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Ante un Congreso vallado, comienza la marcha de los jubilados apoyada por la CGT

Ante un Congreso vallado, comienza la marcha de los jubilados apoyada por la CGT

Jubilados, la CGT y las CTA marchan al Congreso en defensa del sistema previsional, en la antesala del paro general convocado para este jueves.

Frente a un Congreso vallado y cercado para evitar el contacto entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes, centrales obreras y sindicatos se juntaron en apoyo de los jubilados en su tradicional marcha de los miércoles.

La manifestación, habitual cada semana, cobró especial relevancia este 9 de abril por estar acompañada por la Confederación General del Trabajo (CGT) y las dos centrales de la CTA, en la antesala del paro general de 36 horas convocado por el movimiento obrero.

Héctor Daer, uno de los tres jefes de la CGT, en su llegada a la marcha de Jubilados.

La protesta se desarrolla en la zona del centro porteño, frente al Palacio Legislativo, y busca visibilizar la situación crítica que atraviesan los jubilados, sumada al rechazo de las políticas del Gobierno nacional.

Se espera que la manifestación sea masiva. “Tardaron un poco en llegar los muchachos de la CGT”, bromeó Liliana, una jubilada. La concentración copó las calles del Congreso, desde Solís e Hipolito Yrigoyen hasta Avenida Rivadavia.

Organizaciones sindicales se sumaron hoy a la marcha de los jubilados

El jueves pasado, referentes de gremios como Sanidad, UPCN, Uocra, Camioneros, Seguros, Vidrio y Smata delinearon la logística y el recorrido: concentración en Yrigoyen y Solís, marcha hacia la Plaza de los Dos Congresos y consignas claras: paritarias libres, aumento de emergencia para los jubilados y rechazo al ajuste.

La expectativa es que más de 300 mil personas participen de la jornada, que contará también con la adhesión de movimientos sociales como la Corriente Clasista y Combativa y Territorios en Lucha.

El operativo de seguridad está esta vez rodeado de polémica. Un fallo del juez porteño Roberto Gallardo dispuso que la custodia debía recaer en la Policía de la Ciudad, y que el Gobierno nacional debía abstenerse de intervenir. Pero la Casa Rosada desoyó la orden y confirmó que será Patricia Bullrich quien encabece el despliegue, con el mismo protocolo que en las protestas anteriores: vallado perimetral, fuerzas federales y ningún margen para el diálogo.

El Gobierno baja el precio del paro de la CGT

En las vísperas del tercer paro de la CGT contra el gobierno de Milei en la Casa Rosada califican de “política” la protesta y la atribuyen al inicio de la campaña electoral porteña. 

“Es el paro de los amigos de (Leandro) Santoro”, sintetizó una importante fuente con acceso al despacho presidencial ante la agencia Noticias Argentinas en un intento de vincular a la central con el candidato a legislador porteño de la lista Es Ahora Buenos Aires.

La mesa chica del mandatario destacó “la buena relación” con la CGT, y pese a que garantizan la continuidad del diálogo, aseguran que “arrancó la campaña” en una clara alusión a que la medida anunciada para este jueves 10 de mayo.

La intención del Ejecutivo de designar al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, como interlocutor con el complejo objetivo de convencer a la central de desarticular el llamado no prosperó. En Azopardo 802 cerraron las puertas a conversar del tema. 

Esta mañana el titular de ministros sostuvo que el temario de la protesta es “un poco difuso”, y no mostró preocupación por su alcance. “Después la sociedad juzgará si los dirigentes sindicales tienen representatividad o no. El tema de los contratos laborales sí le preocupa a la dirigencia gremial y tendremos que conversar con ellos”, afirmó Francos en declaraciones a Radio Rivadavia.

En sintonía, a través de su cuenta de X, el subsecretario de Prensa, Javier Lanari, uno de los funcionarios más retuiteados por el mandatario, expresó: “El paro de la CGT no daña a Milei. Daña a la gente”. “A los trabajadores que quieren cumplir sus tareas. La mafia sindical no solo atrasa 80 años. Atentan contra el normal funcionamiento del país...”, sentenció. 

