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Caputo espera este martes US$12.000 millones del FMI y a cambio promete más motosierra al gasto

Caputo espera este martes US$12.000 millones del FMI y a cambio promete más motosierra al gasto

El Fondo prestará en total US$20.000 millones, de los cuales 15.000 millones llegarán este año, según el anuncio del ministro de Economía que aún no ratificó el organismo. El BID y el Banco Mundial sumarán otros 22.000 millones y bancos privados, 2.000 millones. Como contrapartida, se liberó en parte el cepo y el tipo de cambio y se ajustará otro 0,3% las erogaciones del Estado.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) girará este martes a la Argentina US$ 12.000 millones, en el marco del nuevo acuerdo financiero, anunció al ministro de Economía, Luis Caputo. Serán parte del préstamo de US$20.00 millones del organismo, de los cuales 15.000 millones llegarán en 2025, la mayoría ahora, 2.000 millones en junio y 1.000 millones en el resto del año.

El FMI por ahora no confirmó nada. Se espera que en las próximas horas emita un comunicado después de que finalice la reunión de su directorio en el que se aprobará el préstamo.

El funcionario dijo que, hasta junio, llegarán US$ 19.600 millones al país para fortalecer las reservas del Banco Central. Pues se sumarían US$3.600 millones de los bancos Mundial e Interamericano de Desarrollo (BID) y otros 2.000 millones de un repo (crédito de altas garantías) que otorgará en lo inmediato un grupo de bancos. En lo que resta del año llegarían otros 2.500 millones del Banco Mundial y del BID. En total, en 2025 sumarían 23.100 millones de las diversas fuentes de financiamiento. Caputo promete que “estos recursos serán de libre disponibilidad y se destinarán a la recapitalización del Banco Central”.

El Banco Mundial prestará U$5.000 millones al Estado, 5.500 millones al sector privado y dará garantías por 1.500 millones, lo que totaliza una operación de 12.000 millones. El BID financiará 7.000 millones al sector público y 3.000 millones a las empresas privadas, lo que suma unos 10.000 millones. Entre ambas entidades acumulan 22.000 millones, de los cuales sólo 6.100 millones llegarían este año.

A cambio, el Gobierno se comprometió a liberar el cepo cambiario para las personas, a flexibilizar en parte el tipo de cambio, permitiendo un salto del dólar oficial de hasta 27% en lo inmediato, pero también meter más motosierra fiscal. El Ministerio de Economía anunció la “implementación de un ajuste fiscal adicional de 0,3% del PIB para lo que resta de 2025, dado el contexto global”. Se supone que la guerra comercial que amenaza con recesión global deteriorará los ingresos del Estado. Originalmente, el Ejecutivo había establecido para el año un superávit primario (antes del pago de deuda) de 1,3% del PIB. Ahora lo elevará al 1,6%. Así podrá cumplir con los pagos de deuda a los acreedores privados. No se informó dónde talará la motosierra esta vez.

AR/MG

Se libera el cepo cambiario para personas y el dólar oficial podrá flotar de los $1.097 actuales hasta $1.400

Se libera el cepo cambiario para personas y el dólar oficial podrá flotar de los $1.097 actuales hasta $1.400

Ya no rige el límite de US$200 que permitía sólo a unos pocos comprar divisas. El anuncio es la contraparte del nuevo crédito de US$20.000 millones que otorgará el FMI. El Gobierno prevé que generará crecimiento, pero no anticipa que una devaluación con un salto de la moneda norteamericana de hasta 27% a partir del lunes impactaría sobre la inflación, que ya subió al 3,7% en marzo.

Como parte del acuerdo para recibir un nuevo endeudamiento del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central anunció este viernes que inicia la llamada Fase 3 del programa económico comenzado el 10 de diciembre de 2023, cuando asumió Javier Milei en la Casa Rosada. En esta nueva etapa, la cotización del dólar en el Mercado Libre de Cambios (MLC) u oficial podrá fluctuar dentro de una banda móvil entre $1.000 y $1.400, cuyos límites se ampliarán a un ritmo del 1% mensual. Es decir, se abandona el crawling peg o suba gradual del dólar oficial al 1% mensual.

Este viernes, la moneda norteamericana cotizó a $1.097 en el mercado oficial, con lo cual el lunes podría saltar hasta 27%. Un salto así impactaría en la inflación, que ya se recalentó en marzo al subir al 3,7%. En las plazas paralelas, el dólar blue cerró a 1.375, el MEP a 1.326 y el contado con liqui a 1.349.

