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La industria y la construcción siguen en caída libre en la era Milei: en agosto cayeron 7% y 26%

La industria y la construcción siguen en caída libre en la era Milei

Dos informes del Indec sobre agosto de 2024, publicados este martes, confirman la gravedad de la crisis en sectores clave de la economía. Empresarios de la construcción advierten que los próximos meses serán iguales o peores.

La economía real sigue mostrando muy malas noticias en lo que va del gobierno de Javier Milei. Dos informes publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) muestran una alarmante caída en la actividad de la construcción y la industria durante agosto de 2024.

Según el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), en agosto de 2024 se registró una baja del 26,4% en comparación con el mismo mes del año anterior. El acumulado de los primeros ocho meses del año muestra una disminución del 30,3% respecto al mismo período de 2023. Además, el índice desestacionalizado de agosto presentó una variación negativa del 2,9% en comparación con julio, aunque el índice tendencia-ciclo mostró una leve recuperación del 1,5%.

El consumo aparente de insumos para la construcción también refleja esta tendencia negativa, con caídas significativas en varios rubros. Entre los más afectados se encuentran los mosaicos graníticos y calcáreos, con una baja del 51,2%, y los artículos sanitarios de cerámica, con una disminución del 40,5%. Otros insumos como el hormigón elaborado, el yeso y el asfalto también registraron caídas importantes.

Por otro lado, el Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI manufacturero) mostró una caída del 6,9% en agosto de 2024 en comparación con el mismo mes del año anterior. El acumulado de enero a agosto de 2024 presenta una disminución del 13,6% respecto al mismo período de 2023. A pesar de que el índice desestacionalizado mostró una leve recuperación del 1,5% respecto a julio, la tendencia general sigue siendo negativa.

Doce de las 16 divisiones de la industria manufacturera presentaron caídas interanuales en agosto. Las más afectadas fueron “Madera, papel, edición e impresión” con una baja del 17,8%, “Maquinaria y equipo” con una disminución del 19,2%, y “Productos minerales no metálicos” con una caída del 22,2%. Sin embargo, algunas divisiones mostraron subas, como “Refinación del petróleo, coque y combustible nuclear” con un incremento del 12,4%, y “Alimentos y bebidas” con una suba del 1,5%.

El pesimismo domina a los empresarios de la construcción

Complementando los datos del ISAC, se observa una disminución en los puestos de trabajo registrados en la actividad de la construcción en el sector privado. En julio de 2024, este indicador registró una baja del 17,3% respecto al mismo mes del año anterior. El acumulado de enero a julio de 2024 muestra una disminución del 17% en comparación con el mismo período de 2023. Esta caída en el empleo refleja la difícil situación que atraviesa el sector.

Además, la encuesta cualitativa de la construcción realizada a grandes empresas del sector muestra expectativas dispares para el período septiembre-noviembre de 2024. Entre las empresas que realizan principalmente obras privadas, el 66,4% prevé que el nivel de actividad no cambiará, mientras que el 24,8% estima que aumentará y el 8,8% que disminuirá. Por otro lado, entre las empresas dedicadas a la obra pública, el 56,5% opina que el nivel de actividad se mantendrá, el 28,7% cree que disminuirá y el 14,8% que aumentará.

Las empresas que prevén un aumento en la actividad del sector privado mencionan como principales causas el crecimiento de la actividad económica (20,4%) y la estabilidad de los precios (19,0%). En el caso de las obras públicas, las expectativas de aumento se basan en el reinicio de obras públicas (22,9%) y el crecimiento de la actividad económica (20,8%).

Por otro lado, las empresas que anticipan una disminución en la actividad del sector privado citan la caída de la actividad económica (26,7%) y la inestabilidad de los precios (26,7%) como las principales razones. En el sector público, las causas de la disminución incluyen la caída de la actividad económica (28,3%) y los atrasos en la cadena de pagos (23,2%).

En cuanto al tipo de obras que se realizarán en los próximos tres meses, las empresas privadas se enfocarán en montajes industriales (16,3%), edificios comerciales (14,5%), edificios industriales (13,8%), otras obras de arquitectura (13,3%) y viviendas (13,0%). Las empresas públicas, por su parte, se centrarán en obras viales y de pavimentación (18,4%), otras obras de arquitectura (16,6%), distribución de agua y cloacas (12,5%), viviendas (10,9%) y edificios educacionales (7,1%).

