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Con la presencia de Pablo Moyano y otros referentes del mundo sindical, el Congreso Ordinario de la Federación de Docentes de la Universidades (FEDUN) aprobó en asamblea "realizar un paro de 24 horas el 30 de octubre en todas las universidades públicas, adhiriendo a la convocatoria del sector del transporte y otros gremios".
En el marco del Congreso Ordinario de la Federación de Docentes de la Universidades (FEDUN), que contó con la participación de congresales y secretarios y secretarias generales de los todos los gremios de base de todo el país, la gremial resolvió “adherir en todas las universidades públicas al paro de 24 horas el 30 de octubre convocado por el sector del transporte y otros sindicatos”.
En el encuentro de FEDUN y como muestra de unidad de diferentes sectores frente al abanico de reclamos que se intensificó en los últimos por el avance del ajuste de la gestión de Javier Milei en áreas públicas, estuvieron presentes Pablo Moyano, secretario general de la CGT; Eduardo Tavani, representante de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos; Walter Merkis, secretario general de FATUN; Alejandro Gramajo, secretario general de la UTEP; Pablo Flores, secretario general de AEFIP, Juan Pablo Brey, secretario general de Aeronavegantes; y Fabiana Almeida, hija de Taty Almeida y militante por los Derechos Humanos.
En el Congreso del gremio que comanda Daniel Ricci se realizó “un balance positivo de las distintas acciones de visibilización del Conflicto Universitario que se realizaron durante el año, especialmente las Marchas Federales Universitarias del 23 abril y 2 de octubre, donde toda la sociedad se expresó en apoyo a la Universidad Pública”.
Asimismo, se resolvió en asamblea:
La Federación Argentina del Trabajador de las Universidades Nacionales (FATUN) infoormó en las últimas horas que tras una reunión en la sede de la Secretaría de Educación de la Nación, la Comisión Paritaria de Nivel General del Sector NODOCENTE de las Instituciones Universitarias, “luego de diversos intercambios y deliberaciones, y a solicitud de la representación de la FATUN, acordaron reinstalar la garantía salarial” que había sido refrendada en el Acta Paritaria del mes de octubre de 2023.
De acuerdo al gremio, “ante el complejo cuadro de situación que atraviesa el colectivo NODOCENTE producto de las políticas que plantea el Gobierno Nacional, la Federación en su permanente búsqueda de soluciones que permitan atenuar la pérdida real de los ingresos de las familias NODOCENTES, y honrando un mandato histórico de priorizar la necesidad más urgente del tramo inferior (categorías 6 y 7), logró reinstalar el concepto de garantía salarial mensual a través del pago de un adicional de suma fija no remunerativa y no bonificable, a partir del presente mes y con el justo resarcimiento retroactivo a abril de 2024 (6 meses)”.
Asimismo, desde FATN aclaran que para el tramo superior (categorías 1, 2 y 3) alcanzado mayoritariamente por el impuesto a las ganancias, “la estrategia judicial diseñada desde el Consejo Directivo Nacional ha sido desplegada con cuatro presentaciones de solicitud amparo. En tanto, para el tramo intermedio (categorías 4 y 5) se sigue trabajado en el ámbito de la negociación paritaria para encontrar un resarcimiento justo”.
En su comunicado, el sindicato asegura que el acuerdo firmado “es un paliativo necesario”, aunque advierten que “de ninguna manera resuelve la cuestión de fondo, que requiere de la recomposición real del poder adquisitivo de la totalidad de las y los trabajadores NODOCENTES, es que nuestra lucha continua en defensa de la universidad pública de calidad, no arancelada y con salarios dignos”.
El ministro de Economía le anticipó a Financial Times que consiguió el crédito llamado Repo, de corto plazo y altas garantías, para afrontar vencimientos en enero. La agencia Bloomberg informó que JP Morgan y Santander lo financiarán. Por eso, se aprecian los títulos públicos y desciende la prima de riesgo.
