Código Postal 2840
El desembolso inicial representa el 60% del nuevo programa y ofrece alivio inmediato, pero a la vez el organismo le exige al Gobierno cumplir con reformas previsional, laboral y fiscal.
En medio de la visita oficial del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, el Fondo Monetario Internacional (FMI) desembolsó en la Argentina US$12.151 millones, equivalente al 60% del nuevo programa financiero acordado entre el organismo y el gobierno de Javier Milei. La inyección de divisas representa una bocanada de oxígeno para las reservas del Banco Central, pero al mismo tiempo marca el inicio de un compromiso de alto voltaje técnico y político, que obliga a avanzar en reformas estructurales y cumplir metas fiscales bajo monitoreo semestral.
El entendimiento, de cuatro años de duración, prevé un esquema de transferencias escalonado: los próximos giros llegarán en junio y noviembre de 2025, por montos de US$2.028 millones y US$1.012 millones respectivamente, siempre supeditados al cumplimiento de los objetivos pautados. A partir de 2026, se establecen desembolsos de US$723 millones cada seis meses hasta 2029. En total, el plan contempla fondos por US$20.887 millones, de los cuales tres cuartas partes se concentrarán en los primeros doce meses.
Entre los compromisos asumidos por el Gobierno se destaca la decisión de revisar y simplificar el actual sistema jubilatorio antes de diciembre de 2026. El objetivo declarado es mejorar su sostenibilidad en el tiempo, en un contexto de creciente presión fiscal.
En paralelo, el acuerdo estipula mantener la cobertura de programas sociales como la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Tarjeta Alimentar en niveles que aseguren el acceso a la canasta básica alimentaria. El Ejecutivo deberá sostener este piso de asistencia durante todo el ciclo del programa.
También se incluyó como meta la integración de bases de datos sociales para consolidar un registro único de beneficiarios, con plazo a diciembre de 2025. Esto se traducirá en la implementación del Sistema de Indicadores Sociales (SIS), una herramienta que permitirá reorientar los subsidios hacia los sectores más vulnerables con mayor precisión.
En el frente laboral, el Fondo pidió avanzar con una flexibilización de las relaciones contractuales entre trabajadores y empleadores, orientada a facilitar la negociación de condiciones laborales. A su vez, se promoverán cambios impositivos que ayuden a reducir la brecha entre el trabajo informal y el formal, con el objetivo de ampliar la base contributiva y mejorar la equidad del sistema tributario.
Otro de los ejes del acuerdo es el esquema de subsidios energéticos. El organismo internacional pidió eliminar la segmentación actual según nivel de ingresos y avanzar hacia un subsidio único destinado exclusivamente a hogares de bajos recursos. El documento no establece una fecha precisa para aplicar este cambio, lo que deja margen a decisiones políticas futuras.
El nuevo programa prevé nueve revisiones técnicas por parte del Fondo, que comenzarán en junio de este año y se repetirán cada seis meses. Para pasar cada evaluación, el país deberá cumplir con metas cuantificables:
Además, desde junio de 2025 hasta marzo de 2026, el Banco Central no podrá financiar al Tesoro, lo que implica una política monetaria más restrictiva y un mayor desafío en términos de recaudación y control del gasto.
El calendario de repago del préstamo prevé un período de gracia de 17 meses. Recién en septiembre de 2026 comenzarán los desembolsos hacia el FMI, que se extenderán durante más de una década. Entre 2026 y 2034, la Argentina deberá cancelar US$43.442 millones, con montos crecientes año a año. Los pagos se superpondrán con los compromisos adquiridos en el acuerdo anterior, lo que incrementará la carga financiera entre 2029 y 2035.
La secuencia de pagos será la siguiente: US$833 millones en 2026; US$3.250 millones en 2027; US$4.842 millones en 2028; US$6.074 millones en 2029; US$7.137 millones en 2030; US$7.319 millones en 2031; US$6.667 millones en 2032; US$4.432 millones en 2033 y US$2.886 millones en 2034.