Finalmente, respecto a la variación estimada en la cantidad de personal ocupado, el 75,2% de las empresas privadas prevé que no habrá cambios, el 16,8% estima un aumento y el 8,0% una disminución. En el sector público, el 68,7% cree que no habrá cambios, el 20,0% estima que disminuirá y el 11,3% opina que aumentará.

JJD

El Gobierno advierte en el Congreso que si les aumenta a las universidades habrá ajuste para otros sectores

El Gobierno advierte en el Congreso que si les aumenta a las universidades habrá ajuste para otros sectores

En la exposición de funcionarios de Economía ante diputados hubo mención al conflicto con las casas de altos estudios. Sin el ministro Caputo, se presentan el secretario de Hacienda y de Finanzas. Rechazaron que haya un aumento a las retenciones del campo.

El Gobierno campea la defensa de su presupuesto 2025 en el inicio del debate formal en la Cámara de Diputados. Sin el ministro Luis Caputo, los secretarios de Hacienda, Carlos Guberman, y de Finanzas, Pablo Quirno, son los funcionarios nacionales que exponen ante los legisladores los trazos principales del proyecto de ajuste mileísta para el año que viene.

La narrativa que desplegaron las segundas líneas de Economía fue sostener a capa y espada la regla del déficit cero que Javier Milei introdujo en su primer proyecto de presupuesto. De hecho, justificaron esa medida ante el reclamo universitario por una mejora salarial para docentes y no docentes, la principal polémica que enfrenta la Casa Rosada desde la segunda marcha federal de la semana pasada.

Fue Guberman el que buscó cerrar esa discusión paritaria luego de que ayer Capital Humano ofreciera un aumento de 6,8% que fue rechazado por los gremios. Este miércoles Diputados tendrá una votación clave sobre el veto de Milei a la Ley de Financiamiento Universitario y habrá protestas callejeras. “No tenemos mucho para modificar en el presupuesto. Si queremos aumentar a alguno tenemos que discutir seriamente a quién vamos a estar sacando o dejar de pagar algo, o retrasar sus ingresos, por ejemplo si hablamos de salario universitario”, planteó el secretario de Hacienda con vueltas discursivas.

Guberman se abrazó a la “regla” de déficit cero que estipula el Presupuesto 2025 para negar cualquier aumento de las partidas para las universidades por fuera de lo ya estipulado. “Esto tiene que ver con el compromiso fiscal que tenemos. La discusión sería en cómo se reasignan otras partidas”, dijo. En concreto, si el Congreso insiste con la ley, el Gobierno ya estudia tener que reasignar partidas de otras áreas para hacerle frente al aumento al sector universitario o judicializar la disputa.

Actualmente el proyecto apenas otorga un aumento del 28% con respecto a este año para las 60 casas de altos estudios en todo el país, muy por debajo de la inflación. Mientras que el Consejo Interuniversitario Nacional estimó que necesitan $7,2 billones, Economía le otorgó en el texto de la iniciativa 3,8 billones, es decir casi la mitad. En el primer tramo de su exposición, antes de las preguntas de los diputados opositores, Guberman no hizo otra alusión al conflicto con las universidades.

Sobre otro de los puntos que el secretario de Hacienda se detuvo un momento fue el de las retenciones al agro. Negó tajantemente que haya una suba a los derechos de exportación. Reconoció que “hubo discusión o ruido” porque los cálculos oficiales avizoran un aumento del 100% en la recaudación de ese impuesto, pero para los especialistas es un número que no cuaja con el supuesto de que las exportaciones crezcan 9% y el dólar oficial suba 23%. “No hay nada con esa idea de aumentar las retenciones”, planteó Guberman. Y explicó que el estimado tiene que ver con que se regresaría a “niveles consistentes de los últimos 10 o 15 años” luego de que este año la recaudación fuera muy baja debido al dólar soja de Sergio Massa, que impuso adelantar derechos de exportación de 2024 en 2023, durante la campaña electoral.

