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Mauricio Macri corporizó de qué lado está en la nueva disputa abierta en Juntos por el Cambio: se mostró en Córdoba con Luis Juez apenas un día después de que el candidato a gobernador hiciera un viaje relámpago a la Capital Federal para obturar el ingreso de Juan Schiaretti a la coalición.
El ex presidente acompañó al senador en una exposición en la Bolsa de Comercio local (BCC) en el marco de su campaña provincial. Allí admitió que la interna que abrió Horacio Rodríguez Larreta no está superada y se mostró muy alineado a la posición de Patricia Bullrich, usando su metáfora de que el alcalde porteño “tiró una bomba” dentro el espacio, a solo ocho días del cierre de las alianzas para las presidenciales.
Macri fue más allá en sus dichos y hasta le tendió una mano a Javier Milei. Ya aventuró en otras oportunidades que Jxc y el libertario van a protagonizar el balotaje, pero lejos de criticarlos por sus excéntricas propuestas, afirmó: “Me llena de esperanza”, dijo sobre la posibilidad de esa segunda vuelta. "Es muy sano", abundó.
La foto de Macri con Juez se desarrolló durante las primeras horas de la tarde en un almuerzo en la sede de la entidad económica. Fue la primera actividad pública juntos luego de haber hecho las paces tras meses de una relación que se enfrió en los últimos años. El ex mandatario arribó temprano a la provincia mediterránea y se ocupó de un raid mediático en el que desplegó varias críticas contra Larreta. “No entiendo las decisiones que viene tomando”, le dijo a Radio Mitre Córdoba. “Si Horacio quiere cambiar las reglas, debe consensuarlo con Patricia”, le pidió a través de una entrevista con el diario La Voz. Por la tarde, el ex presidente tenía en agenda presentar su libro ¿Para qué?.
Ante un auditorio por demás amistoso –“acá te adoran”, le dedicó Juez en la previa–, Macri se enfrentó a una ronda de preguntas junto al candidato a gobernador. “No he escuchado nada que me garantice que está superado. Espero que haya una reflexión”, admitió el ex mandatario frente al círculo rojo cordobés sobre la flamante pelea cambiemita.
Macri compartió el almuerzo con Juez y Rodrigo de Loredo, el candidato de JxC para la intendencia capitalina y dirigente radical del espacio de Martín Lousteau, aliado a Larreta.
El ex mandatario echó por tierra cualquier posibilidad de que haya un acuerdo con el peronismo cordobés. “No puede ser faltando ocho días para el cierre de alianzas, sin ninguna propuesta programática, sin un modelo común, unilateralmente”, comentó. Les pidió a “Patricia y Horacio que confíen en su capacidad de liderazgo” y dijo que “sería una lástima” que JxC no llegue unido a las elecciones.
Entonces fue consultado por el crecimiento de Milei y la falta de críticas a sus extravagantes promesas de campaña, como la dolarización o la libre portación de armas. “Puede haber matices en el cambio. Se puede determinar si las soluciones que plantea Milei son viables o no, pero la sustancia es que los argentinos intuitivamente dicen ‘no queremos más esto’”, respondió el también empresario y dijo que sería “muy sano” ir al balotaje con el referente de La Libertad Avanza.
“¿Yo le hago precio a Milei? Me parece que tengo que ser respetuoso. La gente lo escucha”, consideró luego. Y agregó: “Que cada uno se haga cargo de lo que él dice. Yo siempre he trabajado para la positiva. Él hace sus propuestas. Nosotros las nuestras. lo bueno es que discutamos cuál es el nivel del cambio”.
Al mismo tiempo que Macri se presentaba en la BCC, Larreta ofrecía una entrevista a otro medio cordobés. Pese a la polémica abierta, mantuvo su posición de sumar a Schiaretti al frente nacional. “Yo apoyo a Luis Juez como candidato a gobernador y lo digo con todas las letras, eso no contradice que a nivel nacional podamos seguir sumando”, dijo el jefe de Gobierno con Más Radio de Córdoba. Por si hiciera falta, abundó en elogios al senador: “Es el mejor candidato en Córdoba”, le dedicó.
