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El miedo y la violencia narco se extienden en Rosario al mismo ritmo que se incrementa la respuesta punitiva

El miedo y la violencia narco se extienden en Rosario al mismo ritmo que se incrementa la respuesta punitiva

En un caso fue un piedrazo contra la ventanilla de un ómnibus que transportaba policías. En otro, la discusión entre el conductor de un colectivo y un automovilista por cuestiones de tránsito. En un tercero, otro chofer escuchó un disparo que en realidad no se produjo. Hechos que en cualquier contexto pasarían como incidentes menores en Rosario conmocionan a la población, trastornan la vida cotidiana de la ciudad y realimentan el miedo a la violencia narco.

 El miedo tiene una razón inmediata: los asesinatos de los taxistas Héctor Figueroa y Diego Celentano, el colectivero Marcos Daloia y el playero Bruno Bussanich. “Pero la construcción de un sentido de crisis, no ahora sino desde hace una década, ha contribuido a generar ese sentido de hartazgo, temor e inseguridad en gran parte de la población”, afirma el criminólogo Máximo Sozzo, docente e investigador de la Universidad Nacional del Litoral.

Sozzo manifiesta su desconcierto ante la violencia narco: “No se entiende cuál es la lógica de los que producen esos hechos ni qué resultados pretenden alcanzar. La serie de ataques contra trabajadores son una excusa perfecta para escalar en una respuesta de carácter punitivo”.

Desde la constitución de un comité de crisis entre el gobierno de la Nación y el de Santa Fe, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich parece encontrar en la situación de Rosario la oportunidad para concretar promesas de la campaña electoral: el proyecto de una ley antimafia, la intervención de las Fuerzas Armadas en la represión del narcomenudeo y ahora “la ley de imputabilidad” para menores, a partir de la detención de un adolescente de 15 años como sospechoso del crimen de Bruno Bussanich.

La ministra anunció ayer en la red X que la ley de imputabilidad “ya está entrando en el Congreso”. La “deriva militarizada de la seguridad”, como la define el investigador de la UNL, tiene también su expresión en Santa Fe, donde la Legislatura provincial aprobó el miércoles una reforma del Código Procesal Penal que concede más poderes a una policía cuestionada por su complicidad con el delito y el gobernador Maximiliano Pullaro dijo que estudia un indulto para policías condenados por la Justicia.

Tanto Bullrich como la ex ministra de Seguridad Sabina Frederic recomendaron en 2023 que se retirara a la policía de Santa Fe del patrullaje en la calle. Pullaro argumenta que los indultos –entre ellos a Luciano Novelli, “el Chocobar rosarino”, condenado por rematar a dos personas que estaban en el piso– serían un respaldo para la alicaída fuerza provincial. Mientras tanto, el gobierno de Santa Fe no hace comentarios sobre el hecho de que los crímenes de los taxistas y los tiroteos contra un colectivo del transporte urbano y la comisaría 19 fueron perpetrados con balas de la propia policía.

El endurecimiento de la política de seguridad en Santa Fe parece correlativo con las versiones sobre una alianza entre bandas para desestabilizar al gobierno de Pullaro. “De acuerdo a la información que se maneja en organizaciones sociales de los barrios y en fiscalías”, según dice el diputado provincial Carlos Del Frade, “hay diez bandas narcopoliciales que se pusieron momentáneamente de acuerdo para no seguir disputando el dominio territorial y que decidieron matar a jóvenes trabajadores a partir de las condiciones de detención en las cárceles provinciales”.

Máximo Sozzo no suscribe la hipótesis de la alianza entre bandas, a falta de certezas en las investigaciones judiciales. “Lo que está claro –afirma– son los resultados de los hechos: por un lado efectos de temor y de angustia que se difunden socialmente y producen las dinámicas negativas que vemos en la relación de los ciudadanos con el espacio público, y por otro efectos de carácter político, los discursos acerca de la presencia del terrorismo y las propuestas que creíamos conjuradas desde la transición hacia la democracia, como recurrir a las Fuerzas Armadas para combatir el delito”.

Sozzo relaciona la anhelada reforma de la ley de Seguridad Interior con la actualización de la teoría de los dos demonios: “Para un sector extraordinariamente conservador que forma parte del Gobierno nacional hay una reivindicación de las Fuerzas Armadas, como acabamos de ver con la lectura de los excesos en la lucha contra la subversión. Se busca recrear una imagen de las Fuerzas Armadas como salvadoras de la patria, ahora frente al delito en Rosario. La propuesta es romper con un consenso de la transición hacia la democracia”.

Los helicópteros del Ejército que comprometió el ministro de Defensa Luis Petri sobrevuelan periódicamente el cielo sobre Rosario, pero el aporte parece insuficiente para la intendencia local que quisiera al personal armado en la calle. “Hay además una idea simplista de que la multiplicación de la presencia armada en el espacio público va a generar por sí misma un efecto positivo en la reducción de la criminalidad”, agrega Sozzo, también integrante del programa Delito y Sociedad de la Universidad Nacional del Litoral.

La nota con amenazas a Ángel Di María activó en la madrugada del lunes una nueva oleada del miedo a la violencia narco en Rosario. En el lapso de veinticuatro horas se sucedieron cuatro atentados con piedras y amenazas contra colectiveros, el hallazgo de casquillos de bala y de un explosivo en escuelas de Villa Gobernador Gálvez, una nota con amenazas múltiples en un supermercado y, como coronación de la saga, una intimidación en una estación de servicio YPF frente a la Jefatura de Policía de Rosario, donde dos motociclistas hicieron escuchar un mensaje grabado a través de un parlante: “Esta noche pasamos y vamos a tirotearlos”.

La coincidencia de los hechos sería el indicio de una planificación, según el Ministerio de Justicia y Seguridad de la provincia. No obstante, cualquier suceso parece susceptible de ser atribuido a las bandas: la discusión entre un automovilista y el chofer de un colectivo porque uno encerró a otro en la calle terminó el jueves en un fuerte operativo policial en el centro de Rosario ante la presunción de una amenaza mafiosa.

El ministro de Seguridad Pablo Cococcioni admitió que los ataques contra el transporte urbano son difíciles de anticipar. La prevención resulta imposible ante una amenaza que parece capaz de concretarse en cualquier momento y en cualquier lugar. El miedo erosiona además la creencia de que ciertas zonas de Rosario pueden ser más seguras que otras.

El martes, el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) manifestó su preocupación por la reiteración de amenazas contra el periodismo en Rosario y también advirtió sobre las prácticas que contribuyen a la propagación del miedo como “el afán de obtener una primicia” que puede resultar “funcional al crimen organizado” y la retransmisión de las amenazas: “Las fotos de las notas con amenazas que dejan los narcos no agregan información a la población y pueden en cambio ser mensajes que los delincuentes quieren hacer llegar más allá de su espacio cercano” (https://fopea.org/alarma-en-rosario-nuevas-amenazas-del-crimen-organizado-al-periodismo/).