Miércoles de marcha, jueves de paro: la CGT vuelve a la calle con 36 horas de protesta

Miércoles de marcha, jueves de paro: la CGT vuelve a la calle con 36 horas de protesta

El sindicalismo busca mostrar fuerza frente al ajuste y suma su peso a la movilización de los jubilados. La tensión por el operativo de seguridad revela la incomodidad del Gobierno ante una escena que no logra evitar.

La calle será el escenario. Este miércoles, desde el mediodía, columnas sindicales, movimientos sociales y la protesta ya habitual de los jubilados volverán a confluir frente al Congreso. Será el primer acto de una huelga que se estiró a 36 horas y que tendrá su punto más alto el jueves, cuando rija el tercer paro general contra Javier Milei. Pero más allá de las fechas, los nombres y los reclamos, lo que empieza a visibilizarse es otra cosa: un malestar que no encontró contención institucional y ahora desborda por los márgenes del sistema político.

No se trata del regreso triunfal de una central obrera poderosa. Al contrario: la CGT se suma a una protesta que no empezó en la sede de Azopardo, sino en las veredas de los jubilados, donde una mínima que no alcanza para lo básico fue el primer motor de la bronca. La huelga, entonces, no es obra de una dirigencia resuelta, sino la reacción inevitable ante una clase política que no supo o no quiso escuchar a tiempo.

El gremio de Camioneros será uno de los protagonistas de la jornada.

Desde hace días, en la sede de la CGT se afina el dispositivo para que la movilización sea masiva. El jueves pasado, referentes de gremios como Sanidad, UPCN, Uocra, Camioneros, Seguros, Vidrio y Smata delinearon la logística y el recorrido: concentración en Yrigoyen y Solís, marcha hacia la Plaza de los Dos Congresos y consignas claras: paritarias libres, aumento de emergencia para los jubilados y rechazo al ajuste. La expectativa es que más de 300 mil personas participen de la jornada, que contará también con la adhesión de las dos CTA y de movimientos sociales como la Corriente Clasista y Combativa y Territorios en Lucha.

En la previa, el Gobierno nacional intentó desactivar la medida del jueves con una maniobra quirúrgica: dictó la conciliación obligatoria en el conflicto de la UTA, apostando a mantener activo el transporte durante la jornada de paro. Pero el tiro puede salir por la culata. La medida no alcanza legalmente al paro general convocado por la CGT, y en el gremio de colectiveros hay tensión interna. Algunas seccionales del interior ya avisaron que podrían sumarse, incluso desoyendo la conciliación.

Héctor Daer, dirigente sindical de la CGT.

La discusión más áspera, sin embargo, se dio por el operativo de seguridad de hoy. Un fallo del juez porteño Roberto Gallardo dispuso que la custodia debía recaer en la Policía de la Ciudad, y que el Gobierno nacional debía abstenerse de intervenir. Pero la Casa Rosada desoyó la orden y confirmó que será Patricia Bullrich quien encabece el despliegue, con el mismo protocolo que en las protestas anteriores: vallado perimetral, fuerzas federales y ningún margen para el diálogo.

La ministra de Seguridad fue tajante: “No vamos a dejar de cuidar la sede del Gobierno federal”, dijo. Y fue por más: denunció al juez ante el Consejo de la Magistratura por presunto mal desempeño. El jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, por su parte, apeló el fallo, respaldó a Bullrich y se sumó al coro oficial que busca impugnar judicialmente cualquier intento de frenar el protocolo antipiquetes.

Patricia Bullrich, ministra de Seguridad.

Pero la marcha va. Así lo confirmó este martes Octavio Argüello, cosecretario general de la CGT y dirigente de Camioneros: “Vamos a marchar igual, aunque haya protocolo”. Para la central obrera, el escenario está claro: si el Gobierno apuesta a la represión, será su responsabilidad. Porque lo que está en juego no es solo el derecho a manifestarse, sino el modo en que el oficialismo decide relacionarse con el conflicto social.

