, causando graves daños al mercado de apuestas. Tras el análisis de los datos, sospechamos que algunos clubes participan en las apuestas”, comenzaba el correo escrito por un representante de una casa de apuestas china, legal en su país pero fuera de las licenciatarias autorizadas en Argentina. 

Que el Ascenso esté tan mal te lleva a veces a tomar malas decisiones, a que los jugadores se confundan, se vean obligados a hacer cosas que no corresponden. Año a año es peor. Se ven cosas increíbles.

Jugador Imanol Iriberri En la radio marplatense Marca Deportiva.

El mail advertía a la AFA: “Espero que la Asociación del Fútbol Argentino, la policía, los clubes y el gobierno investiguen. El fútbol es una plataforma deportiva justa, no un paraíso del juego. Este comportamiento afecta gravemente la reputación del fútbol argentino. Presentaremos todas las pruebas a la FIFA”, decía el correo al que accedió la UDI de elDiarioAR. 

Sin embargo, un tercer caso quedó a la luz poco después, el 7 de julio de 2024, en un partido que otro de los equipos apuntados por ese e-mail. Círculo Deportivo Otamendi jugó contra Santamarina de Tandil (Federal A). El partido desató una imagen simbólica en el pequeño estadio del equipo de Comandante Nicanor Otamendi, un pueblo de 8.000 habitantes a 40 kilómetros de Mar del Plata. Hinchas del equipo local, Círculo, se sorprendieron por una persona que, libreta en mano, gritaba palabras y números indescifrables a algunos jugadores locales, según pudo reconstruir la UDI a través de entrevistas con testigos. 

En una localidad en donde todos se conocen, su rostro y sus indicaciones resultaron extrañas. Tras otra de sus participaciones en voz alta, como si fuera un técnico detrás del alambrado, un futbolista de Círculo cometió un penal que terminó en gol rival. “Los hinchas entendimos lo que sucedía, rodeamos al hombre de la libreta que parecía llevar el guión del partido y lo echamos a la calle”, reconstruyó un simpatizante del equipo local. 

Como Defensores de Pronunciamiento, Círculo tomó medidas similares: aunque no todos “jugaban para atrás”, les rescindió el contrato a varios de los futbolistas que habían llegado al club a comienzos de año a través de una empresa que se hacía cargo de parte de sus sueldos. 

Círculo Deportivo Otamendi, contra Santamarina de Tandil (Federal A).

Con el equipo debilitado, Círculo recién se salvaría del descenso en la última fecha, el 15 de septiembre. El capitán, Imanol Iriberri, hablaría en la radio marplatense Marca Deportiva: “Jugué muchos años y las cosas que viví este año en el Federal nunca las había vivido. Que el Ascenso esté tan mal te lleva a veces a tomar malas decisiones, a que los jugadores se confundan, se vean obligados a hacer cosas que no corresponden. Año a año es peor. Se ven cosas increíbles. Con ver un partido te das cuenta de cosas que no son normales”.

Un cuarto caso fue el 6 de agosto, cuando Fénix perdió 8 a 0 ante Excursionistas (Reserva de Primera B). El árbitro Nicolás Gabriel Díaz suspendió el partido a falta de 10 minutos por haber sospechado de una actitud anti deportiva: los jugadores de Fénix precipitaban sus propios errores para facilitar los goles rivales. 

La UDI de elDiarioAR accedió a la ficha COMET del partido –el sistema informático que centraliza la información de los torneos de la AFA, Conmebol y FIFA- y confirmó una irregularidad excepcional: de los 18 jugadores que presentó Fénix (11 titulares y 7 suplentes), sólo figuraba el nombre de 10 de ellos, o sea que 8 eran futbolistas “fantasmas” ante la AFA, sin habilitación ni registro. Si el fútbol suele manejarse por sospechas o confesiones en privado, en este caso aparece lo que casi nunca: una evidencia. 

Tal como hizo Laferrere, Fénix también desvincularía al entrenador y a cinco futbolistas que participaron de la goleada en contra, la tercera consecutiva tras sendos 1-6 ante Colegiales y Argentino de Quilmes

Resultados del partido cuestionado entre Defensores de Belgrano de Villa Ramallo y Defensores de Pronunciamiento (Entre Ríos).