Con la llegada del primer desembolso, el Gobierno gana tiempo y divisas, pero también queda condicionado a una hoja de ruta exigente, que lo obliga a cumplir metas económicas y emprender reformas profundas. Lo que se juega en estos meses no es solo el futuro del acuerdo, sino el margen de maniobra política para sostenerlo sin desbordes sociales ni rupturas internas.
Víctor Stinfale, abogado y amigo personal de Diego Maradona, acordó con Gianinna que Leopoldo Luque no operaría al exfutbolista por el hematoma subdural. Pero el Diez entró al quirófano convencido de qué sí lo haría su médico de cabecera. La crisis de llanto que hizo cambiar de opinión a Stinfale.
Víctor Stinfale entró en la habitación y le costó entender lo que veía: Leopoldo Luque, arrodillado, le tomaba la mano a Diego Maradona, lloraba sin consuelo sobre su brazo. Maradona estaba sedado por la extracción el hematoma subdural. Stinfale entendió entonces que Luque “no era un extra o un fan, sino que había generado un vínculo muy fuerte con Diego” y él, que había tenido una tensa discuSión con el médico personal del exfutbolista, tuvo que recular. Le pidió a Luque que no se sacara el camisolín y que diera la conferencia de prensa. “Pero le pedí que dijera que a Diego lo operó el equipó que armó él. No que él lo había operado. 'No mientas, le dije, porque todo se sabe'”, contó Stinfale al Tribunal en el juicio por la muerte de Maradona. ¿Pero qué había pasado antes de la operación?
Lo que pasó es que Stinfale recibió un llamado de Maradona: “Víctor, por favor, ayudame porque me tienen que operar”, contó a los jueces el abogado. Como pudo, el ex futbolista le contó los pormenos del asunto. En ese momento, Maradona estaba internado en Ipensa, donde habían desaconsejado la cirugía en la cabeza. Siempre al teléfono, Stinfale retrucó: “Diego, tenes que venir a Los Arcos, que somos locales”. Pero Diego le dijo que lo operaba Luque, que ya había organizado el traslado a la Clínica de Olivos y reservado el quirófano para las 20. Era el 3 de noviembre de 2020. Stinfale hizo memoria: ¿quién era Luque? Y Stinfale se acordó: a Leopoldo Luque lo había visto jugando al fútbol un par de veces con Diego en La Plata. Y además lo había escuchado decir públicamente que Maradona tenía una adicción al alcohol. Dirá Stinfale a los jueces: “Esa vez me calenté con (Matías) Morla. Lo llamé. Le pregunté que quién era ese bobo. Y le pedí que lo pare porque Diego tenía contrato con Gimnasia”. Bueno, ese tal Luque operaría al exfutbolista. “Algo no estaba bien. ¿El tipo que decía que era alcoholico lo iba a operar?”, planteó Stinfale al Tribunal.
Stinfale se subió al auto y condujo hasta la Clínica de Olivos. Y a Luque le sonó el teléfono. Del otro lado de la línea oyó una voz que no había escuchado nunca, pero también oyó un nombre que sí conocía: “Luque, soy Víctor Stinfale. Vos no lo podés operar a Diego”. Discutieron. Luque decía que la operacion era simple. Stinfale lo mandó a buscar a los mejores cuatro especialistas en cerebro del país. Luque no aflojaba. “Ahí me extralimito y le digo 'te voy a tirar por la ventana, vos no vas a entrar en la cabeza de Maradona'. Él me dijo que le iba a arruinar la carrera. Le dije que lo iba a tirar por el balcón”.
La pelea seguirá dentró de la Clínica de Olivos, mientras a Maradona lo preparaban para la operación. Ahí ya estaba Gianinna Maradona. Ella y Stinfale, que acababa de llegar en su auto al sanatorio se cruzaron en una escalaera. El abogado estaba decidido a detener a Luque y se lo planteó a Gianinna. Recreará frente al Tribunal el diálogo que se dió entre ellos:
Stinfale: Cuchame, este Luque no puede operar a Diego.