Además, se eliminan las restricciones del cepo cambiarIo para las personas humanas, con lo cual se podrán adquirir dólares libremente como hasta 2019. Esto no rige para las empresas.

Por otro lado, se termina con el dólar blend para exportadores, que podían liquidar el 80% de sus ventas al exterior al dólar oficial y 20% al paralelo. Se permite la distribución de utilidades a accionistas del exterior a partir de los ejercicios financieros que comienzan en 2025 y se flexibilizan los plazos para el pago de operaciones de comercio exterior.

Santiago Bausili, presidente del BCRA.

La entidad que preside Santiago Bausili sostiene que estas medidas le permitirán seguir avanzando en su objetivo prioritario de reducir la inflación. A su vez, espera que “la eliminación de restricciones cambiarias impulsará la actividad, el empleo, la inversión y la productividad de la economía argentina, con el refuerzo de la recuperación del ahorro doméstico y el crédito al sector privado en curso”. “Los avances en la política económica permiten aumentar la previsibilidad monetaria, la flexibilidad cambiaria y las reservas de libre disponibilidad que respaldan el programa económico. De esta manera, y junto a la liberación del cepo cambiario y un férreo compromiso fiscal, quedan sentadas las bases para establecer un equilibrio económico duradero”, augura el Banco Central. No dice nada de que la liberación del cepo puede recalentar aún más la inflación, que saltó al 3,7% en marzo.

“La consolidación del programa económico contará con el respaldo financiero de una nueva facilidad extendida de fondos (EFF) acordado con el FMI) por US$20.000 millones, de los cuales US$15.000 millones constituyen desembolsos de libre disponibilidad en 2025”, anunció el Central.

“Estos recursos líquidos servirán para fortalecer el balance del BCRA a través de la recompra de Letras Intransferibles por parte del Ministerio de Economía. Desembolsos adicionales acordados entre el Ministerio de Economía y otros organismos Internacionales del orden de US$3.500 millones complementarán esa transacción inicial. Por su parte, el BCRA trabajará con bancos internacionales en una nueva licitación que amplíe la facilidad de repo ejecutada en enero de 2025 en un monto de hasta US$2.000 millones. En conjunto, estos acuerdos tienen el potencial de contribuir a un aumento de US$20.600 millones en las reservas liquidas del BCRA durante 2025. Por último, el BCRA ha acordado una nueva extensión de 12 meses del tramo activado del swap de monedas con el Banco Central de China (PBOC) (aproximadamente US$5.000 millones).

Dólares.

El BCRA regulará el sistema de bandas cambiarias de la siguiente manera:

• Piso de la banda ($1.000 - 1% mensual): Cada vez que el tipo de cambio opere en el MLC en el valor inferior de la banda, el BCRA procederá a comprar dólares para defender el valor en la misma y, en el proceso, acumular reservas internacionales. La emisión de pesos resultante de las compras de divisas por parte del BCRA no será esterilizada, facilitando la remonetización económica que pueda resultar de aumentos en la demanda real de dinero.

 Techo de la banda ($1.400 + 1% mensual): Cada vez que el tipo de cambio opere en el MLC en el valor superior de la banda, el BCRA procederá a vender dólares para defender el valor en la misma y, en el proceso, eliminar pasivos monetarios. Las ventas de divisas por parte del BCRA permitirán absorber rápidamente sobrantes de liquidez que pueden resultar de reducciones en la demanda real de dinero.

 Dentro de la banda: Se promoverá la flotación libre del tipo de cambio entre los límites establecidos para el régimen. El BCRA podrá considerar la compra de dólares en función de sus objetivos macroeconómicos y de acumulación de reservas internacionales (RIN), así como la venta de dólares para morigerar volatilidad inusual. En ningún caso la intervención será esterilizada.

El directorio del BCRA aprobó hoy la Comunicación A 8226 que establece las siguientes modificaciones al régimen de acceso al MLC:

Para las Personas Humanas: Se levanta el cepo, eliminando el límite de US$200 de acceso al MLC, y se eliminan todas las restricciones de acceso al MLC vinculadas con asistencias gubernamentales recibidas durante la pandemia, subsidios, el empleo público y otros. Tanto las restricciones contenidas en la Comunicación A 7340 como la “restricción cruzada” dejarán de ser aplicables a personas humanas. Adicionalmente, en coordinación con el BCRA, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) eliminará la percepción impositiva existente a la adquisición de moneda extranjera en el MLC (permaneciendo solamente sobre el turismo y los pagos de tarjetas de crédito).