Finalmente, el 29 de septiembre se jugó otro partido del Federal A que quedó en medio del escándalo: la derrota 3-0 de Atenas de Río Cuarto como visitante contra Juventud Unida de San Luis. El equipo cordobés se reforzó entre el año pasado y el actual con dos jugadores serbios -de escaso talento- y un brasileño que arribaron al país en 2022 al ya apuntado Sol de Mayo: el mismo brasileño convirtió dos goles en contra en el 0-3 en San Luis. 

Un mes después, el martes 29 de octubre, la Justicia cordobesa allanó el domicilio de seis personas vinculadas a Atenas, entre ellos el hijo del presidente, la kinesióloga del plantel y el tesorero del club. La denuncia fue realizada por la Lotería de Córdoba, que comprobó cómo los investigados habían abierto cuentas en casas online -legales- dos días antes del partido y apostaron a la derrota 3-0 de su propio equipo, tal como ocurriría. Fuentes de la fiscalía de cibercrimen confirmaron que se investiga al presidente de Atenas por haber ganado $4 millones por la derrota de su club.

El gerenciamiento

En los torneos del fútbol de los campeones del mundo quedan especialmente expuestas las Reservas del Ascenso y el Federal A, un campeonato inviable desde lo económico: por las enormes distancias a recorrer –cientos o miles de kilómetros al mes-, los clubes deben cubrir un presupuesto de al menos US$30.000 mensuales. 

Son categorías sostenidas a pulmón en las que muchos clubes apenas pueden mantener a sus equipos. Es inevitable, entonces, que algunas dirigencias acepten entregar el fútbol a grupos que prometen un oasis: traer jugadores, cubrir sueldos y dejar un dinero. 

Ser futbolista siempre fue un laburo. Antes era para ganar y ahora, a veces, es para perder

El problema es que el supuesto paraíso, en más de un caso, se convierte en un caballo de Troya de las apuestas: en el combo también llegan futbolistas que durante los partidos priorizan los intereses económicos de la empresa a la que responden por sobre los objetivos deportivos de los equipos para los que juegan. Investigaciones como las que enfrenta Atenas de Río Cuarto, sin embargo, confirman que en algunos casos también los dirigentes pueden ser partícipes de la estafa a su propio club

Según cuentan desde adentro de los planteles, dejarse perder supone una especie de arte. “Tampoco es que los ‘jugadores tocados’ salen a perder siempre: también se cuidan. Juegan dos o tres partidos seguidos en serio, a ganar, y recién en el siguiente hacen su negocio, por lo general de visitante, casi nunca de local para no exponerse ante su gente. Los implicados se enteran 20 minutos antes lo que tienen que hacer y no pueden ir con celular a la cancha”, explicó alguien con conocimiento del sistema. 

El tema es tan sensible que hay quienes ven a algunos de los jugadores involucrados como víctimas del sistema: se sabe de represalias intimidatorias a quienes se negaron a cumplir con lo pautado. Incluso los encargados de llevar las estadísticas de los partidos -las casas de apuestas las toman de empresas de tecnología- suelen recibir amenazas anónimas, según los testimonios recogidos por la UDI: lo que puede parecer un error insignificante a veces implica mucho dinero. 

A fines de mayo, Deportivo Madryn, del Nacional -segunda categoría-, despidió a tres jugadores de su plantel. Según publicó el periodista Maximiliano Uria en Clarín, la dirigencia del club patagónico sospechó que ese trío de futbolistas entró a la cancha con un objetivo: que su rival, Defensores Unidos -en un partido jugado el 19 de mayo, que terminó 0 a 0- llegara a los 9 córners a favor. 

El equipo de Córdoba, Atenas de Río Cuarto, en la mira de la Justicia por presuntos arreglos de apuestas.

“Son temas muy sensibles y estamos presionados para que no contemos nada. Tenemos familia y debemos cuidarla”, afirmaron un par de jugadores de diferentes equipos a la UDI de elDiarioAR. 

Más allá de lo deportivo, también se trata de otro paisaje de época de la Argentina actual: el profesionalismo en el fútbol no sólo parte del sueldo de los clubes sino del dinero de grupos que aprendieron a hacer negocios en el circuito clandestino de apuestas. Mezclados los vivos con los desesperados, los “futbolistas de las apuestas” ganan más dinero que “los jugadores de los clubes”: por provocar un penal en contra de su equipo pueden ganar el quíntuple de su sueldo o más. O, generando un par de laterales y de córners, reciben el mismo dinero que reciben por su contrato mensual con el club. 

Sintetizado en boca de alguien de la industria, “ser futbolista siempre fue un laburo. Antes era para ganar y ahora, a veces, es para perder”.

ED