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Dos sectores clave de la economía argentina, la industria y la construcción, se desplomaron en marzo como consecuencia de la política económica del gobierno de Javier Milei, ejecutada por su ministro de Economía, Luis Caputo, enfocada en el déficit cero.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) difundió este miércoles informes referidos a ambos sectores, que evidencian un brutal descenso de su actividad, tanto en comparación con el mismo mes del año pasado como en comparación con febrero.
En marzo de 2024, el denominado Indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC) muestra una baja de 42,2% respecto del mismo mes de 2023. El acumulado del primer trimestre de 2024, es decir los primeros meses de la gestión libertaria, presenta una disminución de 30,3% con respecto a igual período de 2023.
Si se compara marzo úlitmo contra febrero de este año, la variación negativa también es muy significativa: -14,2%. Las caídas son consecuencia, entre otros factores, de la paralización de la obra pública dispuesta durante el gobierno de Milei. El Presidente, de hecho, está en contra de la obra pública y sostiene que la infraestructura debe ser encomendada al sector privado.
A su vez, en marzo el índice de producción industrial manufacturero (IPI manufacturero) muestra una caída de 21,2% respecto de igual mes de 2023. El acumulado del primer trimestre de 2024 presenta una disminución de 14,8% respecto de igual período de 2023.
En marzo de 2024 el índice de la serie desestacionalizada muestra una variación negativa de 6,3% respecto al mes anterior y el índice serie tendencia-ciclo registra una variación negativa de 1,4% respecto al mes anterior.
JJD
El Banco de la Nación Argentina (BNA) presentó hoy una nueva línea de créditos hipotecarios “+Hogares”, que estará vigente a partir del 20 de mayo.
Destinará a esta iniciativa el equivalente a USD 4.000 millones y proyecta otorgar hasta 40.000 préstamos en tres años. La novedad es que cuenta con una cláusula “anti-inflación”.
En la presentación, que se realizó en el Salón de Mármol de la casa matriz de la entidad bancaria y estuvo encabezada por su presidente, Daniel Tillard, se especificaron los requisitos y quiénes pueden acceder.
También se pueden ver en la página web https://bna.com.ar/personas/creditoshipotecarios
Según se informó, el financiamiento cuenta con un beneficio único, en tanto permitirá al usuario abonar una prima de 1,5 puntos porcentuales, lo que le brindará la posibilidad de fijar el incremento de la cuota de acuerdo con el coeficiente de variación salarial (CVS) para que la cuota no aumente más que el salario.
La propuesta de la entidad está destinada a compra, cambio, construcción, refacción y ampliación de viviendas en todo el país como así también a la adquisición de una segunda casa.
Tillard afirmó que “la indicación que recibimos del presidente de la Nación, Javier Milei, es impulsar el crédito. Una parte importante de la recuperación económica viene de la mano del crédito bancario”.
CRM
En la Argentina no hay crédito hipotecario desde hace seis años. La última vez que se otorgaron de forma regular y masiva fue en 2018, antes de la crisis cambiaria que duró dos años y a la que sobrevino, posteriormente, la pandemia y una inflación sin control hasta el día de hoy, que imposibilitó el funcionamiento de cualquier mecanismo. Pero en las últimas semanas volvió a aparecer la oferta bancaria de préstamos para vivienda, en la modalidad UVA, que en la Argentina, a diferencia de otros países, tienen muy mala fama.
Federico González Rouco, economista y experto en vivienda y mercado inmobiliario, sostiene que el regreso de este tipo de préstamos “es una oportunidad” después de más de un lustro sin crédito. En una conversación con los periodistas Hernán Cappiello, Ariel Cohen y Juanjo Domínguez en Gambito de Datos (Radio Con Vos) sostuvo que la inflación es una variable a tener en cuenta a la hora de decidir si tomar o no un crédito de estas características pero aún más importante es qué perspectiva de ingresos personales tiene uno.
—¿Es confiable meterse hoy en un crédito UVA de estas líneas que están apareciendo ofertadas por los bancos?
—Como primer punto hay que decir que hay oferta. Hay bancos queriendo ofrecer créditos hipotecarios. Eso me parece ya una primera gran noticia que no pasaba desde hace años y muestra que están cambiando algunas cosas. Es una señal de apuesta del sistema financiero al plan económico. Porque si fuera algo tan de corto plazo, sólo un movimiento de tasas, esto no pasaría. bviamente después puede salir mal.
—Puede fallar.
—Como todo. Pero es una apuesta. Los bancos tomaron la señal del Gobierno de que el instrumento UVA no se va a romper, una posibilidad que durante los últimos cuatro años estuvo latente. Eso es el lado de la oferta...
