Yavi Chico

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Kicillof defendió a Cristina en la Causa Vialidad, dijo que el peronismo volverá a gobernar y pidió “unidad”

Kicillof defendió a Cristina en la Causa Vialidad, dijo que el peronismo volverá a gobernar y pidió “unidad”

El intendente de Berisso, Fabián Cagliardi, lo presentó como "el futuro presidente de los argentinos". Kicillof también aprovechó el acto para criticar al gobierno de Javier Milei: “La única libertad que avanza es la de los ricos”.

El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, defendió hoy a Cristina Fernández de Kirchner en la Causa Vialidad, también defendió a su gobierno y al de Néstor Kirchner y aseguró que el peronismo volverá a gobernar el país. Lo hizo durante un acto que realizó en Berisso, municipio del conurbano bonaerense, en el marco del Día de la Lealtad peronista.

“Aprovecho para recordar que el 17 de octubre se quebró con la movilización popular una situación de proscripción y persecución que se le estaba aplicando al general Perón. En pocos días un tribunal de la vergüenza en Comodoro Py, con una causa inventada y trucha, va a querer hacer creer que Cristina es culpable en la Causa Vialidad. Mentira. Basta de persecución, basta de proscripciones”, sostuvo Kicillof, quien según analistas está intentando construir su propio espacio dentro del peronismo y enfrentado nada menos que a La Cámpora, el sector que lidera el hijo de la expresidenta, el diputado nacional Máximo Kirchner.

“Si algo quiere la derecha, es vernos divididos. Nunca me van a ver buscando divisiones”, señaló Kicillof, además, sobre la interna del peronismo en la que se le atribuye apoyo como candidato a la presidencia del Partido Justicialista a su colega de La Rioja, Ricardo Quintela, quien sostuvo su postulación pese a que la propia Cristina Fernández de Kirchner, la mujer fuerte del peronismo, anunció que irá por la conducción partidaria.

“El peronismo sufrió una gran derrota. Está en un momento de reflexión y de debate. Como dice Cristina, acá no sobra nadie y en la discusión todos somos iguales. Como decía Néstor, con la verdad relativa de cada uno vamos a construir una síntesis superadora”, sostuvo Kicillof, más tarde, en un claro mensaje de unidad, que pareciera haber sido uno de los sentidos de su acto, además de una demostración de autonomía y de incipiente construcción del axelismo.

Kicillof se preocupó por expresar su apoyo a Cristina después de que hace 10 días la Cámara Federal de Casación penal convocara a una audiencia para el próximo 13 de noviembre para dar a conocer su decisión en la causa de Vialidad, en la que la expresidenta de la Nación está condenada a seis años de cárcel e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por delitosr relacionados con la obra pública en Santa Cruz.

“Los días más felices fueron con Cristina”

De hecho, el mandatario bonaerense fue presentado por el intendente de Berisso, Fabián Cagliardi, como “el futuro presidente de los argentinos”. “No me interesa disputar ninguna interna. Mi responsabilidad y mi mandato es el de conducir un gobierno que está dedicado en las peores circunstancias a ofrecer a los bonaerenses un escudo que atenúa lo que está haciendo [Javier] Milei. Sí quiero contribuir en la construcción de una alternativa superadora. La única pelea que me interesa es la pelea contra la política de Milei. A la derecha le conviene nuestra división. Les conviene debilitar este escudo llamado peronismo. Mi opinión es muy sencilla: unidad, unidad, unidad. Los mejores días son peronistas. Los días más felices fueron con Cristina”.

“Si hoy las injusticias, los privilegios, la crueldad contra los que menos tienen nos resultan intolerables se lo debemos a esa gesta popular”, añadió. “El peronismo transformó para siempre las consciencias, las mentes y los corazones de los peronistas pero también de todos los argentinos y argentinas. Cuando (Javier) Milei avanza, se le dice basta. Y eso es porque por la Argentina pasó, pasa y volverá al gobierno el peronismo”, añadió.

“Si alguno piensa que vinimos solo para recordar el pasado se equivoca. Estamos fundamentalmente para escribir el futuro. Estamos para construir el futuro. Lo vamos a hacer guiados como siempre por nuestras tres banderas: soberanía política, independencia económica y la justicia social”, dijo. “Quiero dejar en claro que en este siglo XXI fueron Néstor (Kirchner) y Cristina los que le devolvieron al peronismo su fuerza transformadora, la que nació con Perón y Evita, dándole protagonismo a las masas populares y llevando en alto nuestros principios. Si la libertad en algún momento avanza, es solo cuando va de la mano de la igualdad y la justicia social. Sin justicia social la única libertad que avanza es la de los ricos”, agregó en obvia referencia al Gobierno de Milei.

