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Una foto con Karina para confirmar un acuerdo con La Libertad Avanza en la Provincia de Buenos Aires

Una foto con Karina para confirmar un acuerdo con La Libertad Avanza en la Provincia de Buenos Aires

Mauricio Macri dio el OK, pero está afuera de las conversaciones. El PRO acuerdista insiste en cerrar un acuerdo para vencer a Axel Kicillof en PBA. El pedido de expulsión de Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich del partido.

Mauricio Macri se enteró de la visita a la Casa Rosada la noche anterior, durante un zoom de la mesa PRO. El expresidente llegó a dar un renuente OK, casi una puesta en escena de un acuerdo forzado, y eso fue todo: no había lugar para él en la mesa bonaerense encabezada por Javier y Karina Milei. Sí había, en cambio, para los dos principales impulsores del acuerdismo en el partido amarillo, Cristian Ritondo y Diego Santilli, que organizaron el encuentro en Casa de Gobierno y vienen presionando para cerrar una alianza electoral en la Provincia de Buenos Aires para hacerle frente a Axel Kicillof. Con Macri o sin Macri.

La previa fue tensa. El domingo a la noche, Mauricio Macri encabezó una encuentro virtual con el resto de la mesa ejecutiva del PRO, compuesta en su mayoría por los pocos leales que le quedan –como Fernando de Andreis, Jorge Macri y María Eugenia Vidal– y los dos principales exponentes del acuerdismo bonaerense, Santilli y Ritondo. Se conversó sobre las alianzas potenciales y Ritondo comentó, casi al pasar, que al día siguiente se daría un encuentro de alto voltaje político en la oficina de Karina Milei, en donde se buscaría dar inicio oficial a las conversaciones para cerrar un acuerdo electoral en la Provincia de Buenos Aires.

Macri dio su visto bueno. En su entorno insisten en que el expresidente no le cierra la puerta a un acuerdo con LLA, sino que es el oficialismo el que no da muestras de querer acordar. Sus detractores internos, en cambio, deslizan que no tenía otra: “Está a una jugada del jaque mate. Si decía que no podíamos salir, a las 12 horas, con un comunicado con la mitad de los dirigentes del PRO pidiendo un acuerdo con LLA. ¿Y qué van a hacer? ¿Pedirnos a todos que nos desafiliemos?”, razona, irónico, un dirigente de peso del PRO bonaerense. 

El referente del ala acuerdista aludía, así, a otro hecho que había generado tensión en la previa del gran encuentro en la Casa Rosada. ¿Cuál? El pedido de Facundo Pérez Carletti, secretario general del PRO, de desafiliar a Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. El santiagueño, aliado de Macri, proponía fijar de una vez una postura partidaria ante la fuga de dirigentes amarillos que pasaban a integrar las Fuerzas del Cielo. “Si tu partido en tu distrito toma una decisión y vos jugás por afuera no podes seguir formando parte del partido. Lo dice la carta orgánica”, razona un dirigente que abreva a esta iniciativa. 

Facundo Carletti no está solo: en el ala macrista del PRO —cada vez más reducida pero con control del partido— son varios los que insisten en que llegó el momento de transparentar las lealtades y “dejar ir” a quienes ya están pintados de violeta. Un mensaje cuyo principal destinatario son los bullrichistas, que aún integran el partido pese a identificarse más con el gobierno libertario que con Mauricio Macri. La propuesta de Pérez Carletti no llegó a mayores, pero el reclamo está presente en gran parte del macrismo residual. Y se percibe con claridad cada vez que un dirigente del PRO se mueve respondiendo a las directrices de LLA. 

Un momento de tensión similar se vivió en la Cámara de Diputados el mismo lunes, poco después de que Presidencia publicitara la foto de los hermanos Milei con Ritondo Santilli. Por esas horas, Martín Menem trabajaba para convocar una sesión para tratar el DNU del acuerdo con el FMI el miércoles. Era una jugada arriesgada: ese mismo día la oposición había emplazado las comisiones para dictaminar la creación de una comisión investigadora para el caso Libra y, además, se esperaba una nueva convocatoria en defensa de los jubilados afuera del Congreso. Menem había solicitado apoyo y, cuando Silvana Giudici escribió en el grupo para pedir firmas para acompañar el pedido de sesión, más de un diputado del PRO pegó el grito en el cielo. 