—Claro, pero del otro lado hay temor de los tomadores de crédito UVA, sobre todo porque la inflación sigue siendo alta.
—Los créditos UVA tienen la mora más baja del sistema financiero argentino. No hay un problema en el sistema de créditos hipotecarios UVA. Es un sistema que la verdad es que se bancó de manera bastante robusta todo lo que pasó en los últimos años. Obviamente, este tipo de créditos sí están expuestos como cualquier otra cosa que esté ajustada a la inflación.
—Es que uno no deja de pagar el crédito. Es lo primero que va a pagar, igual que el alquiler, la luz, el gas, el teléfono. Son cosas que uno no deja de pagar, por eso también registra bajos niveles de morosidad. Pero como los UVA están atados a la inflación y uno no se puede cambiar, como cambia de Movistar a Personal o a Claro, supongamos, el crédito se come gran parte del ingreso, y eso sí es un problema.
—Sí, totalmente, es verdad lo que decís, a lo que voy es en esta Argentina y en la Argentina que viene por algunos años al menos los UVA son los créditos que tenemos y vamos a tener. Es el contexto económico que hay, es el que nos toca. Yo tengo una propuesta hecha en los libros que escribí para mejorarlos. Es cierto que la mora más baja del sistema significa que el pago de estos créditos ha costado un montón de sacrificios. Totalmente. La pregunta es cuál es la alternativa para comprar una vivienda.
—Si vos estuvieras delante de una familia que tuviera que tomar una decisión, ¿le dirías sí, empezá y arriesgate ahora, o esperá un poquito porque por ahí viene otro producto que puede mejorar este?
—La primera respuesta es que para mí no importa tanto la inflación, lo que importa es la perspectiva de salario real que tenga cada uno. Y eso va a cambiar mucho según el sector en el que uno trabaje, según el momento de la vida en que esté, etcétera. La cuota se puede volver impagable con una inflación de 5% anual o con una de 75% o con una de 200% anual, entonces no me interesa tanto la inflación, miraría más la perspectiva de salario real que uno tiene. Eso como primer punto. Como segundo punto, las tasas de interés de los créditos que están saliendo, que salieron cuatro o cinco bancos con condiciones ya detalladas, van del 4% al 8%, más o menos, y yo no creo que vaya a haber mucha más reducción que eso; no me imagino tasas más bajas de 4% porque uno ve Uruguay y Colombia, que tienen créditos similares, y tienen tasas entre 4% y 7%. Recordemos que en estos créditos la tasa es el costo financiero del crédito que uno lo adquiere en UVAs, que es como sacarlos en pesos uruguayos o dólares. Como el UVA está atado a la inflación, eso es lo que hace que se encarezca la cuota, además de la tasa.
—¿Pero cómo se puede mejorar al sistema para alejar el fantasma de la cuota impagable?
—Al sistema de créditos hipotecarios en Argentina, y al sistema financiero en general, le falta una modernización y que creo que este es el momento para hacerlo. Una de las puntas que creo que se podría hacer, y que ya hubo hasta anuncios en otros gobiernos de diferentes partidos políticos, es avanzar en lo que se llama un fondo de compensación, que básicamente es un instrumento que lo que hace es que el acreedor, o sea el banco, cobre una cuota que ajusta por inflación, la UVA, y el deudor paga una cuota que ajusta por salarios. Y las diferencias, cuando el salario suba más o cuando la inflación suba más, bueno las va absorbiendo y cubriendo el fondo. Y aparte el deudor pagaría un 1% o un 1,5% más todos los meses como si fuera un seguro.
—Una especie de red, digamos.
—Exacto. Es como una cobertura, una compensación. Si uno mide inflación y salarios van más o menos de la mano. Pero el largo plazo no importa acá, acá lo que importa son los cortos plazos, que te sacan del juego. Con este fondo eso quedaría más o menos contenido.
—Entonces, a una familia que tiene un ingreso garantizado usted le puede afirmar que este es un buen momento para sacar un crédito UVA.
—Ni siquiera digo que este es un buen momento, digo que este es un momento. En la Argentina, lamentablemente, estamos expuestos. Este es un momento en el que hay oferta de crédito hipotecario, y ojalá esto deje de ser un momento y sea una realidad, como en cualquier país normal. Yo creo que uno tiene una perspectiva de salario con cierta estabilidad, es una oportunidad. Además, hoy el valor de los inmuebles está muy deprimido.
—¿Cómo ve la perspectiva hacia adelante?