Gianinna: Por fin uno que piensa como yo.
Stinfale: Mirá que yo le voy a pegar un boleo a Luque, ¿me bancás?
Según el relato del abogado, la hija de Maradona dijo que lo apoyaría. Diego entró en el quirófano convencido de Luque lo operaría. Pero no: Pablo Rubin, neuroneurocirujano subespecialista en cirugía cerebrovascular, fue quien “tocó” la cabeza de Maradona. Rodolfo Benvenuti, otro médico, coordinó la cirugía. A Luque le permitieron mirar la operación atrás del vidrio que separa la sala de un pasillo.
La intervención salió bien y a Maradona lo llevaron a la habitación. Es cuando Stinfale queda tieso frente a la escena: Luque llorando, de rodillas, frente a Diego anestesiado. “Yo llegué a decirle (a Luque) que era ”piñón fijo“... Pero intenté no generar un enemigo con Luque porque había afecto con Diego”, recordó Stinfale. Y agregó, preguntado por el abogado Fernando Burlando -que representa a Dalma y Gianinna- sobre si Luque estaba en condiciones de ser el médico de cabecera de Maradona: “Luque era amigo personal, había una cuestión afectiva, y eso para mí es incompatible con la medicina”. Stinfale pegó y acarició a Luque en su declaración: habló de congraciarse solo por el hecho de que se había dado cuenta de que su amigo, Diego, era muy amigo del neurocirujano.
El abogado participó de la reunión entre médicos y familiares que se organizó en el post operatorio. Había que decidir si a Maradona lo internaban en un neuropisiquiátrico o si lo ideal era una internación domiciliaria, opción que acordaron y por eso el exfutbolista se instala en la casa de Benavídez, Tigre. Stinfale apuntó a la ausencia de Matías Morla -a través del que llegan Luque y el psicoanalista Carlos Díaz- en esa reunión. También se desligó de una posible sociedad entre su empresa y el estudio de Morla en relación a Maradona. Apuntó a la prestadora médica privada Swiss Medical.
Stinfale había visto a Maradona el día de su cumpleaños, el 30 de octubre. “Estaba deprimido. Extrañaba a Rocío (Oliva). Le hacían masajes, estaba tirado en un sillón. Yo le había organizado un partidito a la tarde, porque a la mañana él no quería saber nada. Cuando nos quedamos solos, cinco minutos, le pregunté qué le pasaba. Y ahí me contó lo de Rocío. Le dije 'Diego, dejate de joder, buscate una ucraniana y listo…'”, recordó. El abogado volvió a verlo aquella tarde del 3 de noviembre, cuando lo operaron en la Clinica de Olivos. Veintidós días después, Maradona murió.
VDM/
Además, los secretarios generales cegetistas invitaron para ese día a los gobernadores del peronismo para llevar adelante una reunión con el Consejo Directivo de la central obrera.
La CGT convocó hoy a una movilización para el próximo 30 de abril por el Día del Trabajador, que partirá desde la Avenida 9 de Julio hasta el Monumento al Trabajo en el Bajo porteño.
Además, los secretarios generales cegetistas invitaron para ese mismo día a los gobernadores del peronismo para incorporarlos a una reunión con el Consejo Directivo de la central obrera en la sede de la calle Azopardo.
Según pudo saber la Agencia Noticias Argentinas, los mandatarios provinciales estarían encabezados por el bonaerense Axel Kicillof.
La protesta tendrá lugar después del tercer paro general que la central obrera llevó a cabo durante el gobierno de Javier Milei, aunque esa última huelga de la semana pasada tuvo acatamiento dispar a raíz del funcionamiento del servicio de colectivos.
La movilización del 30 de abril comenzará a las 14 con una concentración en la intersección de las avenidas Independencia y 9 de Julio y culminará en el Monumento al Trabajo en Avenida Paseo Colón.
Tras el reciente paro del 10 de abril, la tensión entre la CGT y el Gobierno recrudeció y se rompió una tregua de casi un año sin medidas de fuerza; las dos primeras huelgas habían sido casi al inicio de la gestión libertaria.
