Código Postal 5310
El Presidente usó la visita del enviado de Trump como parte del relanzamiento de su programa económico. Todo fue escenificado: con el contacto vedado a la prensa, gran custodia y un mensaje que apuntó tanto al electorado como al mundo financiero.
A las 14:52 en punto, con operativo reforzado y protocolo de alto voltaje, Scott Bessent cruzó las puertas de la Casa Rosada. El secretario del Tesoro de los Estados Unidos, hombre fuerte de la política económica del trumpismo, venía a reunirse con Javier Milei en una jornada donde todo fue coreografía: desde la custodia blindando Plaza de Mayo hasta la clausura interna de los pasillos de Balcarce 50. La prensa no podía caminar por el Patio de las Palmeras, ni asomarse al Salón de los Bustos. El mensaje fue claro: no se trató de una visita, se trató de un acto de poder.
Desde temprano, la tensión se palpitaba en el aire. Milei había llegado a la Rosada a las 9:53, con la agenda despejada y un ojo puesto en el mercado. Era el primer día sin cepo y el dólar minorista se movía en la banda prevista entre $1.000 y $1.400. “Mucho no nos importa lo que pase hoy o esta semana, porque las medidas fueron las correctas”, decía un funcionario cercano al Presidente. Mientras el Gobierno replicaba lo dicho por Luis Caputo al anunciar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), también buscaba otra postal: la del respaldo internacional, coreografiada hasta el último detalle.
Pero la llegada de Bessent a la Argentina no fue en soledad. En otro vuelo privado aterrizaron Matt Schlapp, presidente de CPAC; Soledad Cedro, CEO de CPAC Argentina; el inversor Robert Citrone; y Matt del Orfano, su analista experto en economía argentina. A las 13:30, esa comitiva ingresó por Balcarce 50 para reunirse con Milei y el asesor Santiago Caputo, quien días atrás se había reunido con Barry Bennett, operador del trumpismo y vínculo directo con la nueva derecha global. Para la Casa Rosada, la visita fue el fruto de una diplomacia alternativa que se cocina lejos de la Cancillería: en chats cifrados, encuentros privados y vuelos ejecutivos.
La reunión de Bessent con Milei no fue a solas. Una vez finalizada, en la sala de conferencias, ambos grabaron una breve declaración conjunta. Sin preguntas. Sin sorpresas. Además, a través de un comunicado oficial, el gobierno norteamericano “elogió al Ministro Caputo y a su equipo económico por su papel crucial en su diseño e implementación” y sostuvo que “Argentina puede lograr un futuro brillante para su población mediante políticas económicas que brinden estabilidad y crecimiento a los trabajadores del país y a las dinámicas empresas del sector privado”.
En el texto, se especifica que Bessent “elogió a Argentina por su rápida negociación con Estados Unidos sobre un paquete de medidas comerciales recíprocas” y que manifestó “su interés en copresidir, en un futuro muy próximo, junto con el Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), las conversaciones pendientes con Argentina”.
La jornada entera funcionó como una operación narrativa. El Gobierno quería dar vuelta la página: dejar atrás la inflación en rebote, la tensión por el caso $LIBRA y la frustración electoral en Santa Fe. La llegada de Bessent fue, en ese marco, una pieza de reposicionamiento. No sólo por la imagen: también por lo que podía venir. En la previa, se habló de un posible préstamo directo del Tesoro estadounidense para cancelar el swap con China, algo que no fue finalmente anunciado.
Pero el contexto tampoco era solo económico. Afuera de la sede de gobierno, agrupaciones del peronismo como el Movimiento Evita o la CTA Autónoma permanecían en la Plaza de Mayo a modo de protesta, bajo la consigna “Patria o FMI”, que fue respondido por la policía con un operativo de encapsulamiento. Más temprano, ya había disuelto un intento de corte de familiares de personas con discapacidad. Ninguna imagen debía interferir con la postal que el Gobierno buscaba: la de un Presidente respaldado por Washington en el inicio de su “Fase 3”, que tendrá este martes un desembolso de USD 12.000 millones, el 60% del nuevo programa con el FMI.