Más importante que los encuentros del ministro de Economía, Luis Caputo, con la directora gerenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, y su segunda, Gita Gopinath, han sido sus reuniones privadas de esta semana en Washington con bancos privados. El FMI no va a prestarle fondos frescos antes de que el próximo día 4 se definan las elecciones presidenciales de EE.UU., su principal accionista. En cambio, Caputo anunció en una entrevista con el diario Financial Times (FT) que “ha conseguido un Repo (siglas en inglés de un acuerdo de recompra) de casi tres años con los bancos para pagar el capital” de la deuda que vence en enero próximo, unos US$2.900 millones. La agencia Bloomberg informó que ese pacto aún no se firmó pero está avanzando con el norteamericano JP Morgan y el español Santander.
Un Repo es préstamo de corto plazo que exige fuertes garantías. En un principio se especulaba con que se iba a respaldar con el oro que el Banco Central envió a Londres en una operación sospechosa. Después se advirtió el riesgo de que eso reduzca la contabilidad de las reservas y por eso comenzó a mencionar la posibilidad de garantizar con bonos Bopreal, que el Central emitió en dólares para saldar la deuda de los importadores con el extranjero que dejó el gobierno anterior.
Más allá de la garantía, el anuncio del Repo, que no fue confirmado por el Ministerio de Economía más allá de las declaraciones de Caputo en la prensa británica, descomprime la tensión por el pago de los títulos públicos en enero.
La reacción no se hizo esperar: este jueves subieron esos activos en los mercados y bajó entonces el riesgo país este viernes de la barrera de 1.000 puntos básicos, a 984. Es una señal de que quizá la Argentina pueda volver a los mercados internacionales de deuda, de los que se despidió en 2018 por la crisis de confianza que generó en su momento el rápido endeudamiento del gobierno de Mauricio Macri, con Caputo como ministro de Finanzas. En 2018, cuando superó los 400 puntos, el país perdió el acceso a los mercados, pero traspasó la barrera de los 1.000 cuando Alberto Fernández ganó las primarias presidenciales y los inversores dieron por descontada una reestructruración, que ocurrió en 2020. Ahora los mercados ven que Milei no sólo está comprometido cueste lo que cueste a abonar la deuda sino que además consiguió los dólares para abonarla.
Cuando más baje el riesgo país, más barato se puede endeudar el país. Ahora en Financial Times, Toto, como lo llaman sus amigos, reconoció que si se consigue una merma, a mediados de 2025 podría colocar bonos, aunque la idea es para refinanciar vencimientos, no para incrementar el pasivo. Esta vez promete no repetir los errores del pasado, aunque no los reconozca como tales. “En junio, si las tasas de interés lo permiten, refinanciaremos el capital y pagaremos los intereses utilizando nuestro superávit primario. Si las condiciones no están dadas, haremos los pagos de otra manera”, prometió al FT.
AR/DTC
"Fue una muy buena reunión", dijo la directora general del Fondo Monetario Internacional en declaraciones a la prensa en la sede del organismo, minutos después de reunirse con el ministro de Economía y otros miembros de la delegación argentina.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, confirmó hoy que se reunió con las autoridades argentinas que se encuentran en Washington, entre ellas el ministro de Economía, Luis Caputo, con el que se sacó una foto, para hablar sobre el programa de refinanciamiento de la deuda.
“Fue una muy buena reunión”, apuntó Georgieva en declaraciones a la prensa en la sede del FMI, minutos después de reunirse con Caputo y otros miembros de la delegación argentina. “Nos alineamos en torno a las prioridades del país. Felicité al ministro por el premio que le dieron, muy merecido, porque miramos los indicadores objetivos y económicos de Argentina y vemos las mejoras”, afirmó la directora gerente de la institución.
El titular de Economía recibió ayer un premio de manos de la revista LatinFinance por ser el “ministro de Finanzas del año”.
El primer encuentro de Caputo fue con la número dos del Fondo, Gita Gopinath, y ocurrió a primera hora de la mañana. La cita con Georgieva fue al mediodía, luego de una reunión de los ministros de finanzas del G20, indicaron fuentes oficiales.
Georgieva no quiso aclarar si acordaron crear un nuevo programa con Argentina cuando venza el existente actualmente. “Tenemos un objetivo que es pensar juntos como un solo equipo para pensar qué es lo mejor para Argentina”, se limitó a responder.
