Código Postal 4715
Se renuevan 30 de las 60 bancas de la Legislatura porteña. Compitieron 17 listas y el resultado será determinante para las disputas de liderazgos que se llevan a nivel nacional.
El Presidente canceló su presencia en el Vaticano para dirigir desde Buenos Aires una jornada que lo tiene como principal protagonista. Votó, atacó a Macri y volverá a instalarse en el Hotel Libertador como en 2023. Prepara un discurso, gane o no Adorni.
La pelea por un video falso reaviva la guerra entre Milei y Macri
A las 11:22 de la mañana, Javier Milei entró a la UTN de Medrano como si estuviera cumpliendo un trámite. Saludó, votó en la mesa 02208 y se retiró sin estridencias. Nada que ver con la postal de 2023, cuando la militancia lo escoltaba como a un profeta. Esta vez no hubo ruido de motosierra, ni demasiados coros de “la casta tiene miedo”. Apenas una calle repleta de cronistas, algunos curiosos y pocos militantes. “Es que el candidato es Manuel”, deslizó Santiago Oría, el “cineasta” de la Casa Rosada, ante los cronistas presentes. Y sin embargo, todas las cámaras apuntaban al Presidente.
Karina Milei, que no vota en la Ciudad, lo acompañó como de costumbre. También estaba Iñaki Gutiérrez, el renacido influencer caído en desgracia al poco tiempo de iniciado el Gobierno. A esa hora, el candidato de La Libertad Avanza, Manuel Adorni, todavía no había votado. Lo haría más tarde, en el Bajo Flores, en una escuela católica. Lo escoltaba su esposa, pero no el Presidente. Hasta última hora del sábado se evaluó que Milei lo acompañara para capitalizar la escena. Finalmente, se decidió lo contrario: que cada cual hiciera su parte, y que el reencuentro se diera por la tarde, en el búnker.
La elección es local, pero el clima es nacional. La campaña, corta y áspera, dejó heridas abiertas: el video falso hecho con inteligencia artificial que anunciaba el retiro de la candidatura de Silvia Lospennato detonó una denuncia penal del PRO y una respuesta frontal del Presidente. “Que dejen de llorar, son de cristal”, dijo Milei frente a los micrófonos de C5N, cuando salía de votar. “Está hecho un llorón”, añadió. El destinatario, sin eufemismos, era Mauricio Macri. La bronca por la denuncia de “fraude digital” se sumó a semanas de roces soterrados y terminó de dinamitar los puentes en el bastión amarillo.
Al momento de emitir su voto, Adorni trató de despegarse del escándalo. “Es repudiable que acusen a La Libertad Avanza”, dijo, sin demasiado énfasis, cuando le preguntaron por el video viralizado por cuentas vinculadas a la tropa libertaria. Entre ellas, la de Daniel Parisini, mejor conocido como el “Gordo Dan”, el mismo que entrevistó a Milei durante casi seis horas en su programa del canal streaming Carajo y se convirtió en el influencer de cabecera del oficialismo. Aunque su nombre aparece en las conversaciones internas, Adorni evitó mencionarlo. En una jornada atravesada por el malestar con el PRO, cada palabra podía sumar o restar.
Después de votar, Milei volvió a Olivos. Cerca de las 15.30 se trasladará al Libertador, el hotel del centro porteño que fue su trinchera durante la campaña 2023 y que hoy volverá a operar como centro de operaciones. Lo hará acompañado por su círculo más estrecho. En el piso 18, lo esperarán Karina y el resto de los arquitectos de su estrategia política. Adorni y los ministros estarán en el piso 21. La prensa —la poca que pudo ingresar debido a las trabas que puso la organización del evento, a cargo de La Libertad Avanza porteña— y el resto de la dirigencia, se ubicarán en el Salón Grand Bourg del primer piso.
En definitiva, todo replicado como hace dos años, con pequeños ajustes estéticos que Karina prefirió mantener bajo control. La idea de armar un escenario al estilo Donald Trump, con banderas colgantes, fue descartada: el modelo de noviembre de 2023 sigue siendo la matriz. El cierre de los comicios está previsto para las 18, y el Gobierno espera resultados rápidos gracias a la Boleta Única Electrónica. Para las 20, dicen en el oficialismo, podría haber un escenario claro.