En el oficialismo leen todo como parte del mismo libreto: Estados Unidos apoya, el Fondo acompaña y Milei capitaliza. El Presidente ya prepara el siguiente hito: un acto en La Plata, el 22 de abril, a modo de lanzamiento de campaña bonaerense. La alianza con el PRO en la provincia de Buenos Aires está cada vez más cerca y Karina Milei busca consolidar su dominio territorial sin fisuras. En ese marco, la visita de Bessent puede ser leída también como un combustible para la campaña..
Es que la postal que dejó la jornada es más que un gesto bilateral: es un mapa de alianzas. Mientras la Casa Blanca apoya, el FMI desembolsa y el Gobierno celebra la “libertad cambiaria”, la Plaza de Mayo se llenaba de carteles que hablan de “colonia” y deuda. Dos narrativas en pugna, un mismo escenario sellado bajo custodia. Y en el medio, un Presidente que sigue apostando todo a la épica del respaldo externo como forma de conjurar el creciente desgaste interno.
PL/JJD
Así lo anunció este lunes en Buenos Aires el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, que halagó al presidente libertario y con quien se comprometió en trabajar para volver "a hacer grande la Argentina".
Argentina y Estados Unidos iniciaron un diálogo formal para acordar condiciones recíprocas en el comercio bilateral, anunció este lunes en Buenos Aires el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent.
“Me entusiasmaba hacer este viaje para dar inicio a las primeras conversaciones formales sobre comercio recíproco entre nuestros dos países”, señaló Bessent en una declaración conjunta con el presidente argentino, Javier Milei, en la Casa Rosada, sede del Ejecutivo del país suramericano.
“Hace sólo unos años, la economía argentina se balanceaba al borde de un precipicio. Los años de mala administración habían llevado a una inflación fuera de control, una alta tasa de desempleo, default y una emisión irresponsable”, agregó.
Bessent definió a Milei como el hombre que “tuvo el coraje de defender a la Argentina oponiéndose al establishment” y, en tal sentido, subrayó que lo “enorgullece” apoyarlo “en sus esfuerzos incansables por volver a hacer grande a la Argentina”.
Noticia en desarrollo...
Este lunes el Presidente recibe al funcionario de la Casa Blanca en la previa al primer desembolso del Fondo por U$S12.000 millones. Está casado con un exfiscal de Nueva York, con quien tiene dos hijos nacidos de vientres subrogantes.
Este lunes el gobierno de Javier Milei intentará relanzar su gestión no solo con la eliminación del cepo al dólar, sino con la cristalización de su alineamiento irrestricto a los Estados Unidos de Donald Trump. El Presidente recibe en la Casa Rosada, cual visita de Estado, al secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, que trae bajo el brazo el flamante primer desembolso por US$12.000 millones del nuevo acuerdo por U$S20.000 con el Fondo Monetario Internacional.
La importancia para Milei y Caputo de la visita de quien sería el ministro de Economía de EE.UU. la dio el propio Departamento de Estado en un comunicado: será “para reafirmar el pleno apoyo de Estados Unidos a las audaces reformas económicas de Argentina”.
“Gracias al liderazgo audaz del Presidente Javier Milei, la relación entre Estados Unidos y Argentina es más fuerte que nunca. Espero tener discusiones positivas sobre la economía argentina y explorar cómo nuestras naciones pueden profundizar aún más esta relación económica vital”, declaró públicamente Bessent. Tendrá un cara a cara tanto con Milei como con el ministro de Economía, Luis Caputo, además de con otros miembros del gobierno y empresarios.
Todo está relacionado. La llegada de Bessent rubrica el apoyo hacia la Argentina por parte del republicano en el Directorio del FMI. De hecho, el funcionario norteamericano fue una pieza clave para cerrar el nuevo acuerdo de facilidades extendidas con el organismo, ya que es quien gestiona la participación dominante de EE.UU. en el Fondo y en el Banco Mundial.