El Gobierno se mueve entre el desprecio discursivo y el cálculo defensivo. En los últimos días, funcionarios como el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el secretario de Trabajo, Julio Cordero, mantuvieron contactos reservados con algunos gremialistas, buscando alguna señal de distensión. No la encontraron: el triunviro Héctor Daer apuntó el lunes contra la Casa Rosada al señalar que “hay diálogo, pero no hay negociación”.

En público, los libertarios dicen que no hay reclamo puntual, que el paro es político, que los sindicatos son parte de “la casta”. Francos llegó a calificar la medida de “ridícula” y advirtió a los gremios sobre sus consecuencias. En privado, en cambio, el análisis es menos ideológico. 

Todos los miércoles, desde hace décadas, grupos de jubilados se reúnen en los alrededores del Congreso para reclamar mejores pensiones.

Es que el trasfondo político es cada vez más complejo para Milei. La economía da señales de fatiga, la inflación amenaza con rebotar, el dólar se recalienta, el Congreso avanza con una comisión investigadora por el caso $LIBRA y la imagen presidencial empieza a mostrar signos de desgaste. En Azopardo lo leen con claridad: lo que hasta hace meses era impensado —una huelga general de 36 horas— hoy se vuelve inevitable.

La de este miércoles no será una jornada fundacional ni un punto de quiebre. Pero sí una foto reveladora. La de un gobierno que eligió la confrontación antes que el diálogo, que responde al conflicto social con protocolos y vallados, y que empieza a enfrentarse con algo más complejo que la “casta”: la realidad. Esa que no se puede bloquear ni empujar con gases lacrimógenos, y que cada vez encuentra más voces dispuestas a ocupar la calle.

PL/JJD

Nancy y Carlos, la dupla que lidera la protesta de jubilados que incomoda al Gobierno

Nancy y Carlos, la dupla que lidera la protesta de jubilados que incomoda al Gobierno

Están en la primera línea de la manifestación que se realiza cada miércoles y se consolida como bastión de resistencia al ajuste mileista. De orígenes distintos, cada uno apuntala el reclamo a su manera: Nancy une hacia adentro, Carlos enciende hacia afuera y fue el artífice de la participación de las hinchadas.

Cada miércoles afuera del Congreso, en la primera línea de la manifestación de jubilados, hay dos que destacan por su carisma: Nancy Yulán, de 63 años, y Carlos “Chaca” Dawlowfki, de 75. Puntualmente cuando el reloj marca las 17 la mujer deja el micrófono y el hombre baja de su habitual “poste de resistencia” (el semáforo de Callao y Rivadavia) y se encolumnan con banderas, cascos y antiparras hacia la calle Combate de los Pozos reclamando por el vaciamiento del PAMI, el aumento de sus haberes (la mínima es de $350.000) y el retorno del sistema de moratoria que les permite jubilarse a quienes no tienen los años de aporte reglamentarios y la cobertura del 100% de sus medicamentos. 

A sus costados y detrás de ellos hay otros 200 jubilados que –con mayor intensidad desde hace un año– rodean el Congreso, pero Yulán y Dawlowfki son poseedores de una personalidad envolvente. Colectivamente se complementan, apuntalan el reclamo de los jubilados y generan que trascienda, que sea hoy quizás el más potente de la Argentina frente al ajuste libertario.  

Si Nancy tiene formación política y habla de “polo de resistencia”, Carlos posee calle y dice “la yugué, pibe”, en alusión a una vida de trabajo sin descanso. Si la primera tiene carácter asambleario y piensa en términos tácticos/estratégicos, el segundo desprende magnetismo barrial y está lleno de sentido común. Porque mientras Nancy une hacia adentro y envalentona a los propios con sus discursos combativos, Carlos conmueve y enciende hacia afuera, convoca masas: con su casaca de Chacarita como símbolo de lucha fue capaz de unir a las hinchadas más enemistadas detrás de su reclamo.

