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Kicillof quiere consolidar su espacio político propio con un acto en el conurbano que irrita al Instituto Patria

Kicillof quiere consolidar su espacio político propio con un acto en el conurbano que irrita al Instituto Patria

En Berisso, el mandatario provincial será el único orador. En paralelo, siguen las negociaciones con Cristina y en el peronismo la mayoría cree que ambos terminarán arreglando o pospondrán la elección interna por la presidencia del PJ: “No hay posibilidad de abrir una interna”, admiten en ambos bandos, por las dificultades económicas y logísticas que implicaría.

Axel Kicillof dará una nueva muestra de autonomía esta tarde en su acto por el Día de la Lealtad en Berisso, donde será el único orador. El objetivo principal de los organizadores es que sea un evento “bisagra” para mostrar el resultado del objetivo para el que trabajan hace meses: el nacimiento de un espacio político propio, independiente del Instituto Patria. 

La idea es que el acto sea leído como la fecha oficial del nacimiento del “axelismo”. Para eso están convocados los intendentes, legisladores, funcionarios y militantes cuya máxima referencia hoy es la figura del gobernador. El grupo todavía no tiene un nombre definido, pero empezó a tomar forma su identidad. 

“Hay que mirar presencias y ausencias. Hasta ahora, algunos intendentes y funcionarios oscilaron entre actos de Axel y de Máximo Kirchner. Acá la situación es divisoria de aguas, se va a blanquear quién está de cada lado”, confió a elDiarioAR uno de los principales armadores del evento. Pese al clima en torno del acto, hasta este jueves no estaba previsto que el gobernador hiciera una referencia a la interna. Tal como viene marcando en sus últimos discursos, el principal destinatario de sus críticas será Milei. 

Los preparativos del acto generaron irritación en el cristinismo. La intendenta de Quilmes, la camporista Mayra Mendoza, reflejó el malestar durante una entrevista en la que fue demoledora con el gobernador: “Me llama la atención que el gobernador luego de las oportunidades que tuvo en su vida por la confianza de Cristina y por ser parte de este proyecto político, todavía no se haya manifestado en función de la candidatura de Cristina a presidir el PJ”, expresó. 

La entonces presidenta de la Nación, Cristina Fernandez de Kirchner, junto al entonces viceministro de Economía, Axel Kicillof, compartiendo un acto en 2012. La relación entre ambos ya se anota al menos 12 años, pero en los últimos meses cambió.

La estrategia de disciplinamiento se extendió entre figuras cercanas a Cristina, en la previa de la reunión planificada para el martes entre la expresidenta y Kicillof, de la que todavía quedan dudas de que se haya concretado. Las segundas líneas del Instituto Patria aseguraron que el encuentro se hizo, mientras que desde el entorno más cercano al gobernador primero la negaron de modo tajante y luego optaron por el silencio. Esa actitud hace pensar —incluso a intendentes alineados con Kicillof en la Provincia— que el encuentro existió, pero que no se alcanzaron los acuerdos esperados. 

En ambos bandos hubo un hermetismo total, lo que incrementó las versiones de distancia. No sería nuevo que Cristina y Kicillof hablen, en rigor lo hicieron hace algunas semanas, antes de que él viajara a México a la asunción de Claudia Sheinbaum, cuando la expresidenta lo llamó para saludarlo por su cumpleaños. La novedad, entonces, es que el gobernador considere que tiene que esconder ese diálogo y que —a dos días del cierre de listas— todavía no haya definido apoyar la candidatura de Cristina al PJ nacional.  

El futuro del PJ: ¿habrá lista de unidad? 

Más allá del episodio del martes y sus distintas versiones, las charlas existen y es probable que haya un acuerdo entre Kicillof y Cristina. Pero algo se rompió entre ambos. La confianza no es la misma y ya no hay una obediencia automática del gobernador a su mentora política. El hecho de que Kicillof no haya salido a apoyar a Cristina es una muestra de que hay negociaciones, pero no sometimiento.

Mientras el riojano Ricardo Quintela insiste en su candidatura, en ambos bandos admiten que no ven viable la realización de una interna. “No hay ninguna posibilidad de que se haga. Los costos los paga el Estado. Y acá está claro que no sólo Javier Milei se negará a darnos la plata sino que además va a aprovecharlo para hacer campaña contra el peronismo”, confió a elDiarioAR un dirigente que trabaja para el gobernador. 