“Es la persona más requerida del mundo y que su primer viaje, despúes de Ucrania, sea Argentina, tiene una gran relevancia. Con todo lo que está pasando en Estados Unidos, que el Secretario del Tesoro se tome un avión para venir a la Argentina, es noticia. Mayor señal de apoyo no se puede esperar”, declaró el jueves Caputo a la agencia Bloomberg. La pregunta que se impone es si el secretario del Tesoro viene a nuestro país sólo a cerrar el círculo de estos últimos movimientos o si hay algo más.
Besset es la persona más requerida del mundo y que su primer viaje, despúes de Ucrania, sea Argentina, tiene una gran relevancia. Con todo lo que está pasando en Estados Unidos, que el Secretario del Tesoro se tome un avión para venir a la Argentina, es noticia. Mayor señal de apoyo no se puede esperar
Curioso es que el perfil de Scott K.H. Bessent choca con varios postulados del Milei y su campaña anti-woke. Bessent está casado con John Freeman, exfiscal de Nueva York, con quien tiene dos hijos nacidos de vientres subrogantes. Un costado personal pasible de ofensa tras las declaraciones homofóbicas del presidente Milei en el foro de Davos.
Bessent nació en 1962 en Conway, Estado de Carolina del Sur. Tiene 62 años. Es el hijo del agente inmobiliario Homer Gaston Bessent Jr y Barbara McLeod, una familia de ascendencia hugonote francesa. Bessent forma parte activa de la Iglesia Hugonote, una asociación religiosa de protestantes franceses de doctrina calvinista, que apoyaron la temprana expansión de Carolina del Sur, en 1680.
Egresado de la carrera de Ciencias Políticas por la Universidad de Yale en 1984. Su carrera giró en torno al mundo de las inversiones de alto riesgo, los denominados hedge founds, caracterizados por la utilización de diferentes estrategias para obtener rentabilidad, independientemente de las tendencias alcistas o bajistas de mercado. Son fondos menos regulados y pueden invertir en una variedad de activos, como acciones, bonos, derivados, divisas y bienes raíces. Se espera buena sintonía con los especialistas locales en “crecimiento con o sin dinero”.
Bessent tuvo un rol clave en los años 90 en el Soros Fund Management del legendario y “progresista” inversor George Soros. Siguió con su propio fondo, Key Square Group. Tras esta experiencia emprendedora, regresó al grupo Soros, hasta 2015. La jerga lo define como un gestor de macroinversiones con visión geopolítica.
Su carrera política lo ubica en los 2000 cerca del (también progresista y demócrata) exvicepresidente norteamericano Al Gore. Ha donado dinero para las campañas de las democrátas Hillary Clinton y Barack Obama. En julio de 2024, la publicación Bloomberg Businessweek informó que Bessent era un asesor económico clave durante el primer gobierno de Trump, apoyo ahora consolidado en su cargo como secretario del Tesoro.
Por estos días los medios norteamericanos relatan que Bessent fue quien disuadió a Trump para abrir un impasse de 90 días de negociación tras los explosivos anuncios arancelarios del 2 de abril pasado, que implicó un salto en la guerra comercial mundial. The New York Times señaló que Charlie Dent, republicano de Pensilvania, definió al secretario del Tesoro como el “verdadero adulto en la sala”. Bessent es un activo singular del gobierno norteamericano, pues tendría la capacidad de moderar los arranques intempestivos del presidente.
La agenda de Bessent en Argentina genera expectativas. Desde la posibilidad de financiamiento al gobierno argentino por medio una línea de crédito especial al interés estratégico por el litio y las “tierras raras” en territorio argentino, un tópico en el cual EE.UU. ya manifestó una “preocupación” por medio de su generala del Comando Sur, Laura Richardson. Bessent ya cuenta con tempranos antecedentes al respecto: viajó a Ucrania a tres días de asumir su cargo para negociar con Volodimir Zelenski para “cobrarse” el control total de los minerales estratégicos y tierras raras ucranianas, como contrapartida de los U$S185.000 millones que la Casa Blanca desembolsó para financiar la resistencia a la invasión rusa.
