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Massa lanza un “dólar Vaca Muerta” para blindarse contra corridas antes del 22-O

Massa lanza un “dólar Vaca Muerta” para blindarse contra corridas antes del 22-O

Desde Vaca Muerta, el ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, anunció la puesta en marcha de un dólar preferencial para la industria hidrocarburífera, cuyo formato replica el del dólar soja, y por medio del cual en su equipo proyectan que el Estado podría recaudar unos U$S1.200 millones en dos meses.

En las últimas 24 horas, antes de que rija la prohibición de actos y anuncios oficiales, el ministro-candidato voló a Neuquén y desde Loma Campaña, el yacimiento de Chevron e YPF, formalizó una medida que diagramó contrarreloj con su equipo económico —a quien junto el lunes por la noche en su casa— y discutió, el martes temprano, con empresarios del sector, entre ellos Pablo González, de YPF, Marcelo Midlin, de Pampa Energia, representantes de Techint y delegados de Marcos Bulgheroni, que no estaba en Buenos Aires.

Con esa mediida, Massa busca blindar la reservas y tener un escudo más fuerte para enfrentar eventuales corridas antes de las elecciones del 22 de octubre. “No nos van a hacer lo que nos hicieron antes de las PASO”, dijeron en Economía a elDiarioAr.

El formato del “dólar Vaca Muerta”, que será para las liquidaciones del complejo hidrocarburifero, es similar al dólar agro: del total, un 25% puede ser en dólar MEP, que hoy cotizaba a $718 para la venta, mientras el 75% restante es a la cotización oficial, que actualmente y desde el día siguiente de las PASO se plantó en $365.

En el entorno de Massa explican que, además de reforzar la reservas, la medida busca incentivar al sector que registró una retracción luego del triunfo de Javier Milei en las PASO del 13-A. “Frenaron inversiones porque la dolarizacion que promete Milei les quita competitividad”, explicó una fuente oficial.

PI/JJD

El dólar blue aceleró y los tipos de cambio financieros tuvieron una fuerte suba

El dólar blue aceleró y los tipos de cambio financieros tuvieron una fuerte suba

El dólar blue aceleró este martes y subió $13, para cerrar a $758 para la venta. El Banco Central (BCRA) logró un saldo favorable con su intervención en el mercado financiero, pero sólo pudo adquirir US$3 millones.

El dólar MEP avanzó $6,36 (+0,9%) y cotizó a $689,89. De esta manera, la brecha con el oficial alcanzó el 97,1%. En tanto, el dólar Contado con Liquidación (CCL) escaló $17,77 (+2,3%) y terminó la rueda a $775,66. Así, su spread con el oficial se ubicó en un 121,6%.

El dólar oficial -sin los impuestos- cerró en $366,98 para la venta, según el promedio de los principales bancos del sistema financiero que realiza el BCRA. A su vez, el dólar billete se mantuvo en los $365,50 para la venta en el Banco Nación.

El dólar mayorista se mantuvo en los $350, valor que el BCRA pretende sostener hasta mediados de noviembre.

El dólar Qatar -que incluye un 30% del impuesto PAÍS, un 45% deducible del Impuesto a las Ganancias y de Bienes Personales, y una nueva percepción del 5% a cuenta de Bienes Personales- cotizó en $660,56.

Por su parte, el dólar cripto o dólar Bitcoin subió 2,5% y finalizó la jornada en $775,39, según el promedio entre los exchanges locales reportados por Coinmonitor.

El dólar turista o dólar tarjeta, y dólar ahorro (o solidario, con impuestos) -que incluyen un 30% del Impuesto PAÍS + 45% de la Percepción de Ganancias- marcó los $642,22.

El BCRA sostuvo su racha compradora, al absorber nuevamente US$3 millones. De esta manera, la autoridad monetaria completó 31 ruedas con compras en la recta final del dólar soja 4, que termina este 29 de septiembre. En lo que va del mes, la autoridad monetaria acumula US$519 millones, aunque sigue perdiendo reservas por otros canales.

LC con información de agencia NA

Argentina, entre los países con más horas de trabajo diarias y semanales fijadas por ley en América Latina

Argentina, entre los países con más horas de trabajo diarias y semanales fijadas por ley en América Latina

Junto con México, Perú, Bolivia y Uruguay, la Argentina figura entre los cinco países con mayor cantidad de horas de trabajo fijadas por ley en América Latina: 48 semanales y 8 diarias. Colombia, en cambio, tiene 47 horas semanales y permite pactar las diarias, y además se acordó una reducción progresiva a 42 semanales hasta 2026. Cuba, Honduras, República Dominicana, El Salvador y Brasil tienen 44 horas y Chile, Venezuela y Ecuador, 40 horas.

