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La ministra de Relaciones Exteriores quedó afuera del Gobierno el mismo día en que la Argentina votó en la ONU contra el bloqueo de EE.UU. a Cuba. La reemplazará el actual embajador Werthein.
Diana Mondino bajo presión: reajustes y tensiones en una Cancillería marcada por las intrigas
La canciller Diana Mondino quedó afuera del Gobierno el mismo día en que la Argentina votó en la ONU contra el bloqueo de Estados Unidos a Cuba. Según trascendió, ese fue el motivo por el cual el presidente Javier Milei decidió desprenderse de la ministra de Relaciones Exteriores, con la que ya había tenido varias desinteligencias.
Hace tiempo que la Cancillería de Milei era un hervidero de intrigas. La polémica acerca de los lineamientos en materia de política exterior trazados por el gobierno de La Libertad Avanza no dejó nunca de acrecentarse. Antes del voto que se conoció hoy en Nueva York, la semana pasada, a través de una nota que llevó su firma, el Presidente le exigió a todos los representantes y funcionarios del cuerpo diplomático que se alineen o renuncien a sus cargos.
Fue un mensaje inédito para un mandatario, dirigido especialmente a los más de 400 miembros de la Cancillería, con nombre y apellido. Días antes había sido removido a Ricardo Lagorio de la representación argentina ante la ONU y a Leopoldo Sahores del cargo de vice de Mondino.
Milei expulsó a Mondino para ubicar allí al actual embajador argentino en Washington, Gerardo Werthein. Fuentes diplomáticas apuntaron que ese cambio de fichas en Cancillería se debió a una jugada del propio representante en Estados Unidos, ya que el responsable de haber votado hoy en la ONU fue hasta hace poco tiempo su segundo en la embajada, Francisco Tropepi, quien había sido oficializado ayer en el cargo en el organismo mutilateral.
Mondino completa una tríada de ministros que fueron despedidos del Gobierno en apenas diez meses de gestión. En septiembre renunció Mario Russo en Salud y en mayo a Nicolás Posse, que era jefe de Gabinete.
La hasta ahora canciller llegó al cargo de la mano de Milei a partir de su cercanía durante la campaña electoral. Fue de sus principales colaboradoras durante la contienda. Una vez asumida nunca logró una tónica acorde al cargo como representante del país ante el mundo.
Días atrás la funcionaria se vio envuelta en otra polémica cuando se difundió un comunicado sobre una actividad oficial en la que participó, donde se alude a las Islas Malvinas como “Falklands”, que es la denominación británica. Otro de los desplantes oficiales que sufrió Mondino en el último tiempo fue cuando en el marco de la cumbre de la ONU en septiembre debió viajar a Nueva York en un vuelo comercial distinto al que llevó al Presidente y el resto de la comitiva.
También se incluye en esa lista el desplazamiento del secretario de Culto, Francisco Sánchez, cartera bajo la órbina del ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, que fue reemplazado en su cargo por Nahuel Sotelo, un ferviente católico que pertenece al círculo de confianza del asesor presidencial Santiago Caputo.
También la cancillería había perdido preponderancia sobre la Fundación Argentina para la Promoción de Inversiones y Comercio Internacional, un órgano clave del comercio internacional, que pasó a la de la Secretaría General de la Presidencia, a cargo de Karina Milei.
“El voto en la ONU fue la frutilla del postre”, afirmó a elDiarioAR un embajador al tanto de la salida de Mondino. Argentina votó en contra del embargo de Estados Unidos a Cuba en la Asamblea General de la ONU, donde se aprobó una resolución que pide poner fin al “bloqueo” a ese país.
El texto aprobado por la ONU pedía “poner fin al bloqueo económico comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba” y fue presentado por el gobierno de la isla este miércoles en la ciudad de Nueva York. La votación tuvo luz verde con el respaldo de 187 países y solo dos en contra: Estados Unidos e Israel; mientras que Moldavia se abstuvo.
Es la primera vez desde la llegada de Milei a la Casa Rosada que Argentina no se alinea con el gobierno norteamericano ni con la administración israelí. De todos modos, la de este miércoles fue la 32° oportunidad en que la representación argentina en la ONU vota de esa manera.