En ese contexto, la Casa Rosada espera una oportunidad para renegociar mano a mano los aranceles del 10% sobre productos nacionales, y así hacer valer la afinidad ideológica de Milei con Trump, tras el plantazo en Mar-a-Lago. Otros temas estratégicos en la agenda bilateral son la propiedad intelectual, las patentes medicinales, la prioridad para empresas norteamericanas en obra pública, la licitación de la hidrovía del río Paraná (por donde salen gran parte de las exportaciones del cono sur) y la sensible base militar en Tierra del Fuego, cruzada por la disputa geopolítica con China.
Por cuestiones de seguridad, según la Embajada norteamericana en Buenos Aires, no está confirmado el horario del encuentro con el presidente argentino. Está por verse si estas 12 horas del secretario del Tesoro en suelo nacional estarán a la altura de una relación bilateral que ya se perfila extraordinaria por el cerrado seguidismo de Milei al republicano.
MU/MC
Desde este lunes rigen las medidas que anunciaron el viernes Milei y el ministro Caputo. La divisa flotará sin control entre $1.000 y $1.400. El dólar minorista cotiza $1.233 según el promedio diario que elabora el Banco Central, lo que representa una apreciación del 11,3%.
Caputo espera este martes US$12.000 millones del FMI y a cambio promete más motosierra al gasto
Tal como se esperaba, la cotización del dólar registró un alza este lunes en el que entraron en vigencia las medidas anunciadas el viernes pasado por funcionarios del Gobierno. El nuevo plan incluye el levantamiento parcial del cepo al dólar al habilitar a todas las personas físicas a la compra ilimitada de la divisa norteamericana y la liberación de la cotización del dólar dentro de una banda móvil de entre $1.000 y $1.400.
Según el promedio diario que elabora el Banco Central tomando como base la cotización de las distintas entidades bancarias, el dólar oficial minorista se vendió al final de la rueda a $1.233. Esto es representa una apreciación del 11,3% respecto del cierre del viernes que, según esta misma fuente oficial, fue de $1.108.
El Banco Nación, que tiene una de las cotizaciones más bajas del mercado, había cerrado su pizarra en $1.097 y este lunes abrió en $1.250, un 14% por encima del valor previo. Luego la suba se matizó y por la tarde cotizaba $1.230. El número más alto lo tenía el Banco Supervielle, con $1.250. Fue una jornada agitada, donde la divisa operó con una alta volatilidad, y no queda claro aún cuál será su nuevo precio.
Por otra parte, el dólar blue bajó este lunes a $1.285 para la venta (cerró el viernes a $1.375, según el reporte de Ambito basado en operadores de la city). Respecto de los dólares financieros, que resultan de la compra y venta de acciones, también se observó una caída en torno al 7%, con el MEP y el CCL en el orden de los $1.245.
Las medidas se anunciaron en el marco de la confirmación definitiva del nuevo acuerdo por U$S20.000 millones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que tendrá este martes un primer desembolso de U$S12.000 millones.
Tanto Milei en su cadena nacional como Caputo en su anuncio evitaron hacer referencia a cuál sería el valor de apertura del dólar para este lunes, aunque por lo bajo en el Gobierno admitían que los primeros días del nuevo régimen podrían estar marcados por una alta volatilidad. Un salto de casi el 30% (el habilitado por el techo de la banda de flotación) podría impactar en la inflación, que ya se recalentó en marzo al subir al 3,7%. De todos modos, este lunes el Presidente insistió en que eso no ocurrirá.
Sí se adelantó que los límites del Mercado Libre de Cambios (MLC) se ampliarán a un ritmo del 1% mensual. Es decir, se abandona el crawling peg o suba gradual del dólar oficial al 1% mensual. La falta de pesos circulantes en la economía es uno de los argumentos utilizados por funcionarios del Ministerio de Economía para minimizar la posibilidad de que el tipo de cambio se dispare hacia el techo de la banda.