Para el pago de nuevas importaciones:

• Importaciones de bienes podrán pagarse a través del MLC a partir del registro de ingreso aduanero (previamente era 30 días).

• Importaciones de bienes por parte de empresas MiPyMEs podrán pagarse a través del MLC a partir del despacho del puerto de origen (previamente era 30 días a partir del registro de ingreso aduanero).

• Importaciones de servicios podrán pagarse a través del MLC a partir del momento de prestación del servicio (previamente era 30 días).

• Importaciones de bienes de capital podrán pagarse a través del MLC con un 30% de anticipo, 50% a partir del despacho del puerto de origen y 20% a partir del registro de ingreso aduanero (previamente era un 20% de anticipo y solamente para MiPyMEs).

• Importaciones de servicios entre empresas vinculadas podrán pagarse a través del MLC a partir de que se cumplan 90 días de la fecha de prestación del servicio (previamente era 180 días).

Complementando las flexibilizaciones mencionadas, y con el objetivo de acomodar los pagos de importaciones y deudas financieras que pudieran estar operando a través del mercado cambiario financiero (CCL), el BCRA eliminará por única vez la restricción de 90 días anteriores contenidos en la Comunicación A 7340 (la “restricción cruzada”), para permitir que las personas jurídicas puedan volver a operar en el MLC en forma eficiente.

Para las empresas, sumándose a la autorización a acceder al MLC, sin conformidad previa, para cancelar los intereses compensatorios devengados a partir del 1° de enero de 2025, por deudas financieras con sus compañías vinculadas aprobada por el directorio del BCRA el 19 de diciembre de 2024, queda autorizado el acceso al MLC para pagos de dividendos a accionistas no residentes correspondientes a las utilidades obtenidas en los balances cuyos ejercicios comiencen a partir del 1° de enero de 2025.

Complementando la flexibilización provista al acceso al MLC focalizada en los flujos, respecto a la potencial demanda residual para acceder al MLC vinculada a los stocks heredados de dividendos y servicios de deuda con entidades vinculadas, el BCRA está trabajando en el diseño de una nueva serie de Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (BOPREAL). Estos títulos podrán ser adquiridos en pesos, para afrontar obligaciones con el exterior relacionados con deudas o dividendos previos al 2025, y deudas comerciales con fecha previa al 12 de diciembre de 2023. Además, se eliminará el plazo mínimo de tenencia para operaciones de valores negociables (parking) aplicable a personas humanas.

AR/DTC

Milei: “Desde este momento eliminamos el cepo cambiario de la economía argentina para siempre”

Milei: “Desde este momento eliminamos el cepo cambiario de la economía argentina para siempre”

En un mensaje grabado y transmitido este viernes a la noche, el Presidente dijo que la economía “abandonó la lenta agonía de los últimos 15 años” y celebró haber alcanzado los tres pilares de su programa: equilibrio fiscal, monetario y cambiario. Estuvo acompañado por todo su gabinete y por el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. Victoria Villarruel, no.

El anuncio fue presentado como si se tratara de una liberación histórica: grandilocuente, como es costumbre en la retórica de Javier Milei. En cadena nacional, el presidente de la Nación declaró en la noche de este viernes el levantamiento definitivo del cepo cambiario y lo convirtió en símbolo de lo que considera un ciclo cerrado: el de una Argentina “atada al piso” durante los últimos 15 años. En su discurso —que leyó en la Casa Rosada, escoltado por la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el jefe de Gabiinete, Guillermo Francos, más el resto de su gabinete sentados alrededor, y con la presencia del presidente de la Cámara de Diputados, el riojano Martín Menem, pero no de la presidenta de la otra cámara del Congreso, Victoria Villarruel, con quien está enfrentado y distanciado políticamente—, el mandatario sostuvo que el Ministerio de Economía y el Banco Central rompieron “el último eslabón” de una cadena que mantenía trabada la economía nacional.

El anuncio llegó acompañado de una interpretación política del camino recorrido desde su llegada al poder. “Les dije que venía a arreglar la economía de raíz, sin atajos ni gradualismo”, remarcó Milei, y añadió que tras un “duro primer año de trabajo” el Gobierno dio por terminado el proceso de “saneamiento macroeconómico argentino”. “Hemos traído orden a los tres pilares fundamentales: el fiscal, el monetario y el cambiario”, aseguró.

Milei insistió en presentar el levantamiento del cepo como el final de una época. Afirmó que los argentinos “abandonaron la lenta agonía en la que estábamos sumidos” y que enfrentaron “el trago amargo de una sola vez y para siempre”, en lugar de seguir “postergando los problemas”.

