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"Hay que pasar el invierno", pedía Álvaro Alsogaray, líder del liberalismo argentino cuando asumió como ministro de Economía en 1959, anunció un plan de ajuste y culpó a la herencia acumulada en más de diez años. En los 80, como candidato a presidente, prometía una "Argentina pujante y liberal", como Javier Milei en la última campaña. Pero en este caso habrá que pasar el verano, si es que su receta tiene éxito. El economista que presidirá el país dentro de ocho días admitió que en los primeros meses de su gobierno habrá una inflación más alta. Hasta noviembre era del 161%, según calcula C&T Asesores Económicos. Cualquier plan de estabilización de precios necesariamente tienen que pasar por un salto semejante previo a la desinflación posterior, pero 34 de los 46 programas similares aplicados en Latinoamérica entre 1970 y 2020 fracasaron tarde o temprano, según un informe de la consultora Equilibra. Es decir, puede fallar o puede que Milei cumpla su promesa de que tras el verano caliente a mediados o fines de 2025 ya haya baja inflación, como no ha habido en la Argentina desde 2004.
El presidente electo habla de "estanflación", es decir, la combinación de estancamiento económico y alta inflación, pero este tipo de fenómeno ya lo vivió la Argentina en 2012, 2014, 2016, 2018, 2019, 2020 y lo está experimentando en 2023. La novedad es que ahora el índice de precios al consumidor (IPC) subirá aún más porque hay precios de la economía que están atrasados: el dólar oficial, lo que impacta en alimentos, energía y bienes y servicios importados; las tarifas de luz, gas y agua potable para las clases media y baja; los boletos de colectivo y tren; la nafta y el gasoil; los Precios Justos que abarcan toda la oferta de las cadenas de supermercados y las cuotas de la medicina prepaga. Habrá que ver cuánto sube la moneda norteamericana en el mercado oficial, si convocan de inmediato a audiencias públicas para elevar las tarifas en forma escalonada o si postergan o no el encarecimiento del transporte público, dado que son medidas que pegan sobre todo a los pobres y los de ingresos medios, sean del 55% que votó a Milei o no.
Se prevé una pérdida de poder compra y se espera que el futuro secretario de Desarrollo Social, Pablo de la Torre, se dedique a contener a los más afectados. La pobreza ya afecta al 40% de los argentinos. Subirá. Esperemos que no supere el 57% de la crisis de 2002. Milei le echará la culpa a la herencia recibida de Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa. No se habla, en cambio, de reapertura de paritarias sino que los expertos prevén que sólo en un mediano plazo comiencen a bajar la inflación, la inversión se recupere, la economía rebote y los salarios también.
Pero primero habrá más contracción económica de la que ya hay: en los primeros nueve meses del año el PBI se contrajo 1,5%, sobre todo por la influencia de una sequía histórica agravada por un cambio climático que el futuro jefe de Estado niega. Pues la economía caerá más. Porque con el alza de precios, el poder de compra se reducirá todavía más de lo que ya viene castigado en los gobiernos de Mauricio Macri y Fernández. Con un mejor tipo de cambio, la exportación no se recuperará de un día para el otro, pero quizás sí en abril si se confirma que la cosecha gruesa, la de soja y maíz, se recupera del bajón de 2023. De ser así, la cuenta corriente de la Argentina pasará de un déficit de US$7.000 millones este año a 10.000 millones en 2024, según calcula un integrante de la Academia Nacional de Ciencias Económicas que prefiere el anonimato.
Fernando Morra, ex viceministro de Economía de Fernández, número dos de Martín Guzmán, observa que el futuro inmediato dependerá del "tipo de plan económico" que finalmente anuncien Milei y su jefe del Palacio de Hacienda, Luis Caputo. "El primer indicio es que no unificará tipo de cambio, pero habrá una simplificación de los múltiples tipos de cambio, quizá un desdoblamiento con un dólar comercial y otro financiero. Pero parece que habrá un dólar oficial más caro —en la actualidad está a $376—. Si es así, habrá más inflación porque impacta en el pan, el aceite, la harina. Una vez que definiste el tipo de cambio, se te licúan las tarifas de energía, que tenés que subir para que no te aumente el déficit fiscal. Ya después de las elecciones muchos remarcaron y el Gobierno ya convalidó un dólar exportador a $600. Por eso, el traslado a precios de la devaluación será un poco más bajo esta vez, comparado con la de agosto pasado."
"El nuevo gobierno debe evitar una devaluación al estilo (Sergio) Massa, porque entonces subiste el dólar oficial, pero siguió amplia la brecha con el paralelo, que subió también. Esta vez no habrá Plan Platita para compensar la devaluación", analiza Morra. "¿Por qué Milei y Marra están apurados por arreglar las Leliq (Letras de Liquidez)?", se refiere a la deuda del Banco Central con los bancos, que a su vez le prestan con plata de los depositantes de plazos fijos. "Porque temen que ante cualquier devaluación esos pesos se vayan al dólar paralelo. Ellos quieren devaluar y que la brecha caiga. Por eso, Milei eligió como ministro no a un macroeconomista sino a un tipo financiero que puede conseguirle dólares en el exterior para contener la presión sobre el dólar. Pero para obtener deuda financiera se necesita la aprobación del Congreso".
No es lo único que requiere del Parlamento. También lo necesita para aprobar el presupuesto 2024 y la privatización de empresas estatales, entre otras medidas. Para lograr su aprobación, al líder de La Libertad Avanza no le alcanzará sólo con el PRO: requerirá de la Unión Cívica Radical (UCR) y de los partidos provinciales.
"La devaluación y la inflación mayor te bajarán el salario y te subirán la pobreza", advierte Morra. "No veo que vayas a tener bonos para jubilados. ¿Pero será un ajuste donde vas a dejar a millones sin red de contención? Cuánta inflación habrá depende de si la devaluación se traslada o no a la brecha. Si devaluás y la brecha cae, podés ir hacia la convergencia de los tipos de cambio. Para que caiga la brecha, necesitás un plan de ajuste y contener la liquidez de las Leliq. Pero, como dice (Tomás) Rebord, hay una máxima confusión: un día dicen que sacan la Secretaría de Comercio y otro, la ponen. La actividad económica se va a caer, pero se va a maquillar por la cosecha próxima, que te va a dar un colchón", analiza el ex viceministro. En realidad, lo que dijo Milei era que Comercio "no va a existir más en el sentido que le dieron históricamente los gobiernos", es decir, para los controles de precios, que hasta Macri sostuvo dentro del programa Precios Cuidados.
El desorden se pone de manifiesto con un presidente que fue elegido con la promesa de dolarizar y eliminar el Banco Central, donde iba a colocar a Emilio Ocampo, pero a los cuatro días de la consagración en las urnas esas dos ideas quedaron relegadas y su ideólogo también. Surgió otro candidato para el Central, Demian Reidel, pero tampoco quiso agarrar. Ni uno ni otro aceptaron someterse a los designios de un Caputo con más experiencia en la política monetaria y financiera que en la fiscal. Aquellos dos no fueron los únicos economistas que declinaron la invitación a formar parte del equipo libertario, del nuevo intento por aplicar la receta neoliberal, como con la última dictadura (1976-1983), el gobierno de Carlos Menem (1989-1999) y el de Macri.