Finalmente,el pedido de sesión llegó con la firma de los más grandes impulsores del acuerdo electoral con LLA. Ahí estaban Ritondo, Giudici, Santilli, Alejandro Finnochiaro y los bullrichistas Damián Arabia y Laura Rodríguez Machado. Un respaldo orgánico a LLA que le daba un nuevo empuje a la foto de Casa Rosada. 

Una foto vale más que mil palabras

La imagen fue un mensaje en sí mismo: Karina Milei, la principal impulsora de la lógica del armado electoral 100% puro, sonreía junto a Ritondo y Santilli y prometía “erradicar el populismo de la Provincia de Buenos Aires”. Y la foto la coronaba el propio Milei con su presencia, quien suele dejar esos manejos a su hermana y sus armadores, como Sebastián Pareja y Lule Menem. Para los viejos lobos de mar de la política, la foto significaba una sola cosa: Karina, finalmente, se prestaba a bajar el hacha de guerra y admitía sentarse a negociar con una parte del PRO para ganar PBA.

El Gobierno se siente débil después de lo de Libra y el operativo de seguridad que terminó con el fotógrafo herido. El acuerdo con el PRO tiene que ver con fortalecerse y mostrar que el miércoles, a diferencia de Macri, van a cerrar un acuerdo con el FMI por más quilombo que haya en la calle”, reflexiona uno de los dirigentes que impulsa, puertas adentro, el acuerdo con LLA. Realidad o expresión de deseo, en el PRO bonaerense perciben que el Gobierno ahora los necesita más y por eso está más dispuesto a conversar. 

El encuentro, sin embargo, es recién el primer paso. “Hoy empieza un camino en común”, insistió Ritondo, a la salida del encuentro, ante las preguntas de los periodistas, ratificando una cautela que permea en el resto del PRO bonaerense. Incluso los más rebeldes intuyen que en PBA, en pos de armar un frente común para evitar la victoria de Unión por la Patria, el PRO y LLA cerrarán un acuerdo. Pero nadie se anima aún a definir las condiciones de esa acuerdo.

Para lugares y nombres en las listas, insisten en el PRO, falta tiempo. Hasta entonces, la línea acuerdista del partido amarillo seguirán negociando, ya en conversaciones informales, para cerrar un acuerdo lo más orgánico posible. Es decir, con todos (o casi todos) adentro. El objetivo es traer a otras fuerzas, como la UCR más acuerdista. No será fácil: la UCR que lidera Maximiliano Abad suspendió, poco después de que se diera a conocer la foto, el encuentro pautado para este martes en La Plata. La cumbre, de la que iban a participar centenares de dirigentes e intendentes del ex Juntos por el Cambio, venía siendo organizada hace semanas, pero ante el guiño elocuente de Ritondo al Gobierno, en la UCR optaron por bajar la velocidad.

El PRO tomó esta decisión con ironía: saben que tendrán que negociar con prudencia con el radicalismo. Saben, incluso, que todo el proceso de cerrar una alianza con LLA, estará repleto de avances y retrocesos. Del otro lado de la General Paz, después de todo, la elección porteña se presenta como una bomba de tiempo. “La elección en CABA va a ser sangrienta y va a funcionar como catalizador de muchas ruptura”, profetiza un dirigente amarillo.

MC/JJD

El Gobierno oficializó cambios en la Ley de Tránsito: qué pasa con la licencia de conducir, la VTV y los peajes

El Gobierno oficializó cambios en la Ley de Tránsito: qué pasa con la licencia de conducir, la VTV y los peajes

Por decreto, ahora los registros para conducir serán sin vencimiento, la VTV se podrá hacer en talleres particulares, habrá peajes sin cabinas en todo el país y homologación automática de autos importados con certificaciones internacionales. El decreto completo y las explicaciones de Sturzenegger.

A través de un trabajo articulado entre el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado y la Secretaría de Transporte del Ministerio de Economía, el Gobierno modernizó una normativa con casi 30 años de antigüedad. Las medidas se oficializaron este martes a través del Decreto 196/2025 publicado en el Boletín Oficial.