Los datos surgen de un cuadro comparativo elaborado por la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados y presentado públicamente este martes, en la primera reunión para discutir la reducción de la jornada laboral en la ley marco argentina, que es la Ley de Contrato de Trabajo.

Dicha norma establece en su primer artículo que “la duración del trabajo no podrá exceder de ocho horas diarias o cuarenta y ocho horas semanales para toda persona ocupada por cuenta ajena en explotaciones públicas o privadas, aunque no persigan fines de lucro”. Ese texto legal rige en la Argentina desde hace 94 años.

Más de 50 países tienen jornadas inferiores a las 48 horas. El convenio 1 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de 1919, estableció las 8 horas para el sector industrial. Posteriormente, el convenio 30 de la OIT, de 1930, amplió esas 8 horas para el sector servicios. Hasta ahí la Argentina cumplía con la normativa del organismo. Pero en 1935 la OIT estableció en 40 horas semanales el máximo sugerido para los Estados parte a través del Convenio 47. Nuestro país nunca ratificó ese último convenio.

Aunque la jornada laboral en muchos casos se rige por convenios colectivos de trabajo, hay sectores que se rigen por la Ley de Contrato de Trabajo y esto afecta a cientos de miles de trabajadores en el país.

Del cuadro comparativo elaborado en la Cámara de Diputados surge que países europeos también tienen en sus legislaciones jornadas de trabajo con menos horas semanales y diarias que la de la Argentina: Países Bajos, 45 horas; Italia, Polonia, Portugal, Finlandia, Noruega y España, 40 horas; Alemania, de 35 a 40; Dinamarca, 37, y Francia, 35.

En Francia, de todas maneras, la jornada diaria ordinaria máxima es de 10 horas, en España, Noruega y Países Bajos es de 9 horas y en el resto de los países, de 8 horas.

En la Cámara de Diputados están en discusión siete proyectos de ley de reducción de la jornada laboral tanto del oficialismo como de la oposición. En general se propone una baja a 40 o 36 horas semanales, aunque también hay un proyecto del líder de la Bancaria y diputado del Frente de Todos, Sergio Palazzo, para mantener las 8 horas máximas diarias pero que la jornada laboral sea de cuatro días a la semana, no de cinco.

El proyecto de ley más pretencioso es el del Frente de Izquierda, que propone 6 horas y 30 semanales como máximo y, al igual que todas las propuestas, sin ningún tipo de reducción de ingresos para los trabajadores.

El del oficialista Eduardo Valdés también plantea 6 horas diarias o 30 semanales, aunque con la opción a ser ampliada a 7 horas y 30 minutos diarios siempre que las tareas se desarrollen exclusivamente en cuatro días, entre lunes y viernes.

La presidenta de la comisión de Legislación del Trabajo, Vanesa Siley, quien además de diputada nacional del Frente de Todos (La Cámpora) es una referente del sindicato de judiciales, informó que se realizarán varias reuniones más de debate, además de este primer encuentro, que contó con la exposición de invitados de distintos sectores: sindicalistas argentinos y del exterior, abogados laboralistas y la patronal.

“Hoy México se encuentra discutiendo la reducción de la jornada laboral y cuando digo 'hoy' no es metafórico: acaba de tener dictamen la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados de allá y está próximo a pasar a recinto (de 48 a 40). En Chile se discutió en abril y se convirtió en ley (de 45 a 40). En Colombia, en 2021 y se convirtió en ley. En Ecuador, en 1983 se redujo a 40 horas semanales, y otro tanto está sucediendo en países de Europa”, dijo Siley.

La diputada oficialista resaltó que “en Reino Unido 61 empresas participaron de un prueba piloto para reducir un día a la semana, es decir tener una jornada de 4 días semanales” y que “todas las empresas, después de esa prueba piloto de 6 meses, solicitaron tener definitivamente como régimen los 4 días semanales” porque “se ve notablemente incrementada la productividad, la baja en el ausentismo y la baja en accidentes laborales”.

Siley dijo también que la reducción de la jornada laboral “mejora la calidad de vida de los trabajadores y trabajadoras no solamente en términos físicos sino en términos de salud mental”, además de “una mejora en las condiciones socioambientales, no solamente de quienes trabajan sino de las comunidades, alrededor del mundo laboral” y que produce “un incremento de los puestos de trabajo”.

Los invitados expresaron, en su mayoría, apoyo a la reducción de la jornada laboral. La voz discordante fue la de Julio Cordero, vicepresidente del departamento de política social de la Unión Industrial Argentina (UIA), quien planteó: “Si reducimos la jornada sin ningún tipo de reducción salarial, ¿qué habrá que hacer? ¿Mejorar la productividad en ese tiempo? ¿Qué hacemos? ¿Apuramos a la gente a que trabaje más rápido?”.

