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Ricardo Manuel Rojas sería el jefe de los abogados del Estado. Tuvo este lunes una reunión con Santiago Caputo en la Casa Rosada pero su designación aún no está cerrada. Hay otros dos candidatos.
Javier Milei busca completar la vacante que dejó la expulsión de Rodolfo Barra de la Procuración General de la Nación. El Presidente piensa designar como jefe de los abogados del Estados a un teórico libertario que tuvo mucho juego en la Justicia durante la época menemista y más allá. Se trata de Ricardo Manuel Rojas, exsecretario de la Corte Suprema y exjuez federal.
El posible procurador tuvo este lunes en agenda una reunión con Santiago Caputo, el asesor presidencial estrella que maneja como un titiritero los hilos judiciales del mileísmo: está encima del ministerio que conduce Mariano Cúneo Libarona, además de operar sobre la SIDE. El miembro del “triángulo de hierro” fue quien echó a Barra el viernes pasado, cuando Milei y su hermana Karina aún estaban de gira oficial en Europa. Sin embargo la confirmación de la designación deberá esperar a este martes.
“Seguramente el Presidente llegará a una definición mañana por la mañana (por este martes). Hay más de un candidato para el cargo y se está evaluando”, consignó la agencia NA de una fuente reservada de Casa Rosada. Rojas pasó por la tarde por el edificio de Balcarce 50 y tuvo un breve encuentro con el asesor presidencial. “El presidente Milei tiene una gran admiración desde hace muchos años hacia Rojas”, detalló el funcionario consultado. Pero de inmediato hizo alusión a una situación que hace dudar sobre si finalmente será el elegido para ese puesto: “Rojas es juez y el procurador por definición es abogado. Un abogado es parte en una situación judicial y el juez imparte justicia. Tiene que dejar de ser juez en lo conceptual”, planteó.
Si se confirma la llegada de Rojas al Gobierno, Milei habrá cambiado prácticamente un ultra por otro al frente de la tropa de abogados del Estado. Si Barra fue juez en la Corte Suprema en los '90, Rojas fue secretario Letrado del máximo tribunal entre 1986 y 1993 (es decir, entre los últimos años de Raúl Alfonsín y los primeros de Carlos Menem) y juez en lo Criminal de Buenos Aires (entre 1993-2008). Al mismo puesto retomó por concurso en 2011.
Pero sobre Rojas también se destaca su perfil de teórico libertario, costado por el que tiene una relación de antaño con el propio Milei. Doctor en Historia Económica (ESEADE), Rojas escribió libros de corte mileísta como “La inflación como delito”, “Individuo y sociedad”, y “La supresión de la propiedad como crimen de lesa humanidad”, que tiene como prologuista a María Corina Machado, líder de la oposición antichavista en Venezuela.
Rojas llevó sus ideas fronteras afueras: fue profesor visitante y conferenciante en Chile, Uruguay, Bolivia, Paraguay, Brasil, Perú, Ecuador, Venezuela, El Salvador, Guatemala, Italia, España, Turquía y Estados Unidos. Actualmente reside en Guatemala, donde da clases de derecho en la Universidad Francisco Marroquín, y llegó a Buenos Aires en las últimas horas.
Otro que suena como candidato para la Procuración del Tesoro es Santiago Castro Videla, de 43 años, abogado y magíster en Derecho Administrativo de la Universidad Austral que se desempeña en el estudio Bianchi, Galarce & Castro Videla Abogados. “Es un discípulo de Rojas”, destacó la fuente consultada al admitir que es otro de los que se tiene en la mira para el puesto. El tercer posible candidato es Carlos Laplacette, socio del estudio Cassagne, el mismo en el que trabajaba la secretaria de Planeamiento Estratégico, María Ibarzábal.
El viernes pasado Milei y Caputo echaron a Barra de la Procuración tras acusarlo de firmar un dictamen contra el Gobierno y de vivir en el exterior. Fue una acción más del “purismo” que esgrime el oficialismo.
El conflicto con Barra se remontó a una disputa en torno a los Registros del Automotor, un tema neurálgico en la agenda libertaria. El Gobierno había clausurado más de 136 agencias en 2024 con la intención de digitalizar el sistema y eliminar estructuras costosas. Sin embargo, según pudo saber elDiarioAR, el traspaso de los empleados de ACARA al Ministerio de Justicia desató conflictos laborales, incluyendo la reducción de incentivos salariales. Una empleada impugnó la medida, y fue este reclamo el que detonó la controversia sobre el rol de la Procuración.