Hubo además un reconocimiento explícito a quienes acompañaron políticamente sus medidas. Agradeció “a aquellos actores de la dirigencia política que sí entendieron el proceso de cambio que estábamos viviendo, sin mezquindades ni condicionamientos”. Y destacó a quienes respaldaron sus decisiones de veto en el Congreso: “Por ejemplo, aquellos 87 héroes que defendieron el superávit fiscal defendiendo los vetos que fuimos forzados a realizar para frenar la demagogia populista de algunos otros”.

El Presidente cerró con una reivindicación de su programa como una ruptura con las políticas del pasado. Dijo que el proceso no fue producto de “un capricho”, sino de la necesidad de corregir “décadas de horrores económicos” que, según su lectura, arrastraron al país hasta el 10 de diciembre de 2023.

Un discurso autocelebratorio en el que volvió a criticar a quienes no lo apoyan

El Presidente también utilizó la cadena nacional para presentar los resultados de su gestión como un salto de calidad en el desempeño económico argentino. “Pasamos de ser el peor alumno del mundo en materia económica a hacer los deberes y pasar a ser el alumno ejemplar”, afirmó. En esa línea, detalló lo que denominó “los tres exámenes” superados: el fiscal, el monetario y, con el fin del cepo, el cambiario.

Pasamos de ser el peor alumno del mundo en materia económica a hacer los deberes y pasar a ser el alumno ejemplar

En cuanto al orden fiscal, reivindicó haber dejado atrás “más de 100 años de déficit fiscal crónico” y ubicó a la Argentina entre los “cinco países del mundo que solo gastan lo que recaudan y ni un peso más”. Con respecto al frente monetario, dijo que “se le puso un tope a la cantidad de pesos emitidos”, lo que, según su descripción, redujo la inflación “entre 10 y 25 veces” dependiendo del índice utilizado. “Eso nos hizo ver una apreciación del peso sin precedentes con su consecuente caída de la pobreza”, agregó.

Sobre la eliminación del cepo, la calificó como “la última espina que nos infligía un dolor profundo” y la tildó de “aberración que nunca debería haber existido”. El mandatario vinculó directamente el levantamiento de las restricciones cambiarias con un nuevo respaldo del Fondo Monetario Internacional. “Hace algunos minutos, el Fondo Monetario anunció un programa inédito para la Argentina”, celebró.

El acuerdo con el organismo multilateral, según explicó Milei, tiene una particularidad: por primera vez no se destinará a financiar una transición hacia el orden sino a sostener un plan que, según su visión, “ya ha rendido sus frutos”. Agradeció expresamente al directorio del Fondo y a su titular, Kristalina Georgieva, a quien definió como “la cristalina Georgieva”.

En contraste con los programas tradicionales del FMI, Milei subrayó que esta vez el ajuste no se hizo vía suba de impuestos sino que “casi la totalidad del ajuste recayó en el Estado y no en los argentinos de bien”. Precisó que el paquete de apoyo financiero, integrado por el FMI, el Banco Mundial, el BID y un RIPO del Banco Central, asciende a US$32.000 millones, de los cuales US$19.600 millones se desembolsarán de inmediato.

Con esos fondos, aseguró que las reservas brutas del Banco Central rondarán los US$50.000 millones en mayo. “Con este nivel de reservas podemos respaldar tranquilamente todos los pesos existentes de nuestra economía, brindándole más seguridad monetaria a nuestros ciudadanos”, sostuvo.

El Presidente también se detuvo en explicar la lógica contable del balance del Banco Central. Detalló que los activos están compuestos por reservas internacionales y títulos públicos, mientras que los pasivos incluyen la base monetaria y la deuda remunerada: las Lebacs, luego Leliqs y después pases. La mención técnica buscó reforzar la idea de un sistema monetario más sólido tras el reordenamiento impulsado por su administración.

Calculó que la mejora de las reservas del BCRA permitirían rescatar la base monetaria a un dólar a $650

En otro tramo del discurso, Milei profundizó en la lógica detrás del deterioro inflacionario argentino desde la salida de la convertibilidad. Explicó que el patrimonio neto del Banco Central se ve afectado cuando aumentan sus pasivos, ya sea por la emisión de pesos sin respaldo o por el devengamiento de intereses. En ese marco, señaló que cuanto más negativo es ese patrimonio, mayor debe ser el nivel de precios para ajustar las cuentas, lo que alimenta la inflación.