Carlos “Chaca” Dawlowfki en su habitual “poste de resistencia”, el semáforo de Callao y Rivadavia.

Si bien Nancy tiene un rol protagónico en la Mesa Organizativa como autoconvocada y se distingue en sus discursos por el efecto que genera, este movimiento de jubilados –en transformación desde hace un año– no tiene hoy un líder indiscutido. Lo mismo ocurre con Carlos, que a diferencia de Nancy no participa de ninguna discusión interna; su rol tiene que ver más con la cohesión a través del compañerismo. Lo relevante de estas dos figuras es que emergen –a pesar o a partir de la fuerte represión– en un momento de ebullición provocada en parte por la insistencia de su reclamo: son protagonistas porque redoblan esfuerzos, realizan intervenciones en medios de comunicación y alimentan convocatorias masivas y transversales. Forman parte de un fenómeno cada vez más grande y con más adherentes, desquician a un Gobierno que despliega camiones hidrantes, gases, balas y tonfas: maniobras que develan la preocupación por no saber en qué va a derivar este gran movimiento.  

Vidas paralelas

Carlos nació en Parque Patricios, en 1949. A los cuatro años la familia –descendientes de polacos, abuelo zapatero, padre peón de frigorífico– se mudó a Laferrere. Empezó a “trajinar” a los seis, ordeñando vacas desde las 4.30 de la madrugada y pastoreando desde las 8. Cada tanto los cuatreros querían robarle ganado, de manera que tuvo que curtirse, hacerse respetar. La condición de guapo la adquirió ahí, en las soledades del campo, mientras que la de seductor de adoquines la obtuvo en el oficio de cartero. 

“No tengo formación política, pero el primer juguete me lo regaló Evita: un carrito lechero”, dice Carlos, sentado en un banco de Parque Chacabuco. Se desprende la campera de Chacarita, mira el sol. 

La abuela de Nancy también tenía un carrito lechero, pero de verdad: sumida en la pobreza, ordeñaba vacas y repartía leche en su pueblo de Santiago del Estero, hasta que recibió una máquina de coser de la Fundación Evita y la situación de toda la familia empezó a cambiar.

Nancy une hacia adentro y envalentona a los propios con sus discursos combativos. En la foto muestra un cartel en apoyo al fotógrafo herido gravemente por la Policía.

Nancy nació en General Pinedo, el Chaco profundo. De pequeña escuchaba las historias de su abuela, de la Fundación Evita y observaba a su madre con curiosidad: una mujer idealista, maestra rural, formada en la resistencia peronista de los 60, tenía ideas “raras” que desentonaban con un entorno tradicional (“pueblo chico, infierno grande”, dirá). Su padre, un panadero con fuertes tendencias a la bebida y la timba, se evaporaba el sueldo de docente de su esposa en las apuestas. Un día la mujer dijo “basta”, subió a sus cinco hijos a un viejo Renault y emprendió el viaje a la capital, “en busca de la felicidad”.

“Mi madre, peronista de la resistencia, tuvo la mala suerte de que cuando entré a la universidad conocí al trotskismo”, dicen Nancy, sentada en la redacción de un medio cooperativo. “Ahora mis hijas son peronistas, así que un poco se repite la historia”.  

En la preadolescencia, Nancy se refugió en la lectura de “La cabaña del tío Tom”, su primera influencia literaria, texto que la sacó de su soledad y le permitió identificarse con su condición de inmigrante interna, “cabecita negra”. Ese libro la conectaba con los árboles, las aves y la tierra. 

Volvió a tener contacto directo con la tierra seis años después, puntualmente en 1976, cuando su madre entró precipitadamente a la casa, luego de haber pasado milagrosamente un control militar, y pidió a sus hijos que enterraran la documentación y afiliaciones del sindicato docente (era delegada), entre otros elementos “subversivos”. Esa noche Nancy, que tiene familiares desaparecidos, hizo un pozo con sus manos en el patio de la casa y enterró un cuadro de Perón subido al caballo blanco, retrato que siete años después, en 1983, desenterró.