Uno de los sondeados para sumarse advierte que "Milei llega con un programa y un equipo muy improvisados". "La dificultad para nombrar equipos revela dudas del programa. Al principio parecía todo muy estructurado sobre la dolarización, lo que era un error y era imposible de hacer sin dólares. Fue una señal razonable que retrocediera con ese objetivo y por eso se fue Ocampo. Finalmente se consolidó con Toto (por Caputo), que no tiene un perfil fiscalista. Primero habló con los bancos, se centró en lo monetario, lo cambiario, en resolver las Leliq, pero lo primero es lo fiscal", observa el economista que prefiere el anonimato. Pero el futuro ministro sí les dijo a los banqueros: "La totalidad de nuestro programa está basado en el equilibrio fiscal. La prioridad es establecer un ancla fiscal fuerte". También les prometió cortar al inicio el gasto en 2% del PBI, aunque necesita podar 5% en el primer año.
"Una cosa es decir que quiere equilibrio fiscal y otra hacerlo de inmediato, es imposible", advierte el experto consultado. "Primero debés tener un programa fiscal y segundo, tener estrategia judicial para evitar amparos y estrategia parlamentaria para que te lo aprueben pese a no tener legisladores ni gobernadores. Eso es difícil de conseguir, por eso siempre tenemos déficit. Para bajarlo, tenés que aumentar tarifas, al menos a la clase media, a la que pedirle otro esfuerzo importante le puede pegar en el humor social; frenar giros a provincias, obras públicas, empresas estatales. Tampoco vas a ir a un modelo a la chilena porque es impracticable sin crédito. Primero, definir lo fiscal, después buscar plata para pagar las obligaciones del Tesoro en los primeros meses. Es de esperar que en el Congreso haya una actitud constructiva, pero la privatización de las acciones de empresas de FGS (Fondo de Garantía de Sostenibilidad, como las del Banco Macro o Telecom) YPF y las demás empresas del Estado, el cambio de la fórmula previsional o una ley de emergencia que ceda facultades extraordinarias al Ejecutivo serán difíciles de aprobar."
"Mientras hay indefiniciones, meten gente en las secretarías de Agricultura y Energía o la Anses (Administración Nacional de la Seguridad Social, pero todo debe estar coordinado, no podés bajar retenciones o subir tarifas por tu cuenta", continúa analizando el experto que prefirió no sumarse. "El programa económico es un mecanismo de relojería donde si hay una falla, estás en problemas. Tenés que corregir los precios relativos, no podes seguir con este esquema cambiario, las tarifas, los precios de los combustibles.Todos los precios se van a ir para arriba. No se da lo que decía Federico Sturzenegger en 2016 (cuando el ahora ministeriable era presidente del Banco Central) de que si sube un precio, otro tiene que bajar. Eso no pasa. Hay que ver si hay un ancla monetaria —Caputo sí la prometió, al igual que otra fiscal—", sostuvo.
Agregó que “en el primer trimestre del gobierno inevitablemente va a haber inflación más alta” y que “la evolución del dólar paralelo dependerá de la construcción del programa”.
“Está alto ($955 el blue, $907 el MEP y $927 el contado con liquidación) pero puede subir más, depende del desequilibrio, de si hay mucho pesos, de la demanda de pesos, de si hay confianza en que funcionará el plan fiscal. Si hay espasmos, el dólar irá para arriba. El éxito de una devaluación pasa por que haya un contexto recesivo, donde los salarios van a perder, va a haber más pobreza, es inevitable pasar por eso. Si a Milei le va bien y se consolida la idea de un programa pro mercado, hay mucha gente en la Argentina con dólares afuera que empezará a gastar y hay activos a precios muy bajos en los que invertir. Pero si eso no sucede, porque todos se quedan wait and see (esperar y ver) porque ven marchas atrás, fallidos, es menos probable que repuntes”, sostuvo.
El académico citado al inicio comparte una visión similar. "No veo uñas de guitarrero a Caputo, no sabe de planes de estabilización. Hay cosas obvias que debe hacer. Un ajuste fiscal pero pata eso hay que tener una muñeca política tremenda. Para bajar el gasto 5% del PBI, no podés tocar sólo al Estado nacional, que es el 22%. Tenés que hablar con las provincias, que gastan el 16%. Pero Milei dice que va a ir despacio para cuidar a los pobres, entonces no va a poder cortar 5 puntos. Tampoco les puede endilgar los planes sociales a las provincias, menos cuando él les quitó coparticipación al votar (como diputado) la baja del impuesto a las ganancias. Tiene una a favor, que el FMI (Fondo Monetario Internacional) te aprieta pero no te ahoga como en los 80 y los 90, y podrías negociarle guita hasta que empiece la cosecha. El tema es que metieron la pata porque se la pasaron hablando de las Leliq e hicieron doble el problema, logrando que los bancos se pasaran de Leliq a pases (deuda de cortísimo plazo), no le creyeron nada a Caputo".
"O bajan la inflación o gobiernan seis meses", advierte el académico. "Para bajar la inflación deben eliminar el déficit y dejar de emitir. Si se acaba eso, entonces las Leliq dejan de ser un problema porque la demanda de dinero se te expanda y los bancos tendrán más capacidad prestable al sector privado, en lugar de prestarle al Central. Pero hay que ver si hay gente que te presta para mostrar que tenés guita hasta la cosecha, ver cómo hacés digerible el ajuste en la política. No soy pesimista, pero Milei tiene poco margen. En los próximos dos años los salarios argentinos tienen que subir 30% si estabilizás el dólar y la inflación porque los empresarios van a poder vender más. Milei no debería hablar de estanflación sino dar un horizonte. Se vienen seis meses horribles pero hay futuro. El mundo en conflicto es bueno para la Argentina por los precios de las commodities (materias primas)", finaliza el integrante de la academia. Según su visión, hay que pasar el verano y el otoño también.
AR/JJD
En la sala de espera son tres. El número desentona en ese lugar de colores neutros y cuadros de tulipanes en donde solo se ven parejas esperando a ser atendidas por el obstetra. María se toca la panza de casi treinta siete semanas y dice que se siente “pesada”. A su lado están Paula y Borja, le dan ánimo. “Ya falta poquito, son las últimas semanas”, le dice Paula y le alcanza un vaso de agua que saca del dispenser ubicado a su lado. La pareja llegó hace dos días a la Argentina para presenciar el parto de su primera hija, a quien lleva María en la panza. Tras pasar por varios intentos de embarazo, los médicos encontraron que Paula tenía un problema en el útero que no le permite gestar, y luego de pensarlo mucho ambos decidieron que sea otra mujer la que lo haga por ella. Por medio de una agencia llegaron a una clínica de fertilidad en Buenos Aires en donde les presentaron a María y desde entonces mantuvieron comunicaciones periódicas. En persona sólo se vieron dos veces.