La interna en JxC no tiene por ahora un camino de salida. Por estatuto interno, cualquier incorporación al espacio necesita el aval de todos los partidos miembros. El rechazo del eje Macri-Bullrich hace inviable entonces para Larreta avanzar en su propuesta, ya que el presidente del PRO es el macrismo Federico Angelini.
El resto de las figuras socias están de acuerdo en sumar al peronismo cordobés: Gerardo Morales, titular de la UCR; Elisa Carrió, de la Coalición Cívica, y Miguel Pichetto, de Encuentro Republicano. Este lunes el jefe radical pidió que las reglas internas cambien a una “mayoría calificada”. Incluso Schiaretti subió la apuesta y dijo que está dispuesto a competir en las PASO con Larreta y Morales, pero aclaró: “Nunca seré parte de JxC”.
MC
El ex presidente Mauricio Macri cuestionó la propuesta de Horacio Rodríguez Larreta de sumar a Juan Schiaretti y a otros dirigentes peronistas a Juntos por el Cambio. “Pone en crisis a todo el sistema de la coalición”, aseguró en una entrevista concedida a radio Mitre Córdoba.
El ex jefe de Estado dijo que no entiende la decisión del jefe de Gobierno porteño y planteó que le falta el respeto a los dirigentes cordobeses que enfrentarán a los candidatos de Schiaretti en las elecciones provinciales del 25 de junio. “No entiendo las decisiones que viene tomando, o tenemos un compromiso con el cambio profundo, rápido, con coraje, o no tiene sentido volver al poder”, comentó.
“Los que proponen esto no nos conocen a los cordobeses, no nos conocen a nosotros, porque yo me considero un cordobés más. ¿Qué compromiso hay sobre el futuro? ¿Sobre qué valores? Lo he dicho y lo sigo ratificando: “Somos el cambio o no somos nada”, agregó.
Rodríguez Larreta, candidato a Presidente que enfrentará a Patricia Bullrich en las primarias de Juntos por el Cambio, propuso el fin de semana sumar a la coalición opositora al gobernador de Córdoba y a otros dirigentes peronistas como Florencio Randazzo y Diego Bossio. La propuesta generó el rechazo de Bullrich y de Luis Juez, quien se encuentra en plena campaña contra Schiaretti en la provincia mediterránea.
“Esa es la sospecha que cada vez más gente tiene, si estás tranquilo en el camino que vas, no cambiás. Él se pone en ese lugar, entonces los de afuera dicen, ‘¿qué esta pasando?’. Él y Patricia (Bullrich) tienen que mostrar convicción, mucha conviccion de que están a la altura de realizar los cambios que necesita Argentina”, señaló en la entrevista radial.
“Hay que animarse a romper el status quo, todo esto que se está hablando suena a un amontonamiento que desperfila a Juntos por el Cambio y la vocación de renovación. No entiendo. Honestamente, debería volver a esa mesa que creamos hace 15 días, donde quedamos claramente que los dos responsables dentro del PRO iban a sentarse a resolver cada problema.. Tiene que sentarse él con Patricia y acordar qué modificaciones se quieren hacer, sobre todo cuando alguien quiere cambiar las reglas de juego, no pueden cambiarse reglas de juego unilateralmente”, agregó.
En ese contexto, el ex Presidente analizó con una fuerte carga crítica las jugadas estratégicas que desplegó Rodríguez Larreta en los últimos tiempos: “No las entiendo, se lo he dicho a él que ya no entiendo las decisiones que viene tomando. O tenemos un compromiso con el cambio profundo o no tiene sentido volver al poder”.
Para Macri, la incorporación de Schiaretti es un error, tanto en lo que tiene que ver con Córdoba como en lo que respecta a la filosofía del principal espacio de la oposición: “Esto suena a un amontonamiento que desperfila a Juntos por el Cambio, a la vocación de renovación y cambio del PRO”.
“No entiendo, no entiendo -reiteró el ex mandatario-, se debería volver a esa mesa que creamos hace 15 días, cuando quedamos en que los dos candidatos dentro del PRO iban a sentarse para resolver cada conflicto o alternativa que se presentase en cada distrito y en la alianza. Él (por Rodríguez Larreta) se tiene que sentar con Bullrich y acordar; cuando alguien quien cambiar las reglas tiene que consensuarlo, no puede hacerlo unilateralmente en la mitad o en el final del partido”, reclamó.