El dictamen firmado por Marcos Serrano, segundo de Barra, reconoció el carácter remunerativo del incentivo eliminado, lo que abrió la puerta a que la justicia laboral falle en contra del Estado. Aunque el entones procurador del Tesoro no firmó personalmente el documento, en Balcarce 50 consideraron que su responsabilidad fue ineludible. Además, según comentaron fuentes oficiales, al ser apuntado por el hecho, el procurador intentó desligarse culpando a su subordinado, lo que generó mayor molestia en el entorno presidencial.
La situación de Barra se complicó además por sus constantes viajes al exterior. Según fuentes oficiales, pasó buena parte del 2024 en Punta del Este y España.
Con información de agencia NA
MC
La ministra celebró de manera grandilocuente el cerco que la Nación financiaría en la localidad fronteriza de Aguas Blancas para evitar el tráfico ilegal con Bolivia. La trama política, con Alfredo Olmedo y el armado de las listas en el medio.
Patricia Bullrich vive su sueño trumpista con la decisión de construir un cerco para detener el paso ilegal de personas en la frontera norte con Bolivia. La ministra salió este lunes a celebrar el alambrado que la provincia de Salta levantará en la localidad de Aguas Blancas, que limita con la boliviana Bermejo, ambas separadas por el cauce del alto río Bermejo. La postura oficial es que “la cerca”, tal como desde el propio Gobierno la llamaron, será “para cuidar a los argentinos del narcotráfico”. Lo curioso es que el tejido tendría apenas 200 metros, cuando la provincia comparte con el vecino país unos 400 kilómetros (la Argentina tiene con Bolivia 742 km de frontera).
La medida se enmarca en el Plan Güemes, una especie de mesa compartida entre la Nación y las autoridades provinciales que tiene al peronista-massita Gustavo Sáenz a la cabeza, similar al bautizado Plan Bandera que Bullrich armó con el radical Maximiliano Pullaro para blindar las villas de Rosario y buscar detener el cruce de crímenes narco en la ciudad santafesina. El plan existe desde los tiempos de Mauricio Macri –y también Bullrich–, en el marco de uno más ambicioso para todo el NEA y NOA del país, que Cambiemos llamó Plan Belgrano, que terminó prácticamente en la nada.
“Desde el Gobierno Nacional apoyamos la cerca en Aguas Blancas para cuidar a los argentinos del narcotráfico. Por eso, con el Plan Güemes incorporamos una nueva medida de refuerzo al control en la frontera, que se encontraba completamente descontrolada”, tuiteó este lunes Bullrich, profundizando la postura de mano dura que lleva adelante desde que Javier Milei le delegó el ministerio de Seguridad. Según la postura libertaria, el espacio fronterizo entre Aguas Blancas y Orán “era tierra de nadie”. Por allí pasa “narcotráfico, sicariato, muertes y descontrol”, en ese orden, explicó la cartera, sin ofrecer datos oficiales.
La cerca tendrá una extensión de 200 metros, que son los que separan la oficina de migraciones con la terminal de colectivos del pueblo, en línea paralela al río. Según el relato oficial, los traficantes ilegales –que no serían solo de narco, sino también de productos comunes– llegan a la terminal, saltan un pequeño muro –que ya existe y es sistemáticamente vulnerado– y salen a la playa de Puerto Chalanas, sobre el Bermejo, para cruzar a Bolivia. Literal pasan detrás de las casas de los poblados, confió una fuente local a elDiarioAR. “No pasan ni por migraciones de ida ni de vuelta. Tampoco Aduana. Entran y salen ilegales”, denunció el interventor del pueblo, Adrián Zigarán.
Salvando las diferencias, el cerco en el norte del país tiene una reminiscencia directa al muro que Donald Trump anunció que levantaría en la frontera con México en su primera gestión al frente de la Casa Blanca. Otra vez instalado en Washington, el republicado aceleró su política antimigratoria la semana pasada con aviones cargados de personas deportadas. Y la Casa Rosada quiere aprovechar cuanta medida esté a su alcance para parecérsele.
Si bien la noticia de Aguas Blancas se conoció este lunes en Buenos Aires, ya circulaba en la localidad salteña desde hace varios días. Zigarán adelantó que la obra será financiada en parte por el gobierno nacional, pero no trascendió el monto. Tampoco está en el Presupuesto 2025 provincial, y menos en el nacional, ya que Milei prorrogó por decretó el de 2023. “Capaz lo pagan los propios comerciantes del pueblo que no quiere que les compitan con mercadería ilegal”, comentó un funcionario nacional que conoce el paño salteño.