En la reunión con las autoridades del FMI participaron varios miembros del gobierno de Javier Milei, entre ellos Pablo Quirno, ministro de Finanzas, y Santiago Bausili, titular del Banco Central de la República de Argentina (BCRA).
Argentina es el mayor país deudor del FMI y, a su vez, ese organismo es el principal acreedor del país suramericano.
En marzo de 2022, el Gobierno de Alberto Fernández (2019-2023) firmó con el FMI un acuerdo para refinanciar préstamos por unos 45.000 millones de dólares que el organismo había concedido a Argentina en 2018, durante la presidencia de Mauricio Macri (2015-2019).
El pacto incluye revisiones trimestrales sobre el nivel de cumplimiento de metas exigentes en materia de disciplina fiscal, acumulación de reservas monetarias y límites a la emisión monetaria.
Del cumplimiento de esas metas y la aprobación de cada revisión depende el visto bueno para nuevos desembolsos a Argentina por parte del organismo, fondos que, a su vez, el país utiliza para cancelar su deuda con la entidad, la cual ascendía a 40.899 millones de dólares a finales de 2023. Faltan dos revisiones para que el plan concluya.
En el marco de las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial, la institución publicó esta semana sus últimas previsiones económicas.
Estas apuntan hacia una contracción de la economía del 3,5 % este 2024 y una recuperación del 5 % en 2025, año para el que también vaticina una sustancial desaceleración de la tasa de inflación anualizada del 62,7 % frente al 229,8 % actual.
“Nuestras proyecciones para Argentina no cambiaron desde julio. Nuestro equipo está hablando con las autoridades de allí en medio de las negociaciones, pero las cifras son las mismas que teníamos en julio”, afirmó en una rueda de prensa el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, el pasado martes.
El Gobierno de Milei afirmó que definirá si negocia o no con el Fondo un nuevo acuerdo de asistencia financiera una vez que concluyan las revisiones pendientes (novena y décima) del programa todavía vigente.
CRM con información de la agencia EFE
Libros, series, películas y un montón de cosas de las que aferrarse en medio del desconcierto.
Uno. Por azar, dos adolescentes de divisiones distintas quedan sentados uno al lado del otro en el micro que los lleva a una excursión escolar. “Esa mañana, apenas me senté a su lado, Fernán me preguntó sin levantar la vista, como si retomáramos una conversación añeja y no estuviéramos charlando él y yo por primera vez, si me gustaban los Beatles y cuál de los cuatro era mi favorito. Nunca supe responder a esta pregunta, tal vez porque se responde solamente con matices. ¿Mi favorito en los estudios de grabación? Más bien Paul. ¿Mi favorito como personaje mordaz y gracioso, como espléndido antihéroe? Más bien Ringo. ¿Mi favorito en el centro del escenario, como vocero ideológico, como guardián del grito y del inconformismo? Más bien John. Pero mi claro favorito como exbeatle porque tuvo a mi entender la mejor carrera solista, porque fue quien mejor creció después de la separación (dado que el grupo, aventurero, le había impedido crecer) siempre fue George: mi favorito como talento discreto y elegante, mi reverenciado dark horse”, se lee en el encantador libro Faster, de Eduardo Berti (lo acaba de reeditar el sello Híbrida, abajo les cuento un poco más). La escena me atrapa porque busca capturar esa percepción inasible del comienzo de cualquier amistad: que en ese terreno tal vez no exista algo así como un principio, que justamente ser amigos sea retomar en cada encuentro una charla remota, un reloj suspendido. Por supuesto que Fernán, el flamante amigo del narrador de Faster, también tendrá como faro a George Harrison y esa figura pasará a formar parte de la constelación infinita de sincronías y conversaciones que los mantienen unidos en el resto del libro y hasta hoy. Como la música, la lectura y la escritura, muchas veces a cuatro manos: un tiempo fuera del tiempo.