NB
En medio del terremoto que generó en Juntos por el Cambio la posibilidad de incorporar a Juan Schiaretti, Mauricio Macri pisará este martes suelo cordobés. Presentará su libro ¿Para qué? y expondrá en la Bolsa de Comercio local. Pero lo que diga puede ser menos importante a lo que muestre: estará junto a Luis Juez, el candidato a gobernador de la oposición que ayer viajó especialmente a la ciudad de Buenos Aires para obturar una discusión que iba a tener la mesa nacional de la coalición sobre la oferta del mandatario mediterráneo.
Juez logró su cometido: JxC pasó a un cuarto intermedio cualquier definición electoral. No hay fecha agendada para una nueva reunión y el plazo para inscribir los frentes electorales es en menos de diez días, el 14 de junio. En ese contexto de interna permanente, genera expectativa la aparición en escena del ex presidente, que considera a Córdoba su “segunda casa” y llegó a reunirse tiempo atrás con el mismísimo contrincante del verborrágico senador: el schiarettista Martín Llaryora.
Macri también rechaza el fichaje del gobernador, como lo corporiza Patricia Bullrich y lo verbalizó Federico Angelini –presidente del PRO– ayer en la reunión en el comité radical. El legislador nacional se cruzó muy duro con el dueño de casa, Gerardo Morales.
El presidente de la UCR acusó a Bullrich de hacerle “un piquete” en su contra. Entendió que la aparición sorpresiva de un puñado de personas con carteles contra Schiaretti en la puerta del comité, más la de los diputados bullrichistas Alberto Asseff y Ricardo López Murphy, eran parte de una conspiración para ensuciar la cancha. “No estaban dadas las condiciones”, argumentó el jujeño para levantar la reunión.
Entonces fracasó también el debate por la incorporación de José Luis Espert. El tema se discutió en menos de 15 minutos. Angelini expuso en la mesa que condicionó al libertario a que no sea precandidato a presidente. Bullrich teme que le robe votos por derecha. En cambio, quiere que se postule en la provincia de Buenos Aires. En 2021 consiguió el 7,48% de los sufragios. En el distrito más populoso del país el cambiemita mejor posicionado es el larretista Diego Santilli, quien sería el más perjudicado con esa estrategia.
El sainete opositor en el comité de la UCR revela la división de aguas que hay en JxC. A los halcones amarillos los repele cualquier jugada que promueva Horacio Rodríguez Larreta, porque entienden que busca horadar a toda costa la primacía de Bullrich en las encuestas. Al jefe de Gobierno le preocupa que la pérdida de brillo del sello electoral lo arrastra a él.
Morales –socio interno del alcalde– ayer le puso cifras a la crisis: dijo que la interna generada por la ex ministra ya le restó diez puntos a toda la coalición opositora. ¿Dónde se fueron esos votos? Para el gobernador jujeño, a Javier Milei.
Como las PASO funcionan como una eliminatoria, parecería que a Bullrich no le importa ganar cueste lo que cueste. Si la foto actual se repite el 13 de agosto, el día después obligaría a toda la oposición a encolumarse detrás de ella. Quién se atrevería a mirar con simpatía a los rivales que quedarían del otro lado: el libertario –que podría quedar como el mejor candidato nominal– y el alicaído Frente de Todos.
El argumento del eje Larreta-Morales-Carrió para que se sume Schiaretti es que “sirve a la gobernabilidad”. Pero, subterráneamente, se saben en declive. “Por fuera resta, lo mejor sería sumarlo”, entendió un larretista que opera su armado federal.
Desde Córdoba explicaron a elDiarioAR que lo que quiere el gobernador no es entrar a JxC, sino armar “un frente de frentes”, un armado que aglutine a toda la oposición. “No le alcanza a nadie. Todos la tienen difícil”, planteó un vocero de Schiaretti. Con cizaña, lanzó una pregunta al aire: “¿Vos crees que después de esto JxC va a seguir unido y Patricia no se va a ir?”. Morales aseguró ayer ante los medios que la ruptura del sello “no es un riesgo”.