El sustrato del miedo en Rosario aparece como un terreno consolidado por el incremento sostenido de los homicidios dolosos, la baja tasa de esclarecimiento de casos en la Justicia, los casos de corrupción policial y cierto sentido común sobre la impunidad del delito de guante blanco asociado a las bandas, como el lavado de dinero. “Es indispensable entender que la desconfianza de los ciudadanos en la policía provincial, por su participación en distintas prácticas delictivas, juega un rol central en el temor al delito. Y es difícil que se restablezca la confianza ante la ausencia actual de cualquier idea de transformación de esa policía”, advierte Sozzo, que subraya “el silenciamiento de la agenda de la reforma policial” en el gobierno y en el conjunto de los partidos mayoritarios en Santa Fe.

La detención de una pareja por las amenazas a Di María, una pista que en ese caso conduce a presos en cárceles provinciales y la captura del presunto homicida de Bruno Bussanich, por investigaciones y procedimientos de fiscales provinciales y federales y de la Policía Federal, conjuraron en el inicio de la Semana Santa lo que se configuraba como un nuevo estado de conmoción. La policía provincial, en cambio, volvió a exponer su torpeza: el fiscal Pablo Socca acusó a dos policías de la ciudad de Funes por entorpecer las investigaciones al filtrar imágenes del auto utilizado en la intimidación contra el jugador de la selección argentina.

El ministro Cococcioni dice y repite que los crímenes y balaceras se producen como respuesta al endurecimiento de las condiciones de detención de los presos de alto perfil. Sin embargo, ese tipo de hechos como forma de presión sobre la Justicia y la política tiene un antecedentes en los atentados a domicilios de jueces y edificios del Poder Judicial de 2018 y se suceden de forma periódica desde los ataques contra escuelas y estaciones de servicio previos a las elecciones de noviembre de 2021. En esta saga, que replica la lógica del enfrentamiento entre bandas por el control de puntos de venta, fue imputada como instigadora Patricia Celestina Contreras, madre de Ariel “Guille” Cantero y referente de la banda Los Monos.

“Balear un edificio tiene una enorme gravedad, pero los últimos asesinatos son un salto cualitativo en la violencia –señala Sozzo– y eso también explica los altos niveles de temor en la población. Uno tiende a a pensar que en los que producen estos hechos crueles hacen el juego al incremento de la deriva punitiva y militarizada. Ahí hay un interrogante difícil de responder”.

Según Carlos Del Frade, “las bandas narcopoliciales existen en las principales ciudades de Santa Fe”. El diputado del Frente Social y Popular y su compañero de bancada Fabián Oliver fueron los únicos legisladores que votaron en contra de la reforma al Código Procesal Penal de la provincia, que entre otras disposiciones devuelve a la policía santafesina la autonomía respecto de los fiscales en las investigaciones. “En base a información judicial y de medios de comunicación de la provincia registramos a fines del año pasado 147 bandas en Santa Fe, de las cuales 46 están en el departamento Rosario. Una de las que ha tomado mayor relevancia es la llamada Banda de los Menores, en el barrio 7 de septiembre”, puntualiza Del Frade.

“Lo que está completamente ausente es el debate acerca de qué policía tenemos y cómo podemos modificarla –destaca Máximo Sozzo–. Cuando miramos el conjunto de iniciativas que el gobierno provincial ha producido desde diciembre, leyes sancionadas en tiempo récord con el consentimiento de casi todos los legisladores, no encontramos ninguna con respecto a la fuerza. Parecería que la policía santafesina no es un problema sino la solución”.

OA/MG

Una estrategia italiana para Rosario y la Argentina

Una estrategia italiana para Rosario y la Argentina

21 de marzo de 2024. Por fin es primavera en Roma y un sol maravilloso da la bienvenida a las más de 100.000 personas que han elegido participar en el evento organizado por Libera, una red de asociaciones italianas implicadas en el compromiso contra las mafias, la corrupción y el crimen organizado, para celebrar la XXIX Jornada de la Memoria y Compromiso para las víctimas inocentes de las mafias. La larga marcha recorre lentamente las calles del centro de la ciudad eterna, hasta llegar al majestuoso escenario del Circo Máximo. Aquí, desde el escenario, se suceden los discursos de las personas invitadas y representantes de las instituciones, pero el momento más importante y emotivo es sin duda el de la lectura de todos los nombres –que se conocen hasta el momento– de las víctimas de la mafia, desde principios del siglo XX hasta hoy. Son 1.081 nombres leídos todos en voz alta por personalidades, familiares y amigos. En los rostros de los familiares sentados en las primeras filas, los signos del sufrimiento están superpuestos con los de la fuerza que los llevó hasta estar allí, sosteniendo la foto de un ser querido que ya no está. 

El derecho a la verdad es un concepto relativamente nuevo en Italia, aún en construcción. En este sentido, para las víctimas y los familiares italianos se vuelve fundamental tener acceso a otras experiencias como las de Argentina, con la capacidad para construir, incluso jurídicamente, el derecho a la verdad a través de juicios contra delitos como nunca se había visto, los cuales han llevado a la condena de los principales imputados. Juicios que aún hoy están en curso y otros que seguramente se abrirán en el futuro, gracias a la imprescriptibilidad del delito de lesa humanidad.

Así como hemos tomado estos aprendizajes de Argentina, tal vez ahora sea nuestro turno de hacer algunos aportes. ¿A qué me refiero puntualmente? La escena descrita anteriormente podría parecer muy lejana si no fuera porque en Argentina el crimen organizado ya tiene su propia lista. Por poner el ejemplo más conocido, la ciudad de Rosario se ha convertido en el escenario de asesinatos crueles a sangre fría, en su mayoría vinculados con venganzas y ajustes de cuentas. En el año 2022 se registraron 287 asesinatos; en 2023 hubo 260 homicidios; y, entre enero y febrero de 2024, ya se registraron 24 víctimas.

Hace tan solo unos días, el Papa Francisco se pronunció sobre esta situación: “Dado que en todo sistema mafioso los pobres son el material descartable, los invito a aunar esfuerzos para que el Estado y las instituciones intermedias puedan brindar espacios comunitarios en los barrios vulnerables. Los mismos pueden crear condiciones para que los niños, adolescentes y jóvenes tengan un desarrollo humano integral para un futuro superador al que tuvieron sus padres y abuelos. Todas las organizaciones sociales, civiles y religiosas debemos estar unidas para hacer lo que mejor sabemos hacer, y entre todos crear comunidad”, añadió.