Milei prepara un discurso, gane o no su candidato. En su entorno repiten que esta noche no se juega solo una elección porteña, sino la posibilidad de consolidar una nueva mayoría. Una victoria de Adorni —o incluso una buena elección— sería, según esa lógica, el empujón necesario para cerrar un acuerdo con el PRO en la provincia de Buenos Aires (“Eso está muy avanzado, a pesar de que no quiera Macri”, espetó el Presidente este domingo) y, más adelante, para robustecer la apuesta de llevar a la ultraderecha al control del Congreso en 2025.
La Casa Rosada suspendió el viaje que Milei iba a realizar a Roma para asistir a la misa de asunción del papa León XIV, como se había anunciado la semana pasada. El mandatario prefirió quedarse en Buenos Aires y hacer base en la Ciudad. Un dato llamativo: esta vez, eligió la disputa doméstica con Macri antes que la postal internacional.
PL/MG
El frío y la falta de entusiasmo retrasaron el arranque de los comicios en este barrio del sur de la Ciudad de Buenos Aires. Quejas por la situación económica y preocupación por los inundados en la provincia.
“Nos sentimos un poco hipócritas”, admite Andrea Melgarejo, junto a su padre, Ramón, afuera de la escuela 19 Arturo Jauretche de Villa Soldati, donde se acercaron a depositar su voto esta mañana. Bajo un cielo finalmente despejado, con los ojos entrecerrados por el sol y una expresión apagada, Andrea y Ramón se sienten culpables por ejercer su derecho democrático. Entre los miles de afectados por el temporal, está otra hija de Ramón.
“Tenemos familiares en Laferrere y en González Catán que la están pasando muy mal. A mi hermana se le destruyó la casa entera. Quedó en la calle. Y nosotros estamos acá. Venimos siempre a votar, somos peronistas, pero la verdad ya no sabemos para qué ponemos la boleta”, dijo Andrea, y su padre completó la idea: “Votamos para que nos torturen. Si no venimos, nos dicen que no tenemos derecho a protestar, pero si venimos, nos castigan igual. No tiene mucho sentido”.
“En otras elecciones –siguió Andrea– he ido con ganas. Pero ahora es muy triste todo. Tenemos dudas sobre todo. Y es demasiada la tristeza. El hambre que hay es terrible. No podés comprar un par de zapatillas a tus hijos, todo es muy humillante”.
Tras una campaña porteña que terminó nacionalizándose, marcada por la fragmentación, las internas y las especulaciones políticas respecto a cómo impactará el resultado de cara a las presidenciales de 2027, en Villa Soldati los vecinos votan con poco entusiasmo, atravesados por la indiferencia, el malestar económico y el temporal que azotó gravemente varias localidades de la provincia de Buenos Aires, pero también complicaron este barrio porteño.
La implementación de la Boleta Única Electrónica provocó demoras en el arranquelas de estos comicios para renovar 30 de las 60 bancas en la Legislatura de la Ciudad. El frío que llegó luego de las lluvias también retrasó la aparición de los primeros votantes.
“Se arrancó tarde y, la verdad, a esta altura del mediodía, el dato más relevante es que está viniendo a votar muy poca gente”, confirmó Florencia Seminara, fiscal general en la Arturo Jauretche.
La baja en la participación es una tendencia que podría confirmarse hoy en las elecciones porteñas. El antecedente más cercano es lo sucedido en Santa Fe el pasado 13 de abril, con un récord de personas que decidieron no ejercer el derecho a elegir a sus representantes. Habrá que esperar al recuento de votos al finalizar la jornada. Mientras tanto, en Soldati reina la apatía y el enojo.
“No hay ganas de votar. Los vecinos están en otra, con sus problemas cotidianos, que son muy graves. Cuando no hay indiferencia, hay bronca”, dice Rosa Ortega, presidenta del barrio Fátima, en diálogo con elDiarioAR.
“Imaginate que en estos días la manzana 5 y la 7 quedaron bajo el agua. Se está viviendo muy mal. Sobre todo los jóvenes, que no tienen trabajo y salen a robar. Está cada vez más complicado el barrio”, lamenta la dirigente barrial.