“Este encuentro deja claro que no nos van a robar la alegría. El 17 de octubre es un día de festejo. Festejamos estar juntos, festejamos la pelea que estamos dando, festejamos sobre todo la certeza, la convicción de que este desastre de Milei no dura para siempre”, sostuvo.

También tuvo palabras para las mujeres. “Quiero aprovechar que estamos acá para homenajear y traer a la memoria a María Roldán, primera mujer sindicalista de Latinoamérica, que lideró una pueblada que surge de los frigoríficos. Algunos piensan tal vez que pasó de moda, pero en ese acto también estaba surgiendo el feminismo en Argentina”.

“Un 8 de marzo en una provocación Milei cerró el Salón de las Mujeres de la Casa Rosada y nosotros dijimos que íbamos a abrir una galería de las mujeres en la gobernación de la provincia”, dijo. “Y lo veo en estas seis cuadras de movilización: cuando hay crisis económica como la que generó Milei son las mujeres las que se ponen al frente”.

Según el intendente Cagliardi, se reunieron más de 50.000 personas. Entre los cánticos se escucharon, entre otros: “La patria no se vende”, “Universidad de los trabajadores y al que no le gusta, se jode”, “Traigan al gorila de Milei para que vea que este pueblo no cambia de ideas lleva las banderas de Evita y Perón”, “Patria sí, colonia no” y “Axel, querido, el pueblo está contigo”.

Y aunque el intendente de Berisso, Fabián Cagliardi, lo presentó como “el futuro presidente de los argentinos” y la gente cantaba “Axel presidente”, Kicillof dijo que no es momento de candidaturas y llamó a cantar “La Patria no se vende”.

Kicillof estuvo acompañado por la primera plana de la Confederación General del Trabajo (CGT) e intendentes del PJ, sin la presencia de ningún representante de La Cámpora.

En medio del enfrentamiento con el sector que lidera la expresidenta Cristina Kirchner y a poco de finalizar el período para presentar listas para la competencia por la presidencia del Partido Justicialista, fue protagonista del acto más amplio de la jornada por el Día de la Lealtad.

Sobre el escenario lo acompañaron los secretarios generales de la CGT, Héctor Daer, Juan Carlos Schmit y Pablo Moyano.

De los tres, el secretario general adjunto de Camioneros es el más cercano al cristinismo y al diputado nacional Máximo Kirchner, pero decidió participar del acto de Kicillof y dijo que el “enemigo” es el gobierno de Javier Milei y no el gobernador o la ex mandataria nacional.

Entre los sindicalistas presentes también estuvieron el titular de Suteba, Roberto Baradel, el referente de la CGT Abel Furlan, y el titular de la CTA de los Trabajadores y diputado nacional Hugo Yasky.

En tanto, entre los intendentes del PJ que lo acompañaron estuvieron Fernando Espinoza (La Matanza), Andrés Watson (Florencio Varela), Julio Alak (La Plata), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Gastón Granados (Ezeiza), Lucas Ghi (Morón), Fernando Moreira (San Martín) y Juan José Mussi (Berazategui).

También acompañaron al gobernador el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, quien trabaja abiertamente por el armado de Kicillof rumbo a 2027, y el jefe comunal local, Fabián Cagliardi.

El mandatario provincial estuvo flanqueado por su vicegobernadora, Verónica Magario; el ministro de Gobierno provincial, Carlos Bianco; y el ministro de Desarrollo para la Comunidad, Andrés “Cuervo” Larroque.

Ningún dirigente o intendente de La Cámpora participó del acto de Kicillof, en medio de la tensión por la puja en el PJ, en la que el gobernador no avaló la postulación de Cristina Kirchner a presidir el partido.

CRM/JJD

En medio de los actos cruzados por el Día de la Lealtad, Cristina fue a la Universidad de Avellaneda a charlar con estudiantes

En medio de los actos cruzados por el Día de la Lealtad, Cristina fue a la Universidad de Avellaneda a charlar con estudiantes

La ex presidenta se presentó esta tarde en la Universidad de Avellaneda para charlar con estudiantes, docentes y graduados. Apoyo a las protestas en defensa de la educación pública y señales implícitas a la interna del peronismo.