El fin de semana estuvo cruzado por las interpretaciones de expertos y analistas sobre los alcances de la liberación del cepo y sus consecuencias. Incluso hubo aclaraciones desde el propio Gobierno sobre el límite para la compra de dólares por una confusión en el comunicado del Banco Central.
El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, segundo del ministro Luis Caputo, indicó que las compras de divisas a través del homebanking no tienen límites, pero sí hay un cepo de U$S100 mensuales a la adquisición con efectivo en la ventanilla de los bancos. “La restricción es a la compra en efectivo”, aclaró Quirno mediante su cuenta de X a varios posteos que mencionaban un comunicado confuso del BCRA. La intención del Gobierno es que esa restricción evite que se formen filas en las puertas de los bancos.
Uno de los apoyos más significativos que tuvo el Gobierno fue del llamado Grupo de los 6, que comprende a la Asociación de Bancos de Argentina (ABA) y la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), la Sociedad Rural, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Cámara de Comercio y la de la Construcción. Celebraron el fin del cepo y pidieron profundizar el ajuste al Estado. “El desafío por delante es que tanto Nación, provincias y municipios trabajen de manera coordinada para llevar el gasto público consolidado a niveles sostenibles, financiables con una estructura impositiva menos distorsiva, que promueva la inversión y la creación de empleo”, señalaron en un comunicado en el que calificaron el acuerdo con el FMI como un “paso significativo hacia la normalización macroeconómica de la Argentina, en el marco del programa fiscal, social, monetario y cambiario”.
El sábado Caputo abrió su ministerio para recibir a una serie de economistas a los cuales brindó información más detallada del cambio en la política financiera. Uno de los invitados fue el exjefe del Banco Central Martín Redrado, que planteó ayer que “la clave en el corto plazo es la liquidación de divisas por parte del campo”.
Según explicó en radio Rivadavia, el Banco Central viene de perder unos U$S2.500 millones en reservas en apenas 20 días, y revertir esa tendencia es fundamental para dar previsibilidad al tipo de cambio. Redrado estima que a partir de las próximas semanas podrían ingresar alrededor de U$S3.000 millones mensuales en concepto de liquidación de exportaciones agropecuarias. No obstante, advirtió que las condiciones climáticas adversas han retrasado el ingreso de la cosecha y que muchos productores esperarán cierta estabilidad cambiaria antes de vender. “El productor quiere ver cómo evoluciona el tipo de cambio. Si ve que sube, va a esperar. Si se estabiliza, va a liquidar”, explicó.
El Gobierno presenta un cambio de régimen cambiario en mitad de una dinámica financiera muy compleja como si fuera una victoria, cuando el esquema apuntaba a tratar de mantener el tipo de cambio lo más anclado posible para llegar a las elecciones
Una de las voces críticas a la medida oficial fue de la economista Marina Dal Poggetto, quien planteó que Milei “no está saliendo del cepo”. “Le están dando mayor flexibilidad a las personas humanas y las empresas”, dijo en Radio Con Vos, y planteó que “vuelcan al dólar oficial demanda que antes iba al dólar contado con liquidación”.
Al referirse al momento en el que se implementa la nueva política cambiaria, la consultora cuestionó que “el Gobierno presenta un cambio de régimen cambiario en mitad de una dinámica financiera muy compleja como si fuera una victoria, cuando el esquema apuntaba a tratar de mantener el tipo de cambio lo más anclado posible para llegar a las elecciones”.
El BCRA regulará el sistema de bandas cambiarias de la siguiente manera:
• Piso de la banda ($1.000 - 1% mensual): Cada vez que el tipo de cambio opere en el MLC en el valor inferior de la banda, el BCRA procederá a comprar dólares para defender el valor en la misma y, en el proceso, acumular reservas internacionales. La emisión de pesos resultante de las compras de divisas por parte del BCRA no será esterilizada, facilitando la remonetización económica que pueda resultar de aumentos en la demanda real de dinero.