“Desde la salida de la convertibilidad el precio del dólar se multiplicó por 1.200 veces”, sostuvo el Presidente, y responsabilizó directamente a la política del Banco Central, que según dijo, “le robó a los argentinos más de US$100.000 millones en los últimos 25 años”. Afirmó que esa destrucción de activos explica el “desastre inflacionario” vivido en las últimas dos décadas.

A modo de respuesta a esa situación, Milei presentó el nuevo acuerdo con el FMI y otros organismos como un intento de “restaurar el activo del Banco Central y con ello su patrimonio, para que la inflación sea solo un mal recuerdo del pasado”. Señaló que los fondos que ingresarán al Tesoro serán utilizados para cancelar deuda con el BCRA y que, dado que los títulos no cotizan a la par, eso también reducirá la deuda bruta del Estado.

Según sus cálculos, las reservas brutas permitirían rescatar la base monetaria a un tipo de cambio de $650, y si se toma la base monetaria ampliada, esa conversión sería posible a $911. Incluso fue más allá: “si utilizamos el techo de lavanda presentado por el ministro Caputo, no solo podría rescatarse toda la base monetaria amplia, sino que sobrarían cerca de US$15.000 millones”.

Desde allí, reforzó la idea de haber aprobado el “examen cambiario” y justificó la demora en levantar el cepo. “Nos hubiera encantado eliminar el cepo cambiario más rápido, pero siempre dijimos que preferíamos eliminarlo bien y definitivamente”, aseguró, diferenciándose de intentos fallidos del pasado. Valoró la aceptación social del ritmo impuesto: “Fue una de las tantas verdades incómodas que le planteamos a la sociedad, y que supieron aceptar con determinación y paciencia”.

El tramo más enfático del mensaje llegó cuando Milei proclamó que por primera vez en 120 años la Argentina logró tener al mismo tiempo orden fiscal, orden monetario y orden cambiario. “Nunca. Esta es la primera vez. Por eso no vengan a decir que ya la vieron, porque esta vez verdaderamente sí es diferente”, insistió.

Esa sincronía, según su lectura, marca un quiebre histórico. “Rompemos la rueda de la ilusión y el desencanto y comenzamos a caminar de una vez hacia adelante”, afirmó. Y resumió el cambio en términos de blindaje: una economía que ya no es una “balsa de madera a la deriva” sino “un verdadero acorazado”.

Esta nueva situación, añadió, ofrece dos garantías: la de evitar turbulencias autoinfligidas y la de estar mejor preparados que nunca para enfrentar shocks externos. Si bien admitió que ningún país es totalmente inmune, sostuvo que la Argentina actual absorberá menos daño y se recuperará más rápido que en cualquier otro momento de su historia.

Por último, amplió la mirada y ubicó el giro argentino en un contexto de transformación global. “En un mar de volatilidad, ya no somos una balsa. Somos un acorazado”, repitió, y señaló que el orden internacional surgido tras la Segunda Guerra Mundial está dando paso a una nueva etapa, con “placas tectónicas que se están desplazando luego de décadas de quietud”.

Si los shocks externos impactan en la Argentina, habrá más ajuste, dijo el Presidente

Milei también anticipó cómo reaccionaría su Gobierno ante un eventual agravamiento del escenario internacional. “Frente a la posibilidad de que el choque externo se agudice, responderemos con mayor ajuste fiscal reduciendo el gasto público”, aseguró. Señaló que, en lugar de devaluar la moneda o subir impuestos —dos caminos usados históricamente en la Argentina— la estrategia libertaria será bajar la “absorción doméstica” a través de un achique adicional del Estado.

En ese sentido, informó que el objetivo de superávit primario para 2024 pasará de 1,3% a 1,6% del PBI, lo que refuerza, según dijo, la eliminación del riesgo fiscal, monetario y cambiario. “Han quedado asentadas las bases para la estabilidad y el crecimiento sostenido por el mediano y largo plazo”, remarcó.

El discurso incluyó una proyección optimista sobre el impacto del nuevo marco macroeconómico. Según el Presidente, el ahorro de 15 puntos del PBI que antes se dirigía a la política “ha sido devuelto al sector privado”, lo que se traducirá en mayor inversión y consumo. A eso se sumaría la baja del riesgo país, la caída de tasas de interés y el regreso del crédito privado.

Milei afirmó que el ajuste fiscal garantiza un piso de crecimiento del 4,5% anual a largo plazo, al que se agregan las reformas estructurales llevadas adelante por su administración: el DNU 7023, la Ley de Bases y más de 1.700 desregulaciones impulsadas por el Ministerio de Desregulación. También previó un empuje de corto plazo por la recomposición de stocks en las empresas y la revalorización de salarios y jubilaciones gracias a la baja inflacionaria.