“En España la gestación subrogada es una práctica ilegal. Decidimos venir a hacerla en Buenos Aires porque una vez que nazca la bebe podemos anotarla fácilmente como nuestra y volvernos en pocas semanas a España con la partida que diga que somos los padres”, explica Borja a elDiarioAR.
El “turismo reproductivo” en nuestro país, en particular a la Ciudad de Buenos Aires, se encuentra en ascenso en los últimos años. Son cada vez más las agencias internacionales que ofrecen a la capital como un destino “amigable” para quienes buscan ser padres a través de la técnica de gestación por sustitución. No solo viajan parejas de España, sino que también de Francia, Portugal, Italia y Alemania, en donde esa práctica está prohibida. También de países de Latinoamérica como Chile, Perú o Ecuador, cuyos habitantes se ven favorecidos por el cambio u optan por la buena calidad de las clínicas de fertilidad argentinas, líderes en la región.
Entre 2018 y 2021 hubo un total de 36 inscripciones de niños gestados por subrogación de vientre en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se desconoce el número oficial de los bebés anotados el año pasado y en lo que va este año. Las estimaciones particulares muestran un fuerte incremento. Un documento que reúne información sobre la gestación por sustitución en el país, elaborado por el estudio de abogacía Nuñez Martinez, que asesora a agencias y personas sobre el tema, asegura que en 2022, hasta el mes de agosto, se inscribieron en la Ciudad 49 nacimientos. Los registros incrementaron un 26 por ciento respecto al año anterior y serían cerca de 6 por mes. No solo se trata de niños con padres extranjeros, sino que también locales.
“Todo lo que no está prohibido, está permitido”. Este principio de legalidad acuñado por el jurista Hans Kelsen y contemplado en el artículo 19 de la Constitución Nacional ("Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe"), se aplica al caso de la gestación por sustitución en Argentina. La práctica no está prohibida, por tanto, está permitida y se lleva a cabo. El problema es que no está regulada, no existe ley alguna que lo haga.
En la reforma del Código Civil y Comercial de la Nación de 2015 se reconoció una nueva fuente de filiación o parentesco ligada a las Técnicas de Reproducción Humana Asistida que incluye a la “voluntad procreacional”, la decisión de llevar a cabo el proyecto de paternidad o maternidad. Sin embargo, la gestación continúa teniendo un lugar central. En el artículo 562 se establece que los niños nacidos por dichas técnicas “son hijos de quien dio a luz y de quién prestó el consentimiento previo libre e informado (voluntad procreacional)”. Se sostiene entonces el principio del derecho romano “madre cierta es”, es decir, que la maternidad le sigue al parto o madre es quien pare.
Según explicó a este medio Natalia de la Torre, abogada especialista en TRHA e investigadora en la materia, “la figura de la gestación por sustitución pone en crisis al Código Civil y Comercial, hace que entre en tensión porque involucra la gestación de un tercero. Si, por ejemplo, yo nací sin útero, hago un acuerdo en el que decido que mi hermana geste para mí y expreso mi voluntad procreacional, si me atengo a lo que dice la ley el niño que nazca puede ser considerado hijo de mi hermana porque ella lo daría a luz, incluso aunque cuente con mi material genético”.
Ésta tensión legal hace que varias parejas que optan por la subrogación acudan a la justicia. Algunas lo hacen con el hecho consumado -cuando el embarazo está en curso o el niño ya nació- y otras antes de realizar el tratamiento. Piden que se anote a los niños nacidos por vientre subrogado como hijos de quienes tienen la “voluntad procreacional” y no de quien los llevó en el vientre.
Desde el 2010 hay en el país 77 casos que han pasado por la justicia y 86 sentencias, la mayoría que avalaron la maternidad/paternidad a través de la gestación por sustitución. Solo cuatro familias aún no tienen una respuesta definitiva de la justicia. Los cuatro casos tienen en común que la filiación de los niños nacidos fueron solicitadas por parejas de hombres y en el ámbito de la justicia nacional de familia, en la Ciudad de Buenos Aires. Se encuentran a la espera de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación tome una decisión.
“Elegimos Buenos Aires porque es una ciudad 'surrogacy friendly'. En un principio íbamos a viajar a Canadá para hacer la gestación, pero teníamos que pagar más y además encontramos que aquí el proceso de inscripción es mucho más fácil para los extranjeros. Solo debemos presentar los consentimientos firmados por los tres en el registro civil, previamente protocolizados, y en pocos días nos entregan la partida de nacimiento”, explicó Paula.
La Ciudad de Buenos Aires es el único territorio del país en donde las subrogaciones hoy no se judicializan. En 2017 la Sala I de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso, Administrativo y Tributario porteña hizo lugar a una medida cautelar en el marco de un amparo colectivo presentado por el Defensor del Pueblo de la Ciudad, la Federación Argentina LGBT (F.A.L.G.B.T) y una pareja, cuyas siglas son D.R. y G.S. Se ordenó al registro civil porteño a que inscriba “provisoriamente” a los nacidos por Técnicas de Reproducción Humana Asistida (TRHA) de alta complejidad realizadas a través de la gestación por sustitución, “conforme el consentimiento previo, libre e informado expresado con voluntad procreacional, sin emplazar como progenitora a la persona gestante que expresamente manifestó de manera fehaciente no tener voluntad procreacional”.
El Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas de la Ciudad sacó ese mismo año la disposición 93, que luego fue reformada por las disposiciones 103 y 122, esta última que continúa hoy vigente. Todas habilitan las inscripciones “provisorias” de los nacidos por gestación por sustitución sin necesidad de una autorización judicial. Si bien las dos primeras aclaraban que el tratamiento debía realizarse en el país, la última (de 2020) no lo especifica y amplía la posibilidad de inscribir en la Ciudad a los niños gestados por subrogación en otros países que nazcan en el territorio porteño.
Mariano Cordeiro, quien firmó las primeras disposiciones por que era entonces el Director General del Registro Civil de la Ciudad, explicó: “El establecimiento de un nuevo Código Civil y Comercial dejó anacrónicos los reglamentos del Registro Civil. Había una enorme cantidad de situaciones de hecho que quedaban sin una cobertura normativa. La subrogación de vientres era una de éstas. Con la cautelar la forma de registrar a los nacidos cambió, seguimos los lineamientos de la justicia y comenzamos a inscribir en términos provisorios”.
El cambio que hubo en la registración de los nacidos por subrogación en la Ciudad a partir de 2017 hizo que aumenten exponencialmente las inscripciones en ese territorio. De la Torre aseguró que “a partir de esta cautelar y las disposiciones que le sucedieron algunos centros de fertilidad empiezan a ofrecer programas en los que detallan la facilidad de registro que tiene CABA, ya que no hay que hacer ningún control en instancia judicial”.