• Techo de la banda ($1.400 + 1% mensual): Cada vez que el tipo de cambio opere en el MLC en el valor superior de la banda, el BCRA procederá a vender dólares para defender el valor en la misma y, en el proceso, eliminar pasivos monetarios. Las ventas de divisas por parte del BCRA permitirán absorber rápidamente sobrantes de liquidez que pueden resultar de reducciones en la demanda real de dinero.
• Dentro de la banda: Se promoverá la flotación libre del tipo de cambio entre los límites establecidos para el régimen. El BCRA podrá considerar la compra de dólares en función de sus objetivos macroeconómicos y de acumulación de reservas internacionales (RIN), así como la venta de dólares para morigerar volatilidad inusual. En ningún caso la intervención será esterilizada.
El directorio del BCRA aprobó hoy la Comunicación A 8226 que establece las siguientes modificaciones al régimen de acceso al MLC:
Para las Personas Humanas: Se levanta el cepo, eliminando el límite de US$200 de acceso al MLC, y se eliminan todas las restricciones de acceso al MLC vinculadas con asistencias gubernamentales recibidas durante la pandemia, subsidios, el empleo público y otros. Tanto las restricciones contenidas en la Comunicación A 7340 como la “restricción cruzada” dejarán de ser aplicables a personas humanas. Adicionalmente, en coordinación con el BCRA, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) eliminará la percepción impositiva existente a la adquisición de moneda extranjera en el MLC (permaneciendo solamente sobre el turismo y los pagos de tarjetas de crédito).
Para el pago de nuevas importaciones:
• Importaciones de bienes podrán pagarse a través del MLC a partir del registro de ingreso aduanero (previamente era 30 días).
• Importaciones de bienes por parte de empresas MiPyMEs podrán pagarse a través del MLC a partir del despacho del puerto de origen (previamente era 30 días a partir del registro de ingreso aduanero).
• Importaciones de servicios podrán pagarse a través del MLC a partir del momento de prestación del servicio (previamente era 30 días).
• Importaciones de bienes de capital podrán pagarse a través del MLC con un 30% de anticipo, 50% a partir del despacho del puerto de origen y 20% a partir del registro de ingreso aduanero (previamente era un 20% de anticipo y solamente para MiPyMEs).
• Importaciones de servicios entre empresas vinculadas podrán pagarse a través del MLC a partir de que se cumplan 90 días de la fecha de prestación del servicio (previamente era 180 días).
Complementando las flexibilizaciones mencionadas, y con el objetivo de acomodar los pagos de importaciones y deudas financieras que pudieran estar operando a través del mercado cambiario financiero (CCL), el BCRA eliminará por única vez la restricción de 90 días anteriores contenidos en la Comunicación A 7340 (la “restricción cruzada”), para permitir que las personas jurídicas puedan volver a operar en el MLC en forma eficiente.
Para las empresas, sumándose a la autorización a acceder al MLC, sin conformidad previa, para cancelar los intereses compensatorios devengados a partir del 1° de enero de 2025, por deudas financieras con sus compañías vinculadas aprobada por el directorio del BCRA el 19 de diciembre de 2024, queda autorizado el acceso al MLC para pagos de dividendos a accionistas no residentes correspondientes a las utilidades obtenidas en los balances cuyos ejercicios comiencen a partir del 1° de enero de 2025.
Complementando la flexibilización provista al acceso al MLC focalizada en los flujos, respecto a la potencial demanda residual para acceder al MLC vinculada a los stocks heredados de dividendos y servicios de deuda con entidades vinculadas, el BCRA está trabajando en el diseño de una nueva serie de Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (BOPREAL). Estos títulos podrán ser adquiridos en pesos, para afrontar obligaciones con el exterior relacionados con deudas o dividendos previos al 2025, y deudas comerciales con fecha previa al 12 de diciembre de 2023. Además, se eliminará el plazo mínimo de tenencia para operaciones de valores negociables (parking) aplicable a personas humanas.
MC
El Presidente rechazó que la flotación entre bandas de la moneda extranjera, que podría significar una devaluación de hasta un 30%, impacte en la inflación. Presionó a los exportadores a liquidar la cosecha. Criticó a Macri.