MC
Aún a cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores, la funcionaria echada por Milei había mostrado confianza en su último día en el cargo, sin prever su inminente salida. Durante una entrevista con elDiarioAR, destacó logros del Gobierno y expresó euforia por la decisión de España de enviar un embajador a la Argentina. Mondino también anticipó que Milei no asistirá a la Cumbre Iberoamericana y justificó su limitada presencia en viajes oficiales.
No decía “el presidente”, decía casi siempre “Javier”. Tal era el grado de confianza de Diana Mondino a las seis de la tarde del martes 29 de octubre: lo último que sospechaba era que Cuba se cruzaría en su camino y que el “círculo de hierro” del Gobierno usaría la isla comunista para eyectarla de la Cancillería.
“Ya arreglamos Brasil, ya arreglamos Colombia y estamos arreglando España. A ver, todo se resuelve hablando”, dijo la aún canciller durante una extensa conversación con elDiarioAR en su último día completo en el cargo.
Fiel a su estilo, Mondino intercalo bromas —“yo estoy apostando un peso con un montón de gente, pero a uno le apuesto que gana Trump y al otro que gana Kamala, así que yo estoy hecha—, y también comentarios espontáneos que pedía que no se reprodujeran
A lo largo de 40 minutos, la hasta entonces jefa del Palacio San Martín mostró un ánimo con tintes de euforia por la decisión de España de volver a enviar un embajador a Argentina, pero también por el rumbo del gobierno: “Antes de las elecciones dijimos muchas cosas que iban a ocurrir y había cierto escepticismo, pero si te fijás, estamos estabilizando la moneda, estamos desregulando, estamos abriendo la economía, estamos eliminando los problemas con la Aduana, estamos ayudando a que muchas empresas den sus primeros pasos para internacionalizarse. Y si lo pensás, todavía no hemos cumplido 11 meses”.
Incursionar en la economía y en el funcionamiento general del gobierno era algo que Mondino hacía una y otra vez, como si la Cancillería le quedara chica. Dijo este martes, por ejemplo, que Milei tiene enfrente “una oposición deplorable”, ignorando a los acuerdistas del PRO, la UCR y otros partidos menores.
En su breve tiempo como canciller, Mondino se había acostumbrado a afrontar un incendio tras otro a partir de la inflamada verba presidencial y a ver recortado su poder por el cerco creciente desde la Casa Rosada con la dupla Karina Milei-Santiago Caputo.
Mondino anticipó que Milei no irá a la Cumbre Iberoamericana de Cuenca (Ecuador) dentro de dos semanas, y no supo decir si se está trabajando en una reunión bilateral con Luiz Inácio Lula da Silva en Río de Janeiro durante la Cumbre del G20: “No hay prevista ninguna reunión bilateral ahora. Esas las manejan desde Presidencia. Pero hasta hoy yo no me enteré de ninguna”.
Elogió la “visibilidad y liderazgo internacional” de Milei, aunque admitió haber viajado poco junto al presidente y lo justificó de modo por lo menos curioso: “No he tenido la oportunidad de viajar mucho con él, nos dividimos, porque recuerden que había 22 ministerios y ahora somos solamente nueve, entonces realmente no hay muchas oportunidades de que ambos estemos fuera del país simultáneamente”.
Como tantas veces desde el 10 de diciembre, Mondino hizo malabarismos, no siempre logrados, para justificar decisiones de política exterior argentina. Un claro ejemplo es el del rechazo a la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, pero también el de la relación con China, aquel ogro comunista con el que habría un mínimo contacto y al que en enero visitará el presidente.
—Dijo Milei que lo único que piden los chinos es que no los molesten. ¿Podría explicar o ampliar esta frase?
—A ver, piden un respeto muy notable, no solamente las actitudes personales, sino piden respeto con respecto a algunos temas que están muy vinculados a sus políticas internas o externas, que uno no opine sobre sus relaciones políticas internas, etcétera, cosa que de todas maneras no hacemos. Nosotros no hacemos ese tipo de comentarios con ningún país del mundo. A ellos sí les preocupa, porque convengamos que hay muchos otros países, no nosotros, que opinan sobre China, sobre la política de China.