Quintela pregona la unidad y se reunirá con Cristina el viernes. Hasta este miércoles, sostenía firmemente su candidatura, una actitud que refleja que buscará tensionar hasta último momento. “Kicillof es uno de los pocos hombres que no está manchado por corrupción. Hay que cuidarlo”, provocó el riojano e insistió: “Se le puede achacar cualquier cosa menos corrupción”. 

Los organizadores de Berisso apostaban a que Quintela no estará presente en el acto. “No nos convendría porque si viene hay que mostrarlo y hacerlo hablar, sería entendido como una declaración de guerra contra Cristina”, confió uno de ellos. En ese juego de equilibrios, no descartan una lista de unidad con Cristina al frente, aunque se regocijan con que el operativo clamor “no prendió como ella esperaba” y apuestan a que el Kicillof se moverá en tándem con el resto de los gobernadores del espacio.

LA/JJD

Quién es "Varela", el libertario que tiró gas pimienta en la Universidad de Quilmes contra una asamblea estudiantil

Quién es

Tiene 29 años y no estudia en la universidad. Fue el que tuvo la actitud más violenta entre la veintena de oficialistas que intentaron boicotear la asamblea del lunes. Estuvo en la marcha federal del 23 de abril y el 6 de marzo participó en los escraches a los empleados de la ex agencia Télam.

El video de los incidentes del lunes pasado en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) es elocuente. Un muchacho con el cabello y la barba colorados, anteojos negros y mochila negra, se cruza frente a cámara buscando abrir una bolsa, luego sale de escena y segundos después reaparece descargando gas pimienta. Lo hace directamente contra estudiantes que estaban tratando de echarlo a él y al resto de militantes libertarios del hall del edificio por buscar adrede interrumpir la asamblea que proponía continuar la toma y las clases abiertas en repudio al ajuste del Gobierno contra el sector.

El agresor se llama Tomás Fernando Nierenberger, tiene 29 años, no tiene empleo formal registrado, lleva el apodo “Varela” y ya tiene al menos tres antecedentes como “provocador” oficialista en lo que va del año. El 23 de abril fue al Congreso en el inicio de la primera marcha federal con un cartel contra las universidades, el 6 de marzo estuvo en los escraches a los empleados de la ex agencia Télam y en febrero se paró en la puerta de lo que era el INADI para celebrar su cierre. elDiarioAR contó esos antecentes el 9 de marzo pasado.

Según una fuente a la que accedió este medio “Varela” quiso ser policía pero no pudo entrar al instituto y genera ingresos con una ferretería “virtual”, es decir, sin tienda física. Quedó en el centro de los incidentes en la UNQ porque el martes fue publicada una foto suya en la tapa del diario Clarín donde se lo ve en el suelo –se cayó luego de haber tirado el gas pimienta– junto al título “Agredieron a estudiantes libertarios en una universidad K”. Pero él no asiste a clases en la casa de altos estudios del sur del conurbano y fue quien tiró gas pimienta contra el resto de los alumnos. Y no lo hizo una vez, sino dos, según pudo reconstruir elDiarioAR de dos testigos directos. Fue el que tuvo la actitud más violenta entre la veintena de militantes oficialistas que puntualmente intentaron boicotear la asamblea estudiantil que reunió a cientos de alumnos y que tienen vínculos con dirigentes políticos de La Libertad Avanza.

El grupo de libertarios que entró a la UNQ se reunió el viernes de la semana pasada con la concejal de LLA por el municipio Estefanía Albasetti. La edil tiene relación con el flamante secretario de Culto de la Nación, Nahuel Sotelo, ex diputado bonaerense y referente de la agrupación La Julio Argentino Roca. En sus redes, la concejal cargó hasta con insultos contra el incidente que involucró a sus seguidores: “Ésto son los zurdos de mierdaaaa!!! Ésto son!!!!! Y hablan de amor! Hijos de re mil put@!!!!!”, posteó el lunes junto a un video apenas minutos después de los incidentes.

La provocación de los libertarios tuvo una amenaza por Instagram dirigida a la agrupación de Franja Morada el domingo a la noche. “El domingo a las 20.45 recibimos por Instagram de una persona que se llama Julián Rodríguez, militante de la juventud libertaria que está con Estefanía, un mensaje donde nos decía que si la universidad se tomaba iba a haber un ataque”, relató a este medio Daniela Ferreyra, miembro de la Franja pero también concejal quilmeña por el radicalismo. Ella radicó en la comisaría 8va. de Quilmes una denuncia contra los libertarios.