Además, muchas parejas que residen en las provincias optan por viajar a la capital a hacer el proceso de subrogación. Según reveló de la Torre en todo 2023 sólo se iniciaron dos procesos judiciales en todo el país para obtener la autorización de iniciar un proceso de subrogación de vientres. “Cada vez se presentan menos casos de autorizaciones o de pedidos de reconocimiento en la justicia y eso no quiere decir que no se hacen gestaciones, sino que están viniendo a CABA a hacer estos procedimientos”, dijo la letrada.
Pero se calcula que las parejas que vienen del exterior son más. La abogada Marisa Herrera, especialista en derechos de familia y quien participó en la redacción del nuevo Código Civil, señaló que la Ciudad de Buenos Aires se fue transformando en los últimos años en un destino de turismo reproductivo. “Empezamos a advertir que cada vez se promociona más al país por ser un lugar en donde la subrogación de vientres no está regulada, su figura no está contemplada en el Código Civil”, afirmó y reveló que el número de niños que se anotaron de manera provisoria en el Registro Civil de CABA desde 2017 casi triplicó los 77 casos que hasta ahora se judicializaron en todo el país.
De la Torre acotó: “Están viniendo empresas de afuera a colocar filiales en Argentina. Hay en internet una gran cantidad de páginas de agencias que ofrecen a extranjeros venir a realizar la gestación a la Argentina porque la inscripción es más fácil”.
El paquete que contrataron Paula y Borja a la agencia española de gestación subrogada incluye: los gastos de una Fecundación In Vitro (FIV) con óvulos de una donante, las transferencias de embriones, intentos ilimitados hasta “nacimiento del bebé”, compensación de la donante y la gestante, asesoramiento legal y la firma del contrato con la gestante ante un escribano. Además, cubre el parto del bebé en un hospital privado y la consulta con un pediatra a la salida de la clínica. Si bien no estaban contemplados ni los aéreos, ni la estadía en Buenos Aires, la empresa les ofrece organizar “servicios turísticos para hacer más amena y relajada la estadía” en el país mientras esperan el nacimiento de su hija. Los precios arrancan en los 57.000 euros y pueden llegar hasta los 75.000.
La mayoría de las agencias locales y extranjeras brindan los servicios de asesoramiento legal, la búsqueda de la gestante e incluyen el tratamiento de reproducción asistida con óvulos propios o de donante por debajo de los costos que se encuentran en los países donde la opción de subrogar es legal. Inclusive garantizan que los padres no tengan que viajar hasta el momento del parto e incluyen un servicio para que envíen las muestras de semen para hacer la fertilización. Muchas agencias tienen un convenio previo con alguna clínica de fertilidad de la Ciudad con la que trabajan de forma exclusiva, unas pocas le dan la posibilidad a la pareja a que busque la clínica que más le guste.
Herrera alertó que “se está empezando a generar un negocio que involucra una posible explotación de las mujeres en situaciones de vulnerabilidad debido al nulo control Estatal”. Mientras que en algunos países, como Uruguay o Brasil, la legislación obliga que la gestante sea familiar directa de alguno de los padres para que se trate de una acción altruista -inclusive aclaran sus leyes que no pueden recibir dinero a cambio-, quienes siguen el tema advierten que la falta de control en Argentina puede generar un comercio de los cuerpos de las gestantes.
“En aquellos casos que pasan por la justicia se evalúa la motivación de la gestante para hacer el procedimiento. Hace poco en Córdoba una jueza rechazó un pedido de autorización judicial por considerar que no estaban dadas las condiciones para hacer el procedimiento porque había una gran asimetría económica, de conocimiento, de herramientas, entre quien se presentaba para gestar y un matrimonio con voluntad procreacional. Puede haber muchos casos similares en la Ciudad que desconocemos porque no pasan por la justicia”, señaló de la Torre.
María (quien prefirió no revelar su verdadero nombre) contó a este medio que el dinero que recibe mensualmente por gestar para Paula y Borja la ayuda a mantener a sus tres hijos que viven en Corrientes con la abuela, pero aseguró que no es el principal motivo por el que lo hace. “Llegué a la clínica por una señora con la que trabajaba. Ella había tenido muchos problemas para tener hijos. Yo trabajaba en su casa y vi cómo sufrió. Cuando me enteré que podía ayudar a alguien más dije ¿por qué no?. Hoy estoy feliz de llevar a la bebé de ellos”, dijo. Sin embargo, aseguró que su familia no sabe que está embarazada: “No le dije a mis nenes porque no va a ser su hermanita. Solo saben que estoy bien y trabajo para una pareja de extranjeros”.
“La discusión más grande sobre la subrogación de vientre tiene que ver con las condiciones en que la gestante presta el consentimiento. Es importante evaluar si hay una asimetría que está impactando en esa decisión o no. El gran temor es que mujeres pobres terminen gestando para personas que tienen un mejor poder adquisitivo, por necesidad económica. Por esto es necesario una regulación”, opinó de la torre.
En Argentina existe un antecedente normativo de la gestación por sustitución que quedó trunco. La figura fue incluida en el anteproyecto que presentó la comisión redactora del Código Civil y Comercial de la Nación en 2015. Allí se plantearon los requisitos para llevarla a cabo. Entre éstos estaban: que alguno de los progenitores tuviera una imposibilidad de concebir, que al menos uno de ellos aportará sus gametos (óvulos y/o esperma), que la gestante no aportara su material genético, que ésta hubiera dado a luz a al menos a un hijo propio y que no recibiera retribución a cambio. Planteaba, además, que hubiera un consentimiento previo, informado y libre de todas las partes intervinientes y una autorización judicial previa a la transferencia embrionaria. Sin embargo, por encerrar “dilemas éticos y jurídicos de gran envergadura” que ameritaban “un debate más profundo”, la gestación por sustitución fue descartada del proyecto del Código que se votó en el Congreso.
Después del 2015 se presentaron 19 proyectos de ley en el Congreso que buscaban regular la subrogación de vientres. Hoy solo tres tienen estado parlamentario, que finaliza con el cambio de año. Dos de ellos -uno presentado por la diputada cordobesa del Frente de Todos Gabriela Estévez y otro por la senadora de la misma fuerza, Anabel Fernández Sagasti- siguen el modelo de judicialización y los requisitos planteados en el anteproyecto del Código. Un tercer proyecto, introducido en Diputados por el mendocino de la UCR, Julio Cobos, tiene como novedad la propuesta de la confección de un “Registro Nacional de Gestantes por Sustitución”.
Herrera -que participó en la redacción de los proyectos de las legisladoras oficialistas- se mostró disconforme con la iniciativa de Cobos porque “se basa un acuerdo entre privados que depende de la oferta y la demanda” y alertó que realizar un registro puede transformarse en “un sistema de reclutamiento de mujeres gestantes”.