—No creo que este año veamos un boom de crédito hipotecario, pero si la cosa más o menos se ordena, en un año o dos años, sí lo vamos a ver, porque la demanda de crédito es infinita, porque las necesidades habitacionales son infinitas en la Argentina, porque estamos en una muy mala situación habitacional. El impacto en el valor de los inmuebles y en el valor de los activos en general de una normalización económica va a llegar. Y el valor del metro cuadrado es uno de esos. Creo que va a haber una oportunidad ahí.
JJD
Detrás del segundo paro general contra las políticas de ajuste y reformas liberalizadoras de Javier Milei hay diversas razones. Habrá políticas, pero también económicas. La pérdida del salario en estos cinco meses, sumada a los despidos en el Estado y en el sector privado, la historia de reducción de personal que acompañan a las privatizaciones y la reforma para flexibilizar el trabajo son algunas de ellas.
En materia de sueldos, los últimos datos oficiales disponibles son de febrero. En los primeros tres meses de gobierno de Milei, la remuneración de los trabajadores registrados del sector privado cayó un 11,3%, calcula Luis Campos, investigador del Instituto de Estudios y Formación de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma. “Tiendo a pensar que marzo y abril en el mejor de los casos le va a empatar a la inflación, pero no habría que descartar un retroceso, teniendo en cuenta que la actualización de dos de las paritarias más grandes, comercio y construcción, fue muy baja, 8% y 14%, para el bimestre, respectivamente”, advierte Campos, en contraposición con los dichos del Presidente, que ya ve una mejora de los salarios.
En el sector público, la caída de los primeros tres meses de la nueva gestión fue bastante más grande, del 20,6%. “Para el bimestre marzo-abril tampoco deberíamos esperar una recuperación”, señala Campos. En la provincia de Buenos Aires, el aumento fue del 18%, con lo que va a quedar levemente por debajo de la inflación, y en el Estado nacional, apenas del 8%.
Por el lado del empleo registrado, los últimos datos generales son de enero. En los primeros dos meses de la era libertaria se perdieron unos 40.600 puestos en el sector privado. Podríamos agregar unos 10.000 más en febrero en la construcción, según el informe del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC), aunque estrictamente no son fuentes comparables. Además hubo 26.900 despidos en el sector público y 4.500 en casas particulares. “El adelanto que tenemos de febrero, la Encuesta de Indicadores Laborales (de la Secretaría de Trabajo), dio muy mal: fue la peor variación para un mes de febrero desde 2002”, advierte Campos.
Pero los despidos también pueden aumentar de la mano de las 11 privatizaciones que aprobó la Cámara de Diputados y deberá votar el Senado. ¿Por qué? Porque cuando una empresa del Estado se vende suele haber ajustes de personal antes o después de su transferencia al sector privado. A veces antes para tornarla más atractiva para los inversores y en otras ocasiones, después, con el argumento de que había exceso de plantilla. Esto ya sucedió en las privatizaciones en la década del 90, cuando gobernaba Carlos Menem, uno de los referentes de Milei.
La socióloga especializada en economía Marisa Duarte, presidenta del Instituto Argentina para el Desarrollo Económica (IADE). le puso cifras a los despidos por privatizaciones en los 90 en su libro 'Los impactos de las privatizaciones sobre el mercado de trabajo: desocupación y creciente precarización laboral', editado en 2002. Allí se advierte que en la empresa teléfonica Entel, dividida entre Telefónica y Telecom, hubo 15.000 cesantías; en el Correo Argentino, concesionado a la familia Macri, 18.000; en Aerolíneas, 5.000; en Obras Sanitarias, después privatizada como Aguas Argentinas y después reestatizada como AySA, 5.000; en Segba, partida en Edenor y Edesur, y otras empresas eléctricas, 14.000; en el transporte ferroviario, entrega en concesión, 78.000; y Gas del Estado, de la que surgieron varias compañías como Metrogas, 5.000. En total, 141.000 quedaron en la calle en seis años.
Por último, también la reforma laboral ha encendido las alarmas de los sindicatos. El Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma ha señalado las siguientes objeciones:
AR/MG
Con el Pacto de Mayo acercándose a pasos agigantados, el gobierno de Javier Milei confía en que los acuerdos alcanzados con los distintos gobernadores de la oposición en los últimos meses se traducirán en votos a favor del proyecto de ley Bases en el Senado. Pero no todo está resuelto. El escenario que se abre en la Cámara Alta es incierto y obliga al oficialismo a reforzar esos intercambios, más aún si se tiene en cuenta un anuncio realizado este lunes por el mandatario chubutense del PRO, Ignacio Torres: la convocatoria al conjunto de los líderes provincial a un “pacto federal” que contemple, principalmente, el reclamo por un reparto más equitativo en el plano fiscal.