En Argentina, ya existe ese proyecto y se lo llama Bien Restituido, una iniciativa conformada por organizaciones de la sociedad civil, que busca que bienes (autos, barcos, casas, campos, aviones, entre otros millones de cosas), que han sido instrumento, producto y provecho de actividades delictivas complejas puedan ser reutilizados con fines sociales. Actualmente, los bienes incautados en los procesos penales son administrados, en su mayoría, por la Justicia, pero el sistema está funcionando deficientemente, lo que perjudica a la sociedad en su conjunto. Se estima que los bienes que tiene hoy la Justicia argentina en sus manos están valuados como mínimo en más de 100.000 millones de pesos. En su mayoría, esos activos se están deteriorando, perdiendo no sólo valor económico sino también simbólico.

Bien Restituido se inspiró en la reutilización social de bienes decomisados a la delincuencia organizada y que rige en Italia desde hace más de 25 años. Actualmente, en Italia, la Agencia Nacional para la administración y la destinación de los bienes secuestrados y confiscados a la criminalidad organizada (ANSBC) administra, junto a los diferentes gobiernos regionales y municipales y las organizaciones sociales, más de 24.500 bienes inmuebles que antes pertenecían a las organizaciones mafiosas. La ANSBC ha logrado recuperar más de 40.000 millones de euros del crimen organizado, que son destinados a la prevención y reparación del daño ocasionado.

En la actualidad, el recupero y la administración de los bienes en Argentina se lleva adelante de manera parcial y depende de la buena voluntad de quienes los administran temporalmente. Por eso es clave y necesario contar con una ley que sistematice y aproveche hasta el último de los recursos materiales recuperados al crimen organizado; que transparente la cantidad y la gestión de esos activos; que desarrolle programas para ser gestionados por el propio Estado o por organizaciones sociales con los recursos recuperados; y que garantice el cuidado de los bienes para preservar su valor, tanto para el Estado como para las personas involucradas en los procesos judiciales, entre otras acciones.  

¿Cómo podrían ayudar estas medidas a combatir al crimen organizado? En primer lugar, si las organizaciones criminales siguen contando con recursos pueden ser actuando y generando los desastres que hoy ocasionan. En segundo lugar, el Estado y la sociedad en su conjunto contaría con una cantidad hasta el momento incalculable de recursos para prevenir el accionar de estas organizaciones, por un lado; y por el otro, dispondría de recursos materiales y simbólicos para reparar el daño producido a las víctimas directas e indirectas del crimen organizado.

Si bien es cierto que el modelo de antimafia italiano tiene muchos aspectos replicables en otros países, como se intenta hacer en Argentina, es igual de cierto que ninguna experiencia, por madura que sea, tiene la capacidad de ser autosuficiente. Por ello es necesario a nivel general desarrollar redes orientadas a difundir y profundizar los conocimientos aplicados a la lucha contra este flagelo mundial. Es clave tener la convicción de que el único horizonte posible del antimafia social es la dimensión colectiva y que sólo si tenemos la capacidad de caminar juntos y juntas, también a nivel internacional, podremos construir el mundo que soñamos y merecemos.

 

*Referente de Libera para América Latina

ED

Los caídos de Milei: son más de una decena los funcionarios salientes a solo 100 días de gobierno

Los caídos de Milei: son más de una decena los funcionarios salientes a solo 100 días de gobierno

Los primeros 100 días de gobierno de Javier Milei estuvieron marcados por un frenético sube y baja de funcionarios que le dieron a la gestión libertaria un vértigo inédito. Mientras que varias figuras importantes de La Libertad Avanza sufrieron un prematuro desplante cuando aspiraban a contar con una injerencia mayor en el gabinete —la vicepresidenta Victoria Villarruel, el legislador porteño Ramiro Marra y la diputada Carolina Píparo son claros ejemplos—, muchos otros que sí llegaron a asumir en cargos de relevancia y creían estar lo suficientemente respaldados vieron rodar sus cabezas por el piso de los despachos sin comprender demasiado los motivos, al menos en un principio.

En este último grupo se encuentra el exministro de Infraestructura Guillermo Ferraro, uno de los casos más resonantes debido al alto rango que ostentaba en el organigrama del Gobierno. Una supuesta filtración de información reservada durante una reunión en Casa Rosada se convirtió en la excusa perfecta para eyectarlo. “Los voy a dejar sin plata, los voy a fundir a todos”, habría dicho Milei, en secreto, en referencia a los gobernadores, a quienes acusó de ser los culpables por no haber logrado aprobar la Ley Bases en el Congreso. “Al día siguiente [del despido], el jefe de Gabinete [Nicolás Posse] vino a mi casa a pedirme disculpas pero ya el daño estaba ocasionado”, contó Ferraro en una entrevista en Radio con Vos, y denunció que fue víctima de la “mala intención” de alguien del entorno del Presidente.

¿Qué hubo detrás de la decisión de deshacerse de Ferraro? Su salida, que recién fue oficializada en el Boletín Oficial el 5 de marzo, no tuvo que ver con alguna impugnación concreta hacia su gestión. Más bien, según pudo constatar elDiarioAR de varias fuentes consultadas, se debió a los intereses directos de Posse en el manejo de un área clave: la política de telecomunicaciones. 

Uno de los primeros desplazamientos de peso de la administración libertaria fue el de Horacio Pitrau, virtual subsecretario de Trabajo (todavía no había sido formalizado en el cargo) dentro del Ministerio de Capital Humano que conduce Sandra Pettovello. Pese a que fuentes oficiales señalaron que Pitrau dejó el Gobierno “como una decisión consensuada”, lo cierto es que su salida tuvo que ver con los ruidos que habían generado los diálogos con el titular del sindicato de Comercio, Armando Cavalieri. Tras una reunión que tuvo lugar a fines de diciembre, de la que participó también la ministra Pettovello, Cavalieri había dicho que el oficialismo estaba dispuesto a modificar el artículo del DNU que le quita las cuotas solidarias a los gremios.

Sin embargo, esa información fue desmentida tajantemente por la Casa Rosada. “El diálogo con los gremios está abierto, pero la decisión sobre las cuotas solidarias está tomada”, sostuvieron fuentes del Gobierno, en una señal de dureza hacia adentro y hacia afuera de la gestión nacional. La situación se dio en un contexto en el que la cúpula libertaria no quería ceder terreno en la confrontación abierta que tenía con la CGT por la reforma laboral incluida en el mega-DNU y cuya discusión está hoy judicializada. 

Otro caso resonante vinculado a la cartera que conduce Pettovello fue el de Omar Yasin, desplazado de la Secretaría de Trabajo tras haber sido responsabilizado por el Presidente del escándalo por la suba del 48% de su sueldo. El abogado laboralista, con pasado en el gobierno de Mauricio Macri y estrecho vínculo con la ministra de Capital Humano, fue apuntado públicamente por el propio Milei como el único responsable del aumento que, según lo estipulado, debía recibir en su bolsillo. “Al secretario de Trabajo lo he despedido, en este momento lo están notificando”, anunció el mandatario en medio de una entrevista con LN+.