Licencia nacional de conducir

Una de las modificaciones de la normativa es que la licencia nacional de conducir será digital y válida en todo el país. Para su renovación los conductores presentarán un certificado de aptitud psicofísica de manera online, cada 5 años si son menores de 65 años, cada 3 años en mayores de 65 y anualmente después de los 70 años. Para los casos en que la persona posea antecedentes por infracciones graves, la revalidación requerirá también la aprobación del examen teórico práctico.

A su vez, los conductores principiantes seguirán utilizando el cartel identificatorio de su condición durante los primeros 6 meses de expedida la licencia y, de incurrir en faltas graves durante los primeros 2 años, se les suspenderá la licencia.

Tanto los cursos teórico-prácticos como los exámenes de aptitud psicofísica, necesarios al momento de la obtención de la licencia, podrán realizarse en forma descentralizada por prestadores públicos y/o privados, con estándares y exigencias previamente definidos por la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Los certificados podrán presentarse de manera online, agilizando y modernizando los procesos.

Conductores profesionales de cargas generales y transporte de pasajeros

Se eliminó la Licencia Nacional de Transporte Interjurisdiccional (LiNTI). Las licencias nacionales de conducir de las clases C, D y/o E (profesionales) serán válidas para el transporte interjurisdiccional de cargas y pasajeros, siempre que sean emitidas por jurisdicciones autorizadas por la Agencia Nacional de Seguridad Vial.

Cambios en la VTV

Respecto de los plazos para la realización de las revisiones técnicas, en vehículos 0km de uso particular, se extiende a 5 años a partir de la fecha de patentamiento inicial. En el caso de los 0km de uso no particular, tendrán que hacer su primera revisión en el plazo que establezca la jurisdicción local, y que no podrá superar el año. En vehículos usados de uso particular con hasta 10 años de antigüedad la revisión técnica tendrá una vigencia de 2 años y en los de antigüedad mayor a 10 años la vigencia será anual.

Peajes 

Otro cambio que moderniza el sistema es la implementación en todas las rutas nacionales del país de los peajes sin barreras, que no obstaculicen el tránsito vehicular. Para ello la Dirección Nacional de Vialidad deberá establecer un cronograma de implementación que prevea que, para junio de 2027, todas las rutas nacionales deberán contar exclusivamente con sistemas de cobro free Flow.

Finalmente, la normativa incluye el concepto de “vehículo autónomo”, estableciendo los requisitos obligatorios con diferentes niveles de automatización.

Trailers y casas rodantes

A partir de ahora, trailers y casas rodantes categoría O1 (acoplados, remolques y trailers para el traslado de equipaje, pequeñas embarcaciones deportivas o elementos de recreación familiar de hasta 750 kilos), podrán ser trasladados por cualquier vehículo y bastará con tramitar un solo Certificado de Seguridad Vehicular (CSV). Antes, había que realizar este trámite por cada vehículo para asociarlo al trailer. Esto impactará en menores costos, ahorro de tiempo para los usuarios y menor burocracia.

El decreto completo

Cambios en la Ley de Tránsito

Con información de agencias.

IG

Lo que mata es la ansiedad

Lo que mata es la ansiedad

Los tips-bozal no hacen más que reforzar el impulso, duplicar la tentación y hacernos sentir pésimo: cuando el mandato es lograr lo imposible, el fracaso se vuelve un estilo de vida. Vive, ríe, ama, no comas.

Comemos por hambre. Comemos por placer. Y muchas veces, comemos por ansiedad. Internet está colmada de consejos para evitarlo: trucos, dispositivos, hábitos nuevos para amordazarnos en esos momentos en los que no podemos más de estrés y, sin importar cómo esté nuestro estómago, necesitamos llevarnos algo a la boca para aplacar el sistema nervioso.