Todos los proyectos exigen que las personas solicitantes tengan al menos cinco años de residencia en el país, para evitar el arribo de extranjeros que tengan como único fin la gestación por sustitución.
En caso de que los proyectos se presenten nuevamente el año que viene, un cambio de gobierno y la nueva composición del Congreso, en que los libertarios amplían la cantidad de representantes, podría dificultar su debate. Herrera explicó: “Si bien las votaciones de estos temas de familia tienen que ver con el perfil de cada senador y cada diputado, que haya un gobierno que apoye el debate siempre ayuda. Por lo general estos siempre se dan en el marco de un gobierno progresista”.
LG/MG
¿Por qué se llama Black Friday al día en que los usuarios pueden comprar con descuentos? ¿Es un día negro para los vendedores que tienen que rebajar sus mercancías? ¿O es un día negro para los usuarios que descubren que son una mercancía y que hay una descarga libidinal en el hecho de salir a comprar porque es más barato? ¿Es más barato? Una costumbre que viene del imperio, ya que en Estados Unidos se hace después del día de Acción de gracias. También se está tratando de importar la Noche de Brujas. Pero en la Noche de Brujas participan los niños, esos seres que pueden ser insufribles –el niño trofeo (el que exhiben sus padres), el niño o la niña que sólo habla con los padres y no te saluda, el niño que hace la que se le canta y llora sin parar si no le das lo que quiere o la corriente del niño.
Me río pensando en lo que hubiera escrito Adorno sobre el Black Friday. Adorno era un aguafiestas letal. Bajo Adorno la vida se torna casi imposible. Cuando querés pasar tu valija por el escáner del aeropuerto adorniano, él va a encontrar hasta el más minúsculo pelo de la mala conciencia burguesa. Benjamin es más amable, tiene en su escape místico algo liberador. Pienso en los escritos que les dedicó a los niños. Para Benjamin los niños, a través de sus juguetes, se sienten atraídos por objetos que no tienen valor ni propósitos evidentes. Y suelen jugar con ellos de manera antijeráquica, es decir, ellos le ponen las jerarquías que quieren. En los niños encontraba Benjamin una potencia, un excedente revolucionario. Los niños pueden jugar incluso a riesgo de morirse. El revolucionario también. La vida es puesta en juego siempre. Pienso en Nietzsche –otro adicto al fragmento como Benjamin– que decía que había que vivir con la potencia con la que juegan los niños, como si fuera en serio.
Para Benjamin el juego de los niños tiene mayor relación con los textos sagrados que con el habla corriente de los adultos. Tanto para el revolucionario como para los niños, no hay ruptura entre acción y percepción. Por eso pensaba que había que rescatar la conciencia infantil que anida en nosotros, esa redención es crucial. Cuando ordenamos el cuarto del niño, cuando no lo dejamos que se aburra –ahí ordenamos su tiempo– lo que hacemos es prepararlo para el capitalismo salvaje. De hecho, la piñata al final de los estereotipados cumpleaños infantiles es un ejercicio anticipatorio de lo que va a ser la vida adulta: todos contra todos por un puñado de caramelos.
“Si están sanos y se siente bien –escribe Walter Benjamin– todos los niños son auténticos monstruos de creatividad, despedazando, rompiendo construyendo. Siempre haciendo algo! Podría decirse que sólo son conscientes de todas las cosas que los rodean si pueden actuar sobre ellas. La acción, de hecho, lo es todo. En la escuela, estas aptitudes son barridas por la socialización, hay que responder lo que se te explicó, mirar sin tocar. Por eso creo que los fumadores –que necesitan el placer táctil del paquete de cigarrillos– son niños, inhalando y sacando humo, una forma de mostrar que existimos mientras pensamos: ahí hay humo, alguien está vivo, algo pasó.
Para Benjamin era indispensable organizar el pesimismo, para que éste se volviera potencia. Le parecía que estaba bien el sistema analítico de Kant, siempre y cuando incluyera también el estudio de la borra del café. Como cosificación del deseo, las mercancías en vez de satisfacer sueños, los producen: la gente cuando entra al shopping satisface deseos que no sabía que tenía. Benjamin era un visitador de anticuarios. Le gustaban los objetos, ver qué cosa del pasado o que estaba en desuso, se enhebraba en el presente. Guardaba en su casa juguetes, objetos. Como Jarvis Cocker, el frontman de Pulp, un compositor extraordinario que tenía almacenado en un desván muchos objetos que fue acumulando en su vida: diarios, cuadernos, chicles vencidos, remeras, etc. Pop bueno, pop malo es un libro en que el Jarvis abre ese desván y se pone a hacer un inventario de las cosas que se acumularon . Me acuerdo del final de un poema de Borges que nos daban en la secundaria, el Borges para principiantes. Era sobre las cosas: “Durarán más allá de nuestro olvido/ no sabrán nunca que nos hemos ido”.
Hay un libro de ficción que se llama Las cosas que llevaban, es de Tim O'Brien, y narra la guerra de Vietnam a través de los objetos que los soldados llevaban mientras se metían en la jungla, se drogaban o pisaban una mina escondida debajo de un pedazo de césped siniestro. El inventario de Jarvis es más amable. Me encanta sobre todo la parte en que cuenta cómo consiguió su primera guitarra eléctrica. Siendo chico junto a su hermana y su madre se fueron de vacaciones a Ibiza y ahí la madre conoció a Horst, un alemán que daba clases de buceo en el hotel donde paraban. A Jarvis el tipo le cayó mil puntos y le contó su pasión por la música. Cuando terminó el verano, Horst le dijo que iba a ir a visitarlo a Sheffield y que le iba a llevar algo de regalo.
Pero acá, en este Black Friday el verano empezó. Encuentro en unos cajones una servilleta dibujada por mi amigo Pablo Chacón. Pablo vino de La Plata a trabajar y su padre lo mandó con un tipo que le iba a conseguir trabajo. El tipo se llamaba Verga. Pablo me contó que le dijo: “Si usted no me consigue trabajo, no me lo consigue nadie”. Esta servilleta es del bar de una librería donde Juan José Saer presentó junto a Alberto Díaz y Alan Pauls Lo imborrable, una novela que narra la depresión y posterior salida de ella de Tomatis. Ese día hacía un calor infernal. Saer tenía libros en la mano para firmar pero se le escapaban como jabones mojados por la transpiración. Pero lo más increíble fue cuando Alan me lo presentó. Vi que Saer tenía la cara toda transpirada y que cada gota de sudor que la recorría tenia forma de comas.
FC
Un poco por la presencia explícita de Mauricio Macri y exfuncionarios de su gestión en el armado del gabinete de Javier Milei, otro poco por algunas reminiscencias a lo que fue el arranque de su gobierno y la idea del “mejor equipo en cincuenta años” que vino con su cv y conocimiento del sector privado a arreglar las supuestas bestialidades y corruptelas de la política anterior, estos días de transición nos retrotraen al período 2015-2019.