Otro de los puntos polémicos que el funcionario tocó fue el de la pobreza, aunque lo hizo a través de la defensa de las medidas oficiales. “Sabemos que el flagelo de la pobreza que alcanza a más del 70% de los menores en nuestro país. Estamos haciendo un esfuerzo más delicado y planeamos incrementar en 16% en términos reales la ayuda social”, dijo Guberman.

Antes de asistir al Congreso, Guberman y Quirno se habían mostrado sonrientes con Milei en el Palacio de Hacienda. Almorzaron con el Presidente junto al ministro Caputo, que apareció en la foto casi escondido entre sus colaboradores. El mandatario cruzó caminando desde la Casa Rosada y obligó a parar el tránsito porque se detuvo a saludar a un grupo de policías federales.

En el texto –que está accesible al público en la web de Diputados– el Gobierno plantea como prioridades de su gestión tres puntos: ordenar la macroeconomía, aumentar la seguridad y fortalecer la defensa. Las demás cuentas son ajustables –sin importar su impacto social– y deberían correr por cuenta del mercado o los gobiernos provinciales y municipales. En líneas generales el Presupuesto calcula una estrepitosa caída de la inflación a un 18,3% interanual en diciembre 2025, un dólar oficial en esa misma línea de flotación a $1.207 para fin del año que viene

En desarrollo

MC/JJD

La oposición criticó a Luis Caputo por no presentarse al debate del Presupuesto 2025: ”Encima se vanagloria de eso”

La oposición criticó a Luis Caputo por no presentarse al debate del Presupuesto 2025: ”Encima se vanagloria de eso”

Germán Martínez, jefe del bloque Unión por la Patria, calificó la ausencia del ministro de Economía como "una afrenta al Congreso" y cuestionó la actitud del funcionario de Javier Milei, quien había dicho que no participaría de la discusión legislativa porque considera que se trata de "un show".

El presidente del bloque Unión por la Patria en la Cámara de Diputados, Germán Martínez, lanzó duras críticas contra el ministro de Economía, Luis Caputo, por su decisión de no presentarse personalmente al debate sobre el Presupuesto 2025. “Es una afrenta contra el Congreso”, dijo el jefe de la bancada del peronismo, este martes, en la primera reunión de la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja, a la que asistieron a exponer la iniciativa, por parte del Poder Ejecutivo, el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno.

“El ministro de Economía dijo públicamente que no iba a venir acá porque no se iba a prestar a un show. Me parece grave que lo diga abiertamente y que además se vanaglorie de eso”, sostuvo el diputado.

Efectivamente, en una entrevista que le concedió al canal LN+, Caputo dijo: “No voy a ir yo, es una puesta en escena del kirchnerismo, un show, yo trabajo como un perro, no voy a gastar mi tiempo para hacerle el show. Va la gente que corresponde, el que quiera hablar conmigo lo recibo sin problemas”.

La ausencia de Caputo se ha convertido en un punto de tensión entre el gobierno de Javier Milei y la oposición, porque se trata, nada menos, que del ministro de Economía y del proyecto que se conoce como ley de leyes porque es el que establece el presupuesto general para todo el Estado, para los tres poderes.

Martínez recordó que la convocatoria formal fue enviada al ministro, pero que no han recibido una respuesta clara sobre su decisión de no asistir. “Estamos ante una situación inédita. No solo no va a venir, sino que dice que no lo hará porque no quiere participar en un supuesto show. Eso es una pésima señal institucional”, advirtió.

Además, el diputado de Unión por la Patria resaltó la contradicción entre la postura de Caputo y el impulso dado por el propio Milei para iniciar el debate del presupuesto en la Cámara. “El mismo Presidente fue quien promovió el inicio de esta discusión, y ahora su ministro se niega a dar explicaciones. Es un pésimo comienzo para el tratamiento del Presupuesto 2025”, subrayó.

Martínez, junto con otros diputados, solicitó formalmente la presencia de Caputo en el recinto para debatir el presupuesto, que es una de las piezas clave de la agenda legislativa. Sin embargo, antes de avanzar con el pedido, exigió una respuesta oficial sobre los motivos de su ausencia. “Queremos saber si hay una respuesta formal del ministro sobre si va a venir o no. No puede dejar sin responder una citación de esta magnitud”, afirmó.