—Pero cuando se hablaba de un gobierno socialista o comunista con el que Argentina no se relacionaría, ¿eso no es opinar sobre lo que sucede dentro de, en este caso, China?
—No, decimos que es un gobierno socialista y absolutamente nadie lo duda. Lo que no opinamos es sobre si tiene que ser el candidato a o b, no opinamos sobre ningún otro. China tiene una política con Taiwán muy particular, nosotros no opinamos públicamente y esperamos que tenga el mismo respeto hacia nosotros.
Mondino tenía previsto un viaje a El Vaticano dentro de pocos días. Lo haría junto al canciller de Chile para encontrarse con el papa Francisco y celebrar el 40 aniversario del Tratado de Paz y Amistad firmado durante la presidencia de Raúl Alfonsín. En formato alambicado, la aún canciller evitó responder la pregunta acerca de si, con el viaje a El Vaticano, el gobierno de Milei le estaba reconociendo algo positivo al líder radical y primer presidente de la democracia: “Superando el tema de las personalidades o las ideologías se van haciendo cosas”.
Desde la visita del Presidente y la ahora excanciller en febrero a Roma pasó mucha agua bajo el puente, y Francisco —aquel “representante del maligno en la Tierra”, según Milei— endureció su discurso de cara al gobierno. ¿Tenía Mondino previsto conversar con el jefe de la Iglesia católica acerca de sus críticas y reparos?
“No creo, porque vamos a estar juntos con el canciller chileno. Es una visita, no quiero llamarla protocolar, pero es por un evento muy particular. Con el Papa ha estado la vicepresidente, ha estado la ministra de Capital Humano, ha estado el secretario de Culto, todos los sindicalistas argentinos. O sea, no sé cuándo trabaja este pobre hombre por la cantidad de argentinos que tiene para ver todo el tiempo, es terrible”.
SF/JJD
Con una sólida trayectoria en los sectores empresarial y deportivo, Gerardo Werthein asume la Cancillería tras su paso como embajador en Estados Unidos en reemplazo de Diana Mondino. Su perfil poco convencional aporta experiencia en la gestión internacional y conexiones estratégicas en el escenario global.
Gerardo Werthein, empresario de larga data y destacado miembro del ámbito deportivo, es el nuevo canciller de Argentina, sumando a su trayectoria reciente su rol como embajador en Estados Unidos. Con esta designación, el Gobierno apuesta a un perfil no tradicional para liderar la diplomacia argentina, eligiendo a una figura con amplio conocimiento del sector privado y una red de contactos internacionales forjada a lo largo de décadas.
Werthein es miembro de una de las familias empresarias más influyentes de Argentina, conocidas por su participación en industrias como telecomunicaciones, seguros y energía. Al frente del Grupo Werthein, tuvo un rol fundamental en la expansión de las telecomunicaciones en el país, particularmente en la compra y gestión de Telecom Argentina, una de las operaciones más significativas del sector. Su experiencia en el mundo corporativo le ha permitido desarrollar una perspectiva pragmática, que ahora llevará al ámbito diplomático.
Werthein es miembro de una de las familias empresarias más influyentes de Argentina, conocidas históricamente por su participación en industrias como la agroindustria, las telecomunicaciones, los seguros y la energía.
En 2019 se fue del Grupo Werthein cuando decidió radicarse en Uruguay y emprender rumbos de negocios con socios del exterior. Pero cuando estuvo al frente del holding integrado por familiares tuvo un rol fundamental en la expansión de las telecomunicaciones en el país, particularmente en la compra y gestión de Telecom Argentina, una de las operaciones más significativas del sector.
Su experiencia en el mundo corporativo le ha permitido desarrollar una perspectiva pragmática, que con el gobierno de Javier Milei llevó al ámbito diplomático, primero cómo embajador y ahora como Canciller.
Antes de asumir como ministro, Werthein se desempeñaba como embajador argentino en Estados Unidos, un puesto estratégico en el que reforzó las relaciones bilaterales con la primera potencia mundial. Su labor en Washington D.C. incluyó la gestión de acuerdos y el acercamiento en temas clave para ambos países, como el comercio y la inversión. Esta experiencia en la diplomacia estadounidense lo coloca en una posición favorable para liderar la política exterior argentina, aprovechando la solidez de sus relaciones en el ámbito internacional.