El mecanismo de calmar la inquietud con comida no es nuevo. Salimos del útero, gritamos de pavor y la teta nos reconcilia –bastante literalmente– con la vida. No soy bióloga, pero me imagino que pasa con todos los mamíferos. No soy médica, pero entiendo que la ansiedad como modo de vida prevalece entre los humanos del siglo XXI más que en el resto de las especies. El alimento a plena disposición, cuando ya no somos lactantes y a libre demanda, también. ¿Qué pasa, entonces, cuando el agujero en el pecho se siente cada vez más permanente y profundo, y la posibilidad de llenarlo siempre a mano? Pues claro. Comemos.

Qué y cuánto comemos es consecuencia de infinitos factores: dónde vivimos, qué hacemos, quiénes somos, qué nos pasa. Es natural que nuestra alimentación se vea afectada por nuestra emocionalidad, por nuestras actividades, por nuestro miedo y nuestro cansancio. Es natural, digo, sin ninguna aspiración biologicista. Como quien dice: es lógico. Y es inevitable. Conocí hace muchos años una coach que proponía lavarse los dientes como método para vedarnos la ingesta: ¿quién, con sabor a pasta dentífrica en la boca, se dirige hacia la próxima medialuna? Es posible que ese consejo siga circulando en redes sociales, me resulta muy a tono con la perspectiva de época. Los tips-bozal no hacen más que reforzar el impulso, duplicar la tentación y hacernos sentir pésimo: cuando el mandato es lograr lo imposible, el fracaso se vuelve un estilo de vida. Vive, ríe, ama, no comas. ¿Qué, igual estás desesperado por un chocolate? Debés estar haciendo algo mal. Si algo combina de maravillas con la ansiedad es la frustración.

Todos esos tips conductistas tienen algo en común: apuntan a interrumpir la dinámica de la ansiedad oral en su segunda fase. Son dispositivos de control sobre la oralidad. ¿Y la ansiedad? Bien, gracias. Gordita y linda, como decía mi tío. Los consejos anti-ingesta me recuerdan a esos viejos dibujos animados, cuando un caño se agujereaba y dejaba escapar un chorro vigoroso de agua, a presión. ¿Qué hacían la Pantera rosa, Bugs Bunny o Mickey? Pues presionar con un dedo, sellando el agujero, lo cual funcionaba de perlas por unos segundos. Pero enseguida el agua se abría camino, con toda la fuerza de la naturaleza, por algún otro lado. Entonces la Pantera ponía allí nuevamente un dedo, de la otra mano. Y después del pie. O una rodilla. Hasta que de tantas contorsiones para cubrir agujeros parecía estar jugando al “Twister” vertical y más temprano que tarde el agua, con el ímpetu de lo innegable, la empapaba de la cabeza a los pies en lo que hoy llamaríamos un baño de realidad.

Todos conocemos la ansiedad. No necesitamos un título de médico, psicólogo o nutricionista para reconocer que, más temprano que tarde, nos las vamos a tener que ver con ella, de frente. Limitar lo que comemos está lejos de resolver el problema de fondo: es tan solo una curita sobre un caño roto. La curita va a salirse. Y el caño se va a romper todavía bastante más. No queda otra que pasar a la pregunta inevitable. ¿Por qué tanta lupa en la ingesta, si es solo un agujero más de una plomería en crisis?

Difícil encontrar una respuesta certera. Probablemente, en cierta medida, porque no somos capaces de algo mejor. Si la ansiedad es un mal de época, bajarla va a costarnos un poco más que sacar un turno con la nutri. No hay medicación para curarnos del capitalismo tardío. Otro gesto de época es la fobia a los compromisos largoplacistas, a los procesos que requieren tiempo y esfuerzo. Es más fácil, más tentador, probar tips de internet. Pero estas cuestiones son solo parte del asunto, y hace falta hablar del elefante en la habitación. Ese elefante enorme, rotundo, contundente. Ya sabemos que comer compulsivamente no es bueno; pero si hay algo que nos advierte nuestra cultura es que engordar es todavía peor. LO peor. Mucho peor, parece, que la mismísima ansiedad.