Nancy y Carlos se conocen de marchar en la primera línea de la columna a la que ellos llaman “los 12 apóstoles”.

“Toda mi vida respiré militancia y lucha. De joven fui parte del viejo MAS. A los 19 entré a una fábrica textil, porque desde el partido bajaron la línea de que había que proletarizarse. Era tremendo por los niveles de explotación y alienación, yo estampaba con una plancha las camisas que pasaban por la cinta. Entraba a las 5.30 y salía a las 14 y me iba a estudiar instrumentadora quirúrgica”, cuenta Nancy, quien ejerció 13 años en clínicas y hospitales, siempre con inconvenientes por su actividad gremial hasta que dejó la sanidad. En 1993 empezó el profesorado de Lengua, Literatura y Latín, profesión por la que hace dos años se jubiló. 

Por su lado, Carlos, en la preadolescencia, ingresó al Correo y empezó a desarrollar la personalidad que hoy tiene. Pateaba calles (“106 por día, me salvó del infarto”), repartía cartas y las puertas se le abrían como flores en primavera. Desarrolló empatía y contacto con la gente. Las panaderías lo llenaban de facturas y sanguchitos (en la actualidad una confitería le da, cada miércoles, panificados que reparte entre jubilados), los días de partido hacía telegramas y entraba a la cancha (hoy tiene la entrada libre y un palco a su nombre: el presidente y todo el club de Chacarita lo homenajearon por su lucha; “fue una emoción muy grande, toqué el césped, lloré”). Su carisma de “atorrante barrial” conquistó corazones, entre ellos el de su esposa, con quien tuvo cuatro hijos. 

“Yo estoy bien, pibe, tengo una buena familia, esto lo hago por los viejitos, se están muriendo de hambre, es la verdad. Qué podés esperar de Caputo y Sturzenegger; están terminados. Lo hago por los compañeros y por nuestros nietos, eso es lo que me motiva a seguir”, dice Carlos y la gente, en Parque Chacabuco, voltea para mirarlo, lo saluda, le pide fotos. 

Con ese mismo carisma, en estas semanas cautivó a conductores de diversos programas de televisión, afines al gobierno. A ellos les habla de democracia, de respeto. “Trabajé treinta años y gano $400.000, me quitaron los remedios”, señala. Les dice: “Estoy deprimido, me siento mal por todos mis compañeros, tienen hambre”. Comenta que no puede ir al parque con su nieto porque tiene que estar ahí, porque “primero está la patria”, y otras frases que en el receptor provocan malestar, culpa o empatía. Hasta que uno de los conductores le dice: “Usted me hace acordar a Norma Plá”.

Norma Plá, la histórica militante de los jubilados, que reclamaba el aumento de las pensiones. Cada miércoles desde 1991 su movimiento empezó a cortar la Avenida Rivadavia, frente al Congreso, y se convirtió en el primero de la historia argentina en cortar calles de manera sistemática como forma de protesta, anticipando el movimiento piquetero. Con los años, su estado de salud se agravó y falleció en 1996. Pasó a la inmortalidad como símbolo de lucha, retratada tanto en manifestaciones como en la cultura popular.

El estado de salud de Nancy Yulán se deterioró profundamente desde la última represión. Mientras los jubilados rodeaban el Congreso, la Policía la arrinconó contra el cordón, haciéndola caer de espalda, y le descargó un sifón de gas a centímetros de la cara, que aspiró casi en su totalidad. Tuvo que ser trasladada de urgencia. Una de las médicas del hospital le advirtió que, si lo mismo le volviera a ocurrir, tendría que ponerle un marcapasos.