En el marco del Día de la Lealtad y en medio de las jornadas de lucha en las universidades por el presupuesto, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner visitó la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV). Durante su encuentro con estudiantes, graduados, docentes y no docentes, CFK abordó temas relacionados con la educación pública en Argentina, aunque su presencia también fue leída en la clave de la interna del peronismo.

En la visita sorpresa de Cristina Kirchner no pasó desapercibido el hecho de que hace pocos días la Lista 1 Azul y Blanca, que cuenta con el respaldo de La Cámpora y otras organizaciones kirchneristas, se impuso en las elecciones de representantes de los claustros estudiantil y graduado para el Consejo Superior. La contundente victoria fue sobre la lista 17 Eva Perón, promovida por el intendente Jorge Ferraresi, uno de los hombres más cercanos al gobernador bonaerense, Axel Kicillof.  

Mientras se prepara el acto que Kicillof encabezará en Berisso para conmemorar el Día de la Lealtad, la ex presidenta decidió presentarse en un ámbito donde se acaba de saldarse un “round” a favor de La Cámpora frente a los sectores más cercanos al gobernador.

En la UNDAV, Cristina brindó un fuerte respaldo a las universidades públicas, que se encuentran en pie de lucha contra los recortes presupuestarios implementados por el gobierno de Javier Milei. Durante su charla, recordó la entrega de 5 millones de computadoras a estudiantes y celebró los logros alcanzados en su mandato. “Que digan lo que quieran, porque cuando me tocó estar, cumplí”, afirmó ante un auditorio entusiasta.

La expresidenta también criticó la violencia ejercida por el gobierno actual, denunciando la represión a las movilizaciones y asambleas estudiantiles. “Le tiran gas pimienta a una nena de 10 años”, subrayó, haciendo alusión a los recientes incidentes en los que se reprimió una manifestación estudiantil. Su mensaje a los jóvenes fue esperanzador, enfatizando que son “protagonistas de un momento lindo de la historia”.

DM

Pablo Moyano se mete en la interna de la CGT y del peronismo: pide por una "lista de unidad"

Pablo Moyano se mete en la interna de la CGT y del peronismo: pide por una

Durante la previa del acto de Axel Kicillof en Berisso por el Día de la Lealtad, el dirigente camionero habló sobre sus deseos para el PJ y cómo fue su último encuentro con Cristina Fernández de Kirchner.

El secretario adjunto de Camioneros y triunviro de la Confederación General del Trabajo (CGT), Pablo Moyano, afirmó este jueves que una “confrontación” en el Partido Justicialista (PJ) nacional sería “muy perjudicial” para el peronismo y pidió por una “lista de unidad”.

Previo a su aparición en el acto que organizó el gobernador bonaerense Axel Kicillof en Berisso, el dirigente de la CGT indicó en diálogo con El Destape: “Uno, desde el lugar del militante, quiere que se cierre una lista de unidad en el PJ. Creo que no es el momento para entrar en una guerra interna que no le serviría a nadie y debilitaría aún más al peronismo”.

Sobre su último encuentro con Cristina Fernández de Kirchner, Moyano aseguró: “Con Cristina hablamos de la realidad del país, la crisis económica, lo que se viene y el rol militante que tiene. A Cristina le planteé la necesidad de incluir a todos los sectores en la lista que ella va a encabezar”. Agregó que el objetivo debe ser “una lista de unidad, de consenso, que es lo que pide la gente”.

Horas más tarde, Moyano volvió a dar declaraciones a los medios presentes durante la celebración bonaerense por el Día de la Lealtad. Allí insistió sobre la interna: “Con la experiencia que tienen los dirigentes que quieren conducir el PJ, tendrán la suficiente madurez para no llegar a una confrontación, que sería muy perjudicial para el peronismo”. 

En esa línea, el sindicalista sostuvo: “La gente está esperando otra cosa y ojalá que se llegue a una lista de unidad”. 

Moyano elogió además la figura Kicillof y dijo que le toca gobernar una provincia que “está siendo atacada por el Gobierno nacional, cortándole los recursos”.

El gobernador de la provincia de Buenos Aires encabeza este jueves el acto por el Día de la Lealtad peronista en la ciudad de Berisso, en medio del fuego cruzado por la interna que protagonizan el mandatario de La Rioja, Ricardo Quintela, y la ex presidenta Cristina Kirchner por la conducción del PJ.   