Diosnel Martínez Velázquez, de nacionalidad paraguaya y de profesión albañil, fue otro de los que se acercó a votar a la escuela 19 de Villa Soldati –que tiene un sector de las mesas de votación destinado a extranjeros–. “No nos sobra, pero nos alcanza bien. Trabajamos en la construcción y llegamos sin problemas a fin de mes. Esta es la primera vez que vengo a votar, y la verdad lo hago porque me dijo mi hermana, porque mucha idea no tengo y sinceramente no me interesa”, comenta.
Casi con la misma indiferencia se mostró Claudia González, joven trabajadora de la limpieza que se encontraba barriendo las hojas otoñales de la vereda.
“Cuando termine mi turno, porque estoy haciendo horas extras, voy a ir a votar. Pero no estoy enterada ni de quiénes se postulan ni para qué”, comenta la madre de dos chicos de 5 y 14 años. “Me alejé de la televisión y de las redes, así que no tengo idea de nada. Hace unos años estaba en redes, y me había entusiasmado con Milei, pero ya no”.
Unos minutos más tarde, frente al mismo establecimiento, pasó Oscar, un hombre de unos 40 años que no quiso decir su apellido. Empujaba un carro cargado de cartones cuando se detuvo unos segundos al ver el movimiento de personas entrando y saliendo del lugar. “No tengo idea de nada. Ni siquiera tengo documento”, dijo sin bajar la vista del camino. Contó que hace años dejó de interesarse por todo lo relacionado con las elecciones.
Cerca del mediodía, Elizabeth y Juan Pablo Díaz, madre e hijo, conversaron brevemente con este medio. Ambos coincidieron en el desgano con el que enfrentaban la jornada electoral. “Siempre voté con conciencia”, dijo ella. Él, en cambio, reconoció que lo hacía sólo “para que no me pongan multas”. “Estamos desilusionados. La verdad que ya no creo en nada”, concluyó Elizabeth antes de retomar el paso.
LN/MG
El expresidente apuntó con Santiago Caputo por la difusión de un video falsa en el que llama a votar por Manuel Adorni y denunció un "intento de fraude digital". Javier Milei le respondió que era un "llorrón". Elecciones donde se juega mucho más que la composión de la Legislatura porteña.
Mauricio Macri apuntó a Santiago Caputo por el uso de fake news y denunció un “intento de fraude digital”
“Son unos loquitos”, lanzó Mauricio Macri por la mañana. “Es un llorón”, le respondió Javier Milei antes del mediodía. Todavía no se había cumplido la mitad de la jornada electoral en la que los porteños eligen legisladores locales, que el Presidente y su antecesor dejaron en claro que lo que hoy está en juego trasciende ampliamente los límites de la Ciudad de Buenos Aires.
“Macri está hecho un llorón, está muy de cristal. Puro cristal”, dijo Milei al votar en la sede de la UTN del barrio de Almagro.
Poco antes, el lider del partido amarillo habia acusado al asesor estrella del Presidente, Santiago Caputo, de estar detrás de la difusión de un video falso –manipulado con inteligencia artificial– en el que aparece Macri anunciando que Silvia Lospennato –quien encabeza la lista del PRO– retiraba su candidatura y pedía votar por el candidato libertario, Manuel Adorni, para evitar que el kirchnerismo ganara en la Ciudad.
“No me vengan ahora que son unos twitteros ahí sueltos, cuando el hombre más poderoso de su gobierno, según el Presidente, Santiago Caputo, twittea estos videos truchos hechos con inteligencia artificial”, dijo Macri y señaló también como autores de la maniobra al influencer libertario Daniel Parisini, conocido como el Gordo Dan (seudónimo de Daniel Parisini) y al secretario de Políticas Universitarias, Alejandro Alvarez. Para el expresidente, se trató de un “intento de fraude digital”.
Milei llegó pasadas las 11 de la mañana a la sede de la UTN acompañado por su hermana Karina. Consultado sobre lo que espera para estas elecciones, señaló: “hay que esperar el veredicto de la gente”. En medio del tumulto tuvo un cruce con un periodista: “Me pegaste a propósito, ese micrófono me pegó”.
Aunque ninguno es candidato, Milie y Macri dejaron en claro que en estos comicios ambos miden su propio liderazgo y su capacidad para atraer al voto de derecha.