Dos. “Mucho antes de que existiera este libro, coleccionamos de manera arbitraria –¿qué sería del pop sin una buena cuota de capricho?– fragmentos de canciones que por algún motivo nos encantaban, nos conmovían o simplemente nos hacían reír (coincidíamos en muchas, ¿somos amigos porque nos gustan las mismas canciones o nos gustan las mismas canciones porque somos amigos?). Lo hicimos por años intercambiando mensajes de texto hasta que fuimos sofisticando el método”, anotamos en el prólogo a la primera edición de Quién es la chica, un libro-cancionero que escribimos juntos hace una década con mi amigo Tomás. Ser amigos: escuchar –o hacer que se escuche, si tenemos el don musical– una misma banda sonora cada vez. Ser amigos: atravesar la vida como una lista de canciones inagotable.
Tres. En el libro de Berti, además de hacer varios intentos por desentrañar la letra de la canción Faster, de George Harrison, el narrador y su amigo pasan sus días haciendo listas. De músicos que admiran, de bandas famosas que nacieron entre compañeros de colegio, de canciones traducidas al castellano con títulos cómicos, de hits conjeturales que los Beatles deberían haber hecho como contraparte de los ya existentes (Nothing en respuesta a Something, o She Hates You como un reverso posible de She Loves You). Me acordé de lo que dice Ricardo Piglia sobre las listas en Los años felices, el segundo tomo de Los diarios de Emilio Renzi: “Como antes con los cuentos y antes con los libros que había leído, y antes con los músicos de jazz, y antes con los jugadores de fútbol y antes con las series de historietas, hago listas. Listas de compras, listas de cosas por hacer, listas de amigos a los que ver, listas de amigas a las que llamar, listas de ciudades que no conozco, listas de capítulos de la novela que voy a escribir. Las listas siempre me han tranquilizado, como si al anotarlas me olvidara del mundo y, en algunos casos, como si anotar fuera ya hacer lo que imagino o prometo, contento entonces, como si la novela cuyos capítulos he anotado ya estuviera escrita”. La amistad también supone ese olvido pasajero del mundo, una desaceleración conversada, un vértigo mullido. Anoto algo que ahora me parece medio despatarrado, pero igual voy, como si estuviera charlando con un amigo: si en el amor romántico la aguja del reloj está siempre atravesada por el destiempo, en la amistad el tic tac es la sincronía. Una complicidad que busca recuperar el sonido provisorio de la correspondencia.
Cuatro. Extraño a Diego, quizá el más ruidoso de mis amigos. Extraño nuestras conversaciones que eran siempre deshilachadas y sonoras. Extraño esas tardes sin ton ni son, ese reloj de plastilina que, desde que él murió, se volvió inexorablemente memoria. Entonces arranco una lista en la que anoto asuntos de estos días que pienso que le interesarían o le causarían gracia. Como comentamos por acá alguna vez: me gusta que ese grado cero de la confidencia que se abre con nuestros amigos sea una especie de río desbocado donde por suerte no hay jerarquías, ni asuntos más importantes que otros. Así que en la lista que armo para Diego se superponen los títulos de unos libros que creo que le hubieran encantado, tres chismes que lo harían reír a carcajadas, la noticia infame de la privatización del Belgrano Cargas, una metida de pata, una película alucinante, un secreto que solamente le contaría a él.
Cinco. Entre muchísimos intercambios y confidencias que cruzamos a diario, con mi amiga Florencia coleccionamos imágenes o escenas del siglo XX que nos llaman la atención y que nos vamos mandando por Whatsapp. Una lista inabarcable y destartalada que se está convirtiendo, con el tiempo, también en un libro que intentamos escribir a cuatro manos. Hace unos días le mandé un fragmento de algo que acababa de subrayar en Curso de literatura argentina. Universidad de Michigan, 1976, de Jorge Luis Borges: “Si hay una pasión argentina, esa pasión es la amistad, y es necesario que Martín Fierro tuviera un compañero. Hasta ahora ha sido un hombre solo, ya que nada sabemos de sus años anteriores. Martín Fierro se hace amigo de Cruz, Cruz le da la mano de amigo y esa amistad tiene que ser verdadera, fatal, ya que Cruz se había jugado la vida también”.