AB.

Renunció Chirillo a la Secretaría de Energía y lo reemplaza Tettamanti, que fue propuesta por Macri

Renunció Chirillo a la Secretaría de Energía y lo reemplaza Tettamanti, que fue propuesta por Macri

La salida del secretario era un secreto a voces. La sucesora es una mujer que acercó el ex presidente Mauricio Macri

El secretario de Energía, Eduardo Chirillo, fue desplazado hoy de su cargo, que ahora será ocupado por María del Carmen Tettamanti, ex directora General de la distribuidora de gas Camuzzi.

El nombre fue propuesto al Gobierno por el ex presidente Mauricio Macri.

Tettamanti renunció a mediados del año pasado a Camuzzi y se había puesto a trabajar en propuestas técnicas en la campaña presidencial para Patricia Bullrich.

“El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, presentó su renuncia por motivos personales y continuará colaborando con el Ministerio de Economía en diferentes proyectos. En este sentido, el ministro de Economía, Luis Caputo, agradeció el enorme trabajo y el sacrificio personal realizado por Eduardo durante su gestión para cumplir con su tarea comprometido con la Patria al frente de la Secretaría de Energía”, informó el Gobierno.

En un comunicado, se confirmó que el ministro de Economía, Luis Caputo, designó como secretaria de Energía a la economista María Tettamanti, “quien posee una trayectoria de más 30 años en la industria de energía en la Argentina”.

Sobre Tettamanti se destacó que “ha trabajado en distintas empresas del sector, incluyendo posiciones al máximo nivel ejecutivo y ha sido una persona de consulta del Secretario de Coordinación de Energía y Minería, Daniel González”.

El saliente secretario de Energía había estado bajo los focos a finales del pasado mes de mayo, cuando se cortó el suministro de GNC en estaciones de servicio después de que no le autorizaran a Argentina la descarga de GNL, lo que porvocó que más de 100 grandes industrias que se quedaran sin gas.

En aquel momento, Rodríguez Chirillo se justificó apuntando contra el Gobierno anterior: “no es responsabilidad de este Gobierno no contar con capacidad plena” del Gasoducto Néstor Kirchner. “En el Gobierno anterior se negoció una reducción del gas importado justo para el invierno de este año. A fin de resolver esta situación nosotros, acordamos con la brasileña Petrobras una asistencia para agosto y septiembre, y así cubrir esa reducción de volúmenes de gas”, sostuvo el funcionario, en su cuenta de la red social X.

DM con información de agencia NA

¿CABA, Capital o Buenos Aires? El poder simbólico de los nombres, a 30 años de la autonomía

¿CABA, Capital o Buenos Aires? El poder simbólico de los nombres, a 30 años de la autonomía

Pese al tiempo transcurrido, esta ciudad sigue sin una denominación unívoca. En las bocas de quienes la mencionan se adivina un conflicto que va más allá de una mera preferencia estilística.

El lenguaje no es inocente, y mucho menos si se trata de nombrar una ciudad. ¿Es Buenos Aires, Capital, Ciudad de Buenos Aires, CABA, BA, Baires? A 30 años de la autonomía, cada quien le dice de una manera distinta. Cada denominación es un modo propio de vivir la metrópolis y proyectarla hacia adentro y afuera. Es una muestra de en qué lado se hace foco. Es cómo se ve y cómo buscan que sea vista.

Me cuento entre la gente que rechaza CABA desde la primera vez que escuchó la sigla: la pronunciación rioplatense apenas la distingue de “cava” y pensé que se referían a la de San Isidro. Pero mi oposición no viene de ese error de despistada recién llegada de Olavarría. 

Si quisiera sumarme intelectualidad, diría que no me gusta porque confunde realidad urbana con forma administrativa. Pero no: el principal motivo de mi resistencia a decirle CABA es el horror de llamar a una ciudad con una abreviatura. Es omitir su historia y esconder la poesía que el nombre “Buenos Aires” implica. ¿Quién de afuera conoce a esta capital con un acrónimo? Alguien me dijo que CABA suena a mutual y qué razón tenía.