Los riesgos de la obesidad, la preocupación por la salud, pueden transformarse con facilidad en el chivo expiatorio que nos habilita una trágica gordofobia. Porque, con una mano en el corazón y la otra en la panza: ¿cuánta atención ponemos en nuestra dieta para vivir bien o para esquivar la enfermedad y cuánta para vernos, lisa y llanamente, flacos? Nunca vi un tip para despertar el apetito cuando se te cierra el estómago por la angustia o el estrés. Ahí, misteriosamente, que las emociones afecten nuestra alimentación deja de ser un problema que requiera intervenciones. Si un alcohólico en recuperación se baja tres atados diarios de puchos no le decimos que deje el tabaco. Elegimos el mal menor y vamos despejando la X.

La catarata de herramientas conductuales para gestionar la ansiedad oral está más orientada a evitar que nos veamos gordos que a ayudarnos a vivir mejor, más tranquilos o en una relación más armónica con la comida. Tanta presión no sólo no aplaca nuestra oralidad desbocada, sino que nos hace sentir culpables por mecanismos muy humanos. Encontrar consuelo o alegría en la comida no está mal. Lo que quizás no está bien es vivir detonados, tan detonados como para recurrir a esos mecanismos constantemente, con desesperación. Emocionarnos con las milanesas de la abuela, celebrar un cumpleaños compartiendo una torta, extrañar los alfajores de nuestra patria, comer helado cuando se nos rompe el corazón son cosas que forman parte de nuestra vida afectiva. No estoy segura de que sea posible abandonarlo todo a voluntad. Pero aún si lo fuera, renunciar a ese nexo es renunciarlo entero. ¿Queremos eso? ¿Vale la pena desprendernos de toda nuestra conexión emocional con la comida? ¿A cambio de qué, de un talle menos de pantalón? Y mientras tanto, ¿la ansiedad? Bien, gracias. Gordita y linda.

DTC

La Argentina y el FMI: anuncio de un acuerdo crónico

La Argentina y el FMI: anuncio de un acuerdo crónico

El país enfrenta una falta permanente de dólares que la obliga a recurrir repetidamente al Fondo. Otras fuentes de financiamiento, como exportaciones, inversiones y mercados de deuda, no logran cubrir sus necesidades.

¿Por qué volvemos, una y otra vez, al FMI? Porque la demanda de dólares supera a la oferta y no logramos encontrar otras fuentes de financiamiento. Vamos con algunos números e ideas para entender por qué esta anomalía internacional se viene transformando en una recurrencia local.

En lo que resta del año, los vencimientos de deuda pública en dólares suman US$19.000 millones: US$4.300 millones de títulos con el mercado, US$1.900 millones de intereses con el FMI, US$1.700 millones de BOPREAL, US$2.000 millones del swap con el Banco Popular de China, US$2.300 millones de los Estados provinciales y US$6.700 millones con organismos multilaterales extra-FMI, en donde sobresalen el BID y la CAF. Asumiendo que estos últimos se refinancian, en línea con lo que pasó en los últimos años, quedan pagos por US$12.300 millones.

Este viernes, las Reservas del Banco Central —activos brutos en moneda extranjera— cerraron apenas por debajo de los US$28.100 millones. Así, pareciera que, si se mantuvieran estables, alcanzarían para cubrir las obligaciones de los próximos meses.

Sin embargo, de éstas, US$12.300 millones corresponden a los encajes por depósitos privados, a la vez que US$6.700 millones son yuanes que no pueden dolarizarse, conforme a las restricciones que tiene el intercambio de monedas con la autoridad monetaria china. Por lo tanto, si a US$28.100 millones le restamos estos pasivos, nos quedan US$9.100 millones: poco más de US$3.000 millones por debajo de las obligaciones de este año. Algo hay que hacer.

La oferta de dólares podría provenir de i) una oferta de divisas por exportaciones de bienes y servicios que supera a la demanda por importaciones, ii) la llegada de inversiones productivas, iii) el crédito privado en dólares a las empresas o el Sector Público o iv) el crédito en dólares de organismos multilaterales, en donde resalta el FMI.

Ahora bien, en relación con el primer punto, el saldo de la cuenta corriente cambiaria (bienes, servicios y rentas) está en terreno negativo desde junio del año pasado, acumulando nueve meses en rojo —si incluimos febrero, todavía sin datos, pero donde la tendencia no se habría revertido—: algo que no pasaba desde la primera mitad de 2018.