Seis. Leo hacia el final de Faster, de Berti: “Faster nos recuerda que el tiempo se desboca como un bólido y que, por mucho que tratemos de frenarlo con el cuerpo, con las manos o con los pies, no, no hay palancas ni pedales, no hay nada que lo detenga, salvo quizás (exagero para darle algo de pese a esta tarea que cumplo para sentirme más vivo), salvo quizás el rito de la escritura. Ese rito de estar fuera y dentro del tiempo a la vez”.
Empieza este rito módico y anacrónico de cada viernes. Empieza una nueva edición de Mil Lianas.
1. Las últimas mujeres del mar. Una de ellas lo dice muy claro frente a cámara: “Por el momento preferimos hacerlo a la antigua. Si trabajáramos con tanques de oxígeno durante horas, habría una sobreexplotación”. Las haenyeo son buceadoras célebres en la isla de Jeju, Corea del Sur, que bajan al fondo del océano para ganarse la vida juntando mariscos tal como lo hacían sus ancestras. En su mayoría entre los 60 y los 80 años, son mujeres que han pasado sus días tomando aire de un impulso y buceando hasta que sus pulmones se lo permiten. Una actividad en la que se combinan la tradición, las ganas de mantener cierta independencia, una ética férrea de trabajo, el esfuerzo físico implacable, la amistad y una sabiduría alegre.
El conmovedor documental Las últimas mujeres del mar, que llegó por estos días al menú de Apple TV+, muestra cómo viven algunas haenyeo históricas y otras más jóvenes que todavía trabajan e insisten con su tarea, mientras que la contaminación y los cambios tecnológicos parecieran ponerlas en jaque. Con imágenes entrañables del día a día, del fondo del mar, de las reuniones entre ellas, de sus diálogos y de cierta intimidad, a lo largo de una hora y media exhibe una historia pequeña y luminosa de unión, valentía y tenacidad frente a cualquier amenaza.
El documental Las últimas mujeres del mar se puede ver en Apple TV+.
2. Faster, de Eduardo Berti. Entre la crónica, una novela de coming of age y el ejercicio en plan Me acuerdo, de Georges Perec, este libro se mueve en el terreno difuso y magnético de la memoria. Es por eso que, al ritmo a veces vertiginoso y a veces aplacado de los chispazos de la evocación, cuenta la historia en fragmentos de algunos episodios de la vida de su autor que insisten en ser recordados y, por lo tanto, narrados.
Como en todo relato potente, hay algunos hitos, algunas escenas inaugurales. En este caso, está, como contábamos arriba, el encuentro de dos adolescentes a finales de los ‘70 en la Argentina unidos por el amor a los Beatles, por algunas obsesiones lectoras y por cierta sensibilidad hacia la palabra escrita. A medida que el relato avanza, irán apareciendo más imágenes iniciáticas, más situaciones que se desplegarán para agrandar el mito de esa amistad incandescente. Entre ellas, el encuentro de los protagonistas con el piloto Juan Manuel Fangio, a quien un día los dos jóvenes, fundadores precoces de una revista deportiva casera, deciden ir a entrevistar.
Como el propio Fangio que cuando lo van a ver prefiere hablar de los inicios y no tanto de sus épocas de gloria, Faster decide posarse con sutileza en los comienzos, en lo embrionario, en la potencialidad de las pasiones, de la amistad, de eso que rápidamente llamamos oficio o profesión. Así, a lo largo de sus páginas las carreras de Fórmula Uno, la música, el periodismo, las velocidades, la literatura y las vidas se entrelazan en un relato extraordinario. Una serie de fragmentos que, gracias al trabajo de orfebrería narrativa de Berti, se vuelve anular, redondita, circular como un disco, como las ruedas de los autos, como las mejores canciones.
Faster, de Eduardo Berti, salió por Híbrida Editora.