Cuando el ex presidente de Cambiemos fracasó en su intento de reelección y se confirmó el fin de su gobierno, algunos usuarios definieron a Macri como “el mayor proveedor de memes en la historia argentina”, sin tomar en cuenta que, a pesar de los grandes méritos de Mauricio para ser foco de burlas en las redes –que seguiría demostrando desde el llano hasta el día de hoy– su presidencia fue la primera que convivió en su totalidad con el fenómeno reciente de comunidades participativas online que producen humor sobre la coyuntura. La de Macri fue la primera presidencia enteramente memeada.
A los pocos meses del mandato de su sucesor, Alberto Fernández, se confirmaría una regla: el presidente es siempre una figura memeable, especialmente si le toca gobernar en contextos de dificultad y, más especialmente aún, si no hace pie en dicho contexto. Milei ya viene dejando sus propios memes y anunciando adversidades varias, así que es improbable que llegue a ser una excepción a esta regla.
Un repaso por los memes y el humor político digital del gobierno de Macri nos puede ayudar a entender algo de lo que nos traerán estos tiempos que se avecinan.
Arriba: Tweet de ElBuni (libertario) que desacredita con un chiste otro del estratega político Juan Courel sobre el hipotético resultado del balotaje, de realizarse en estos días. Abajo: “Humanos del Macrismo Tardío”, una cuenta que durante la gestión de Macri se burlaba de las expresiones en redes de miembros y partidarios del gobierno de Cambiemos, empleó el mismo recurso para reírse de la consigna #LaDamosVuelta, de cara a la segunda vuelta electoral luego de que Juntos por el Cambio perdiera por un amplio margen las PASO contra Alberto Fernández.
Tomás Rebord en la última emisión de su programa de Nacional Rock, MAGA (Make Argentina Great Again) convoca a memeros de la época macrista a mostrarle a los usuarios más jóvenes (presumiblemente libertarios) los parecidos con la gestión de aquel gobierno, especialmente la del “Messi de las finanzas” Luis “Toto” Caputo, quien será ministro de economía de Milei.
Posiblemente uno de los memes más recordados de la gestión Macri sea el conocido como “Macri tips”, mediante el cual los usuarios ridiculizaron las recomendaciones del entonces presidente de cambiar las luces de bajo consumo por luces led, durante una cadena nacional de junio de 2018 en la que anunció aumento de tarifas y se opuso a la Ley de Emergencia Tarifaria que promovían legisladores del peronismo.
Resurgimiento de los Macri tips en respuesta a un tweet de “Beto” Mendeleiev, que da consejos de finanzas en Twitter y es marcadamente opositor del gobierno saliente (uno de sus hilos fue recomendado por Javier Milei).
En estos últimos días los Macri tips volvieron a raíz de la expectativa de estanflación anunciada por el presidente electo y la perspectiva de meses muy duros económicamente, promovida por voceros y partidarios. Para usuarios y ciudadanos que discuten –en mayor o menor medida– con el argumento de la “herencia recibida” (otra reminiscencia) y buscan visibilizar la responsabilidad del próximo gobierno por sus posibles medidas recesivas, este meme reflota la caracterización de cinismo descarado con la que la ciudadanía respondió críticamente al macrismo en el año de su debacle política y económica, y la traslada al nuevo gobierno.
Foto de Bernardino Ávila en la que se lo ve a Macri dando una limosna con gesto presumiblemente despectivo. Esta imagen devino en un meme que, en este caso, se utilizó para criticar declaraciones recientes de la próxima canciller, Diana Mondino en la que recomienda a las empresas comprarse generadores eléctricos, actitud que recuerda un poco a la de los Macri tips (donde figuras de gobierno se desentienden de sus responsabilidades y le trasladan el problema a la ciudadanía).
Muchos de los mejores memes del macrismo lo representan al ex presidente viviendo en una suerte de realidad paralela, caracterización de su persona como alguien ensimismado, producto de su privilegio económico e insensibilidad social. Esto se complementa con otra reputación de Macri: que no le gusta trabajar, alimentada por su récord vacacional como funcionario público y otras anécdotas que le valieron el divertido apodo de “domador de reposeras”.
Desde ese preconcepto se retomaron algunas imágenes del entonces presidente, que trascendían en los medios o que este compartía en sus redes sociales, como historias de Instagram de una visita que hizo en febrero de 2019 al Centro Nacional de Simulación Clínica, donde realizó simulacros de parto y masajes cardíacos con muñecos. Una de estas imágenes dio lugar a uno de los chistes más populares sobre Macri, donde el mandatario es incapaz de diferenciar un muñeco de una persona real, y una crítica de un piropo.
Pero los memes del macrismo no atacaron solamente a su figura central sino que apuntaron también a sus funcionarios discutiendo la idea de dream team con la que llegaron al poder. Uno de los más conocidos y reutilizados de estos memes es una foto de los entonces presidente y vice del Banco Central, Federico Sturzenegger (que también se rumoreaba dentro del gabinete de Milei) y Luchas Llach, que a principios de 2018 anunciaron una meta de inflación optimista que desentonó drásticamente con la que efectivamente ocurriría ese año, producto de la gran corrida cambiaria que llevó a Macri a tomar deuda con el FMI, condenando a su gobierno a la eventual derrota electoral del año siguiente.
Este último meme ataca uno de los elementos centrales de la narrativa macrista del progreso que es el expertise económico de sus funcionarios, en detrimento del conocimiento y la experiencia políticas que aquel gobierno desestimaba (rasgo similar al que muestra La Libertad Avanza en general y su principal referente, Javier Milei, en particular).
Otros memes memorables sobre la “poca seriedad”, percepción de ridiculez o incompetencia en el staff macrista incluyen el clásico del exministro de Ambiente, Sergio Bergman, disfrazado de planta o a los funcionarios y figuras de gobierno “cuidando a la abeja” durante la Cumbre el G20 en Argentina, chiste de Los Simpson que habla de esconder a los incompetentes y que volvió durante el último tramo de la campaña en relación a las figuras más extravagantes de La Libertad Avanza, como Lilia Lemoine, “El Dipy” y Ramiro Marra.
Finalmente, esta recapitulación de memes del macrismo reflotados en el arranque del gobierno de Milei no estaría completa sin la emblemática foto de la supuesta reprimenda de Macri y María Eugenia Vidal a Esteban Bullrich, por entonces primer candidato a Senador por la Provincia de Buenos Aires contra nada menos que Cristina Fernández de Kirchner. En el contexto de la campaña, durante una nota, Bullrich celebró que en la Provincia de Buenos Aires haya más “pibes presos”, declaración desafortunada que pretendía dar cuenta de la política de seguridad de la gobernadora Vidal. El acontecimiento fue satirizado por usuarios con una foto que (por las posturas corporales de los retratados) se volvió un meme para episodios similares, en los que algún subalterno comete furcios o incontinencias verbales en público y es retado por sus superiores. Por ejemplo, se utilizó en la última campaña para bromear sobre la insistencia temática de Mondino y Milei en el tema “venta de órganos”, supuestamente piantavotos (pero al parecer no, como tampoco lo fueron las declaraciones de Bullrich, que también ganó aquella elección).