En medio de la polémica, quien intentó terciar fue el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. “Me parece que está mal que alguien haya utilizado, aparentemente, Inteligencia Artificial para hacer eso, es una cosa que no corresponde. Además, que se haya hecho dentro de la veda electoral peor todavía. Creo que se han hecho denuncias judiciales”, dijo Francos luego de votar en la sede de la Universidad Católica Argentina en Puerto Madero.
De todas maneras, Francos desmintió que el video estuviera relacionado “con cuentas oficiales” a pesar de que sí fue difundido tanto por la cuenta que se le atribuye a Caputo como por la del secretario de Políticas Universitarias, Alejandro Alvarez. Desde que se conoció el video, el funcionario realizó al menos ocheo posteos en su cuenta de X difundiendo la noticia falsa sobre Lospennato.
“Está mal, por supuesto, y me parece que está bien la denuncia”, dijo Francos sobre la presentación judicial que realizó el PRO.
La respuesta de Santiago Caputo llegó desde la cuenta de X que se le atribuye al asesor. Allí, además de difundir encuentas en plena veda electoral, dijo: “La gente que llora por un vídeo gracioso en Twitter no puede gobernar el país, ni la ciudad, ni sus propias emociones. Jubílense de una vez que los demás estamos ocupados transformando el país que destruyó el kirchnerismo”.
Se renuevan 30 de las 60 bancas, pero es mucho más que eso. El resultado del domingo será clave para reinterpretar la expectativa de poder y el marco de las alianzas políticas. La gobernabilidad del PRO y la pelea de LLA por convertirse en garante del voto antikirchnerista.
Más que una elección legislativa: el voto en la Ciudad llega como termómetro de la disputa nacional
Para el PRO, es una lucha por la supervivencia política. Para La Libertad Avanza, la posibilidad de eliminar al PRO y posicionarse como el único garante del voto anti kirchnerista. Para el peronismo, una ventana de oportunidad para posicionarse de cara a 2027. Para Horacio Rodríguez Larreta, la oportunidad de renacer de las cenizas. En la elección del domingo, la Legislatura pone en juego 30 de las 60 bancas, pero no solo eso. El resultado de este 18M dará cuenta del nuevo mapa político de la era Milei.
Hay 2,5 millones de personas registradas para votar en la Ciudad de Buenos Aires que definirán, con su voto, la renovación de la mitad de la Legislatura porteña. Son, en total, 17 las listas que competirán para ingresar a la Legislatura a partir del 10 de diciembre: una muestra de la fragmentación caótica a la que, la eliminación de las PASO y la atomización política, han llevado a la elección local más importante de los últimos 20 años.
Frente a la dispersión, sin embargo, la atención está centrada en seis candidatos: Silvia Lospennato (PRO), Manuel Adorni (LLA), Leandro Santoro (UxP), Horacio Rodríguez Larreta (ex PRO) y Ramiro Marra (ex LLA). En una elección pareja, con encuestas que ofrecen más empates técnicos que certezas, y el fantasma de un elevado nivel de ausentismo, la diferencia de votos que estos seis candidatos saquen entre sí será clave para reinterpretar la expectativa de poder y el marco de las alianzas políticas de los próximos dos años.
El resto de los candidatos, mientras tanto, batallarán para superar el piso del 3% y, a partir de ahí, disputar para lograr anotarse alguna banca más. Este es el caso de la radical Lucille Levy (Evolución), Vanina Biasi (FIT), Paula Oliveto (Coalición Cívica), Juan Manuel Abal Medina (Justa, Libre y Soberana) y Alejandro Kim (Principios y Valores), entre otros.
En tanto oficialismo cuya gobernabilidad está puesta en juego, nadie se juega tanto en esta elección como el PRO. Jorge Macri tiene todavía dos años más por delante para gobernar la Ciudad, y necesita sostener el control de la Legislatura si quiere llegar bien parado para 2027.
De las 12 bancas que tiene Vamos por Más (que es la coalición oficialista que lidera el PRO), el macrismo pone en juego 6 bancas. De esas 6, sin embargo, solo 2 son realmente PRO y responden a Darío Nieto (el jefe de bloque), ya que hay 2 que responden a Larreta (Claudio Romero y Emmanuel Ferrario) y 2 que son de la Coalición Cívica (Hernán Reyes y Cecilia Ferrero).