Más allá de la espuma que generó, lo cierto es que el cerco ya cosechó burlas en el poder, incluso en voces que están dentro del oficialismo. “200 metros es casi un chiste. Es la mitad de una cancha de fútbol. Solo quieren dar el mensaje de que buscarán el orden en la frontera”, planteó una fuente que tiene diálogo directo con Bullrich.
El anuncio del alambrado tiene como trama la relación de sociedad política que hay entre el Gobierno y Sáenz, que pasó de ser aliado del Frente de Todos a buscar convertirse en el referente libertario en Salta. Sus diputados que integran el bloque de Innovación Federal ya votaron varias de las leyes de Milei, como la ley Bases.
Bullrich visitó Aguas Blancas en diciembre y se fotografió con Sáenz. Por ahora no está confirmado que vuelva a viajar al pueblo para “inaugurar” el alambrado, luego de sus vacaciones en Disney con sus nietos.
Sáenz le hizo un guiño a la ministra. “Con esta infraestructura, brindaremos mejores condiciones para una migración ordenada y segura, previniendo el contrabando y el tráfico ilegal, y fortaleciendo la economía local. A su vez, se propicia un marco de colaboración interinstitucional, donde las distintas fuerzas podrán unificar criterios y planificar estrategias de vigilancia conjunta. Seguimos trabajando junto a @patobullrich y @minseguridad_ar para cuidar a los salteños y a los argentinos. Ni un paso atrás”, publicó hoy en sus redes sociales.
Un escollo político para Sáenz es el armado mileísta local, que encabeza el exdiputado macrista Alfredo Olmedo, aquel de las llamativas camperas amarillas. Ahora productor agropecuario, Olmedo ya busca tejer con Lule Menem y Karina Milei las listas para las legislativas de este año. El gobernador tiene tres diputados propios, con Pamela Caletti a la cabeza. La Libertad Avanza tiene también tres.
Al lado de Olmedo se adjudican incluso ser pioneros en la mano dura para el control fronterizo: recuerdan que él ya propuso construir un “muro tecnológico” con garitas cada 10 km con agentes, drones, y luces infrarrojas. Por estas horas en su grupo cercano se hizo viral una nota de El País de España del 31 de enero de 2017 que rezaba: “Un diputado argentino pide construir un muro con Bolivia. El legislador, admirador de Donald Trump, respalda el endurecimiento de la política migratoria de Macri”.
En el medio, Sáenz también tiene su propia piedra en el zapato: su exsecretario de Seguridad Benjamín Cruz quedó involucrado en un caso vinculado al narcotráfico. A fin del año pasado hubo mucho revuelo en la provincia por un supuesto video donde un capo narco, conocido como Cristian “El Gringo” Palavecino, dio nombres de funcionarios provinciales. Y a su vez, la semana pasada, la fiscalía especializada de ciberdelitos de Salta imputó al diputado nacional kirchnerista Emiliano Estrada por utilizar cuentas en redes sociales para instalar que en la provincia rige un “Estado narco”.
MC
Las relaciones diplomáticas entre ambos países se volvieron tensas después de que la ministra Patricia Bullrich denuncie la supuesta presencia de ramas armadas de iraníes en territorio boliviano.
El Gobierno de Bolivia se expresó este domingo acerca del anuncio del Gobierno argentino de instalar una cerca de 200 metros en la frontera que comparten ambos países. “El Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia expresa su preocupación ante el anuncio del Gobierno de Argentina de instalar una cerca de 200 metros en la frontera”, señala un comunicado oficial difundido en redes.
Las relaciones diplomáticas entre Bolivia y Argentina se volvieron tensas después de que la ministra de Seguridad Patricia Bullrich denunció, en abril de 2024, la supuesta presencia de ramas armadas de iraníes en territorio boliviano, cerca de la frontera.
“Los temas fronterizos deben ser tratados por medio de mecanismos de diálogo bilaterales establecidos entre los Estados para encontrar soluciones coordinadas a temas en común. Cualquier medida unilateral puede afectar la buena vecindad y la convivencia pacífica entre pueblos hermanos”, manifestó el Ministerio de Relaciones Exteriores boliviano.
Según el interventor de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, el pedido partió del Ministerio de Seguridad del Gobierno de Javier Milei. El alambrado de 200 metros iría desde la terminal de buses hasta los puestos de control del Puerto de Chalanas, en la población de Aguas Blancas, fronteriza con Bolivia.