JJD

El Gobierno defiende el presupuesto de ajuste 2025 y le hace un gesto a las universidades

El Gobierno defiende el presupuesto de ajuste 2025 y le hace un gesto a las universidades

Sin la presencia del ministro Caputo, los secretarios de Hacienda y de Finanzas exponen en la primera audiencia de la comisión encargada de debatir el proyecto, que conduce el economista liberal José Luis Espert. La iniciativa de Milei plantea la regla del déficit cero. Habrá cruces por el veto a la ley de Financiamiento Universitario, un día antes de la sesión para su insistencia.

El ministro Luis Caputo logró sortear la presión para dar la cara ante los diputados y defender el Presupuesto 2025 y este martes la primera audiencia sobre el proyecto de gastos para el año que viene tendrá como protagonistas a funcionarios de segunda línea. El secretario de Hacienda, Carlos Guberman, y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, darán el puntapié inicial al debate sobre la iniciativa de Ley de Leyes que presentó Javier Milei como inédita, a partir de la “regla” del déficit cero que rige el texto.

Los representantes de Economía expondrán desde las 14 en el marco de la comisión de Presupuesto, que preside el libertario José Luis Espert. La agenda oficial prevé al menos ocho encuentros, entre audiencias con invitados y debates entre los legisladores, que se extenderían al menos por dos meses. El cronograma de máxima del oficialismo es obtener media sanción para fines de noviembre, principios de diciembre. 

Teniendo en cuenta que luego tiene que haber una instancia de revisión en el Senado, los tiempos se acortan para los libertarios. De hecho el debate ya viene demorado una semana, porque la presentación de los funcionarios se esperaba para el 1 de octubre, día en que la Cámara baja sancionó la Boleta Única de Papel.

La discusión por el Presupuesto 2025 quedó relegada por la profundización de la crisis entre el Gobierno y las universidades nacionales. El veto de Milei a la ley de financiamiento motorizó a la oposición para buscar saltear el boicot presidencial y votar la insistencia de la norma mañana mismo. Pero a lo que compete a la audiencia de comisión de hoy, la novedad es que la polémica seguramente se meta en la exposición de los funcionarios. Se espera que los funcionarios de Economía hagan un guiño al sector para descomprimir la tensión, luego de que anoche se conociera la oferta oficial de un 6,8% de aumento al personal universitario.

Según supo elDiarioAR de fuentes parlamentarias, la expectativa está en que Guberman y Quirno expliciten que habrá una mejora en las partidas presupuestarias para las universidades dentro de la Ley de Leyes. Actualmente el proyecto de Presupuesto apenas otorga un aumento del 28% con respecto a este año para las 60 casas de altos estudios en todo el país, muy por debajo de la inflación. Mientras que el Consejo Interuniversitario Nacional estimó que necesitan $7,2 billones, Economía le otorgó en el texto de la iniciativa 3,8 billones, es decir casi la mitad. 

Esa estrategia va en línea con la actitud del Gobierno de la que dio cuenta ayer este medio: como el rechazo al veto es posible, el Ejecutivo explora como alternativa la reasignación de partidas previstas para Salud o proyectos de obra pública en las provincias. Según cálculos oficiales, la norma universitaria –que garantiza recomponer la pérdida salarial de este año y garantiza un piso sobre la inflación hacia adelante– compromete el 0,14% del PBI.

El PRO, el máximo aliado de La Libertad Avanza, ya instaló ayer la necesidad de que el tema de las universidades esté en la agenda del Presupuesto 2025. En su comunicado, el partido de Mauricio Macri garantizó su apoyo al veto a la ley pero instó al Gobierno a que “incluya las necesidades de las universidades en el proyecto de presupuesto 2025 de manera prioritaria”. Por la tarde las espadas legislativas amarillas se lo plantearon directamente a Martín Menem y a funcionarios como el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y el secretario de Interior, Lisandro Catalán. “Esperamos una pronta respuesta del Gobierno”, le marcaron la cancha vía Twitter. Por la noche la Oficina del Presidente anunció una suba de los salarios para descomprimir la paritaria, pero el conflicto aún parece lejos de clausurarse.