La interna parece una lucha de clases. Si Larreta ordenó detrás suyo las principales figuras de cada partido socio –al jujeño, Elisa Carrió, Martín Lousteau y Miguel Ángel Pichetto–, las bases se los escurridizas. El comité cordobés de la UCR y los candidatos y legisladores del PRO en esa provincia salieron explícitamente a manifestarse en contra de que se sume Schiaretti. ¿Cómo explicar la contradicción de enfrentar al peronismo a nivel local pero acordar a nivel nacional? “No tenemos forma de explicar lo inexplicable en Córdoba”, sintetizó Juez.
Evidentemente, el juego de alianzas electorales no es orgánico, sino que la trama tiene un sinfín de pliegues. En Córdoba, por caso, el candidato a viceintendente de la Capital por el peronismo es el ex titular del PRO, Javier Pretto, un declarado larretista. A su vez, la intendenta de la UCR de Estación Juárez Celman, Myrian Prunotto, es la compañera de fórmula de Llaryora.
Es decir, que Morales acompañe a Larreta no significa que todo el partido centenario apoye al alcalde. Bullrich tiene el acompañamiento del disidente “grupo Malbec”, donde tributan el mendocino Alfrejo Cornejo y el formoseño Luis Naidenoff, espadas cambiemitas en el Senado. Ayer la ex ministra viajó a Mendoza para acompañar al senador en el cierre de su campaña hacia las PASO provinciales del domingo. “Vamos a vaciarle el radicalismo a Larreta”, lanzó a elDiarioAR un influyente ladero de Bullrich.
El operador de Larreta en las provincias admitió a este medio las complicaciones que tiene el alcalde para “cerrar acuerdos por abajo”. Una de las alertas que se prendió en el tablero del jefe de Gobierno es la posibilidad de que el titular de la UCR en Buenos Aires, Maximiliano Abad, se sume a la escudería de Bullrich. “Lo de Abad puede traer complicaciones en la provincia”, explicó la fuente consultada. Suena fuerte como compañero de fórmula de Néstor Grindetti. Pero el temor de Larreta es que el dirigente radical arrastre consigo a la treintena de intendentes del interior bonaerense que le responden. La definición al respecto ocurrirá en cuestión de días.
MC
Gabriel Katopodis desplegó la plataforma para que Eduardo "Wado" De Pedro tenga su primera foto con gobernadores del PJ desde que entró, sin matices, en modo candidato presidencial. Una mega cumbre de infraestructura, el área que conduce el exintendente de San Martín, ministro de Alberto Fernández que para el kichernismo es uno de los "funcionarios que funciona", funcionará como marco para una postal de peso político en la previa de la reunión de mandatarios que se realizará el miércoles al mediodía en el Consejo Federal de Inversiones (CFI).
De Pedro, tras el acto de Cristina Kirchner en plaza de Mayo el 25-M, aceleró su plan de instalación: con Máximo Kirchner como lazarilo se reunió con intendentes del conurbano y luego hizo un circuito largo y diverso con el mundo sindical: de gastronómico Luis Barrionuevo al estatal Hugo Yasky. Todo, salvo un acto con Jorge Capitanich en Chaco, fue en el AMBA: de ahí que algunos sospechan, todavía, que la campaña del ministro no excluye un hipotético enroque con Axel Kicillof entre la boleta presidencial y la de gobernador.
Este martes, en la previa del panel con los siete gobernadores, en distintos puntos del conurbano aparecieron afiches que tiene como objetivo eliminar esa teoría: "Wado Presidente" dicen las pegativas que tiene, como epicentro, Lomas de Zamora y otros municipios del conurbano sur. Entre ese impulso y el aporte de Katopodis para que tenga su foto de familia con gobernadores, De Pedro puede anotarse al menos el respaldo del peronismo territorial del Gran Buenos Aires en su aventura presidencial.