Esta fuente había sido la principal en el arranque del 2024, cuando devaluación y cuotas para los pagos de importación de bienes mediante, había aportado US$9.000 millones entre enero y junio, superando ampliamente al récord de US$8.000 millones del primer semestre de 2008. No obstante, en la segunda parte, a partir de la apreciación cambiaria, cierto rebote de la demanda interna y la flexibilización de los pagos de importación, este superávit se convirtió en un déficit de US$7.250 millones, el mayor desde 2017 (US$-11.000 millones).

Si bien una parte de este responde al dólar blend, que permite la libre disponibilidad de 2 de cada 10 dólares surgidos por exportaciones de bienes, no por eso es menos “real”. En otro orden, dado que el tipo de cambio financiero está por debajo del dólar turista, más de la mitad de los gastos con tarjetas en el exterior se realizan con “dólares propios”. De todos modos, al corregir por este número, las conclusiones no cambian significativamente: el déficit de cuenta corriente habría sumado alrededor de US$4.500 millones en el segundo semestre de 2024, siendo, una vez más, el mayor desequilibrio desde 2017.

En materia de inversiones, el año pasado fue el más bajo desde 2003: entraron US$90 millones netos, lejos de los US$820 millones promedio de 2020 y 2023, que ya estaban lejos del pico de US$3.750 millones de 2012. En cualquier caso, estos números reflejan que la oferta por inversiones directas no fue un aporte sustancial para la cuenta capital, al menos desde 2003. Por lo tanto, ésta tampoco pareciera ser una salida viable.

Desde la segunda mitad del año pasado, el financiamiento en dólares de las empresas viene siendo el pilar de la compra de Reservas del Banco Central: con una cuenta corriente cambiaria en rojo y sin grandes desembolsos por inversiones, el préstamo de los depósitos que impulsó el blanqueo más que explicó las compras de dólares de la autoridad monetaria —ya que, por las regulaciones vigentes hace más de diez años, las firmas deben liquidar en el mercado oficial las divisas obtenidas por sus créditos bancarios—.

Sin embargo, en los últimos meses, este stock empezó a agotarse y la liquidez del sistema en dólares —depósitos menos encajes y préstamos— pasó de US$3.100 millones al cierre de agosto del año pasado a US$13.700 millones en octubre y US$3.900 millones en la actualidad. De este modo, aun cuando todavía queda algo de resto para sostener las compras del Banco Central en el corto plazo, no alcanzaría para cancelar los pagos de deuda pública. Por lo tanto, hay que seguir buscando opciones.

El financiamiento de los privados no residente al Sector Público Nacional, la forma más usada en 2016-2017, parecía ser la estrategia elegida por el Gobierno. A mediados de enero, cuando el riesgo país rozaba los 500 puntos básicos (p.b.), y el spread con la media de emergentes se ubicaba en torno de los 270 p.b., esta alternativa empezaba a tomar forma. Luego de siete años afuera de los mercados de deuda, la Argentina parecía poder reinsertarse. Sin embargo, no se logró: nuestro índice subió 190 p.b. en los últimos dos meses, y dado que el promedio de emergentes se mantuvo virtualmente estable (+15 p.b.), el spread llegó a 440 p.b.. En este contexto, tampoco esta opción pareciera estar disponible.

En los últimos días, las condiciones financieras globales de emergentes se relajaron en el margen: estimaciones de una caída en torno de 0,5% de la producción de Estados Unidos en el primer trimestre y una inflación por debajo de lo esperado en febrero (+0,2% mensual) reavivaron las expectativas de baja de la tasa de interés del Fed. Menos rendimiento de los títulos del Tesoro norteamericano es más liquidez para los países en desarrollo. Aunque esta noticia es tan tenue como reciente, nuestro país no pudo subirse a esta “brisa” de cola, afectado por las inconsistencias arriba mencionadas.