Pese a los gestos que ensayaría el Ejecutivo, la verdad es que la educación no es una prioridad para Milei, porque así como le recortó a las universidades, en lo que respecta a la educación inicial y media, el proyecto libertario suspende el Artículo 9° de la Ley de Financiamiento Educativo que garantizaba el financiamiento del sistema. Como contrapartida, por ejemplo, le otorgó a la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) el doble del presupuesto que el actual: de $101.816 millones a $197.238 millones para el año próximo, lo que representa un aumento del 94%. 

Más allá del tema educativo, Guberman y Quirno serán los pararrayos del sinfín de cuestionamientos que prepara la oposición sobre el Presupuesto. La principal crítica del peronismo y gran parte del resto del arco opositor será contra la “regla” mileísta que limita el aumento del gasto por encima de lo presupuestado. El pilar del déficit cero lleva al extremo el uso de la billetera del Estado, porque si los ingresos son menores a los pronosticados, entonces también se reducirán los gastos. La única partida que Milei decidió que no se reducirá será la de los vencimientos de la deuda.

En el texto –que está accesible al público en la web de Diputados– el Gobierno plantea como prioridades de su gestión tres puntos: ordenar la macroeconomía, aumentar la seguridad y fortalecer la defensa. Las demás cuentas son ajustables –sin importar su impacto social– y deberían correr por cuenta del mercado o los gobiernos provinciales y municipales. En líneas generales el Presupuesto calcula una estrepitosa caída de la inflación a un 18,3% interanual en diciembre 2025, un dólar oficial en esa misma línea de flotación a $1.207 para fin del año que viene. 

Se plantean subas de impuestos porque habrá más recortes de subsidios a la luz, el gas, el agua y el transporte y es una duda aún sin saldar si el Gobierno subirá las retenciones al agro. Los cálculos avizoran un aumento del 100% en la recaudación de los derechos de exportación, pero para los especialistas es un número que no cuaja con el supuesto de que las exportaciones crezcan 9% y el dólar oficial suba 23%. La motosierra de Milei también alcanzaría al mundo del trabajo, porque se deroga la movilidad por inflación de las asignaciones familiares, mientras el texto instaura como ley en un artículo la modificación que se hizo vía DNU a la fórmula de movilidad jubilatoria.

El Presupuesto expondrá el grado de negociación al que esté dispuesto a llegar el oficialismo, porque en la comisión tiene una franca minoría. Unión por la Patria, más la Izquierda, suman 21 de las 48 firmas en el cuerpo de trabajo que conduce Espert. El kirchnerismo exigió que den la cara todos los ministros del Gabinete y también el titular del Banco Central, Santiago Bausilis. Por ahora no serán de la partida. Los libertarios esperan abrir las conversaciones al menos con los dialoguistas del radicalismo, el espacio de Miguel Pichetto y las fuerzas provinciales y de los gobernadores, para que pueda avanzar su proyecto de ajuste permanente que comienza a discutirse desde hoy.

MC/JJD

Consumos problemáticos

Consumos problemáticos

Las relaciones que establecemos con nuestro mundo son, muchas veces, relaciones de consumo: consumimos todo cuanto pasa por delante de nuestros ojos. Son tiempos de una toxicomanía que destruye la experiencia.

Pasolini. El fantasma del pueblo, de Massimo Recalcati, recientemente publicado por Facultad libre, interesa especialmente en este momento. No porque sirva para aplicarlo directa y linealmente a nuestro presente político, sino porque permite pensarlo tangencialmente, porque permite algunas pistas para rodearlo. Los buenos textos importan, no sólo por lo que dicen, sino por lo que hacen resonar en los subrayados de la lectura, esos que abren un horizonte de imaginación política. Los buenos textos, como este, no se cierran sobre sí y suscitan en el lector un estado de sosiego, el necesario para seguir pensando. Si, como sugiere Agamben, el contemporáneo es aquél que puede percibir en la oscuridad del presente, que tiene coraje porque es capaz “no sólo de tener fija la mirada en la oscuridad de la época, sino también percibir en aquella oscuridad una luz que, directa, versándonos, se aleja infinitamente de nosotros”, Pasolini, en la lectura que hace Recalcati, sin dudas lo es. La lectura de Recalcati, planteada en este presente, es la que hace, del texto de Pasolini, una contemporaneidad: “Una singular relación con el propio tiempo, que adhiere a él y, a la vez, toma distancia; más precisamente, es aquella relación con el tiempo que adhiere a él a través de un desfasaje y un anacronismo” (Agamben).