Pero el decreto que habilitó la suba salarial de la planta política del Ejecutivo no estaba firmado por Yasin sino por Milei, Pettovello y el propio Posse. Sí llevaba la firma del laboralista la homologación de la paritaria estatal que luego fue extendida al Presidente y sus colaboradores, pero no sólo la suya. También figuraba la rúbrica del secretario de Hacienda, Carlos Guberman, y del subsecretario de Transformación y Reforma del Estado, Armando Guibert, un exmenemista cercano al jefe de Gabinete que había negociado y cerrado las paritarias con los gremios estatales. 

Sin embargo, pocos días más tarde, Guibert también renunciaría a su cargo al aducir "motivos estrictamente personales". Fue justo cuando en él iba a recaer la responsabilidad de firmar los despidos en el Estado que se efectuarán el 31 de marzo, día en que vencen miles de contratos de empleados públicos.

Lo sucedido con Yasin tuvo aires de familia con lo que le había ocurrido un mes antes al exsuperintendente de Servicios de Salud, Enrique Rodríguez Chiantore. El exfuncionario calificó como "poco profesionales" las formas que utilizó el Gobierno para su remoción al asegurar que se enteró de que ya no formaba parte del organismo a través de mensajes de WhatsApp y atribuyó la medida a la supuesta intención de Posse de poner gente de su cercanía en el cargo. "Entiendo que quieran poner a personas de más confianza. Es sabido que yo provengo de los equipos de Juntos por el Cambio, con lo cual es probable que hayan buscado gente del riñón del jefe de Gabinete para reemplazarme", deslizó en su momento en diálogo con Radio Rivadavia.

El fallido tratamiento en el Congreso de la Ley Bases durante el verano también motivó la salida intempestiva de varios funcionarios. El pasado 9 de diciembre, Milei le solicitó la renuncia a Osvaldo Giordano, quien fuera el titular de la Anses desde el 10 de diciembre. ¿La razón? Su esposa, la diputada cordobesa Alejandra Torres, había votado en contra del proyecto que, aunque reducido, La Libertad Avanza volverá a enviar a la Cámara Baja en las próximas semanas.

“¿Acaso la mujer de Giordano no votó en contra de la ley? ¿Cómo votó la mujer? Votó en contra. Bueno, es un problema de él si duerme con el enemigo, está durmiendo con un traidor. Es la vida”, dijo Milei en una entrevista con LN+. Fue después de que a través de un comunicado, difundido en la cuenta oficial de la Oficina del Presidente en la red social X, el Gobierno justificara la salida de Giordano al señalar que “la crisis económica heredada y el momento histórico actual requieren funcionarios públicos comprometidos con la modernización, simplificación y desburocratización del Estado”.

Además de Giordano, Milei solicitó también la renuncia de la secretaria de Energía, Flavia Royón. Se debió a que el Presidente acusó de "traidor" al gobernador Gustavo Sáenz, de Salta, de quien Royón había sido secretaria de Energía y Minería provincial, ya que diputados nacionales de esa provincia habían votado contra artículos e incisos de la malhadada Ley Bases. La exfuncionaria llamó al ministro de Economía, Luis Caputo, de quien dependía como secretaria de Minería, y le dijo que tenía la renuncia a su disposición, según ella misma reconoció a comienzos de febrero en declaraciones a Radio Mitre. Royón relató que Caputo le había dicho que estaba haciendo “un excelente trabajo”, pero que había "cuestiones políticas" que impedían su continuidad en el cargo.

Apenas iniciada la gestión libertaria, Eduardo Roust, quien iba a asumir como subsecretario de Medios y Prensa designado por el presidente Milei dio un paso al costado y aseguró que no iba a formar parte del equipo de comunicación por motivos “estrictamente personales”, según un mensaje enviado a periodistas. Roust, vinculado al peronismo, sostuvo que “el vértigo que tiene el territorio digital o el mundo moderno de las comunicaciones (...) hacen que el trabajo resulte para mí un poco 'inhumano' y me aparte de cuestiones esenciales de mi vida”. 

Hace dos semanas, en tanto, otra salida que generó ruido fue la del jefe de la Casa Militar, Alejandro Guglielmi. El coronel llevaba siete años en la Casa Rosada y había atravesado con éxito las administraciones de Mauricio Macri y Alberto Fernández. Con Milei había entablado un vínculo correcto, y también gozaba de la simpatía de su hermana, la secretaria general de Presidencia, Karina Milei. Pero algo se quebró en esta relación y Guglielmi fue reemplazado por Sebastián Ignacio Ibañez.

Por otra parte, en los primeros días de enero, el joven militante libertario Iñaki Gutiérrez dejó el manejo de la cuenta de la Casa Rosada luego de que desde allí posteara una foto suya junto a su pareja, Eugenia Rolón, quien al igual que él también se desempeña en el equipo de Comunicación del Gobierno. Gutiérrez subió un mensaje de Año Nuevo desde su cuenta personal, que luego fue retuiteada por la de Casa Rosada, lo que generó múltiples críticas. Así y todo, continúa ocupándose del TikTok del presidente Milei.

El 27 de febrero pasado, Sebastián García de Luca, quien trabajaba junto a Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad como secretario de Articulación Federal, encargado del diálogo con las provincias, presentó su renuncia. "Un placer acompañarte hasta acá @patobullrich (Patricia Bullrich). Gracias por tu confianza. Sos una gran dirigente y mejor persona", escribió el exfuncionario en su cuenta de X, quien habría tomado la decisión en desacuerdo a la decisión del presidente Milei de hacer escalar el conflicto con los gobernadores.

En tanto, el día anterior a la salida de García de Luca se había producido otra salida del gabinete: la del subsecretario de la Pequeña y Mediana Empresa, Daniel Mariano Ibáñez, quien presentó su renuncia apenas 20 días después de haber asumido el cargo. En la misiva que dirigió al ministro de Economía, Luis Caputo, y al secretario de Industria, Juan Pazo, el funcionario saliente aseguró que la decisión se debió a "cuestiones de índole estrictamente personal".

Distinta habría sido la situación de Ricardo Schlieper, quien el 31 de enero debió dejar el cargo de subsecretario de Deportes luego de que Daniel Scioli desembarcara en la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes, promovido por su amigo, el ministro del Interior Guillermo Francos. La decisión fue motivada para "darle la libertad de elegir su gente" al exgobernador bonaerense, adujeron por entonces en el Gobierno.