La táctica de sumar otros apoyos, en particular de jefes provinciales del interior, tendrá este martes una escala: De Pedro compartirá un panel con Kicillof, el pampeano Sergio Ziliotto, la santacruceña Alicia Kirchner, el riojano Ricardo Quintela, Raúl Jalil de Catamarca y Gerardo Zamora de Santiago del Estero. Esa postal expresa a más del 50% de los mandatarios del FDT. Las ausencias más obvias: ni Omar Perotti, encerrado en Santa Fe, ni Gustavo Bordet -solo preocupado por Entre Ríos- ni otros que están en la previa electoral como Osvaldo Jaldo, en Tucumán o Gildo Insfrán en Formosa. Tampoco estará Jorge Capitanich.
Varios, sin embargo, participarán de la cumbre del miércoles en el CFI, encuentro que hizo circular Cristina Kirchner pero que originalmente estaba previsto para el 12 de junio y la semana pasada de adelantó para este miércoles. Se atribuye a un pedido de Insfrán que, dicen, sugirió hacer el encuentro antes de que voten Tucumán y San Luis -este domingo 11- quizá con la intención de evitar que Juan Manzur, que no pudo ser candidato pero sigue siendo gobernador, no llegue fortalecido luego de un triunfo.
El encuentro del CFI se armó para que los mandatarios discutan una táctica electoral para el PJ. La pretensión de De Pedro es que los gobernadores hablen de las conveniencias de una lista de unidad. En La Cámpora exponen, en paralelo, que llegado el caso impulsarán la tesis Máximo de listas exclusivas para cada eventual candidato a gobernador, por lo cual Daniel Scioli, si llega hasta el final, tendría que armar boletas de diputados y senadores en las provincias. El exgobernador se muestra seguro de que eso no será necesario. A su lado sostienen que las boletas provinciales las armará cada mandatario y la mayoría, salvo algún caso puntual, darán su lista a los dos o tres precandidatos del FDT. El fuego sobre Scioli logra, de mínima, que el embajador en Brasil tenga que salir día por medio a decir que no se baja, que su candidatura está firme y que no hay forma de que lo saquen, "con reglas limpias", de la cancha.
De Pedro apuesta a un proceso de "decantación" que derive en un renunciamiento de Scioli para dejarlo como candidato único. Dice, sin embargo, que no le teme a una PASO y en el entorno de Máximo invocan números que muestran un repunte de su imagen y conocimiento, y una tendencia que refleja que en una primaria interperonista no tendría grandes riesgos para vencer a Scioli. En el sciolismo dicen que si es así, que le den PASO e igualdad de condiciones para competir, que permitan jugar a todos así se amplía el FDT y se suma competitividad.
Hay, claro, una pieza determinante: Cristina Kirchner. La vice ya jugó, con mensajes y sobreentendidos, cuando habló de que tomen la posta los "hijos de la generación diezmada". Luego, en plaza de Mayo, alineó a sus lados a Kicillof, Kirchner, De Pedro y Sergio Massa en lo que se interpretó como una foto de familia política, con la novedad nada menor de que incorporó al ministro de Economía a esa estirpe. De Pedro, con todo armado y charlas previas con la vice, usó esa pantalla y salió horas después con un spot y afiches. Hasta acá, se movió con la inercia que le da la vicepresidenta y la interpretación obvia de que es el candidato de Cristina.
Lo que se instaló en el mundo K es que, hasta acá, la vice quiere que sean sus herederos los que ordenen el proceso sin tener que ella, otra vez, tener que intervenir. Sin embargo, se da por hecho, que si es necesario, la vice va a jugar y o hará en beneficio de De Pedro. Scioli, por lo pronto, no dirá una sola palabra contra Cristina como tampoco lo hará Victoria Tolosa Paz, que el jueves pasado desde Vicente López, estrenó carteles con la consigna "gobernadora". Si bien saben que la vice no jugará a su favor, no la cuestionarán, aunque si le apuntarán a La Cámpora, a los que acusan de ser sectarios y temer una competencia interna en el FDT.
Este martes, Scioli y Tolosa Paz harán otro plenario regional para lanzar sus candidaturas: luego de la escala en Vicente López y en Mar del Plata, tendrán un encuentro con dirigentes de la Tercera en Lanús. En paralelo, Scioli ya estrenó su búnker en San Telmo, sobre la calle Balcarce al 100, desde donde opera para su campaña presidencial de cara a las PASO.