La amenaza virtual cayó en un saco roto porque los estudiantes realizaron dos asambleas el lunes. La primera fue al mediodía, en el espacio que se conoce en la UNQ como La Rosa de los Vientos, un amplio hall con balcones donde se unen muchas de las aulas. Y la segunda se agendó para las 19 y fue el momento en que ocurrieron los incidentes. 

Algunos libertarios se fotografiaron en la UNQ antes de irrumpir en la asamblea estudiantil.

Según reconstruyó este medio, poco después de las 17 comenzó a merodear en la universidad el grupo de libertarios, entre ellos “Varela”. Tenían una actitud de estar “inspeccionando” el lugar. Tanto Ferreyra como otra alumna –que evitó dar su nombre– aseguraron que la gran mayoría de esas personas no eran estudiantes. Solo fueron reconocidos tres miembros de la comunidad educativa. En un momento se sacaron una foto portando carteles con la consigna “La mayoría no quiere tomas. Quiere estudiar” y una remera de la agrupación libertaria universitaria ULLA. Ya para las 18.30 el grupo de mileístas se paró en la puerta del hall, como “custodiando” el ingreso a la asamblea. “Estaban en modo patota”, dijo la fuente anónima.

Los incidentes comenzaron apenas iniciada la asamblea. “Cuando nos estamos acomodando para la asamblea veo que atrás nuestro estaban estas personas que no eran de la universidad y es entonces cuando se decide votar que quienes no formaban parte de la comunidad no podían estar. Dos de ellos se ponen en el centro y uno empieza a hablar con un megáfono para interrumpir. Ahí empezaron los empujones, se los logra sacar, y cuando vuelven a entrar es que tiran el gas pimienta”, denunció Ferreyra.

El relato coincide con la otra voz estudiantil: “La asamblea tiene un orden de mociones y de oradores para que sea organizada, pero estos chicos se pusieron de forma muy prepotente a querer hablar. Nosotros les dijimos que no porque hay que hacerlo democrático. Ahí empezaron los empujones y ellos sacan un megáfono. Pero la asamblea decidió que no sigan ahí estas personas y se votó que se vayan. Empezaron a empujar y en un momento los llevaron afuera. Ahí es cuando esta persona tira el gas pimienta”. 

La situación fue de extrema tensión porque en medio de la discusión, antes de la expulsión del salón y del gas pimienta, los estudiantes le gritaron “fuera fachos” a los libertarios. En uno de los videos desde el primer piso se ve cómo la mayor parte de la asamblea busca correr a los oficialistas. Todo se desmadró cuando “Varela” sacó su gas pimienta, porque el efecto disuasorio fue instantáneo: invadió el espacio cerrado de La Rosa de los Vientos y afectó gravemente a los estudiantes. Más tarde volvió a disparar en otra zona del lugar. A muchos se les cerró el pecho y uno de los jóvenes tuvo que ser asistido por el SAME. Ferreyra, por caso, terminó descompuesta y con vómitos. 

La versión de los libertarios es otra. Clarín cita a Héctor Garcete, uno de los estudiante mileístas que dio su testimonio en LN+, donde denuncia que recibieron golpes y patadas. “No nos invitaron (a la asamblea), yo estaba en clase, me dieron mi parcial, quería saber mi nota y la idea era bajar y demostrar mi disconformidad, que no estaba de acuerdo con la toma de la universidad. Creí que las cosas iban a estar bien, pero apenas tomamos la palabra, yo quise hablar y no me dejaron. Cuando escucharon que no estábamos de acuerdo se abalanzaron hacia nosotros y nos empezaron a patear, a golpear. Yo traté de tranquilizar las cosas y les dije que no somos violentos, que veníamos solamente a escuchar la asamblea. Nos empezaron a decir un montón de cosas, fachos, nos putearon, habían personas que no eran alumnos”, dijo Garcete. No hay referencia al gas pimienta lanzado por “Varela”.

El cartucho del gas pimienta que usó “Varela” fue encontrado por los estudiantes y la UNQ lo publicó en su cuenta oficial de X. El objeto es de color verde y tiene la inscripción NATO, que haría referencia –en inglés– a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). “El producto es ilegal porque no es un gas que se puede comprar legalmente ni es del tamaño que pueden llevar las mujeres en una cartera”, comentó la fuente anónima consultada. 