Por su parte, Carlos, si bien tiene un stent coronario y las piernas y las manos machucadas por balas de goma y tonfas, goza de un mejor estado de salud. Sobre todo ahora, que las fuerzas de seguridad ya no lo tocan. Últimamente camina como si tuviera una campana protectora, porque cuando aparece en una manifestación, los policías se miran entre ellos y se corren: los agentes no ven a un hombre caminar, ven un mechero que puede encenderse con cualquier chispazo, como ocurrió el 26 de febrero, precisamente el día de la última gran paliza que recibió Carlos.

El 26 de febrero los hinchas de Chacarita se indignaron al ver las imágenes de Carlos gaseado y apaleado y se sumaron a la manifestación del miércoles siguiente.

Ese día los hinchas de Chacarita se indignaron al ver las imágenes de Carlos gaseado y apaleado, de manera que asistieron el miércoles siguiente, el 5 de marzo. “Nos trajiste a los hinchas, Carlos”, lo interpeló el jefe del operativo. Carlos venía de declarar en Comodoro Py y no entendía qué estaba pasando. El comisario le insistió con prepotencia. “¿Sabes qué?”, le respondió finalmente Carlos, “Ahora me diste una idea, voy a convocar a todas las hinchadas”. Y la imagen de Carlos pululó en cada club de fútbol de todas las categorías, provocando un efecto dominó que derivó en una histórica marcha fraternal de diversas hinchadas que se unieron pacíficamente detrás de los jubilados el 12 de marzo. 

La manifestación terminó en una brutal represión: 150 detenidos y 989 heridos, incluyendo traumatismos de cráneo, traumatismos de tórax, síncopes, lipotimias, heridas abiertas en el rostro, hemorragias, esguinces, luxaciones y dificultad respiratoria aguda.

“A un compañero, Jonatán, le volaron un ojo. Nos reprimen sin piedad. Desde que empezamos a manifestarnos con este Gobierno, ya quedaron en el camino tres compañeros. Hay muchos que se están muriendo por la falta de remedios e incluso uno que tomó la trágica decisión de tirarse debajo del tren Roca porque dejaron de darle la medicación psiquiátrica”, dice Nancy.

Si Nancy tuvo una vida marcada por la lucha, Carlos comenzó a manifestarse en 2016, con la represión a jubilados en Puente Pueyrredón. Desde ese año, no paró. Por su parte, Nancy, tuvo un año sabático en lo que respecta a la lucha: 2023, período que atravesó inmersa en una crisis existencial. Le había llegado la tan esperada jubilación. “Ahora vas a poder viajar y hacer excursiones, Nancy”, le decían. Pero, ¿cómo una mujer que lleva en el ADN la militancia por lo que considera injusto puede reposar? Así que Nancy empezó con las excursiones, pero al Congreso de la Nación, sumándose a la lucha de los jubilados en enero del 2024. “Sería una pena irme de este mundo, en este momento, con tanto para luchar”, dice Nancy. 

“Qué mujer Nancy, es una mujer extraordinaria”, dice Carlos. “Se tiene que cuidar, pobrecita, ha sido muy gaseada”. “¿El Chaca? Es un personaje tan pintoresco y bueno, tiene eso de los valores y el compañerismo que contagia, es un gran tipo”, dice Nancy.

Son las 16.30 del miércoles 2 de abril y Nancy y Carlos –que se conocen de marchar en la primera línea de la columna a la que ellos llaman “los 12 apóstoles”– se abrazan delante del Congreso, rodeado de gendarmes, policías y camiones hidrantes. Ella lleva casco, antiparras y un cartel. Él tiene la remera de Chacarita, una bandera argentina y una bolsa de bizcochitos. En el día del Veterano y de los Caídos en Malvinas, está por comenzar una nueva marcha de jubilados. Esta vez, también será reprimida: habrá gases lacrimógenos, palos y un periodista herido.  

LN/DTC

Trump anunció una pausa de 90 días en los aranceles para la mayoría de países y elevó al 125% los de China

Trump anunció una pausa de 90 días en los aranceles para la mayoría de países y elevó al 125% los de China

El presidente de EEUU anunció este miércoles una nueva subida de aranceles a Pekín y una pausa de 90 días para los países que no respondieron a su guerra comercial

Donald Trump dio marcha atrás y anunció una pausa de 90 días en su guerra comercial con la mayoría de países, según informó en un post en su red social. “Autoricé una pausa de 90 días, y una tarifa recíproca sustancialmente reducida durante este periodo, del 10%, también con efecto inmediato”, señaló.