PL/MG

Lijo a la Corte: desconcierto y sospechas en un kirchnerismo sin instrucciones

Lijo a la Corte: desconcierto y sospechas en un kirchnerismo sin instrucciones

La pregunta no tiene respuesta entre los senadores más cercanos a Cristina Kirchner. “¿Vamos a votar a Lijo?”, se consultan entre sí. Los primeros días fueron de total sorpresa. Pasada una semana de la presentación de los candidatos para ocupar las vacantes en la Corte Suprema por parte de Javier Milei, lo que vino para el mundo kirchnerista es desconcierto. Nadie les dice qué hacer.

Eduardo "Wado" de Pedro responde que no está al tanto y agrega que si hubo un tanteo, por él no pasó. Es el que tiene más margen de acción, pero hasta ahora no bajó instrucciones. Juliana Di Tullio aporta algo similar con un escueto “no fuimos consultados” cuando el resto de los senadores de la bancada les preguntan por Ariel Lijo. Consultaron incluso a otras bancadas. Por lo menos al radicalismo tampoco lo testearon.

Cristina Kirchner no fija el rumbo. El domingo a la noche, después de la multitudinaria marcha por un nuevo aniversario del golpe cívico militar del 24 de marzo, la ex presidenta se acercó hasta el local partidario donde La Cámpora se juntó para hacer un balance de la manifestación. Ella compartió unas empanadas, saludó afectuosa, pero no dijo nada.

La incertidumbre con el correr de los días es palpable entre los más cercanos a la ex vice, y nadie ni siquiera quiere hablar ante la falta de una línea clara por parte del Instituto Patria. Es evidente que les genera incomodidad. Si de librepensadores se tratase la política, difícilmente levantarían la mano para votarlo, pero lo cierto es que las señales no acompañan. Más bien, no existen.  

El único que habló fue José Mayans, jefe del bloque Frente Nacional y Popular, que tiene 17 integrantes y conforma con Unidad Ciudadana, que preside Di Tullio, con otros 16, los 33 senadores que se resumen en el kirchnerismo. De ahí hay que entrar en los matices. El senador formoseño, que tiene terminal en el gobernador de su provincia, Gildo Insfrán, se mostró abierto a debatir la conformación de la Corte Suprema y destapó todo tipo de especulaciones respecto al posicionamiento que entonces tendría Cristina Kirchner. Mayans no es Cristina, aclaran en el bloque, como si hiciera falta. Pero nadie cierra la puerta.

¿Es posible un acuerdo entre Milei y Cristina? Los vasos comunicantes existen, pero no hay allegados a la ex presidenta que puedan explicar si se activaron con el caso Lijo. Más bien deslizan que no, o lo suponen, pero tampoco lo descartan, para aportar más confusión. El silencio genera más dudas y sacan cuentas. Tampoco les serviría hablar. En definitiva, es un problema de Milei y la Corte en momentos de definiciones de fallos fundamentales que podrían derivar en otro revés para la gestión oficial.

Lo que empezó a crecer en el mundo cristinista es una sospecha de que un posible acuerdo, si lo hay, viene por otro lado. No con el Patria, sino con los gobernadores, una suerte de prenda de cambio en medio del comienzo del segundo intento por aprobar la ley ómnibus. Hablar de acuerdo también es mucho. Quizás es sólo un anzuelo sin testeo que lanzó Milei. Pero por ahora nadie descarta que de llegar el pliego al recinto, el interbloque no aporte 33 votos, sino que sume lo justo y necesario al oficialismo y sus aliados, con senadores salidos del espacio de Mayans. Tampoco hay tantos que respondan a los gobernadores. El Senado se mueve hoy con una lógica más autónoma, pero lo que supo tejer Lijo son relaciones con todos y en especial con quienes ostentaron poder, como los ex gobernadores que hoy tienen bancas, entre ellos, Juan Manzur o Sergio Uñac. La tarea de conseguir votos es del candidato.

En el peronismo siguen sin entender el movimiento que hizo Milei, pero especulan. ¿No será un acuerdo con Pichetto?, se preguntan algunos sobre cómo pensaría el hoy diputado de Hacemos Coalición Federal si manejara los hilos del Senado. Esa teoría indicaría entonces que los dos tercios que se necesitan para la aprobación del pliego de un juez terminen saliendo de la mayoría de 39 que logró Victoria Villarruel en el inicio del año, hoy una ficción, y otros 9 con relaciones propias del sector que comanda Mayans. Primero deberían resolver que el macrismo efectivamente vote a Lijo, que le tiene aun abierta la causa del Correo a Mauricio Macri. Y que Villarruel, que ya se mostró en contra del juez, se alinee a la Casa Rosada. Otros especulan con el accionar de Sergio Massa, de buena relación con el magistrado de Comodoro Py.

Para entender qué le pasa al kirchnerismo con Lijo hay que mirar primero quién es Lijo desde la óptica K. Para quienes estuvieron cerca de Cristina en los últimos tiempos, el juez es “casta judicial pura”, con lo bueno y con lo malo. Qué sería lo bueno. “Con códigos, no hace derecho creativo”, aporta una dirigente que lo conoce mucho. Y sabe jugar con los tiempos, como con Macri. “Es el rey de la cronoterapia”, le describe una fuente.

Cristina lo recusó en el año 2017, cuando tomó la primera parte de la causa Memorandum con Irán que después pasó a Claudio Bonadio. Además, no le perdona que mandó a escuchar su vida privada a través de la pinchadura del teléfono de Oscar Parrilli, conversaciones que después aparecieron mágicamente en los medios. A cargo de la oficina de escuchas legales estaba Juan Tomás Rodríguez Pont, durante 10 años secretario letrado del juzgado de Lijo.

Para Cristina Kirchner, si viene de la mano de Ricardo Lorenzetti, peor aún. “En esto tenía razón Néstor”, suele confesar cuando admite que se equivocó en confiar en el magistrado, que ocupó la presidencia del tribunal cuando ella estaba en la Casa Rosada, a contramano de lo que le aconsejaba el ex presidente sobre la conveniencia o no de cerrar un acuerdo con Lorenzetti. “No va a mandar a votar nada que lo favorezca”, dan por seguro a su lado.

Cuentan incluso que ella fue inflexible cuando se definía el inicio del juicio político a los miembros de la Corte por parte del gobierno anterior. Pidió especialmente que fuera contra todos ante la especulación entonces de si Lorenzetti quedaría afuera de la embestida. Tampoco el juez promovió votos que puedan ser leídos como señales a la ex presidenta, aunque sea en soledad, como puede ser una nueva interpretación de qué es una asociación ilícita, sólo como ejemplo. Por lo menos entre quienes más conocen a Cristina, no ven un acuerdo para mejorar su situación judicial por la enemistad anterior, y mutua, entre los actores en pugna.

En todo caso, de existir un acuerdo, podría darse por el lado del nuevo titular de la Procuración, pero los nombres que transcendieron tampoco hablan de un acercamiento al kirchnerismo. Más bien todo lo contrario.