El cartucho de gas pimienta que usó

Tampoco está del todo claro cómo “Varela” cayó al suelo y se lesionó una pierna, como quedó registrado en la imagen que publica Clarín. “Se golpeó él mismo”, denunció Ferreyra. “Fingió haber sido agredido”, se lee en uno de los tuits de la UNQ. 

Una tercera fuente que conoce personalmente a “Varela” aseguró que él mismo vende gas pimienta por internet y que muy probablemente se dejó golpear a propósito en la asamblea estudiantil para usar el arma de disuasión. “Fue a romper las bolas. Sabía que iban a salir lastimados. Tiene ganas de hacerse la víctima”, comentó. La UNQ hizo un extenso hilo en X sobre el episodio.

La foto de

El rector de la UNQ, Alfredo Alfonso, afirmó públicamente que la universidad tiene identificados a los libertarios agresores y que realizará una denuncia penal al respecto, aunque no dio los nombres. Según dijeron a este medio en la la casa de altos estudios, “en breve la Universidad va a presentar una denuncia en el fuero penal y allí es donde se determinarán las responsabilidades e identidades”. En el mismo sentido este miércoles Ferreyra amplió la denuncia que radicó en la comisaría quilmeña.

elDiarioAR consultó a “Varela” por WhatsApp, quien confirmó implícitamente su participación en los incidentes, aunque evitó dar explicaciones. “No voy a hablar”, fue su respuesta. Sí adelantó que pronto subirá a su canal de YouTube, @un4decopas, un video que filmó de los incidentes, el mismo modus operandi que llevó a cabo cuando participó en los escraches al INADI o Télam. Al momento de publicación de esta nota, el video todavía no había sido publicado.

MC/DTC

El Estado argentino es el que menos renta captura por la explotación de hidrocarburos en la región

El Estado argentino es el que menos renta captura por la explotación de hidrocarburos en la región

Argentina cuenta con la menor carga fiscal para el sector petrolero en la región y, por lo tanto, es el Estado menos beneficiado en términos de participación de su renta, de acuerdo con un informe de ACIJ.

A más de una década del comienzo de su explotación, el yacimiento Vaca Muerta, el cuarto más importante en petróleo no convencional y el segundo en gas no convencional a nivel mundial, un informe de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) analizó quién se queda con la renta petrolera. Las conclusiones fueron que Argentina cuenta con la menor carga fiscal para el sector petrolero en la región y por lo tanto es el Estado menos beneficiado en términos de participación de la renta petrolera.

“Argentina se erige como el único país que ha sacrificado significativamente la participación estatal al realizar reformas en su régimen fiscal”, sostiene el informe elaborado por Malena Vivanco, Natalia Segura Diez, Natán Spollansky, Alejandro Gaggero y Gustavo García Zanotti.

“Nos preguntamos cómo ha evolucionado la fiscalidad en el sector petrolero y nos propusimos comparar la situación local con la región. La conclusión fue que a partir de Vaca Muerta y la proyección exportadora, el Estado le ha dado beneficios al sector pero ha participado en porcentajes bajos de la renta”, explicó García Zanotti a elDiarioAR. “Entonces nos preguntamos a dónde va esta renta petrolera”, agregó.

“Ningún país de la región benefició tanto a las petroleras como Argentina y sin embargo, la participación del Estado en la renta es la más baja a nivel histórico y la más baja a nivel regional”, sostuvo el investigador.

El informe se centra en un estudio y análisis de costos del sector y de la renta petrolera, entendida como el resultado del precio del mercado menos el costo de producción. La participación del Estado se da a través de las regalías provinciales, el impuesto a las ganancias (impuesto a la renta corporativa) y las retenciones o derechos a las exportaciones. 

Trabajadores de la petrolera estatal argentina YPF pasan frente a tanques de agua utilizados en la fracturación hidráulica en la cuenca de Vaca Muerta, provincia de Neuquén.

“Cuando analizamos cuánto cuesta producir un litro de petróleo, obtuvimos la cifra de US$0,1 mientras que el precio de mercado del litro es de US$0,5, por lo tanto arroja una renta de US$0,4. ¿Cómo participa el Estado argentino? La ecuación se repite con el kirchnerismo, Cambiemos, el Frente de Todos y LLA: cada US$100, el Estado se queda con el 20% si no descontamos los subsidios que otorga al sector o con el 15% si descontamos los subsidios”, afirmó García Zanotti.