Javier Milei salió públicamente este lunes a defender su propio “día de la liberación”, como llamó la jornada de este lunes en la que el Gobierno le puso un fin parcial al cepo cambiario. En ese marco el Presidente negó que la flotación entre bandas de la moneda extranjera, que podría significar una devaluación del cepo de hasta un 30% impacte en la inflación: “Los precios no tienen por qué aumentar”, dijo en una entrevista radial. En la misma intervención presionó al campo para que liquide la cosecha antes de junio, cuando se impondrán nuevamente las retenciones que se quitaron parcialmente a principios de año. Y lanzó críticas a Mauricio Macri y Hernán Lacunza, quienes en 2019 volvieron a instaurar las restricciones a la compra de divisas.
“Si no aumento la cantidad de dinero los precios no tienen por qué aumentar. El dólar se está cayendo de manera brutal. Al haber sacado el cepo, el tipo de cambio no va a determinar la inflación”, afirmó Milei esta mañana en diálogo con Luis Majul en El Observador. El viernes pasado el IPC de marzo marcó un salto de 3,7%, aumento que podría repetirse en los próximos meses. Según el jefe de Estado, se trató de solo “un mal dato”.
“La suba no es una tendencia, es un mal dato pero entendible en la lógica de la estacionalidad en especial en marzo. Lo de educación es muy fuerte y si se libera deja de haber sobresaltos. Lo otro es la inestabilidad política que nos generaron en el último mes y medio. La política apostó contra el Gobierno. Durante un mes y medio envenenaron la sangre a toda la población”, apuntó Milei.
El mandatario insistió con la comparación del dólar con la papa de las verdulerías. “Si sube el precio de la papa, ¿eso va a derramar inflación en toda la economía? ¿El precio de la papa? El dólar es un precio más. Durante 90 años se pensó al dólar como un indicador líder. Acá la condición que cambia es que la cantidad de dinero está fija. La inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario generado por exceso de oferta. Si no modifico la cantidad de dinero los precios no tienen por qué subir”, planteó Milei.
El Presidente esquivó como punto crítico del levantamiento del cepo la parcialidad de la medida, porque favorece a personas físicas pero aún condiciona a las empresas. “No existe más el 'dólar oficial', hay un dólar único, el dólar del mercado. La coyuntura de corto no es lo relevante”, afirmó.
Sí ató la medida al ingreso de fondos frescos del FMI, ya que mañana el organismo desembolsará U$S12.000 millones como primer tramo del nuevo acuerdo por U$S20.000 millones, respaldo que profundizará con mayor recorte a las cuentas públicas: “Esta vez es diferente porque lo que avalaba la suba en todos los demás precios acompañando al dólar era la emisión monetaria destinada a financiar al fisco”.
Luego presionó al sector agroexportador para que liquide su cosecha, que venía en pausa por la volatilidad de las últimas semanas. El Banco Central vendió el viernes U$S400 millones para contener la suba del dólar en línea con una fuerte sangría de al menos dos semanas. “Avísenle al campo que liquide ahora porque en junio le vuelven las retenciones”, desafió el Presidente. Desde enero pasado el poroto de soja bajó de 33% a 26%; el aceite y la harina de soja, del 31% al 24,5%; el trigo, la cebada, el sorgo y el maíz pasaron del 12% al 9,5%; y el girasol, del 7%, al 5,5%. En su momento ya se sabía que la medida vence en junio.
En la misma entrevista Milei lanzó dardos sobre Macri y su entonces ministro Lacunza, que a fines del mandato de Cambiemos impusieron el cepo cambiario tras levantar el de Cristina Fernández de Kirchner en 2015. También criticó las advertencias de otros economistas, como Carlos Melconian. “Lacunza es un mentiroso. El mismísimo Melconian decía que ni Coperfield podía sacar lo que teníamos. Intentaron generar inestabilidad los cucarachos y econochantas”, planteó el Presidente.
MC