Me gusta mucho el comienzo del libro de Recalcati en el que cuenta que su encuentro con el texto de Pasolini sucedió después de encontrarse de joven con el cuerpo muerto, “ferozmente asesinado”. Primero el encuentro con ese cuerpo, luego el encuentro con los textos.

Dice Recalcati: “Pasolini ha sido sinónimo de anticonformismo, de libertad intelectual, de pensamiento crítico”. Y en esa pista, sugiere que las contradicciones de Pasolini, lejos de ser un inconveniente, son lo que le han permitido leer la época. “Razón y pasión, historia y naturaleza, pensamiento crítico y pulsión nunca encuentran una conciliación estable en Pasolini, sino que permanecen en un estado de perenne desacuerdo, sin síntesis posible”. Subrayo especialmente aquello que para Recalcati es el nudo del asunto: el modo en el que el pensamiento de Pasolini ha logrado descifrar “el infierno de la mutación antropológica del hombre, desde el súbdito hacia el consumidor (...)”. Es ahí, en la cuestión del consumidor donde se nota, especialmente, la mutación de los cuerpos: “Ya no está el contraste entre el cuerpo y el poder (...), sino la subsunción del cuerpo en las redes del poder, su sometimiento al nuevo sistema de consumos”. Quiero detenerme ahí, en esa mutación que hace de nosotros consumidores. Y no se trata del consumo de bienes y servicios –en este momento de nuestro país todos los índices de consumo están cayendo estrepitosamente–, sino de una posición subjetiva de estos tiempos. “Se trata de una nueva forma de ser, una ontología inédita que sustituye todo discurso posible”. Se trata, para Recalcati, de la “paradoja de una silenciosa revolución reaccionaria”. Pasolini no duda en decir que se trata de la tragedia siguiente: “extinción del humanismo, reducción del hombre a máquina, transfiguración del súbdito en consumidor”. Una nueva categoría: el hombre homologado al consumidor. Entonces pienso en las maneras en las que eso está elevado al paroxismo hoy. Las relaciones que establecemos con nuestro mundo son, muchas veces, relaciones de consumo: consumimos todo cuanto pasa por delante de nuestros ojos. Información, entretenimiento, libros, películas, música, política. La vertiginosidad y la euforia en la que estamos metidos –los algoritmos y las redes– nos impiden tomarnos tiempo, ese que se requiere para pensar, elegir, decir que sí, decir que no, no saber, dudar, balbucear, retroceder, arrepentirnos, retractarnos, desviarnos, quedarnos quietos, trastabillar, preguntar, despistarnos, perdernos, perder algo. Son tiempos de consumos problemáticos, esa toxicomanía de la que habló Agamben, la toxicomanía de masas, esa que destruye la experiencia. Porque el hombre moderno vuelve a la casa “extenuado por un fárrago de acontecimientos –divertidos o tediosos, insólitos o comunes, atroces o placenteros– sin que ninguno de ellos se haya convertido en experiencia”. Devoramos, tragamos, nos atragantamos, nos damos atracones, vomitamos y seguimos. “No voy a parar/ Yo no tengo dudas”, canta Charly García. O como sugiere José Luis Juresa en La realidad por sorpresa (Paidós): “Podemos ser nuestros propios devoradores, nuestros propios consumidores, organizar nuestra vida y nuestros movimientos en función de un desgaste medido por el consumo, como si fuéramos un tanque de combustible que dura lo que dura, tratando de que se agote lo menos rápido que se pueda”.