MV/MG

 

Christian "Chipi" Castillo: "Milei pudo avanzar porque el peronismo lo está dejando hacer mucho"

Christian

El sociólogo Christian "Chipi" Castillo, docente de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad de La Plata y diputado nacional del Frente de Izquierda, desde Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), reflexiona, entre otras cosas, sobre los primeros cien días del Gobierno de Javier Milei y el plan económico que está aplicando, la estrategia de la izquierda para movilizar a los sectores populares contra el ajuste y el papel del peronismo en la llegada del libertario el poder.

-Estamos viendo un gobierno que tiene más de cien días y lleva adelante un ajuste brutal, inédito, sobre salarios, jubilaciones, pone a prueba la paciencia social y, al mismo tiempo, si uno mira las redes de los libertarios, está la idea de que van ganando y hasta hablan de un horizonte de recuperación hacia fin de año. ¿Milei está logrando algo de lo que quiere? ¿No está logrando nada? ¿Cómo lo ves?

-Las dos cosas son ciertas. Está logrando hacer una licuación muy grande del poder de compra, de los salarios y de las jubilaciones. Eso es evidente. Y no está logrando el plan que tenía de máxima, que era apoyarse en el 56% para disciplinar al Parlamento de alguna forma y lograr que le voten la Ley Ómnibus primero y que le aprueben el DNU. Eso no lo logró y ahora está ensayando un nuevo estilo de gobierno, que veremos si lo logra concretar o no. Pero al tener el resorte de la política económica, con la devaluación y la continuidad de las medidas que tomó -la liberación de los precios de los combustibles, los alimentos, los medicamentos, y lo que se ha puesto en vigencia del DNU, la desregulación en ciertas áreas de la economía- todo eso le ha permitido avanzar en parte importante de su plan. En la primera parte del plan. Eso no significa que le alcance para su sueño del rebote en "V", que tanto estamos leyendo en los medios. Porque si uno hace un paralelo con lo que fue el rebote parecido en el 2002, después de la gran devaluación de Remes, con licuación de salario y todo, y luego que empieza a crecer con Lavagna a partir de junio, más o menos, del 2002, ahora el problema es que tiene un dólar muy bajo. Entonces ese esquema en muchas áreas de la economía es muy duro y de algún modo prepara esta idea de competencia de monedas como base de la dolarización o como forma de la dolarización. Todavía eso no lo podemos saber, salvo estando en la cabeza de Caputo y de Milei, pero que es un esquema que favorece a las petroleras, al negocio minero. Es más contradictorio con los agroexportadores, aunque de conjunto hay un apoyo de la cúpula de la Sociedad Rural muy fuerte al gobierno. Es un esquema que va a complejizar y que ya lo está haciendo la vida a muchísima gente, porque la recesión con la cual intentan contener la inflación galopante que ellos mismos fogonearon en diciembre, en enero, en febrero y en este mismo mes, ya está provocando despidos, cierres de comercios, combinados con suba de tarifas. ¿Cuánto puede durar la paciencia social? Es una pregunta que se hace todo el mundo y que no creo que tengamos una respuesta. Sabemos que se van acumulando cosas, porque al menos una parte de los votantes de Milei, los menos convencidos ideológicamente, los que no venían de haber votado al PRO y que lo hicieron con bronca porque los defraudó el gobierno de Alberto Fernández o por muchos años de postergación, se están topando con la realidad de que no están viviendo mejor. Están viviendo peor y lo votaron a Milei para vivir mejor.

-Milei llegó en tiempo récord a la Casa Rosada. De panelista a presidente en dos años. Con el voto de la mayoría en segunda vuelta. Y está la inevitable comparación con experiencias anteriores. En democracia, Macri y Menem. ¿Cómo lo podemos entender a Milei en la comparación? Porque llegó por el voto popular. También se podría comparar con la dictadura militar el programa económico. ¿Pero ves similitudes de Milei con Macri, con Menem?

-Tiene similitudes desde con el plan de Krieger Vasena de Onganía. Tiene aspectos de Martínez de Hoz, de Macri, de Menem. No es exactamente ninguno. Él tiene menos poder propio. Ahora tiene un momento de apoyo del núcleo central de la clase dominante. Eso se puede ver en las declaraciones de la AEA, la Asociación Empresaria Argentina, de la Amcham, de la UIA, de la Sociedad Rural, incluso de sectores que se ven perjudicados, pero por ahora las declaraciones institucionales han sido favorables al plan, a favor de la Ley Ómnibus. Sobre todo, lo que quieren es ver que no se pierda esta oportunidad. Entonces eso le da alguna fortaleza a un gobierno que tiene poca fortaleza institucional. Pero ese apoyo del capital financiero, los negocios especulativos, las grandes multinacionales que ven ahí una oportunidad para avanzar y para derrotar a la clase trabajadora, sacarle más conquistas, si empiezan a cambiar un poco más los aires, se va a ver que es un gobierno muy débil. Lo dijo Macri: es él, su hermana y las redes sociales. No es tan así porque tiene apoyo de gran capital atrás. Pero, por ejemplo, ahora estamos todos un poco tratando de pensar qué significa que se hayan tirado contra la postulación del juez Lijo la AmCham, IDEA. ¿Qué hay ahí? Será porque es muy trumpista. No creo que sea ese el problema. Pero como él juega con Trump y está Biden, quizá empieza algún chisporroteo por ahí.

-Mencionaste el tema de la paciencia social y mencionaste a los votantes de Milei, que en muchos casos se vieron desengañados con el gobierno del Frente de Todos, votantes de clase baja, que además lo distinguen a Milei de Macri porque Macri nunca tuvo ese apoyo popular que logró Milei. Y desde antes de que Milei se presentara como candidato, ya se hablaba de que en un año el Gobierno iba a terminar, si Milei ganaba, con una Asamblea Legislativa. Esa hipótesis que planteaba que Milei no podía ser presidente, que no podía gobernar, todavía sobrevuela. ¿Cuál es la estrategia de la izquierda frente a un gobierno como el de Milei?