El humor en las redes ayuda a interpretar y dar sentido al convulsionado e impredecible escenario político en el marco de una transición hacia lo impensado: un presidente de derecha radicalizada que anunció durante la campaña y con toda claridad un ajuste severo que el electorado convalidó en las urnas. Parte de la ciudadanía vio en estas novedades el retorno de un pasado no muy distante, anunciando que el que viene a hacer las cosas distinto no será otra cosa que “más de lo mismo”. Veremos qué memes nos depara la gestión Milei, y cuánto ayudarán a la conversación sobre su gobierno los reflotados memes del macrismo.
NC/DTC
A días de la asunción del presidente electo, Javier Milei, el ensayista Ariel Pennisi realiza un balance del gobierno saliente y su responsabilidad en la victoria del líder de La Libertad Avanza. "La última soberbia del gobierno del Frente de Todos, y del kirchnerismo en particular, fue creer que iban a ganar esta elección. Con medio país hambreado y la inflación que hay, encima creés que te tienen que votar porque el otro es el cuco", cuestionó el investigador, docente universitario y codirector de Red Editorial. Las nuevas instituciones y el realismo político, entre otros conceptos que abordó en esta entrevista.
‒Todavía estamos impactados por el triunfo de Milei. ¿Por qué más de 14 millones de personas fueron a votarlo en estas presidenciales?
‒Estamos todavía bajo los efectos que podíamos prever de alguna manera, pero no queríamos creer que esto podía pasar. Recuerdo que Jorge Asís dijo que si Sergio Massa llegaba a ganar la elección iba a ser milagroso. Lo empezó a llamar "El milagroso" y nosotros en un grupo de amistades también. Era como nuestra cábala, pero sabemos que los milagros son excepcionales y son difíciles. Tengo otro recuerdo con el que podemos tratar de pensar por qué tanta gente lo votó. Alguna vez me preguntaron cómo caracterizaba el gobierno de Mauricio Macri, y yo decía que fue un gobierno contrarrevolucionario por una revolución que nunca tuvimos. De alguna manera, el advenimiento del gobierno de este personaje, al que no voy a nombrar como en otro momento ocurría con (el ex presidente Carlos) Menem, que ahora sí lo puedo nombrar porque está bien muerto, tiene también un efecto parecido, pero más caricaturesco. ¿Y por qué digo esto? Recuerdo una de esas notas que sacaba Horacio González en Página 12 en los tiempos en los que multitudes de personas de sectores medios se manifestaban contra el último gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Me quedó impreso que dice algo así como estar perplejo frente a las editoriales del diario La Nación y de algunos enunciados de medios de comunicación opositores que eran tan beligerantes frente a este tibio reformismo. Con un poco de humor, decía muchachos tampoco se enojen tanto, no somos montoneros, no somos comunistas, es un tibio reformismo y ustedes lo tratan como si fuera de una especie de revolución. La derecha tiene una inteligencia en bajar los pisos de discusión. Cierta militancia del kirchnerismo se enganchó en eso y de alguna manera, funcionó en espejo. Es decir, tomó esas críticas como elogios. El gobierno de Macri funcionó con un efecto contrarrevolucionario al tomar ese piso de discusión bajo y en la que cualquier opción por izquierda se caía de la mesa, porque si la opción más revolucionaria era la que gobernaba, ¿qué le quedaba a la cultura de izquierda? Como ocurre históricamente, cada vez que bajan los niveles salariales y las condiciones de vida, estas derechas aparecen como una opción. El gobierno del Frente de Todos (FdT) fue sumiso frente a ese planteo. En su momento sacamos desde Red Editorial una nota que se llamaba Imprudente prudencia, en el que decíamos que el gobierno de Alberto Fernández, sólo por el hecho de ser identificado con una cierta raíz popular, iba a tener como desafío tomar medidas y obrar políticas que estén a la altura de los costos políticos que igual va a tener. Esta administración puede ser definida por un gobierno que tiene costos políticos por cosas que no hizo.
‒La novedad del voto de Milei es el transclasismo, que es bien diferente al votante histórico de Macri. ¿Eso responde a todas las promesas incumplidas del FdT o a lo que la izquierda no puede enunciar, convocar o representar?
‒La izquierda tienen un problema con su hermetismo, que lo mostró incluso en este balotaje. Una parte fue insensible al pedido de compañeros y compañeras que debieron atender. Es una forma de construcción también muy vieja y no da cuenta tampoco de de los emergentes y de las novedades del presente. El principal responsable de este monstruito es el gobierno del FdT. El principal responsable también es la espiral del mal menor a la que los sectores populares fueron sometidos desde hace mucho tiempo. Vos podés tácticamente en un momento, de manera muy precisa, plantearte el mal menor, pero cuando se transforma en una especie de extorsión permanente y en una forma de hacer política, el mal mayor cada vez va a ser peor. Al punto de que ahora estuvimos en una situación en la que todos considerábamos esto como un riesgo muy grande y lo seguimos considerando. La oferta por parte del peronismo fue pobre y normalizadora. Recuerdo el eslogan de Néstor Kirchner, que era un país normal. Vino alguien a sacudir esa idea. Cuando alguien que ofrece aventura, mientras nosotros lo que ofrecíamos era normalidad, es difícil competir. Pero en ese contexto era un contexto de recuperación económica y ahora es un contexto de caída libre, de recesión. Por eso en ese momento fue potente y eficaz, y en este momento todo lo contrario.
‒Escribiste una nota en mayo titulada La política ha muerto hasta nuevo aviso... y solo se avisa desde abajo en la revista Coyunturas y pensaba si hay razones para esperar ese aviso o si ese abajo está ya completamente subordinado a los tiempos de esa política muerta.
‒No podemos ser nostálgicos del 2001 a esta altura. En otra nota que saqué en Tiempo Argentino, más cercana en el tiempo, dije 2001 ha muerto. Estuve medio necrológico últimamente, pero el movimiento feminista y algunas experiencias de abajo sí siguen mostrando una vitalidad, al mismo tiempo que dejan ver la tensión entre una forma de gobernabilidad conservadora que tiende a nutrirse ahí, pero también trabaja contra eso. Cuando se presentó la elección de 2019 había una zona irrepresentable del electorado que contribuyó mucho a gana. Con el diario del lunes, no era ni siquiera necesario Alberto Fernández. Esa estrategia de la gran estratega fue muy fallida, porque en definitiva se podía ganar con una propuesta mucho más dinámica, y mucho más acorde a esa zona irrepresentable. Por eso sacamos una nota que se llamaba Puro efecto, porque decíamos que había un efecto sin causa. Es decir, no importa la causa, hay un efecto que es esta victoria contra los chetos, una impugnación a lo que había sido el gobierno de Macri y, en esa fiesta irrepresentable, había una base de sustentación para construir una audacia que era necesaria para romper la espiral del mal menor. No es la audacia de un político o un estratega, sino que es una audacia que se construye colectivamente y que es una apuesta. El primer gesto que hizo el gobierno de Fernández fue pagar deuda cuando nos habían dejado en default. Es decir, Macri ahora revivido no pagó el costo político por lo que hizo. Recuerdo que apenas se ganó la Primaria Abierta Simultánea y Obligatoria (PASO), la primera declaración de Fernández fue que no son locos gobernando y bajó totalmente la expectativa. Trabajaron para eso, aparte de mostrar la miseria política del gobierno del FdT a cielo abierto, como yo nunca había visto.