Como periodista, yo misma terminé rindiéndome al pragmatismo cuando tengo que escribir. En títulos o textos breves, es más fácil referirse a esta metrópolis como CABA, o incluso como “la Ciudad”, con esa mayúscula centralista, como si el resto de las ciudades argentinas fueran una nota al pie. Aun así, CABA me sigue sonando prosaica, distante y rígida. 

Apenas me referiré aquí a Baires o, aún peor, a BA, un invento publicitario que pagamos todos para posicionar a Buenos Aires como una ciudad global copiando la estética de NYC o LA, como si haber dividido Palermo en Soho, Queens o Hollywood no hubiera sido suficiente.

A 30 años de la autonomía

El jueves pasado se celebró un nuevo Día de la Autonomía de la Ciudad de Buenos Aires, porque fue un 10 de octubre de 1996 el día en que se juró la Constitución porteña. Si de efemérides se trata, este año se cumplen además tres décadas de la reforma constitucional nacional, que estableció un gobierno autónomo en la capital argentina. 

Pese al cambio de estatus político, la Constitución Nacional no dice “Ciudad Autónoma de Buenos Aires” sino “Ciudad de Buenos Aires”. No importa cuánta insistencia ponga el Gobierno porteño en encabezar sus documentos con la leyenda “2024- Año del 30° Aniversario de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”. Aunque parezca un mero ejercicio etimológico, de lo que se cumplen 30 años es de la autonomía de la ciudad, no de ese nombre autoimpuesto. No es lo mismo.

Porque no fue sino hasta 1996 que se introdujo ese nombre, que dio origen a la paulatina adopción de la sigla CABA. Fue con los legisladores que redactaron la Constitución porteña, cuyo artículo 2° reza: “La Ciudad de Buenos Aires se denomina de este modo o como ‘Ciudad Autónoma de Buenos Aires”. Como se ve, es una autodenominación.

El término “Autónoma” enfatiza, al menos como operación de sentido, que la ciudad ya no estaba supeditada a las decisiones del Gobierno federal y que ahora tenía más capacidad de autogestión, aunque sin por eso convertirse formalmente en una provincia. En el camino, alimenta la narrativa de baluarte bajo asedio, de fortaleza sitiada ante el resto del Área Metropolitana. El cambio de nombre no fue magia: respondió a una decisión meramente política.

Sin profundizar en las implicancias jurídicas —tema que merecería otra columna, preferiblemente escrita por un jurista—, quiero destacar que quien nombra las cosas también les asigna una forma. O, como decía Bourdieu en palabras más lindas: “El acto de nombrar ayuda a establecer la estructura de este mundo”. Vaya si nuestro actual presidente no se está encargando de recordárnoslo cada día.  

La resistencia de la Capital Federal

Es curioso cómo, a pesar de la autonomía conquistada, esta ciudad nunca dejó formalmente de ser Capital Federal. De hecho, en los padrones electorales sigue figurando como tal, aunque el agregado “Autónoma” se haya colado en las boletas. Los juzgados aún llevan el rótulo de “Capital Federal” y no de “Ciudad Autónoma”. 

Sin embargo, en el discurso cotidiano y en la narrativa política terminó imponiéndose la idea de CABA, como si Capital Federal no existiera. En realidad, el territorio de Buenos Aires tiene un gobierno propio —el de la Ciudad de Buenos Aires— y una Constitución local, pero sigue cumpliendo formalmente su rol como capital argentina.

Me fascina observar cómo la resistencia política a esta autonomía dejó huellas materiales. Se cuenta que, cuando con la ley “Cafiero” (Nº 24.588) se buscó limitar el traspaso de funciones del Estado nacional al Gobierno porteño, el entonces gobernador Duhalde ordenó repintar los carteles de las autopistas para mantener la referencia a “Capital Federal”. Todavía pueden verse en algunas autopistas.

Este juego de identidades revela las tensiones no resueltas entre el papel histórico como capital de la nación y un gobierno local con pretensiones de autonomía. Décadas después, la falta de consenso sobre los nombres sigue viva, mientras el Gobierno nacional impone más rebautismos, como el del CCK por Palacio Libertad, o el del Salón de las Mujeres por el de los Próceres Argentinos. 

En el fondo, lo que está en disputa no es una palabra, sino una narrativa. Me inclino por quedarme con “Buenos Aires”, una elección algo ambigua, que se resuelve fácil si se le suma contexto. Un nombre criollo que sintetiza pasado y presente. Un puente entre la identidad que queremos conservar y los cambios a los que estamos dispuestos.

KN/DTC