Ese US$0,4 se divide entre distintos actores, sostienen los investigadores, entre los que se encuentran las empresas petroleras y su ganancia bruta, el Estado a través del régimen fiscal, y los consumidores/refinerías en caso que exista una diferencia positiva entre el precio internacional y el precio local.

“Las refinerías y los consumidores poseen una gran participación de la renta petrolera entre los años 2002-2014 debido a la divergencia que se produjo entre el precio internacional y el local”, dice el estudio de ACIJ. “En los años 2015-2016, existió una política sostén donde el precio local resultó ser mayor al internacional, de modo que en este escenario los beneficiados fueron las empresas petroleras”, mientras que en los años 2021-2023, el precio internacional se incrementó considerablemente mientras los precios locales, si bien se incrementaron, no acompañaron su ritmo.

A través de los impuestos, el Estado logró incrementar su participación en la renta petrolera entre 2002 y 2014. “Esto se debió tanto a que la recaudación en el impuesto a las ganancias acompañó el aumento de los ingresos gracias a la mega devaluación del año 2002; y por otro lado, las retenciones móviles permitieron incrementar la participación por parte del Estado mayormente a partir del año 2007”.

Luego, con la caída de los precios internacionales y el cambio del esquema de retenciones a las exportaciones para 2014, estos dos tributos perdieron fuerza. Desde entonces las regalías resultan ser el único recurso fiscal que mantiene constante su participación.

La ecuación se repite con el kirchnerismo, Cambiemos, el Frente de Todos y LLA

Gustavo García Zanotti Investigador.

El informe sostiene, a contramano de las políticas de los gobiernos de los últimos diez años, que la política fiscal en el sector petrolero debería permitir al Estado capturar una porción significativa de la renta petrolera, garantizando así los recursos necesarios para el desarrollo de una política socioeconómica y productiva sostenible

El estudio resalta que recientemente se aprobó un conjunto de beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios otorgados por el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), que pone a los sectores extractivos como la minería y los hidrocarburos entre los principales beneficiarios y que pone las expectativas en un crecimiento significativo del sector petrolero impulsado por inversiones a partir del proyecto de Vaca Muerta.

Pero el gobierno de Javier Milei no es una excepción en el enfoque. Los investigadores sostienen que el Estado, a través de su política fiscal, debería asegurar que las condiciones socioeconómicas de la población no se vean deterioradas tras el agotamiento progresivo de los recursos no renovables. “Los reservorios de hidrocarburos debieran ser aprovechados para desarrollar encadenamientos productivos, así como transformado mediante la política fiscal en infraestructura, ciencia y educación de calidad”, agregaron.

ED/DTC

El duelo en ovodonación

El duelo en ovodonación

En la decisión de ser madres por ovodonación el duelo toca de manera muy sensible aspectos del ser humano ligados a la ilusión de pertenencia, a la ilusión del propio cuerpo, a la ilusión de lo propio, de la propiedad.

Un tratamiento de ovodonación se define por el uso de óvulos donados por una mujer fértil, para el embarazo de otra mujer llamada receptora. La donación de óvulos propicia un tipo particular de constitución familiar que se caracteriza por la incorporación de un “tercero” (donante) que no tiene deseo de filiar a un proyecto parental (receptores) que sí lo tiene. 

La propuesta es repensar el concepto de duelo en ovodonación y encontrar posibles respuestas a la pregunta ¿cómo alojar lo ajeno que habita lo familiar en las mujeres que tienen hijos por éste método? 

En las clínicas de fertilidad el tratamiento de ovodonación comienza con la indicación médica y consecuentemente su aceptación, para poner en marcha una exhaustiva batería de exámenes médicos a la donante, la receptora, su pareja, asegurando condiciones óptimas para los tratamientos, de todos.

Uno de los aspectos más significativos de la ovodonación es su alto índice de éxito. Esto se debe a la edad de las donantes (menores de 35) y por ende a la buena calidad de estos óvulos que ofrecen mayores posibilidades de desarrollo embrionario e implantación.  

La indicación de realizar un tratamiento de ovodonación es uno de los principales motivos de derivación de los médicos hacia los profesionales del área de psicología. Habitualmente la donación de óvulos está asociada al concepto de “duelo genético”. Me interesa pensar el concepto de duelo más allá del “duelo genético”.  