El representante de las organizaciones patronales se pronunció a favor de dejar que sean “las negociaciones colectivas” por sector las que acuerden la cantidad de horas semanales y diarias máximas de trabajo. “¿El Estado a qué viene? ¿A qué viene a disponer una norma que entra por la ventana, cuando las negociaciones colectivas están abiertas? ¿Por qué no dejamos a la autonomía colectiva, que es sólida, donde el diálogo social está presente?”, dijo Cordero.

Claudio Marín, secretario general de Foetra (Telecomunicaciones) y secretario gremial de la CTA de los Trabajadores dijo que “lograr mayores resultados no tiene una relación directa con la cantidad de tiempo que dure una jornada de trabajo” y que, “por ende, la reducción de la jornada no tiene por qué tener un correlato automático con una caída de la productividad”.

A su turno, Natalia Salvo, presidenta de la Corriente de Abogadas y Abogados Laboralistas 7 de Julio, sostuvo que “la regulación es fundamental porque produce tres beneficios: el aumento de la productividad, la reducción de la siniestrabilidad y la baja del ausentismo”.

La ministra de Trabajo, Raquel “Kely” Olmos, también participó del encuentro y expresó el apoyo del Poder Ejecutivo a la reducción de la jornada laboral. “Indudablemente, es una de las normas (la ley de Contrato de Trabajo) donde la Argentina ha quedado más rezagada a nivel de legislación en el mundo”, dijo la funcionaria.

Olmos sostuvo que “hay una correlación entre la reducción de horas que se trabajan semanalmente y el nivel de productividad de las economías” y que “en 2022 el nivel de productividad es 52% superior al de, por ejemplo, 1960”, lo que a su criterio supone que “si optáramos por un mecanismo de reducción de las horas trabajadas máximas semanales, por supuesto, sin reducción salarial, estaríamos impulsando una redistribución mucho más adecuada de la productividad alcanzada en el conjunto económico nacional”.

La voz de Juntos por el Cambio en esta primera reunión fue el radical Martín Tetaz, quien arrancó declarándose “un gran fan de la reducción de la jornada laboral” aunque posteriormente planteó una postura ambigua respecto del objetivo del debate y pidió enfáticamente tener en cuenta la “heterogeneidad del mercado laboral argentino”.

“Tenemos un 40% de los trabajadores en la informalidad que no se van a ver afectados por esta normativa, que trabajan horario de trabajo que nadie regula ni controla”, señaló el diputado opositor.

Tetaz señaló que los proyectos presentados “plantean la reducción de la jornada laboral manteniendo los salarios, y eso obviamente requiere mantener la productividad” y que “el problema de mantener la productividad es heterogéneo”. Sostuvo que “hay sectores donde la reducción de la jornada laboral efectivamente aumenta la productividad por hora, eso está casi fuera de debate en el mundo” pero hay otros casos en los que “no se garantiza que la productividad total de la jornada laboral sea más alta y uno pueda mantener el salario”.

El diputado, de profesión economista, dijo que “la norma no puede ser de carácter general” y se pronunció a favor de realizar “experimentos” con “sectores que estén dispuestos a participar” de una reducción de la jornada laboral y que cuando se compruebe que se reduce también la productividad “puedan ser compensados”. “Entonces, está el Estado ayudando a que ese experimento se lleve adelante para tratar de que eso sea algo no impuesto”, aseveró.

JJD

Debate en Diputados: Kelly Olmos apoyó una reducción de la jornada laboral "progresiva y escalonada"

Debate en Diputados: Kelly Olmos apoyó una reducción de la jornada laboral

La ministra de Trabajo, Kelly Olmos, participó hoy del debate sobre la reducción de la jornada laboral en la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados y defendió los cambios propuestos, pero pidió que se realicen de "manera progresiva y escalonada". "No se puede hacer de un día para el otro porque tiene que haber un horizonte de previsibilidad en relación a esa modificación", señaló.

La titular de la cartera laboral se mostró favorable a la propuesta de modificar la ley vigente que, desde 1929, establece una jornada de 48 horas semanales. "Nosotros como ministerio apoyamos esta iniciativa y promovemos que , de adoptarse una modificación hacia la reducción de la cantidad máxima de horas de trabajo autorizadas semanalmente, se haga de manera escalonada", sostuvo. "Por un mecanismo de reducción, estaríamos impulsando una redistribución más adecuada de la productividad alcanzada, aportando al concepto de justicia social", agregó.