-Milei ha podido avanzar en esto porque el peronismo lo está dejando hacer mucho. Se opone en el Parlamento, pero no le da batalla en la calle. Cuando se trató la Ley Ómnibus movilizaron las asambleas barriales, la izquierda, algún otro movimiento social. Pero el peronismo no estuvo. Cuando fue la Asamblea Legislativa, de nuevo, ausentes. Estuvo el paro general del 24 de enero, muy masivo, etcétera, pero después levantaron el pie del acelerador y la estrategia sindical de pelear por sector no te liquida el plan de ajuste de conjunto ni te lo empantana. Te puede permitir que algún sector que pelea acompañe un poco mejor la inflación, pero no te frena todo lo que es un plan de ataque en toda la regla. Y al no haber una respuesta de conjunto, te están metiendo los despidos en el Estado en estos días, recesión en otros lados, despido acá, despido allá y que cada gremio se arregle como pueda. Eso es una estrategia que le conviene a Milei porque puede negociar acá, frena donde no, pero de conjunto te hace avanzar en un plan económico profundamente antipopular. Y políticamente el peronismo dice: 'todavía está muy fuerte, esperemos que se desgaste'. Y eso le da tiempo a Milei. Yo no soy ni optimista ni pesimista con el escenario que puede haber porque hay escenarios alternativos. Efectivamente, la fuerza de Milei se puede licuar rápido o puede estabilizarse relativamente si no hay pelea del otro lado, si no hay fuerza, si no hay movilización, si no hay lucha. Nuestra estrategia ha sido salir a confrontar desde el primer día con la movilización, obviamente con los lugares que tenemos en el Congreso e impulsando toda forma de coordinación, autoorganización, para no permitir que se asiente un plan que es terrible para gran parte de la población. Porque en estos tres meses las familias se han hecho más pobres. Algunos tienen que discutir quién come en la casa, si comen al mediodía o a la noche. No ha enviado ni siquiera la comida a los comedores. Y esta es la realidad que está operando. Para esa familia que perdió un laburo, ¿de qué va a laburar? No es que tenés la economía en expansión ni creo que vayamos a tenerla en las áreas que pueden dar empleo. Estaba leyendo que hay muchas ciudades que ya han perdido el 30% de los negocios. Esa gente, ¿dónde va a laburar? Creo que está creando un caldo de cultivo de una bronca popular mayor. Nuestra estrategia es primero, en el terreno de la lucha, tratar de ver que esta pasividad de los sindicatos sea rota, que pueda haber un verdadero plan de lucha y la autoorganización. Nuestra militancia participa junto con independientes, con sectores, algunos kirchneristas, otros no, en las asambleas barriales.

-Esa relación del peronismo con la izquierda siempre ha sido clave, en especial durante el gobierno de Macri, por decir una experiencia reciente. Y leía un documento en Ideas de Izquierda de Emilio Albamonte, donde plantea justamente el escenario que la izquierda tiene que evitar. Dice: un escenario donde nosotros luchamos ahora y después viene el peronismo para llevar todo nuevamente a un callejón sin salida. ¿Cómo se da esa relación entre peronismo y la izquierda frente al gobierno de Milei pensando que los dos buscan una salida que por ahí es distinta?

-El peronismo está en un momento de... No sé cómo llamarlo... Porque, por un lado tiene una política en bloque y por otro lado está en pleno proceso de ver en qué va a terminar. Hay un proyecto de derechizarse y de hacer una lectura en la que el problema es que ellos no hicieron parte de lo que está haciendo Milei, en el sentido de un ajuste contra el pueblo, que no se fueron más a la derecha antes, o sea, que el plan que hubiese hecho Massa ahora en el gobierno no lo hicieron antes con el gobierno de Alberto lo suficiente. Y en realidad la pérdida de apoyo del gobierno de Alberto Fernández fue por someterse al FMI, no fue por rebelarse. No se animó ni con Vicentín, no se animó a nada.

-No es la lectura hoy dominante en el amplio peronismo, ¿no?

-El propio documento de Cristina en el final, sobre todo en las propuestas, implica 'nos vamos aggiornando'. Hasta Pichetto elogió esa parte. Hagamos entrar al capital privado en el Banco Nación. Pensemos la actualización laboral, pero no en el sentido de una rebaja de la jornada laboral, como plantearíamos nosotros, sino adecuémonos. Juguetean con que ellos pueden ir haciendo parte de este ajuste que es inevitable. Y esa es una lectura que los lleva a tratar de meter a Guillermo Moreno. Hasta a Cúneo llegan algunos. Negocian con Llaryora. Entonces es un peronismo que se va a una línea más del establishment, por decirlo de alguna forma. Pero eso es un ala. Ellos tratan de ahora permitirle a Milei hacer el trabajo sucio y decir: como somos los más grandes, cuando la gente esté descontenta nos va a votar. Esa es una apuesta que tampoco necesariamente les va a salir bien, porque los liderazgos no es tan fácil construirlos. Porque no significa que esa gente que se les fue les va a volver a ellos. Y hay mucha gente de ellos que está descontenta, que lo que quiere es al revés. Dicen: che, ¿por qué no la peleamos más?, ¿qué esperamos que no salimos? Venimos de un gobierno que fue un desastre. Cuatro años de esa estrategia. Entonces, ¿podrán otra vez recauchutar eso mismo? El candidato que ellos llevaron hoy trabaja para un fondo buitre. Después, a lo mejor se recicla, hace otra cosa. Pero en estos 100 días, que han sido muy duros...

-Es la decisión más importante que anunció desde que dejó de ser candidato.

-Trabajar para un fondo buitre. Entonces, ¿qué modelo alternativo de sociedad tienen? Y, más allá de los tiempos, no descarto que esta política de Milei dé lugar a grandes acciones de masas, como han dado frecuentemente los gobiernos de este tipo. Onganía dio el Cordobazo. El plan Martínez de Hoz fue mucho más lerdo en que se vayan acumulando fuerzas. Pero terminó implosionando esa dictadura ya muy desprestigiada aún antes de la guerra de Malvinas. En el gobierno de Menem también terminó dando grandes luchas populares todo el ciclo de la convertibilidad. El de Macri dio la jornada contra la reforma laboral como una gran acción de masas. Y este gobierno, más temprano que tarde, puede ir acumulando fuerzas como para ver 'che, si no los paran arriba, los páramos de abajo con la movilización'. Porque está jugando muy al límite con la vida de mucha gente. ¿Cuáles serán los actores, las actrices de este movimiento? No lo sabemos, pero creo que van incubando mucha rabia y también están atacando a sectores que son sensibles. En las universidades, por ejemplo, están haciendo un ahogo presupuestario muy grande. No sé si después levantarán el pie del acelerador, pero lo que están haciendo ahora, si lo mantienen, sería difícil que no haya una respuesta.

-Milei con un poco más de 100 días todavía tiene, según las encuestas, una parte de la población que lo respalda. En eso coinciden la mayor parte de los sondeos. Sabemos que muchas veces fallan. Pero hay un razonamiento que por ahí se repite en el votante de Milei, que es que todavía culpa más al pasado que a los 100 días de Milei. ¿Tiene razón esa parte de la sociedad que le da crédito a Milei porque piensa que lo anterior estaba agotado? ¿Cómo se le habla a ese sector que quizás lo está sufriendo pero no puede decir: me arrepiento del voto de hace tres meses?