“Es un punto al que la gente llegaba, era un punto de reunión, de encuentro, ya sea por taxi, colectivo y de ahí saltaban un muro, que es de protección por las inundaciones que genera el (río) Bermejo; y la gente salía caminando e iba para las chalanas, o sea, desde el puesto de Migraciones”, explicó Zigarán a los medios argentinos.
El plan, según Zigarán, “es generar un cerrojo en forma de L, donde gendarmes y militares de la Prefectura Naval eviten que las personas circulen hacia el sur de la Terminal; obligándolas a recorrer el perímetro del alambrado hacía las oficinas de Migraciones”
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia anunció que solicitará a través de los canales diplomáticos la información sobre este tema “para emprender las acciones que correspondan”.
EM. Con información de EFE.
Adrián Zigarán dijo que se trata de una medida que se tomó por la aparición de "decapitados, gente ejecutada con precintos en las espaldas, mexicaneadas, sicariatos".
Bullrich anunció que Argentina patrullará el río Bermejo en la frontera con Bolivia y prometió “un golpe certero al narcotráfico”
Tras la polémica abierta por la decisión del Gobierno de Salta de avanzar en la construcción de un alambrado divisorio en la frontera con Bolivia, el interventor de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, argumentó que el objetivo es evitar la expansión de la “narcofrontera”.
“Aparecían decapitados, gente ejecutada con precintos en las espaldas, mexicaneadas, sicariatos, era un descontrol”, relató en declaraciones radiales, y agregó: “Por eso, el gobernador de la provincia pide asistencia a la Nación y con la ministra Bullrich lanzaron el Plan Güemes”.
En la misma línea, aseguró que se trata de una medida más enmarcada dentro del Plan Güemes direccionado a combatir al narcotráfico que, según expresó abalanzaba a sobre distintos entes civiles como ambulancias, bomberos voluntarios y camionetas de la policía de la provincia.
Zigarán reveló además que el alambrado tendrá 200 metros de ancho que irán desde la terminal del pueblo a la oficina de Migraciones, que contará con dos metros y medio de alto, y que se utilizará para “evitar que la gente pase hacia Bolivia sin hacer migraciones”.
“En Aguas Blancas, la oficina de migraciones está a 200 metros de la terminal del pueblo, y esto paralelo al Río, por eso, todos llegan a la terminal, saltan un pequeño muro y salen a Puerto Chalanas y cruzan a Bolivia para comprar. No pasan ni por migraciones de ida ni de vuelta. Tampoco Aduana. Entran y salen ilegales”, denunció.
Luego de las críticas de la Cancillería boliviana, el interventor aseguró que el gobierno que lidera Luis Arce Catacora “está mal informado”, y reclamó la presencia de personal de Aduana y de seguridad en las fronteras.
“Qué bueno que ahora se preocupen porque desde que se lanzó el plan, tenemos dos pasos, dos controles integrados, y nosotros ponemos cuatro trabajadores de Aduana mientras Bolivia tiene solo uno”, cuestionó, y concluyó: “Lo que genera es un cuello de botella por eso reclamamos que pongan más gente. Realmente Boliviano presta la colaboración adecuada para descomprimir”.
Aguas Blancas es una ciudad del departamento Orán, ubicada al noreste de la provincia de Salta, en el norte de la Argentina. Se sitúa frente a la ciudad boliviana de Bermejo, en el departamento de Tarija, separadas ambas por el cauce del alto río Bermejo, que allí hace de frontera natural entre ambos países.
Al ser un paso internacional, la población vive del tránsito de frontera, al igual que la localidad también salteña de Salvador Mazza (apodada “Pocitos”).
Posee un conglomerado de fincas de cultivos hortícolas de primicia, y fruticultura de alto valor la cual exporta: chirimoya, pomelo, limón, mango, papaya, banano, pimiento verde, tomate, sandía, zapallo, melón, frutilla, batata, mandioca, cafeto. Hace aprovechamiento dasonómico de maderas nobles: cedro, tipa, palo lanza, palo amarillo.
A 34 km por un camino ripiado (ruta provincial 19) se llega al límite sur del parque nacional Baritú.
Con información de NA.
IG
De Chile por las compras a Punta Cana por las playas, subió fuerte la salida del país en diciembre. La entrada de visitantes cayó 9%. El fenómeno de los llamados excursionistas, que cruzan la frontera pero no pernoctan.