En la misma línea se expresaron Pablo Anino, editor de Economía de La Izquierda Diario, y Claudia Ormaechea, autora de uno de los siete proyectos que se están debatiendo ahora en la Cámara de Diputados. "Reivindicamos la idea de que pueda salir la reducción de la jornada porque permite elevar las perspectivas de la clase trabajadora y sería una mejora en cantidad de puestos de trabajo", explicó el periodista.

"Esta ley va a mejorar la distribución de los puestos de trabajo y en algunos sectores también la creación de puestos", ratificó la diputada del Frente de Todos (hoy, Unión por la Patria). Según especificó Ormaechea durante la reunión de comisión, el debate por la reducción de la jornada laboral ya es de alcance global y se llevó adelante "en todo el mundo con pruebas piloto con resultados muy favorables".

Respecto al alcance internacional de esta discusión, también se explayó el legislador oficialista Eduardo Valdés, quien vinculó esta iniciativa a una meta de mayor igualdad. "Los países de mejor índice de Gini son los que redujeron el horario laboral, como Noruega, Dinamarca y Alemania", puntualizó además de explicar que estas medidas trascienden una cuestión ideológica en tanto incluso la "derecha inglesa" las está abordando.

Para Olmos, el debate internacional es más complejo. "Si uno ve el mapeo mundial, no hay una posición común como tampoco hay un desarrollo homogéneo entre los países", dijo. De igual modo, el diputado radical Martín Tetaz ─que se presentó a sí mismo como "un fan de la reducción laboral"─ puso énfasis en la heterogeneidad actual, especialmente en el mercado, y que esto podría llevar a que no en todos los sectores se compense de igual manera la reducción de horas con aumento de la productividad.

Quien expresó mayores reservas fue el vicepresidente del departamento de Política Social de la Unión Industrial Argentina (UIA), Julio Cordero. Si bien celebró que se abriera este debate, recordó que el derecho al trabajo "está protegido por pactos internacionales suscriptos por la Argentina" y que, por ende, la discusión debería darse en el marco de las negociaciones colectivas autónomas.

De la reunión de comisión, también participaron representantes de la CGT, la CTA de los Trabajadores y Autónoma y la Corriente de Abogados laboralista "7 de julio", así como también Cristina Faciaben, integrante de la Secretaría Internacional, Cooperación y Migraciones de Comisiones Obreras de España, quien intervino de manera virtual.

ACM con información de agencias.

Hugo Yasky pide la reducción de la jornada laboral para "hacer más humana la vida"

Hugo Yasky pide la reducción de la jornada laboral para

El diputado nacional del Frente de Todos (FdT) y secretario general de la CTA, Hugo Yasky, consideró este martes que el proyecto sobre la reducción laboral significará, en el caso de ser aprobado por el Congreso, "una conquista que hará más humana la vida" de los trabajadores.

"La normativa que rige actualmente en Argentina establece una jornada laboral de 48 horas semanales, que fue instituida por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Es algo que se estableció en 1919", señaló Yasky en declaraciones a Radio Provincia.

Este martes, en la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados se debate la posibilidad de avanzar con la sanción de un proyecto de ley para reducir la jornada laboral, en un encuentro en el cual participarán especialista de diversos países sobre cuestiones laborales.

"Desde que se instituyó la jornada de ocho horas diarias y 48 semanales, hubo cambios con la incorporación de tecnología, y cambios sociales y culturales que consolidaron la presencia de las mujeres en el mundo laboral. Para el núcleo familiar, esto implica la ausencia del hombre y de la mujer durante largas jornadas. Además, al horario laboral hay que agregarle el tiempo de traslado", apuntó el dirigente sindical.

A su vez, el legislador indicó que la iniciativa "llega con cierto retraso porque hay muchos lugares del mundo donde ya se avanzó con la reducción de la jornada laboral, como sucede en Chile".

En relación al impacto de la reducción de la jornada laboral puede tener en el sector informal, el titular de la CTA estimó que tendrá un alcance "positivo" para los trabajadores de todos los sectores y actividades.

"Pareciera que las conquistas que se logran van en detrimentos de otros sectores, y eso no es así. La reducción de la jornada laboral será una conquista para hacer más humana la vida de los hombres y las mujeres que hoy tienen dos o tres trabajos".

"Algunos sectores empresarios tienen una mirada reactiva porque consideran que algo así puede significar pérdidas. La experiencia demostró que no hay merma en la productividad o quebranto económico. Se reducen los márgenes de accidentes de trabajo, el ausentismo y los trabajadores pasan más tiempo con el grupo familiar", remarcó.

Con información de agencias.

IG