Se habla de consumos culturales, por ejemplo. Se consumen libros –“me lo devoré” es un supuesto elogio–, películas, obras de teatro. Pienso ahora en la expresión que se usaba hace mucho tiempo para decir que alguien se había creído algo que no era verdad, se decía “me lo tragué”. Y pienso en cómo nos relacionamos, hoy en día, con la verdad y la mentira en la información, cómo ya ni siquiera hay tiempo para deslindarlas. Nos tragamos todos los sapos, todos los buzones.

Pero también hay personas que establecen con los otros lazos de consumo. Son los que se dirigen al otro sin advertir que no le están pidiendo algo, sino que están pretendiendo extirparle un pedazo, quitarle una libra de carne. Es la llamada lógica extractivista. Son los que no aceptan un no como respuesta, los que creen que eso es una virtud. Los que insisten porque no advierten, en esa insistencia, que se llevan puesto al otro. Pero también se llevan puestos a sí mismos, sobre todo a sí mismos. Esas posiciones son muy notables. En esas posiciones la pulsión se pone a veces un poco desenfrenada, desquiciada, desbocada. El discurso capitalista llevado al extremo. Ese discurso que presenta a un Otro que no está dividido, que es consistente, que hace que la cosa funcione, que todo lo puede. Es el Amo que, como dice Lacan, no desea saber nada en absoluto, lo que desea es que la cosa marche. Es el discurso que dice impossible is nothing, no hay límites, se puede gozar sin límites. Los objetos de consumo son presentados como objetos del deseo. La ferocidad del discurso capitalista radica en ese “no poder parar de consumir”. La obediencia esclavizante, la uniformidad obediente de consumo como paradigma. Los teléfonos móviles en el lugar de los cigarrillos que ya casi nadie consume, los teléfonos móviles que se consumen, incluso, en el cine y en el teatro. Las diferencias refractadas en pos de una uniformidad monolítica.

Recalcati se detiene, siguiendo a Didi Huberman, en la luz de las luciérnagas, “esa que ha desaparecido porque se encienden otras luces, luces más fuertes que aniquilan la luz débil e intermitente de las luciérnagas. Son luces artificiales de los estadios, los conciertos, los coches, las potentes luces de la tecnología, las de la «agitación mortífera de las pantallas de televisión»” –hoy, de las pantallas–. Desaparece la alternancia, esa que se necesita para que algo del deseo aparezca.

Pienso en Gastón Bachelard cuando asocia la imaginación a la intermitencia de la luz a través de la llama de una vela: “La llama es, entre los objetos del mundo que convocan al sueño, uno de los más grandes productores de imágenes. La llama nos obliga a imaginar”. Soñar despierto, dejarse ir. El sueño ante la llama, sigue Bachelard, es un sueño de asombro. Y la capacidad para asombrarse está muy cerca de la capacidad deseante. Imaginación, asombro, sorpresa en las antípodas de las apatías y anhedonias tan contemporáneas. Porque no hay deseo sino en los resquicios, en las intermitencias, en las fugacidades, en las opacidades. No hay deseo posible en la intrusión del consumo, en la invasión de las luces. Y es que el deseo, como sugiere Oscar Masotta, no está interesado en los objetos que el otro tiene, en aquello que se puede consumir, sino que se abastece de nada. Vuelvo a la frase tan potente de Jean-Luc Nancy: “Desear es desear que pase algo, no tener algo”. El veneno del consumo como modo de lazo social puede encontrar su antídoto en el discurso analítico, ese que introduce que no todo es posible, ese que introduce la castración como límite que, lejos de impedir, suscita, posibilita, abre, dibuja un horizonte posible. El capitalismo, dice Lacan, deja afuera las cosas del amor. Se refiere a la falta, la que nos dispone al estado deseante. El discurso analítico, en las antípodas del discurso capitalista, horada un poco el consumo, ese consumo que funciona para no querer saber nada de los agujeros –de los del otro, de los propios–. En un análisis a veces puede perderse un poco el empuje a la devoración, al tragar sin saborear. Un análisis a veces puede suscitar un tiempo y un espacio inusitados que hagan lugar al deseo entendido como erótica de la vida, como un pequeño entusiasmo vital. Y de eso también está hecha la imaginación política.

AK/DTC