Para el comando de campaña del PRO, sin embargo, una “buena elección” no es cuantificable en términos numéricos. Estiman que, incluso en los peores escenarios, el macrismo podrá sumar unas 6 o 7 bancas más. Un incremento cuantitativo y cualitativo, ya que, a diferencia de la lógica coalicionista del último par de años, el PRO se asegura de que los que ingresen serán “puros” que responden a los primos Macri.
La clave del resultado, insisten, es relacional. Es decir: cómo se posiciona el PRO con respecto a la lista de Adorni, ya que de eso dependerá la dinámica de relación con los aliados. El objetivo principal, la fantasía más febril, es ganarle a LLA. En el macrismo descuentan que Leandro Santoro saldrá primero, y no les preocupa: “El kirchnerismo va a sacar lo que saca siempre, 28 puntos como mucho. Pero LLA sí se juega mucho. Si logramos ganarle a Adorni, que nos tiró todos los tanques y el aparato oficial, tenés un triunfo simbólico que no es menor”, razona una de los principales dirigentes porteños del macrismo.
Incluso saliendo terceros, pero con solo 1 o 2 puntos de diferencia de Adorni, el PRO –el mismo PRO que, hace unos años, sacaba casi el 50% de los votos– festejará. El objetivo es enviar un mensaje al resto de los partidos, que son necesarios para tejer alianzas en la Legislatura, de que el PRO continúa vivo. “Es expectativa de poder. A nosotros nos desafiaron en nuestra Ciudad, necesitan ver que nos la bancamos. De eso depende de que se te animen o no”, explican en el bunker de campaña ubicado en la calle Balcarce.
El bloque libertario, mientras tanto, pone en juego 6 de sus 8 bancas, dos de ellas ocupadas por bullrichistas que hicieron su pase a las fuerzas del cielo: Juan Pablo Arenaza y María Luisa González Estevarena. De los entrables, sin embargo, Patricia Bullrich logró colocar a uno propio, que no es otro que Arenaza.
Para el Gobierno nacional, la pelea en la Ciudad es una excusa para terminar de barrer al PRO del mapa político y asegurarse, así, la hegemonía del voto de derecha. “Ganarle al PRO en CABA es como ganarle a Cristina en La Matanza. Si lo conseguimos ya está, octubre después está resuelto”, explica un importante armador libertario porteño. El objetivo es sacarle más de 5 puntos de ventaja a Lospennato y anotarse, así, unas 7 u 8 bancas que les permitan hacerle la vida imposible a Jorge Macri durante los dos años de gestión que le quedan. Una política que, la jefa de bancada Pilar Ramírez, comenzó a poner en práctica el año pasado.
“Los libertarios quieren sangre”, reconocen en el bloque amarillo, en donde han tenido dificultades hasta para aprobar el Presupuesto debido a la rebeldía de Ramírez. Hasta ahora, sin embargo, Macri ha logrado sostener la gobernabilidad a través de un mapa de alianzas con el radicalismo, el MID y el libertario excomulgado, Ramiro Marra. Su capacidad de retener el control de esas alianzas, sin embargo, dependerá del resultado del domingo.
La UCR, por ejemplo, se juega 3 de sus 8 bancas, y buscará retenerlas de la mano de la dirigenta estudiantil, “Lula” Leavy. Confianza Pública y Republicanos Unidos, mientras tanto, renuevan una banca cada uno. Este grupo, así como los lilitos de la CC, representan las esquirlas de lo que quedó de Juntos por el Cambio: una inagotable fuente de acuerdos para el PRO que, sin embargo, podría fracturarse si los aliados ven débil al oficialismo.
Larreta, incluso, ya comenzó a tantearlos con la expectativa de rearmar una suerte de JxC 2.0 que sea opositor tanto al gobierno de Milei como al de los Macri. El ex jefe de Gobierno porteño quiere volver a conducir la Ciudad y planea utilizar su banca en la Legislatura como un trampolín para 2027. Y, para llegar, necesitará de la mayor cantidad de aliados posibles. Mantiene buen vínculo, incluso, con un sector del peronismo, que este domingo renovará 8 de sus 18 bancas. Un buen vínculo que podría significar, a partir de diciembre, una inagotable fuente de dolores de cabeza para Jorge Macri en lo que le queda de su gestión.
MC/MG