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, señaló que la pausa es una recompensa a aquellos países que no devolvieron los aranceles a EEUU. “No tomen represalias y serán recompensados”, afirmó. Bessent dijo que la marcha atrás de Trump no se debe a la caída en las bolsas, que rápidamente experimentaron una fuerte crecida tras el anuncio.

En el mismo mensaje anunció un incremento hasta el 125% de los aranceles a China como castigo a la respuesta de Pekín a la guerra comercial abierta por el presidente de EEUU. “Basándome en la falta de respeto que China mostró a los mercados mundiales, por la presente elevo el arancel aplicado a China por los Estados Unidos de América al 125%, con efecto inmediato”, afirmó el presidente.

China había anunciado este miércoles aranceles del 84% a las importaciones chinas como respuesta al 104% anunciado el martes por Trump.

China responde a Trump y anuncia aranceles del 84% a los productos de EEUU

China responde a Trump y anuncia aranceles del 84% a los productos de EEUU

El Gobierno chino había asegurado que tomaría represalias "con determinación y luchará hasta el final", después de que el presidente de EEUU redoblara sus aranceles al país asiático hasta llegar a un 104%.

La guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo se intensifica. China respondió este miércoles a Donald Trump con aranceles del 84% a productos estadounidenses a partir del jueves, frente al 34% anunciado previamente, según dijo el Ministerio de Finanzas y recoge la agencia Reuters.

Al igual que hizo la semana pasada, entre la batería de represalias, el Ministerio de Comercio chino agregó además 12 entidades estadounidenses a la lista de control de exportaciones y seis entidades estadounidenses a la lista de “entidades no fiables”.

El Gobierno chino había asegurado que tiene “una voluntad firme” y “recursos abundantes” para responder “con determinación” si Estados Unidos insiste en “intensificar aún más sus medidas restrictivas económicas y comerciales”, después de que Trump redoblara sus aranceles al país asiático hasta llegar a un 104%, que han entrado en vigor este miércoles.

“Con una voluntad firme y abundantes recursos, China tomará contramedidas con determinación y luchará hasta el final”, ha señalado este miércoles la cartera china de Comercio en un comunicado en el que reitera que “no hay ganadores en una guerra comercial” y que “China no la desea” pero que “no se quedará de brazos cruzados si se vulneran los derechos legítimos de su pueblo”.

Este mismo miércoles, el Ejecutivo ha publicado un libro blanco en el que defiende que la postura china respecto a sus relaciones económicas y comerciales con Estados Unidos. En el libro, China asevera que “ambos países suponen una oportunidad y no una amenaza para la otra parte” y pide a Washington que elimine “de manera inmediata” la “imposición unilateral de aranceles”.

También insta a EEUU a “fortalecer el diálogo, gestionar las diferencias y promover la cooperación”, y destaca que Pekín está “dispuesto a comunicarse” con la parte estadounidense “sobre asuntos económicos y comerciales bilaterales clave, abordar sus preocupaciones mediante el diálogo y las consultas en pie de igualdad”.

Trump ordenó este martes un arancel adicional del 50% a los productos chinos, lo que eleva el total de gravámenes sobre los bienes chinos al 104% y confirma una rápida escalada en la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo. Anteriormente, Pekín había anunciado un gravamen del 34% a los productos estadounidenses después de que Trump impusiera ese mismo porcentaje a los bienes chinos.

Trump aseguró que Pekín quiere un acuerdo sobre aranceles “desesperadamente”, pero consideró que no sabe “cómo empezar” a negociar y recalcó que la Casa Blanca espera la llamada de su homólogo chino, Xi Jinping.