¿Se trata de duelar siempre?

La infertilidad produce dolor y padecimiento, irrumpe de manera inesperada resultando una contingencia que no tiene referencia psíquica para el sujeto. Viven duelos y micro duelos permanentemente. La ovodonación los enfrenta a una reevaluación de sus expectativas y deseos reproductivos y reeditan el primer trauma: no haber logrado el embarazo. 

Los pacientes que consultan en un análisis luego de varios tratamientos de fertilidad fallidos suelen llegar con angustia, en tanto tales experiencias resultaron traumáticas y no pudieron ser simbolizadas y con sufrimiento por la pérdida de la idea de concepción que siempre tuvieron. Tienen preguntas respecto a su deseo, a veces sienten haberlo perdido y no saben si la insistencia en los tratamientos médicos son un capricho o el deseo que sigue empujando. Todo lo sucedido hizo que aquello que motoriza la búsqueda pierda claridad. Ya no son las mismas personas. Lo traumático y la repetición de escenas opacó la búsqueda, pero la pulsión insiste. Tal vez el primer trabajo sea deslindar, intentar ir al encuentro de eso que quedó atrapado y se transformó en una superposición de frustraciones, escenas, traumas y duelos. 

Comúnmente se espera que la mujer que renuncia a sus propios óvulos y va a recibir un óvulo donado tiene que necesariamente pasar por un proceso al estilo freudiano del duelo. Realizar un trabajo, atravesar etapas, tramitar, advertir distintos estados psíquicos y anímicos como el enojo, la negación, la tristeza, la culpa, hasta llegar a la aceptación. Como si hubiese algo que resolver, que tramitar, como si hubiese algo que superar. 

Desde la clínica con pacientes que hacen tratamientos de fertilidad la apuesta es distinta, perder la ilusión y representación de un hijo con la misma genética y las propias células reproductivas exige movimientos más allá del duelo. Dejar caer esa posibilidad, que se produzca la pérdida, hacer un pasaje, propiciar un movimiento. 

Para Allouch el duelo no es un trabajo, es un acto. Para Alexandra Kohan “el duelo es oscilante, fragmentario, discontinuo. Nunca es progresivo ni orientado a la superación. El duelo tiene algo de irresoluble y eso, de ningún modo, lo hace patológico”, y agrega: “Concebir el duelo como un trabajo lo vuelve objeto de prescripción”. 

En la decisión de ser madres por ovodonación el duelo toca de manera muy sensible aspectos del ser humano ligados a la ilusión de pertenencia, a la ilusión del propio cuerpo, a la ilusión de lo propio, de la propiedad.

Los pacientes que transitan la búsqueda de un embarazo encuentran en el psicoanálisis y en el lazo con el analista un refugio al margen frente a la presión externa e interna superadora y productiva para tener un hijo. Ahí transcurre y se viven tiempos sin etapas, sin instancias superadoras o habilitantes como las escenas que se dan en el campo médico: la asignación de la donante, la autorización de la obra social, la llegada de la menstruación y el engrosamiento del endometrio, el resultado del próximo espermograma, el cariotipo u otros estudios genéticos, etc. 

Se pierde –se duela– la construcción que durante la propia historia se ha hecho de ser madre con los óvulos propios. Allouch, el psicoanalista francés dice: “El duelo no es solamente perder a alguien, es perder (...) un trozo de sí.”  

Las mujeres que deciden procrear con óvulos donados renuncian, como dice Allouch a “un pequeño trozo de sí”, en este caso también real. El duelo consiste en colocar, situar, hacer algo con lo perdido.

Perder la posibilidad de tener un hijo con los propios óvulos requiere del análisis porque eso que los médicos dicen que se ha perdido, que tocó cierto límite, no alcanza con saberlo, hay que construirlo. Hacer algo con la pérdida y entonces posibilitar algo nuevo, un descubrimiento. En los tratamientos con óvulos donados el duelo produce algo que no estaba, una revelación. Pasar por ahí es una apuesta a que surja otra cosa. Habitualmente las pacientes advierten un sentimiento de gratitud. La mayoría de las mujeres dicen sentir un íntimo agradecimiento hacia el óvulo que reciben y hacia las mujeres que los donan, que si bien no conocen, están presentes en sus vidas. Son representaciones nuevas, son una invención y un encuentro.

¿Qué lugar ocupa en el trabajo con los pacientes, lo ajeno, lo extranjero, lo extraño? 