A todo eso le sumó un nuevo “boom de créditos hipotecarios”, una baja gradual de impuestos, una apertura sin precedentes al comercio internacional y un renovado flujo de inversiones extranjeras: “Le pusimos un cepo al Estado, un cepo a la emisión y hemos liberado la canilla de la iniciativa privada”, celebró.

Culpó a la “ley Guzmán” por la “interrupción en el proceso de desinflación”

Con respecto a la inflación, Milei ratificó que su plan terminará con el fenómeno “de forma indefectible” y responsabilizó a la “ley Guzmán” por la reciente interrupción del proceso de desinflación. Denunció que por esa norma debió solicitar aprobación parlamentaria para el nuevo acuerdo con el FMI, lo que obligó al Gobierno a mantener la confidencialidad mientras “políticos y economistas generaban pánico e incertidumbre”.

La llamada “ley Guzmán” a la que se refirió Javier Milei en su discurso es la número 27.612, sancionada en marzo de 2021, durante la gestión del entonces ministro de Economía, Martín Guzmán.

Esta norma establece que todo endeudamiento en moneda extranjera con organismos financieros internacionales —como el FMI— debe contar con la aprobación del Congreso de la Nación. Fue impulsada luego del acuerdo entre el gobierno de Mauricio Macri y el FMI en 2018, que se firmó sin pasar por el Poder Legislativo, lo que generó fuertes críticas políticas y sociales.

La ley buscó dar mayor transparencia y control democrático a este tipo de decisiones estructurales, obligando al Ejecutivo a informar al Congreso y a obtener su autorización antes de contraer nueva deuda externa con organismos multilaterales.

En su discurso, Milei la cuestionó por considerarla una “aberración”, porque —según él— le impidió avanzar con mayor rapidez en el acuerdo con el FMI y lo obligó a mantener la confidencialidad mientras se generaba, en paralelo, “incertidumbre” por parte de sectores políticos y económicos.

Aun así, Milei se jactó de que gracias a su política económica la inflación no tiene otro destino que desaparecer, al no haber más emisión sin respaldo. “La inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario”, dijo. Y concluyó que salvo los más grandes, la mayoría de los argentinos “nunca vio algo así”.

El cierre de la cadena nacional tuvo un tono más épico, donde Milei ensayó un retrato del país como potencia en potencia. Destacó las ventajas naturales, la diversidad productiva y el talento disperso en todo el mundo como base para un despegue sostenido. “Imagínense cómo nos puede ir con el viento a nuestro favor”, alentó.

Recordó que en el último año se aprobaron inversiones por más de US$12.000 millones bajo el régimen RIGI, y anticipó que la eliminación total del cepo facilitará aún más la llegada de capitales. A su juicio, el resultado será claro: “Argentina será el país con mayor crecimiento económico de los próximos 30 años. En vez de hablar de tasas chinas, pronto el mundo hablará de crecer a tasas argentinas”.

Argentina será el país con mayor crecimiento económico de los próximos 30 años. En vez de hablar de tasas chinas, pronto el mundo hablará de crecer a tasas argentinas

En el tramo final, el Presidente se dirigió a todos los sectores, incluso a quienes no lo votaron o se opusieron a su gestión. “Si el país crece, a todos nos va a ir mejor”, sostuvo. Prometió un país “en el que salir adelante sea fácil para el que hace las cosas bien” y llamó a construir una “era dorada” de libertad y prosperidad.

Con un mensaje a la nación que combinó balance, ideología, promesa de futuro y tono religioso, Milei cerró su discurso con una frase ya característica: “Que Dios bendiga a los argentinos y que las fuerzas del cielo nos acompañen”. Pero esta vez no dijo “viva la libertad, carajo”.

JJD

El día que se rompió la calma: inflación en alza, dólares que se van y un Milei blindado en la Rosada

El día que se rompió la calma: inflación en alza, dólares que se van y un Milei blindado en la Rosada

El Presidente armó una postal de poder para contrarrestar la peor cifra del Indec en siete meses. Con Caputo en la mira, espera que el FMI y el desembarco del secretario del Tesoro norteamericano den aire a un plan que ya muestra grietas.

La inflación fue de 3,7%: se acelera fuerte en marzo y se aleja de la hoja de ruta de Milei

Javier Milei decidió no refugiarse en Olivos este viernes. En lugar de eso, desde las 15.40 se encerró en la Casa Rosada, donde reunió a casi todo su gabinete para enfrentar uno de los días más delicados desde que asumió. El dato de inflación de marzo, que el Indec difundió a las cuatro de la tarde, fue un mazazo: 3,7%, el peor número desde agosto del año pasado. Un golpe directo al único éxito que el Gobierno venía esgrimiendo como victoria propia.