Su participación en el ámbito deportivo ha sido igualmente destacada. Desde 2009 hasta 2021, Werthein fue presidente del Comité Olímpico Argentino y miembro del Comité Olímpico Internacional, cargos desde los que promovió la participación argentina en competencias internacionales y fortaleció la visibilidad del país en el escenario olímpico. Esta trayectoria deportiva le permitió construir un extenso entramado de contactos y alianzas, además de desarrollar habilidades de negociación y gestión a nivel internacional.
La designación de Werthein como canciller subraya la intención del Gobierno de establecer vínculos pragmáticos y orientados a resultados con el mundo, especialmente en áreas como comercio, deporte, tecnología e inversiones. Si bien su perfil no sigue el camino habitual de los diplomáticos de carrera, su red de contactos y capacidad para gestionar proyectos complejos le permite aportar una visión renovada a la Cancillería argentina.
Además, su compromiso con iniciativas sociales y educativas a lo largo de su carrera complementa su perfil de liderazgo. Werthein ha apoyado proyectos que promueven la inclusión y el desarrollo en comunidades vulnerables, demostrando una vocación filantrópica que ha sido bien recibida en el ámbito público y privado. Con su llegada a la Cancillería, se espera que aplique esta sensibilidad y enfoque humano en la construcción de relaciones diplomáticas en un contexto internacional cada vez más complejo y competitivo.
NB
Lo hará con el objetivo "de identificar impulsores de agendas enemigas de la libertad", según informó en un comunicado.
Minutos después de desvincular a Diana Mondino de su cargo como canciller, el Gobierno emitió un comunicado a través de la Oficina del Presidente en el que anunció que “iniciará una auditoría del personal de carrera de Cancillería con el objetivo de identificar impulsores de agendas enemigas de la libertad”.
“La Oficina del Presidente informa que la canciller Diana Mondino ha presentado su renuncia al cargo de Ministra de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto. En su lugar asumirá el actual embajador en los Estados Unidos, el Sr. Gerardo Werthein, quien liderará la continuidad de la transformación en la política exterior de nuestro país”, informó la nota.
“La Argentina atraviesa un período de cambios profundos, y esta nueva etapa exige que nuestro cuerpo diplomático refleje en cada decisión los valores de libertad, soberanía y derechos individuales que caracterizan a las democracias occidentales”, agregó.
En este sentido, resaltó que la Argentina “se opone categóricamente a la dictadura cubana y se mantendra firme en la promoción de una política exterior que condene a todos los regímenes que perpetuan la violación de los derechos humanos y las libertades individuales”.
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El gremio liderado por Roberto Fernández mantuvo un encuentro con las autoridades de la Secretaría de Trabajo y con la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor. Finalmente, levantó la medida de fuerza.
La Unión Tranviarios Automotor levantó el paro de transporte que llevaría a cabo este jueves luego de la reunión que mantuvo esta tarde, a las 17, con autoridades de Trabajo y miembros de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor.
El Gobierno había convocado a la UTA con el objetivo de dejar sin efecto la medida que estaba planificada un día después de dos jornadas de paros, la primera de estatales; y la segunda, de otros gremios de transporte.
Los choferes de colectivos reclamaban un aumento del 24,7% retroactivo a los salarios de agosto. Su remuneración básica se ubica en $1.060.000. Además, las empresas exigían una actualización del boleto o de los subsidios del Estado para poder aumanetar salarios.
El lunes, el gremio encabezado por Fernández ya había tenido una reunión en la Secretaría de Trabajo, pero sin resultados. Según sus representantes, las autoridades nacionales “no hicieron ninguna oferta”. “Los empresarios saben que nuestros salarios son utilizados para comer, para tener una vivienda digna, para asegurar la educación de nuestros hijos y todo aquello que sea necesario para vivir; sin embargo, más a pesar de ello, no hay ofrecimiento alguno”, señalaron en un acta.
MM