Así, llegamos al prestamista de última instancia: el FMI. La Argentina le debe US$41.000 millones de capital al Fondo, que empezará a pagar en la segunda mitad de 2026 —los US$1.900 millones de este año son intereses—, y representa el 28% de su cartera, seguido por Ucrania (10%), Egipto (7%) y Ecuador (6%). Si el crédito se ampliara en US$15.000 millones, pasaríamos a deber US$56.000 millones, equivalente al 35% de su cartera. Aunque esta concentración implica algunos riesgos para el propio Fondo, que querrá pasar en algún momento de prestamista de última a cobrador de primera, pareciera ser la única salida disponible.

Argentina y el FMI, ¿crónica de un acuerdo anunciado?

Israel rompe el alto el fuego en Gaza: más de 400 muertos en bombardeos

Israel rompe el alto el fuego en Gaza: más de 400 muertos en bombardeos

Netanyahu prosigue con los ataques en la Franja con el argumento de la negativa de Hamas a liberar a los rehenes restantes, mientras la Casa Blanca reconoce que Israel consultó con la administración estadounidense antes de llevar a cabo los ataques.

Los bombardeos israelíes en Gaza mataron a más de 400 personas, según las autoridades sanitarias palestinas, en una serie de ataques que prosiguen el genocidio en curso y alcanzaron decenas de puntos en la madrugada del martes, poniendo fin a semanas de estancamiento sobre la prórroga del alto el fuego que detuvo los combates en enero.

Se registraron ataques en el norte de Gaza, la ciudad de Gaza, así como en Deir al-Balah, Jan Yunis y Rafah, en el centro y sur de la Franja. Funcionarios del Ministerio de Sanidad palestino indicaron que muchos de los fallecidos eran niños.

Las autoridades sanitarias locales informaron que los ataques israelíes mataron al menos a 404 personas y 562 heridos, y también se habla de numerosos desaparecidos.

El Ejército israelí, que afirmó haber golpeado decenas de objetivos, aseguró que los ataques continuarían “el tiempo que sea necesario” y que no se limitarían a bombardeos aéreos, lo que abre la posibilidad de que las tropas terrestres reanuden los combates.

Hamas declaró que Israel había roto el acuerdo de alto el fuego, dejando en el aire el destino de los 59 rehenes que aún permanecen en Gaza.

Tras los bombardeos, y en una señal de que posiblemente tiene la intención de ampliar su ofensiva, el Ejército israelí ordenó la evacuación de los palestinos que residen en los límites de la Franja, entre ellas Beit Hanoun, Khuza'a y los suburbios de Abasan en Jan Yunis. “Las FDI han lanzado una fuerte ofensiva contra las organizaciones terroristas. Estas áreas designadas se consideran zonas de combate peligrosas”, dice en un post en X el portavoz en árabe de las fuerzas israelíes, Avichay Adraee. “Por su propia seguridad, deben evacuar inmediatamente a los refugios conocidos en el oeste de la ciudad de Gaza y en Jan Yunis”.

Los ataques fueron mucho más amplios que la serie regular de bombardeos con drones que el ejército israelí ha llevado a cabo contra individuos o pequeños grupos de presuntos militantes y llegan después de semanas de intentos fallidos para extender la tregua acordada el 19 de enero.

El portavoz del secretario general de la ONU ha dicho que António Guterres está “conmocionado” por los ataques aéreos israelíes “en los que ha muerto un número considerable de civiles” y ha hecho “un enérgico llamamiento para que se respete el alto el fuego, se restablezca la asistencia humanitaria sin trabas y se libere incondicionalmente a los rehenes” que quedan en la Franja.

Hospitales colapsados

En hospitales colapsados tras 15 meses de bombardeos, se pudieron ver pilas de cadáveres envueltos en plástico blanco apilados mientras llegaban más víctimas. La Media Luna Roja Palestina informó que sus equipos atendieron a 86 fallecidos y 134 heridos, aunque muchos otros llegaron a los hospitales en coches privados.

Funcionarios del hospital Nasser en Jan Yunis, el hospital Al-Aqsa en el centro de Gaza y el hospital Al-Ahly en la ciudad de Gaza –todos gravemente dañados durante la guerra– indicaron que en total habían recibido unos 85 cuerpos. Además, las autoridades informaron que 16 miembros de una misma familia murieron en Rafah, en el sur de Gaza.