3. Santiago Loza por tres. “Hay gente que me señala una supuesta híper productividad, pero la verdad es que yo tengo procesos lentos. Tardo bastante en caer a las cosas y las cosas toman sus propios tiempos también”, dice el escritor, dramaturgo y cineasta Santiago Loza. Loza habla bajito, pausado, como si se ubicara en la vereda opuesta de algunos de los personajes que creó, que siempre rodean el desenfreno y cierto desborde. Como Mario, interpretado encantadoramente por Mariano Saborido, el protagonista de la obra Viento blanco, uno de los grandes estrenos teatrales del año. Como el narrador de Pequeña novela de Oriente (Entropía, 2024), una voz construida para prestarse al desconcierto de unos viajes por Corea, Japón y China. O como el de Diario inconsciente (Bosque energético, 2022), también pegado a Loza y a su experiencia, que recuerda una internación psiquiátrica de su juventud (“cuando tenía veinte años y me volví loco, tenía piedras en los bolsillos”, dirá en el libro y más adelante reforzará: “Se vive y se narra. Se vive para contar, poner un orden a los acontecimientos. La crisis viene a desordenar o a decretar que no hay orden posible y todo intento es vano”).
Autor de más de 20 obras teatrales, de varias novelas, de libros híbridos donde se dedica a indagar en la escritura y director de una docena de películas, Loza es uno de los artistas argentinos más prolíficos y su obra una de las más radiantes de las últimas décadas. Hace unos días tuve el enorme gusto de entrevistarlo para hablar sobre algunos de sus textos más recientes. Pueden leer la nota en este enlace.
Entre los libros más recientes de Santiago Loza se encuentran Pequeña novela de Oriente (Entropía, 2024) y Diario inconsciente (Bosque energético, 2022). La obra teatral Viento blanco, con texto de Loza y la actuación de Mariano Saborido, sigue en cartel en Buenos Aires. Más sobre todos ellos, en esta entrevista con el autor.
Banda sonora. A propósito de la reedición del libro de Eduardo Berti, mencionamos arriba Faster, de George Harrison. Me pareció una excusa perfecta para sumar esa canción junto con otras que me gustan mucho de él a nuestra lista de canciones compartidas. Se escucha, como siempre, por acá.
Por su cumpleaños 73, esta semana se multiplicaron los homenajes y las imágenes de Charly García inundaron con todo su magnetismo las redes. Por estos días, también, en la siempre nutritiva revista Otra Parte, Pablo Schanton escribió un texto notable sobre su obra, sobre el disco La lógica del escorpión y sobre ese lugar pringoso y fascinante que llamamos rock argentino. Se lee por acá.
Bonus track. Por falta de tiempo y de conocimiento específico del rubro, no suelo leer novelas gráficas y realmente lo siento. Sin embargo, cada tanto hago el intento con algunas y termino siempre maravillada. Es el caso de Matar al tirano, del escritor Lautaro Ortiz y del dibujante Ignacio Minaverry, una historieta que salió hace poquito por la editorial Deux Books, luego de que en 2015 la publicara por entregas la mítica Revista Fierro. Se trata de la versión gráfica de una historia real muy impactante contada en tiempos que se van superponiendo en el relato: Soghomón Tehlirian, un joven que perdió buena parte de su familia en manos de las autoridades turcas durante el Genocidio Armenio y debió escapar de su tierra, se cruza en Berlín con Talaat Pashá, uno de los ideólogos de aquellos crímenes masivos que tuvieron lugar a comienzos del siglo pasado. Tal como escribió Osvaldo Bayer, en un rapto el joven “lleva a cabo la ley no escrita de ‘matar al tirano’” y su vida cambia para siempre. Es que, a partir de ese encuentro, de ese arrebato y del histórico juicio al que fue sometido (y en el que fue absuelto), aquellas imágenes indelebles volverán una y otra vez a su memoria. El dolor, las preguntas alrededor de la justicia y las heridas abiertas se cruzan a lo largo de estas páginas en una narración impresionante. La publicación incluye un texto de Bayer y un epílogo escrito por Eduardo Kozanlian.
Bonus track II. Esta semana se dio a conocer el listado con las cinco novelas finalistas del Premio Fundación Medifé Filba, que busca distinguir a lo mejor de la literatura argentina y, según sus organizadores, “darle nueva visibilidad a libros que salieron un año atrás para volver a ponerlos en la discusión”. Pueden leer por acá los títulos y algunos detalles sobre cada uno de ellos. Dos recordatorios, por si se distrajeron y quieren saber más sobre algunos de los libros: comentamos algo sobre El amor es un monstruo de Dios, de Luciana De Luca, en esta edición de Mil Lianas de 2023. Y, sobre Las niñas del naranjel, hablamos con Gabriela Cabezón Cámara en esta entrevista.