Ya desde la mañana, quizás intuyendo lo que podía suceder, el Presidente había buscado cambiar el foco: convocó a sus ministros a Balcarce 50 para rodearse de su equipo en una puesta en escena planificada hasta el último detalle por su hermana Karina, justo cuando se esperaba la confirmación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 20.000 millones de dólares.

La secuencia no fue improvisada. Desde temprano, en los pasillos del poder se hablaba de un “superviernes” y de una imagen institucional para compensar el posible mal trago inflacionario. Como en diciembre, cuando celebró su primer año de gobierno rodeado de sus funcionarios, Milei apeló a la coreografía. Esta vez no hubo mensaje grabado, pero sí una escenografía cuidadosamente orquestada: el Salón Blanco como escenario, ministros ingresando por la explanada, y la expectativa por un anuncio internacional que el Gobierno pretende convertir en oxígeno político.

Luis Caputo, antes de viajar a EEUU con Javier y Karina Milei, este 3 de abril.

La reunión, convocada para las 17, una hora después del parte del Indec, incluye al jefe de Gabinete, Guillermo Francos; a los ministros Caputo, Sturzenegger, Bullrich, Pettovello, Cúneo Libarona, Lugones y Petri; y al canciller Werthein. También se sumaron Martín Menem, Manuel Adorni, María Ibarzábal Murphy y, como siempre, Santiago Caputo, el artesano del relato oficial. El mensaje interno era claro: mostrar que el Presidente no está solo, que el equipo sigue en pie, y que el acuerdo con el FMI es más importante que el revés inflacionario.

Pero incluso en ese intento de control narrativo, el Gobierno dejó filtrar señales contradictorias. A 24 horas del show en Balcarce 50, Luis Caputo se sinceró en público: a través de un comunicado sobre la renovación del swap con China, aseguró que el régimen cambiario actual “no es consistente ni sostenible”. Un sincericidio, o una maniobra de autodefensa, que terminó dándole la razón a los mismos economistas que el oficialismo venía tildando de “mandriles”.

El dato no es menor: el FMI exige como condición un salto devaluatorio inicial y luego avanzar hacia un esquema de flotación libre del dólar. En la Casa Rosada quieren posponerlo hasta después de las elecciones de octubre. Pero el mercado tiene su propio reloj: este viernes, el Banco Central perdió casi 400 millones de dólares de reservas en una sola jornada.

El ministro de Economía, Luis Caputo, y la presidenta del FMI, Kristalina Georgieva.

Ese dato reforzó la percepción de que el acuerdo con el Fondo —que todavía no había sido comunicado oficialmente al cierre de esta nota— llega con una hoja de ruta que Milei y Caputo preferirían no transparentar del todo. En principio, el programa incluye metas duras sobre tipo de cambio, emisión, déficit y reservas netas del BCRA. Pero lo que está en discusión es el timing. Por eso, en paralelo a la escenificación oficialista, crece la expectativa por una salida del cepo entre julio y agosto, como dejaron trascender en los últimos días desde el entorno presidencial.

En paralelo, como para sumar tensión al clima político, este mismo viernes se terminó de definir la conformación de la comisión investigadora en Diputados sobre el caso $LIBRA, que apunta a interpelar a los principales ministros del gabinete. Y desde Washington llegó otra señal política: el lunes desembarcará en Buenos Aires el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, enviado del gobierno de Donald Trump, el principal aliado internacional de Milei. En la intimidad del Gobierno, la expectativa no sólo pasa por la aprobación formal del board del FMI, sino por la chance de anunciar también fondos adicionales del Banco Mundial u otros organismos multilaterales.

Con una economía frágil, reservas en baja y un frente político cada vez más áspero, el Presidente apuesta todo al acuerdo con el FMI. Quiere que funcione como escudo ante la inflación y como argumento para sostener su plan de dolarización, que sigue sin fecha. Pero más allá de la foto, y del acting institucional, el problema sigue siendo el mismo: el dólar no sube porque sí. Y el número del Indec fue una advertencia.