Sin embargo, según pudo saber elDiarioAR, la iniciativa de Torres desconcertó al resto de los gobernadores que hasta la tarde de este martes no se habían hecho eco del asunto. Solo fuentes cercanas a Maximiliano Pullaro confirmaron a este medio que existieron conversaciones con el chubutense, pero dieron a entender que el “pacto” todavía es incipiente. El lunes, durante una rueda de prensa en su provincia, Torres aseguró que buscaba coordinar los pasos a seguir para la “presentación formal” del documento con el santafesino y su par de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, ambos referentes de sus respectivas regiones (Centro y Norte).
“Cualquier pacto no tiene que ser declarativo o de adhesión, tiene que surgir de las provincias”, sostuvo Torres, quien además aseguró que el texto se firmará antes del Pacto de Mayo y que contará, entre sus principales puntos, con “la defensa irrestricta de la Educación Pública”. Sin embargo, la intención el gobernador que más tensó la cuerda con la Casa Rosada por la quita de fondos coparticipables a su provincia, lejos está de ser poner en riesgo el acto que tendrá lugar en Córdoba el próximo 25, donde la Casa Rosada pretende escenificar el apoyo de la mayoría de la clase política al rumbo tomado por el presidente Milei.
Envalentonado por el lugar que comenzó a ocupar a partir de sus cruces con el Presidente, Torres tomó la iniciativa política y, en marzo pasado, logró ser elegido por sus pares como el representante de la región patagónica, un rol que busca poner en valor el peso de ese territorio en, por ejemplo, la producción de hidrocarburos. En ese sentido, el gobernador de Juntos por el Cambio también anticipó esta semana que los senadores que responden a los cinco mandatarios patagónicos rechazarían la restitución del Impuesto a las Ganancias cuando el paquete fiscal sea tratado en el Senado, aunque aclaró que acompañarán gran parte de la Ley Bases. “Todos van a votar en contra de Ganancias porque no se contempla el ítem zona desfavorable en el mínimo no imponible. El costo de vida en la Patagonia es mucho más alto”, indicó Torres en diálogo con Radio con Vos.
Por su parte, fue la senadora de Juntos Somos Río Negro, Mónica Silva, quien se encargó de afirmar en TN que “el gobierno provincial siempre está dispuesto al diálogo”, aunque aclaró su “oposición” a reponer el impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría. La neuquina Lucila Crexell, en tanto, aún no definió su voto a la ley Bases y su decisión estará atada a lo que converse con el gobernador Rolando Figueroa. A esas voluntades hay que sumarle lo que vaya a suceder con los dos senadores santacruceños José Carambia y Natalia Gadano, quienes responden al gobernador Claudio Vidal, uno de los que más visitó la Casa Rosada en los últimos meses.
El gobernador Zamora es otro de los mandatarios con los que se reunió el ministro del Interior, Guillermo Francos, pero ese ida y vuelta no obtuvo el resultado que el oficialismo esperaba: los representantes santiagueños en la Cámara de Diputados finalmente votaron en contra de la ley Bases, lo que convierte en una incógnita lo que podría suceder en el recinto del Senado.
Es que cerca del ministro Francos saben que no deben confiarse ya adelantaron que no descartan “nuevas reuniones” en los próximos días. Sin ir más lejos, según publicó elDiarioAR, tiene previsto visitar algunas de las provincias del NOA, en un nuevo intento por sumar voluntades o garantizar ausencias de opositores a esa sesión que será clave. En la cartera de Interior niegan la existencia de una dinámica de “látigo y chequera” hacia las provincias, pese al acuerdo alcanzado, entre otros, con el gobierno de Misiones para reactivar obra pública a cambio de que los representantes misioneros en el Congreso acompañen la ley Bases. “No hay toma y daca, simplemente contemplamos los intereses de las provincias”, deslizaron, suspicaces.
La Rioja, Santiago del Estero, Jujuy, Catamarca y Salta se encuentran entre las provincias de mayor pérdida de transferencias nacionales en el primer trimestre de este año, de acuerdo al último informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), en base a datos del Ministerio de Economía de la Nación. A Ricardo Quintela, por ejemplo, le llegaron un 36,4% menos de recursos, mientras que Gustavo Sáenz tuvo una pérdida del 20,1%. Realidades que, a fuerza de necesidad y pragmatismo político, La Libertad Avanza debió comenzar a tener en cuenta.
PL/JJD