En las posibles futuras negociaciones entre Pekín y Washington está también el futuro de la aplicación TikTok en EEUU, que el Gobierno de Trump ha exigido desligar de su matriz, la china ByteDance, para poder operar en territorio estadounidense.

China condena los “ataques maliciosos” de EEUU sobre Panamá

Además, China ha acusado este miércoles a Estados Unidos de lanzar “ataques maliciosos” contra su cooperación con Panamá y de exponer con ello su “naturaleza hegemónica y matonesca”, después de que el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, afirmara que Pekín ejerce control sobre infraestructuras clave en torno al Canal de Panamá.

“¿Quién busca realmente controlar el Canal de Panamá? Todo el mundo conoce la respuesta”, ha declarado el portavoz del Ministerio de Exteriores Lin Jian en una rueda de prensa en Pekín.

El portavoz rechazó las declaraciones de Hegseth —quien durante una visita oficial a Panamá acusó a China de espionaje y de amenazar la seguridad y soberanía de ambos países—, y aseguró que Estados Unidos “calumnia y socava” la cooperación entre China y Panamá como pretexto para justificar sus propias ambiciones de control. “Instamos a Estados Unidos a dejar de difundir rumores y sembrar discordia, y a dejar de vincular deliberadamente a China con el tema del Canal para encubrir sus verdaderas intenciones”, añadió.

Las autoridades chinas dicen que “nunca han participado en la gestión ni operación del canal”, que reconocen como una infraestructura “neutral y bajo plena soberanía panameña”.

La controversia en torno a la presencia china en el área del Canal ha crecido desde que la firma hongkonesa CK Hutchison, que opera dos puertos clave en Panamá, anunciara un acuerdo con el gestor de activos estadounidense BlackRock para traspasar la concesión. Aunque la operación fue interpretada en Washington como una victoria estratégica, el proceso se ha visto demorado por una investigación del regulador antimonopolio chino.

Pekín niega la implicación organizada de chinos en Ucrania

Por otro lado, China ha negado este miércoles que haya ciudadanos suyos participando de forma organizada en la guerra de Ucrania junto a las tropas rusas, y ha reiterado su postura de neutralidad y su compromiso con una solución política al conflicto.

La respuesta llega después de que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, denunciara el martes la detención de dos chinos que combatían en las filas rusas, y afirmara que Kiev tiene indicios de que podría haber “muchos más”.

“La posición de China sobre la crisis en Ucrania es clara y coherente, y ha sido reconocida ampliamente por la comunidad internacional”, ha dicho el portavoz del Ministerio de Exteriores Lin Jian al ser preguntado por la supuesta captura de dos ciudadanos chinos en el frente del Donbás.

Ha asegurado que Pekín está “verificando la información con la parte ucraniana” y ha subrayado que el Gobierno chino ha exigido siempre a sus ciudadanos “alejarse de las zonas de conflicto y abstenerse de participar en operaciones militares de cualquier parte”.

Preguntado por las críticas del ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andrii Sybiha, quien aseguró que estos hechos “ponen en cuestión la credibilidad de China como potencia de paz”, Lin ha defendido que Pekín “mantiene una posición objetiva e imparcial” y que ha estado “comprometido con la promoción del alto el fuego y el diálogo”. “El mundo ha sido testigo de los esfuerzos constructivos de China en la búsqueda de una solución política”, ha añadido.

Pekín ha rechazado de forma reiterada las acusaciones de Occidente sobre un posible apoyo militar a Moscú, no ha condenado la invasión y ha mantenido una posición ambigua, instando al respeto por “la integridad territorial de todos los países”, incluyendo Ucrania, y subrayando la necesidad de atender las “legítimas preocupaciones de todos los países”, aludiendo a Rusia.

La captura de los dos supuestos combatientes chinos representa un nuevo frente diplomático para Pekín, en un contexto de crecientes tensiones con Estados Unidos y la Unión Europea por la guerra comercial, la situación del mar de China Meridional y el papel de China en la escena geopolítica global.

EFE / elDiario.es