Viajes al exterior, bienes y futbolistas importados: impacto político y viabilidad del dólar barato
“Cuando ves gente con la camiseta de Chicago o Chacarita en Punta Cana, el tipo de cambio está bajo”, comenta un editor de un diario económico que suele veranear en esa playa de República Dominicana. El turismo es lo que primero reacciona a un cambio brusco en la cotización del peso y el dólar paralelo. Y la Argentina pasó de resultar barato para los turistas extranjeros en 2023 a estar caro para ellos, al tiempo que ahora son los argentinos los que salen a veranear afuera.
Los datos que difundió este lunes el Instituto de Estadística y Censos (Indec) no dejan margen de duda: en diciembre, la llegada de viajeros del exterior cayó 9,6% (fueron 581.000 viajantes), y la salida de argentinos para pasear cruzando la frontera se elevó 50,6% (693.000). Por algo hay economistas que advierten que entre la creciente importación desde fines de 2024, el déficit de divisas por turismo y los pagos de deuda externa, no habrá dólares de Vaca Muerta y del campo que basten en 2025 y será necesario endeudamiento público y privado.
El 28% de los argentinos que se fueron en diciembre lo hicieron a Chile, que es considerada la sorpresa de la temporada. Allá hay playas frías, pero productos electrónicos y ropa económicas. Lo siguió Brasil, con 22,6%, aunque es probable que en enero el socio mayor del Mercosur pase a liderar, por el turismo de arena y mar, al que ahora también se agregan las compras, sobre todo de indumentaria. Uruguay ya no resulta oneroso como antes: atrajo al 15,6% el último mes de 2024. Hasta los habitués de Punta del Este comentan que gastan menos que en Buenos Aires. Paraguay, que no tendrá playas pero sí shoppings, figuró con 10,8%. El resto de América, excluidos Bolivia, EE.UU. y Canadá, el 9,2%. Allí destaca Punta Cana.
Otra prueba del impacto cambiario radica en el flujo de los catalogados por el Indec como excursionistas, que son aquellos que entran y salen del país por el día, sin pernoctar. La excursión a la Argentina cayó en diciembre 41,9%, a 369.900 personas. Los excursionistas argentinos a los países limítrofes subieron 116,1% (648.200 personas). Ya no es como antes que los chilenos, los paraguayos, los brasileños o los uruguayos cruzaban a cargar nafta, comprar carne o ropa en la Argentina. Ahora son los argentinos los que van y vienen por los Andes o los ríos Paraguay o Uruguay para abastecer incluso de regalos para Navidad.
De los que se fueron, el 52,6% lo hizo por vía terrestre, el 34% por avión y el 13,4% por vía fluvial o marítima. Un tercio gastó divisas en alojamiento; un cuarto, en comer; un 15% en compras; un 13%, en paquetes turísticos y sólo un 8% en transporte. De los que entraron, el 67% asistió a espacios culturales; el 50% se interesó en la gastronomía; el 30% concurrió a espectáculos; el 24% hizo vida nocturna; el 22% conoció parques nacionales o áreas naturales y apenas el 18% fue de compras.
Para aquellos como el presidente Javier Milei que niegan que el peso está sobrevaluado y el dólar barato, pese a la evidencia del turismo, basta ver el gráfico adjunto del tipo de cambio real multilateral (ajustado por inflación y en relación a las monedas de EE.UU., la zona euro, China y Brasil). Cuanto más bajo, más apreciado el peso y, por tanto, más caros en dólares los bienes y servicios en la Argentina. Cuanto más alto, más devaluada la moneda nacional y más económicos en divisas los que se compra aquí. El país va en camino a estar con un peso oficial tan sobrevaluado como en 2015, cuando el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner lo atrasó con tal de beneficiar a su entonces aliado Daniel Scioli, que peleaba por la presidencia con Mauricio Macri.
Ahora el tipo de cambio está más bajo, como en la mayor parte de los años 90, cuando se iban las divisas por turistas argentinos en el exterior y la importación erosionaba a la industria local. Todavía no se llegó al extremo de lo que se vivió entre 1999 y 2001, aquellos tres años de hipervaluación del peso, que destruyó a las fábricas, el turismo y hasta el campo.
Sin embargo, en tiempos de Milei los afectados por la apreciación cambiaria son los mismos, sumados los servicios de la economía del conocimiento, desde el software a lo audiovisual. Y los beneficiados son los mismos: los ciudadanos que sufren una menor inflación, no están afectados por el incipiente desempleo y pueden consumir bienes importados, veranear afuera o se ilusionan con los refuerzos extranjeros de sus clubes de fútbol. Lo dicen los especialistas, el atraso cambiario rinde en votos porque calma los precios, pero a largo plazo eleva la desocupación.
AR/MC