-Es lógico que tarde más ese sector en salir a la pelea, que sea un proceso. Ahora podés 100, 200, mucho más no te va a aguantar si le seguís amargando la vida, se la seguís arruinando, si aparte de hacerle ganar poco, lo dejás sin laburo. Porque en el lugar del ecosistema de la informalidad, quedarte sin laburo ya es un salto. Hubo un tema durante la pandemia que quienes cobrábamos un salario, lo vivíamos de una manera. Yo trabajaba en la universidad a distancia, seguía cobrando mi salario. Pero vos imaginate una pareja de una trabajadora doméstica y un laburante de la construcción que en ese momento llevaban 350 o 400 lucas a su hogar y de golpe se quedaron con 0 $ y a lo sumo cobraron 10.000 de un IFE cada tres meses. Esa base material es parte de lo que trabajó Milei. Ahora, ese sector otra vez está quedando sin ingresos. Recuperó menos ingresos cuando volvió la mejora económica de la pandemia, pero todavía tenía laburo. Ahora, eso se está perdiendo y este gobierno no es que va a poner plata ahí. Entonces ahí se va a incubar algo también. E independientemente del sector que lo votó, hay muchísima gente que no lo votó y que está muy convencida de no haberlo votado, de que lo que está haciendo es un plan terrible para el pueblo. Y esa gente es la primera que se está movilizando. Pero que todavía no se ha desplegado con la suficiente fuerza por una especulación que hay de la dirigencia política y sindical del peronismo, incluso en contradicción con parte de su base, que quiere más firmeza y quiere salir a pelear.

Nosotros tenemos un desafío que es superar la experiencia histórica del peronismo. No solo vernos como un sector que puede ser combativo, luchador, etcétera, sino como la alternativa política de mayor envergadura y que no sea que siempre la gente termina optando por el peronismo como el mal menor. Aún sin mucha convicción. Porque quizá hay también una experiencia: ese mal menor era Scioli en el 2015 y hoy es funcionario de Milei, fue Alberto y mirá como terminó, Massa está en un fondo buitre. Y entonces algún sector puede sacar la conclusión: che, es hora que hagamos algo por lo que valga la pena pelear. Pero dependerá también de lo que haya en el movimiento de la lucha de clases. Si ese sujeto al que apostamos, la clase trabajadora, para dirigir los destinos del país, no lucha es muy difícil que te vean como alternativa. Más allá de que nosotros valoramos mucho que muchísimos que no nos votan nos tienen simpatía, nos respetan y eso es una conquista que ha tenido la izquierda. Nos conocen, opinan que hacemos lo que decimos, que por ahí no están dadas las condiciones para lo que planteamos, pero somos la segunda opción de voto de una gran parte del voto peronista. Myriam (Bregman) tiene un respeto enorme, más allá de que no logramos un gran resultado en la elección presidencial.

-El impacto de Milei, ese ascenso fulminante, sorprendió a muchos adentro, afuera. La pregunta es: ¿por qué la izquierda no pudo capitalizar ese gran descontento que fue con el Frente de Todos, pero fue también con Macri ? ¿Y por qué la sociedad va hacia una opción de de extrema derecha cuando tiene una crítica al sistema, al menos al sistema político?

-Me parece que al haber jugado tanto la pasividad durante el gobierno de Alberto, perjudicó para que la conclusiones a sacar del fracaso de esa experiencia, sean por izquierda. Y también porque la identificación de ese gobierno era como un gobierno progresista. Milei lo acusaba de ser de izquierda. Y entonces los descontentos eran más fácilmente capitalizables o el tipo de descontento que se dio con la situación de la pandemia, después con la situación de precariedad, por el discurso que trabajó Milei, obvio, con un gran apoyo del sistema mediático y con una manija también de un sector del peronismo. Los que dijeron que le armaron las listas nunca lo negaron. O una parte de las listas por lo menos. Todo eso favoreció. No hay un único factor que te explique a Milei. Todo esto que te estoy nombrando es una coagulación muy particular que en un momento se puede dar basada en la experiencia de un fracaso, pero de un gobierno que era identificado como progresista. Y en el que no se defendió el salario. Y un argumento para no pelear contra el gobierno de Alberto que te decían las direcciones peronistas era: es nuestro gobierno. Si peleamos le hacemos el juego a la derecha. Y la realidad es que le hicieron el juego a la derecha por permitir que se liquiden los salarios, por permitir que se precarice la vida de las personas, por reprimir en Guernica. Con eso le hacen el juego a la derecha. O subordinándose al FMI, diciendo que es lo único que se podía hacer. Contra el FMI muchos hablaron, pero los únicos que movilizamos fuimos nosotros en la izquierda. Después no movilizó Juan Grabois, no movilizó La Cámpora. Se opusieron en el Congreso, pero a las calles no salieron. Y en última instancia, Milei es un hijo de que el Gobierno del Frente de Todos aplicó todas las políticas del FMI. Y al no haber resistencia, no haber lucha, eso dificultó que la conclusión de ese sector haya sido: bueno, vamos con la izquierda. Ahora, también es cierto que nuestro prestigio político aumentó a pesar de eso, mejoró. Más gente nos ve y nos referencia como algo que podría ser si ese sujeto se pone en movimiento. Es una apuesta. Como toda apuesta puede salir o no. Nosotros no militamos para otra cosa. Para nosotros tiene sentido militar si podemos hacer una sociedad diferente. Y para eso seremos minoría, seremos más, seremos menos, la pelearemos. Depende también de situaciones internacionales. Las tendencias internacionales hacen crecer hasta ahora más fenómenos de derecha que fenómenos de izquierda. Pero a mí me parece que acá tenemos un lugar ganado y que la izquierda es una referencia importante y que ahí nosotros tenemos una tarea, un desafío que trataremos de hacer lo mejor posible: volver a poner las ideas del socialismo a debate. Quizás Milei, al atacar tanto 'che, los zurdos, todo es comunista, todo es socialista' también empiece a generar interés en las ideas del socialismo, en que, aparte del capitalismo puro y duro que quiere, puede haber una salida antagónica al dominio del gran capital que está nuevamente empobreciendo a la población, quitándole derechos, mientras permite que los hipermillonarios se vayan para arriba. Y desocultar eso que Milei ocultó que es la clase dominante. El discurso de Milei pegándole a la casta ocultaba a la dirigencia política tradicional, ocultaba el poder detrás del trono. El poder económico. Ahora, al jugar tanto el poder económico junto a Milei, Rocca en ese lugar central que tiene controlando YPF y controlando la Secretaría de Trabajo, otros grandes empresarios diciendo 'esta es nuestra apuesta' y la gente del otro lado sufriéndola, quizás permita hacer una experiencia distinta y empezar a identificar que si no afectamos el poder económico, no hay ninguna salida progresiva para la clase trabajadora y los sectores populares.

Entrevista realizada por Diego Genoud en su programa Fuera de Tiempo (Radio Con Vos).

DG/CRM