Durante el último paro general, el cosecretario general de la central Héctor Daer criticó la campaña publicitaria montada por el Gobierno contra el paro y dijo que se trató un “mecanismo muy complicado que fue utilizado cuando se perdió la democracia”.
La medida de fuerza se llevó adelante por “paritarias libres, homologación de todos los Convenios Colectivos de Trabajo, aumento de emergencia para todas las jubilaciones ypensiones, actualización del bono y poner fin a la represiónsalvaje de la protesta social”.
Con esta nueva marcha, la CGT mantendrá activo el conflicto con la gestión Milei en medio de la trama interna de la central, que tendrá que afrontar en noviembre una renovación de autoridades tras la división entre sus diferentes sectores.
Con información de la agencia NA
El presidente de la Corte se reunió con magistrados para coordinar la implementación del sistema acusatorio en tribunales federales de Buenos Aires.
El presidente de la Corte Suprema de Justicia y titular del Consejo de la Magistratura, Horacio Rosatti, mantuvo este martes reuniones de trabajo con magistrados de la Cámara Federal de Casación Penal y de la Cámara Federal en lo Penal Económico, en el marco de la próxima implementación del sistema acusatorio en los tribunales federales de la Ciudad de Buenos Aires.
Durante el encuentro celebrado en la sala de acuerdos de la Casación, ubicada en Comodoro Py, Rosatti reiteró la importancia de los plenarios del tribunal penal, repasó temas de agenda judicial y abordó la situación edilicia del histórico edificio. En ese contexto, se analizaron aspectos operativos ante la decisión del Ministerio de Justicia de poner en marcha el sistema acusatorio desde el 11 de agosto.
Dado que ahora la Corte está integrada por tres miembros es posible que deba buscar conjueces para futuros fallos divididos.
Rosatti fue recibido por el presidente del tribunal, Daniel Petrone, junto al vicepresidente primero Diego Barroetaveña y el segundo Guillermo Yacobucci. También participaron los jueces Alejandro Slokar, Angela Ledesma, Juan Carlos Gemignani, Mariano Borinsky, Gustavo Hornos y Javier Carbajo.
Más tarde, el titular de la Corte se trasladó a la sede de la Cámara Federal en lo Penal Económico, en la avenida Inmigrantes, donde dialogó con los jueces Carolina Robiglio y Roberto Hornos —únicos magistrados titulares en funciones del tribunal— además de otros jueces de primera instancia, para interiorizarse sobre la situación de ese fuero.
En paralelo a los encuentros, un equipo técnico del Consejo de la Magistratura recorrió diversas áreas del edificio de Retiro para evaluar posibles obras necesarias que permitan adaptar las salas de audiencias y oficinas a las exigencias del nuevo código procesal. La comitiva estuvo integrada por el administrador general Alexis Varady, los arquitectos Juan Ignacio Campi y Silvina Montoya, el director de Tecnología Hernán Rondinella y el secretario letrado de la Presidencia Matías Posdeley.
Además, desde el Consejo destacaron que continúan con las tareas de mantenimiento en edificios judiciales de todo el país. Recientemente concluyeron las reparaciones en las terrazas del Juzgado Federal N° 3 de Mar del Plata, y avanzan en la restauración de fachadas interiores del edificio de los Juzgados Comerciales de Callao 635, con una inversión de más de $125 millones y un plazo de obra de 120 días hábiles.
En los últimos días, la Corte Suprema de Justicia de la Nación desestimó un recurso de queja presentado por la defensa del médico Aníbal Lotocki, en el marco de la causa en la que fue condenado por lesiones graves reiteradas y estafa. También rechazó un intento del ex titular de la AFIP Ricardo Echegaray para revertir su condena por el caso Oil Combustibles
Estos fueron de los primeros fallos con la Corte integrada por tres miembros, después del breve tiempo en que tuvo cuatro, por la jura del recientemente renunciado Manuel García-Mansilla. Como hubo acuerdo entre los tres, no fue necesario que el tribunal convocara a conjueces.