‒Se decía que Massa era un profesional. La política parece reservada para ese tipo de exponentes. Los movimientos más dinámicos pueden fluir, tener peleas puntuales y estar en la calle, pero no cortan ni pinchan en la discusión por el poder en Argentina. ¿Qué hay ahí? ¿Hay una sordera de la arriba o hay una delegación del abajo?
‒Ernesto Tenembaum entrevistó al ex presidente chileno Sebastián Piñera. A mí me sorprendió mucho un momento en el que dijo que los votantes, una vez que el gobierno que votaron asume, lo dejan solo. Es decir, lo mismo que los votantes podrían decir de los gobiernos. Eso que algunos votantes dicen, y eso que algunos gobernantes aparentemente piensan, es una ruptura estructural que no tiene solución. El gran desafío que tenemos es cómo se articulan los niveles. Hay relaciones de fuerza global, que a nivel regional también se siente como una escala muy difícil de abordar por un movimiento, pero al mismo tiempo hay una red, desde el ambientalismo hasta los movimientos que tienen que ver con el problema de la vivienda y los feminismos sin duda, en que uno puede identificar una potencia. Y podés identificar novedades sociales. Una de las cuestiones que trabajé mucho el año pasado fueron las nuevas instituciones, que tiene que ver con la apuesta de institucionalización, no a partir de la legalidad ya constituida, sino de la legitimidad desde abajo. Ese grado de institucionalización desde abajo es uno de los grandes desafíos. Las Madres de Plaza de Mayo son tal vez la nueva institución más potente con la que contamos. Son el gran ejemplo. Es una institución que no tiene que ver con la legalidad heredada, sino con una práctica concreta y con una legitimidad ganada a fuerza de sostenimiento de esa práctica, y al mismo tiempo con una capacidad de renovación y transmisión social.
‒Vos hablás del realismo político en varios de tus trabajos. Desde el poder se dice que tal planteo cuestiona la lógica del gobierno de turno es inviable y con esta idea de la correlación de fuerzas, hay que rendirse un poco o entender cómo es ese juego. Sin embargo, el realismo político también te lleva a la derrota. Esa vendría a ser ahora la constatación de esta elección también.
‒La amargura que nos corta a todos por igual es verificar que todas esas lecciones de política que recibimos de la soberbia de quienes gobernaron. Hay que decirlo de esta manera: fue una soberbia sostenida y defendida hasta último momento. La mayor y última soberbia del gobierno del FdT, y el kirchnerismo en particular, fue creer que iban a ganar esta elección. Nada más soberbio que eso. Con medio país hambreado y la inflación que hay, encima crees que te tienen que votar porque el otro es el cuco. Esa soberbia aleccionadora es el tono característico del realismo político. Este concepto lo defino como una posición enunciativa que se arroga la decisión sobre lo posible. Dice esto sí y esto no, desde un lugar fijo en el que considera que la relación de fuerza es algo ya dado, no algo por liderar. Eso dominó en los militantes, no estoy hablando de los de los referentes políticos. Eso que dijeron tantas veces: si no somos pragmáticos, nos destronan, finalmente fue pragmatismo de la derrota, lo cual es un oxímoron porque se perdió en 2013, 2015 y 2017; y fue victoria pírrica en 2019. Es decir, se ganó para perder. En 2021 se perdió y ahora se perdió de vuelta. Esta saga de la derrota destierra completamente el automatismo de ese pragmatismo y ese realismo del poder.
‒La primera impresión que tuvimos después de las PASO fue la gran remontada de Unión por la Patria, que logró imponer con eficacia que no se votaba por la realidad, sino que estaba en juego la democracia, la política y el Estado. ¿Cómo ves el debate por la democracia y la política que también está llena de promesas incumplidas?
‒La estrategia de fingir demencia mostró lo que podía. El 37%. En ese sentido, los números son duros. Lo demás fue reacción, miedo y un montón de otras cosas. Hay un gran problema y es que todo este ataque de parte de La Libertad Avanza y del macrismo o del ala más más dura al Estado es también una estafa. Así como es una estafa esa nostalgia por el Estado del siglo XX también lo es el ataque al Estado, porque lo que se está atacando es básicamente a la sociedad. Lo que se está atacando es la idea de que el otro tiene un sentido para mi vida. Es decir, la vida de cada uno de nosotros está organizada a partir del sentido que las otras vidas tienen para nosotros. Esto que Margaret Thatcher dijo muy palmariamente que es la sociedad no existe, existen los individuos y las familias. En ese momento era incipiente y no se podía realizar, hoy vuelve con toda su fuerza y, además con el componente tecnológico. Se atacan los pisos mínimos de convivencia y, después de un período en el que muchas veces se dijeron cosas que eran muy distintas a las prácticas que se llevaban adelante, no digo que siempre fue así y estuvo muy bien dar batallas narrativas que son necesarias, pero el grado de sobre simbolización de enrostramiento a los otros y de pedir el agradecimiento para mi sector político también se paga. Hoy es muy difícil apelar a una gramática que está muy desgastada y hasta estigmatizada. Es difícil retomar la construcción colectiva porque no tenemos un lenguaje que no esté atacado. (El gobernador bonaerense Axel) Kicillof, por otro lado, es el referente que queda vivo y tiene la oportunidad ahora porque ganó con su propia espalda. Una irresponsabilidad enorme del gobierno del FdT, ante la derrota de medio término, en un momento muy frágil, fueron las renuncias masivas y cambiarle el gabinete casi entero a Kicillof. Él puede construir eso que se lo empañaron cuando le rearmaron el gabinete con Martín Insaurralde y otra gente que no era necesario ver en Marbella para darse cuenta de lo que eran. Ahí hay tal vez una posibilidad desde el peronismo de mostrar otra cosa. El Estado y las instituciones tradicionales, vaciadas de su sentido originario, vaciadas de su capacidad de producir sujeto, se rompieron. Es clave pensar cuál es el Estado, qué es lo que queda y en una complementariedad con nuevas instituciones que yo llamo del común. Sería llamado comunista por esto, ¿no?
Entrevista realizada por Diego Genoud en su programa Fuera de Tiempo (Radio Con Vos).