¡Hasta la próxima!
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Según la cartera que dirige Patricia Bullrich, Hussein Ahmad Karaki es el principal partícipe y responsable de operaciones de reclutamiento, y planificación de numerosas acciones terroristas. Además, tomó parte en los atentados a la AMIA y a la embajada de Israel.
El Ministerio de Seguridad, en simultáneo con funcionarios del área en otros países, reveló hoy en conferencia de prensa que Hussein Ahmad Karaki es el jefe del operativo de la organización chiita Hezbollah en Latinoamérica y pidió su captura internacional.
Según la cartera que dirige Patricia Bullrich, es el principal partícipe y responsable de operaciones de reclutamiento, y planificación de numerosas acciones terroristas, y además tomó parte en los atentados a la AMIA y a la embajada de Israel.
El informe de inteligencia difundido menciona que Karaki estuvo en Buenos Aires el día del atentado a la Embajada, el 17 de marzo de 1992, y lo señala como el responsable de haber comprado la camioneta utilizada como coche bomba en el ataque. También asegura que abandonó el país horas antes de la explosión utilizando un pasaporte colombiano.
El Gobierno le entregó a la fiscalía a cargo de la investigación por el atentado a la AMIA y al juez Daniel Rafecas imágenes del terrorista. Serían de 2004, cuando el gobierno de Venezuela le concedió la residencia en aquel país con un pasaporte colombiano.
Bullrich destacó además que Karaki, que habría operado en la región con documentos de Brasil, Colombia y Venezuela, se encuentra actualmente en Líbano, país en el que nació, y reveló que la información anunciada es el resultado de una investigación conjunta con otros países de la región.
“Queremos que se sepa quién es Karaki, queremos que el pueblo argentino sepa que Karaki estuvo atrás de los atentados a la Embajada, que fue el que compró el coche bomba en la Embajada, y que fue el jefe operacional, en línea directa con (Hassan) Nasrallah, que fue muerto hace unas semanas en el Líbano, y que recibió la orden directa para el ataque luego también a la AMIA”, agregó la ministra.
El informe asegura que Karaki “salió del radar” entre 1994 a 2000 y que a partir de ese año volvió a generar reclutamiento e infraestructura para llevar adelante atentados en la región.
Según el Gobierno, la revelación sobre Hussein Ahmad Karaki está a la altura del asesinato de Hassan Nasrallah, uno de los líderes de Hezbollah, que murió en un ataque aéreo israelí hace un mes. Supuestamente, Karaki respondía en forma directa a Nasrallah, sin intermediarios.
Si bien Bullrich no aportó más información sobre el rol del presunto jefe operativo de Hezbollah en la región en el segundo ataque, un informe del servicio de inteligencia israelí Mosad ubicó a Karaki como el presunto comandante de aquella operación.
En ese informe, ampliamente difundido por la prensa argentina e internacional en 2022, el Mosad ya había apuntado a Karaki como el encargado de comprar la camioneta Ford F-100 utilizada para el ataque contra la Embajada de Israel.
Aunque Hezbollah, aliado de Irán, fue apuntado por diversas investigaciones como responsable de los atentados contra la embajada de Israel y la AMIA, ambas causas siguen abiertas en la Justicia argentina, la cual, además, mantiene ordenes de captura contra varios exfuncionarios iraníes por el ataque a la mutualista judía.
Bullrich señaló además que Karaki estuvo detrás de una serie de intentos de ataque en Latinoamérica en los últimos años, incluyendo uno en Colombia en 2021 y otro en Bolivia contra empresarios israelíes mediante el uso de un carro bomba.
Además, mencionó que el más reciente intento de ataque en el que estuvo involucrado tuvo lugar en Perú en marzo de este año y añadió que la Policía Federal de Brasil, en colaboración con Argentina, frustró en 2023 una operación contra instalaciones de la comunidad judía y una segunda contra un empresario.
Con información de la agencia EFE