Según pudo saber elDiarioAR, la Corte, con esta integración, por ahora no tiene previsto abocarse al tratamiento y pronunciarse sobre casos de más grueso calibre político, como el recurso de queja de Cristina Fernández de Kirchner por la causa Vialidad, por la que está condenada.
Con información de la agencia NA
Hubo un amplio respaldo opositor. De concretarse la suspensión, los bonaerenses votarán el 7 de septiembre para cargos legislativos, provinciales y municipales, y el 26 de octubre para los comicios nacionales,
El Senado de la provincia de Buenos Aires aprobó por amplia mayoría la suspensión de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). La iniciativa, impulsada por el oficialismo provincial y respaldada por los principales bloques opositores, fue avalada con más de dos tercios de los votos y ahora deberá ser refrendada por la Cámara de Diputados, algo que se descuenta porque hay un consenso generalizado al respecto.
De concretarse la suspensión, los bonaerenses votarán el 7 de septiembre para cargos legislativos, provinciales y municipales, y el 26 de octubre para los comicios nacionales, en línea con la decisión del gobernador Axel Kicillof, quien había defendido esta propuesta el pasado 5 de marzo durante la Asamblea Legislativa y la ratificó la semana pasada, contra la pretensión de Cristina Fernández de Kirchner, que mandó a sus voceros a presionar al mandatario, con quien está enfrentada, a avisarle que si no hacía coincidir las fechas de ambos comicios ella podría ser candidata a legisladora provincial. Una amenaza ante cualquier movimiento que realice Kicillof en el marco de su propio proyecto político.
El respaldo opositor a la medida se sustentó en el argumento de la reducción del gasto público, al evitar los costos asociados a una jornada electoral adicional. Desde el kirchnerismo, la senadora Teresa García fue la voz que explicó la posición del sector: aunque cuestionó el desdoblamiento y defendió la idea de elecciones concurrentes, reconoció la “inteligencia política” de Fernández de Kirchner al ordenar el acompañamiento del proyecto del Ejecutivo provincial.
“El presidente Javier Milei desordenó el esquema electoral”, lanzó García durante su intervención en la sesión. En su crítica, señaló que la ruptura de la simultaneidad entre elecciones nacionales y provinciales generó incertidumbre y que, en este contexto de crisis, lo mejor habría sido “una única elección que concentrara los esfuerzos económicos y políticos”.
El argumento de Kicillof para decidir que la votación de cargos locales se haga un mes y medio antes que las nacionales es exactamente al revés: que si se votara el mismo día sería un proceso caótico, ya que los electores deberán elegir con boleta única los cargos nacionales y con la boleta partidaria (la de siempre), los provinciales y municipales. De todos modos, Teresa García aclaró que la prioridad es evitar más debates estériles frente a una ciudadanía golpeada por la situación económica.
Los libertarios también dieron su aval al proyecto y tiene lógica: en el ámbito nacional, el gobierno de Javier Milei impulsó directamente la eliminación de la PASO del Código Nacional Electoral. Al final esa pretensión de máxima no prosperó y en el Congreso la mayoría coincidió en una salida intermedia, es decir la suspensión por este año electoral.
La aprobación fue posible gracias al quórum alcanzado con la presencia de 44 legisladores en el recinto y dos conectados de manera virtual. En paralelo, Fernández de Kirchner se pronunció públicamente y confirmó el retiro de su proyecto de elecciones concurrentes, el mecanismo que buscaba combinar el ahorro económico con una elección unificada en todo el territorio nacional y provincial. En un extenso mensaje en X, la expresidenta explicó su desacuerdo con el desdoblamiento, pero instruyó a sus legisladores a acompañar la propuesta del gobernador: “No más estas discusiones cuando a la gente le están pasando otras cosas”, escribió, en el afán de marcar el cierre de una disputa interna, que en rigor de verdad continúa, aún sin señales de que ambos bandos, el kirchnerismo y el axelismo, acuerden una oferta electoral de unidad.
JJD