Al anunciar los ataques, la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acusó a Hamas de su “reiterada negativa” a liberar a los rehenes y de rechazar las propuestas del enviado de Donald Trump para Oriente Medio, Steve Witkoff. “Israel, a partir de ahora, actuará contra Hamas con una creciente fuerza militar”, decía el comunicado.

Familiares de los rehenes han criticado al Gobierno y al primer ministro por reanudar los ataques la Franja, en una operación que el Ejército ha denominado “Fuerza y Espada”.

Israel consultó con EEUU

En Washington, un portavoz de la Casa Blanca afirmó que Israel consultó con la administración estadounidense antes de llevar a cabo los ataques. La Casa Blanca culpó a Hamas del regreso de los combates. “Hamas podría haber liberado a los rehenes para extender el alto el fuego, pero en su lugar eligió la negativa y la guerra”, declaró el portavoz Brian Hughes.

Witkoff, quien ha liderado los esfuerzos de mediación junto con Egipto y Qatar, advirtió previamente de que Hamas debía liberar “de inmediato” a los rehenes vivos “o pagar un precio severo”.

Tahir Nunu, dirigente de Hamas, criticó los ataques israelíes. “La comunidad internacional enfrenta una prueba moral: o permite el retorno de los crímenes cometidos por el ejército de ocupación o impone el compromiso de poner fin a la agresión y la guerra contra los inocentes en Gaza”, dijo.

En Gaza, testigos contactados por Reuters informaron de que tanques israelíes bombardearon zonas de Rafah, en el sur de la Franja, obligando a muchas familias que habían regresado tras el alto el fuego a abandonar nuevamente sus hogares y dirigirse al norte, hacia Jan Yunis.

Equipos negociadores de Israel y Hamas habían estado en Doha, mientras mediadores de Egipto y Qatar intentaban cerrar la brecha entre ambas partes tras la primera fase del alto el fuego, que permitió la liberación de 33 rehenes israelíes y cinco tailandeses a cambio de unos 2.000 prisioneros palestinos.

Con el respaldo de Estados Unidos, Israel presionaba para la devolución de los 59 rehenes restantes en Gaza a cambio de una tregua más larga, que habría detenido los combates hasta después del mes sagrado musulmán de Ramadán y la festividad judía de Pésaj en abril.

Sin embargo, Hamas buscaba negociar un fin permanente a la guerra y la retirada total de las fuerzas israelíes de Gaza, de acuerdo con los términos del alto el fuego original. “Exigimos que los mediadores responsabilicen plenamente a Netanyahu y a la ocupación sionista por violar y romper el acuerdo”, declaró el grupo.

Israel había bloqueado la entrada de ayuda humanitaria a Gaza y en varias ocasiones amenazó con reanudar los ataques si Hamas no accedía a liberar a los rehenes que aún retiene.

El ejército israelí no proporcionó detalles sobre los ataques de la madrugada del martes, pero las autoridades sanitarias palestinas y testigos contactados por Reuters informaron de daños en numerosas áreas de Gaza, donde cientos de miles de personas viven en refugios improvisados o edificios en ruinas.

Un edificio en la ciudad de Gaza, en el norte de la Franja, fue alcanzado, al igual que al menos tres casas en Deir al-Balah, en el centro. Además, los ataques impactaron en las ciudades sureñas de Jan Yunis y Rafah, según médicos y testigos.

Entre los muertos se encontraba Mohammad Al-Jmasi, alto funcionario de Hamas y miembro de la oficina política, junto con miembros de su familia, incluidos sus nietos, que estaban en su casa en la ciudad de Gaza cuando fue bombardeada, según fuentes de Hamas y sus familiares. En total, al menos cinco altos cargos de Hamas murieron junto con miembros de sus familias.

Gran parte de Gaza yace en ruinas tras 15 meses de masacre, que comenzó el 7 de octubre de 2023, tras los ataques de Hamas, que causaron la muerte de 1.200 personas y capturaron 251 rehenes.

La venganza militar israelí ha causado un genocidio de más de 48.000 muertes y ha destruido gran parte de la infraestructura y el sistema hospitalario del enclave.

Esta noticia ha sido actualizada por la redacción de elDiario.es.