El movimiento clave para sostener la postulación de Wado es que Scioli quede aislado y no pueda sumar apoyos contundentes. Algo similar a lo que le ocurrió en 2015 a Florencio Randazzo que quiso ser candidato a presidente, pero Scioli negoció incorporar a Carlos Zannini como vice, y la postulación del entonces ministro de Interior, ahora aliado de Juan Schiaretti y promotor de un acuerdo con JxC, se quedó sin volumen y optó por no participar de una primaria.
Por eso, la cumbre del CFI puede ser determinante. Sin embargo, en la previa, no parece que haya clima para que se emita una posición unívoca sobre algún candidato. Frente a eso, que Kicillof, Ziliotto, Kichner, Quintela, Jalil y Zamora se muestren hoy, con Katopodis como lazarillo, junto a De Pedro puede servir como una previa o, de mínima, como un foto que sirva para compensar si no hay un mensaje explícito luego del encuentro en el CFI.
PI
El presidente Alberto Fernández afirmó este martes que el próximo 10 de diciembre, día que deje su cargo, va "a mandar a todos los diarios" la declaración jurada de sus bienes y dijo que durante su gestión habrá "un Presidente y muchos funcionarios que se van a su casa igual que cuando llegaron, ninguno más enriquecido”.
"Hay un Presidente y muchos funcionarios en mi Gobierno que se van a su casa igual que cuando llegaron, ninguno más enriquecido", subrayó el mandatario al presentar este mediodía en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada la Mesa Nacional de Integridad y Transparencia, un espacio de articulación de políticas relativas a la ética en la Administración Pública Nacional.
En un intervención, la cual giró en torno a la transparencia en la esfera estatal y en la sociedad en general, Fernández señaló que su Gobierno "no" es "amigo de empresarios" ni se entregan "obras” a familiares.
"Sobre el final de mi mandato voy hablar de algo que dije desde el primer día: la necesidad de tener un Estado eficiente. No hay espacio para la corrupción; no es algo tolerable; es algo absolutamente intolerable", destacó.
En ese sentido, planteó que "hay que terminar con los vicios de la sociedad argentina en general y que aparecen en la administración pública manejando recursos públicos", y llamó a "ser inflexibles y terminar con eso". "Siempre la corrupción alguien la paga. Uno que se corrompe, nos salpica a todos", advirtió el jefe de Estado.
También destacó que, “en toda la democracia, no hubo la libertad de prensa que hubo” en los últimos cuatro años de su administración y apuntó que ese escenario derivó en “un abuso desmedido de la libertad de prensa" en el que "se miente, se difama, se injuria”. “Confiamos en que la ciudadanía descubra quién es el difamador, quién es el periodista corrupto que recibe plata para decir lo que dice”, añadió el Presidente.
Por otro lado, recalcó que desde la Casa Rosada nunca se realizaron gestiones para influir en las decisiones del Poder Judicial: “Nunca nos entrometimos en la Justicia, sí quisimos cambiarla, porque la Justicia funciona muy mal”, y ejemplificó en que no se pueda conocer “cuáles son los bienes y el patrimonio de los jueces”.
Alberto Fernández estuvo acompañado en el acto por el jefe de Gabinete, Agustín Rossi; la titular de la Oficina Anticorrupción, Verónica Gómez; la titular de la Agencia de Acceso a la Información Pública, Beatriz de Anchorena; el síndico General de la Nación, Carlos Montero y la secretaria de Gestión y Empleo Público, Ana Castellani.
La Mesa Nacional de Integridad y Transparencia es un espacio interinstitucional que coordina estrategias de asistencia, seguimiento y evaluación de políticas públicas. Fue creada en junio de 2021 y tiene el objetivo de dotar de una dimensión de transparencia a la gestión.
La Mesa está conformada por la Secretaría de Gestión y Empleo Público de la Jefatura de Gabinete de Ministros, la Oficina Anticorrupción, la Sindicatura General de la Nación, y la Agencia de Acceso a la Información Pública. Tiene como funciones la coordinación y articulación para la implementación, seguimiento y evaluación de políticas relativas a la ética en la Administración Pública Nacional.
LC con información de agencia Télam