PL/MG

La inflación fue de 3,7%: se acelera fuerte en marzo y se aleja de la hoja de ruta de Milei

La inflación fue de 3,7%: se acelera fuerte en marzo y se aleja de la hoja de ruta de Milei

El Gobierno se aleja de su objetivo de perforar el piso del 2% mensual. El índice de marzo es el más alto desde septiembre del año pasado e implica el segundo mes consecutivo de aceleración de precios. La cifra interanual, en tanto, asciende a 55,9%.

Trump puede dejar cruda a Vaca Muerta, pero acelera al Fondo para prestarle US$20.000 millones a Milei

Una familia tipo necesitó en marzo más de $1.100.000 para no ser pobre

La inflación de 3,7% de marzo que publicó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) superó ampliamente las proyecciones de entre 2,3 y 3% que estimaban las consultoras privadas. Traccionado principalmente por el rubro de alimentos y bebidas, que subió 5,9% en el mes, significa el guarismo más alto desde septiembre

Este resultado no sólo no perforó el piso del 2% pretendido en un plan ya caduco de la administración de La Libertad Avanza; se trata además de la segunda alza mensual consecutiva. La suba estuvo particularmente traccionada por los productos con comportamiento estacional - de 8,4%, bien por encima del promedio general –como las frutas, verduras y educación en el inicio de clases– . Sin embargo, la inflación núcleo que intenta reflejar el aumento sin los efectos que generan los estacionales y regulados, quedó por encima de la general en el acumulado del año (8,8% versus 8,6%), lo que denota una aceleración.

La inflación de marzo superó ampliamente las proyecciones de entre 2,3 y 3% que estimaban las consultoras privadas

Por rubro

La división de mayor aumento en el mes fue Educación (21,6%), tal como es habitual en el inicio lectivo en que se concentran subas en todos los niveles educativos. Por encima del promedio se registraron alzas en los rubros prendas de vestir y calzado (4,6%) y restaurantes y hoteles (3,9%). 

Mención aparte merece el más sensible para el bolsillo de la gente: Alimentos y Bebidas, que tuvo la mayor incidencia en todas las regiones. En promedio, el incremento del rubro ascendió a 5,9% (el mes anterior había sido de 3,2%). En términos interanuales la suba se ubicó por debajo del promedio de 55,9%, alcanzando un 45,6% de aumento. 

Haciendo doble click, los productos que más aumentaron su precio (en el indicador en GBA) fueron verduras, tubérculos y legumbres; y carnes y derivados. Entre los mayores aumentos se destacan el tomate (105%), lechuga (73%) y el kilo de papas (28%), a los que se le atribuye un factor estacional. Dentro del rubro carnes, el pollo aumentó 10,4%, nalga 8,5%, y el filet de merluza 6,5%. 

En tanto, los rubros con menor variación que el promedio fueron vivienda, agua, electricidad, gas (2,9%), comunicación (2,5%), salud (1,8%), transporte (1,7%), equipamiento y mantenimiento del hogar (1,5%).

Los alimentos y bebidas no alcohólicas subieron 5,9% en marzo.

La historia oficial 

A diferencia de otros meses, ni el Presidente Javier Milei ni el vocero presidencial Manuel Adorni salieron inmediatamente –y hasta la publicación de este artículo– a celebrar el resultado. Atrás quedó la época de canchereo en Twitter, con el vocero presidencial Manuel Adorni como uno de los referentes con su icónico: “Saluden a la inflación que se va”. 

En la difusión del Ministerio de Economía omitieron títulos del estilo “Estamos pulverizando la inflación”, como otrora han hecho. Esta vez con tono sobrio, no se refierieron a los dos meses consecutivos de alza intermensual y comunicaron que “la inflación en el tercer mes de 2025 fue la menor para un marzo desde el año 2020”. También resaltaron el incremento de 55,9% interanual como “la menor desde marzo de 2022”.

Perspectivas

El Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), que subestimó el indicador para marzo ubicándolo en 2,6%, proyecta una baja de inflación los meses que vienen. Según las principales consultoras relevadas por el Banco Central previo a la publicación de este dato, la inflación podría perforar el piso del 2% en junio. 

La inflación de marzo llegó con malos augurios para el Gobierno.

La consultora LCG, que mide semanalmente la variación de precios de alimentos y bebidas, relevó una particular aceleración en las dos primeras semanas de abril. Este resultado desmorona uno de los trofeos discursivos del Gobierno al celebrar su política de ajuste.

El panorama hacia adelante no mejora justo cuando el mercado espera que el FMI apruebe un nuevo programa por US$20.000 millones, que incluiría un régimen cambiario con bandas de flotación y echaría por tierra la última carta del oficialismo para contener los precios: haber bajado el ritmo del crawling peg del 2% al 1%.

NR/MG