La mayoría de las mujeres jamás imaginaron un embarazo sin sus propios óvulos y sienten rechazo al pensar en la incorporación del óvulo donado por otra mujer para la gestación de un hijo “propio”. Sabemos que lo genético no determina el parentesco ni la filiación, pero seguimos escuchando que el hijo es “más mío” si es con óvulos propios. 

Para el filósofo Jaques Derrida estamos construidos en la ilusión de propiedad del sí mismo. ¿Qué es lo mío ahí? Participar de la misma genética pareciera que le da estatuto de propio al hijo. 

Volvamos a la pregunta inicial: ¿cómo alojar lo ajeno que habita lo familiar? Podría leerse como una construcción paradójica, pero lo ajeno y familiar no son opuestos tampoco en la donación de óvulos. Sí constituyen un campo en tensión. Lo ajeno, lo extranjero, existe, está presente, no puede borrarse; al contrario, es constitutivo. 

Sabemos que todo hijo es ajeno y desconocido, entonces la tensión en el campo de la ovodonación aparece porque suponemos que el cuerpo que tenemos es absolutamente propio (“mis óvulos”) y creemos que eso ajeno y desconocido va a venir va a socavar algo que es “lo mio”. 

Jean Luc Nancy en su ensayo El Intruso advierte que el cuerpo funciona fallando. Y falla funcionando. Quizás ese sea el auténtico duelo en la búsqueda de un embarazo que no llega. Lo cierto es que no hay cuerpo que no falle. El movimiento parece ser, pasar por la angustia que produce la caída en el duelo, reconociendo que el cuerpo es lo menos propio que tenemos. Podría decirse que el cuerpo es un lugar visible de ausencia de dominio. Y así es como funciona. No es una falla que los óvulos no lleguen a fecundar y a embarazar. Porque de hecho tampoco fecundan siempre, ni cuando una –ni uno– quiere, en una relación sexual. 

Tal vez, el movimiento necesario para ser madre por ovodonación consista en la caída de esa ilusión de dominio y soberanía sobre el “propio cuerpo”: no hay propiedad, no hay cuerpo que no esté alterado, diría Nancy. Ser madre por ovodonación requiere un movimiento especial. Lo especial no es el óvulo donado, sino esa caída del narcisismo, esa ilusión de propiedad. 

Derrida plantea que no se trata de alojar al otro, ni de dar lugar a la diferencia. 

Suponemos que lo ajeno es tortuoso y amenazante y aterra porque estamos concebidos desde la propiedad –“este óvulo no es mío y entonces este hijo no va a ser mío”–. Si cae la ilusión de lo propio se concibe de otra manera el niño por venir. La desrepresentación del óvulo donado como una ajenidad y a su vez constitutivo de lo que somos, da oportunidad al encuentro con un hijo. 

La autora es licenciada en psicología y psicoanalista. Se especializa en Psicología aplicada a la Medicina Reproductiva.

¿CABA, Capital o Buenos Aires? El poder simbólico de los nombres, a 30 años de la autonomía

¿CABA, Capital o Buenos Aires? El poder simbólico de los nombres, a 30 años de la autonomía

Pese al tiempo transcurrido, esta ciudad sigue sin una denominación unívoca. En las bocas de quienes la mencionan se adivina un conflicto que va más allá de una mera preferencia estilística.

El lenguaje no es inocente, y mucho menos si se trata de nombrar una ciudad. ¿Es Buenos Aires, Capital, Ciudad de Buenos Aires, CABA, BA, Baires? A 30 años de la autonomía, cada quien le dice de una manera distinta. Cada denominación es un modo propio de vivir la metrópolis y proyectarla hacia adentro y afuera. Es una muestra de en qué lado se hace foco. Es cómo se ve y cómo buscan que sea vista.

Me cuento entre la gente que rechaza CABA desde la primera vez que escuchó la sigla: la pronunciación rioplatense apenas la distingue de “cava” y pensé que se referían a la de San Isidro. Pero mi oposición no viene de ese error de despistada recién llegada de Olavarría. 

Si quisiera sumarme intelectualidad, diría que no me gusta porque confunde realidad urbana con forma administrativa. Pero no: el principal motivo de mi resistencia a decirle CABA es el horror de llamar a una ciudad con una abreviatura. Es omitir su historia y esconder la poesía que el nombre “Buenos Aires” implica. ¿Quién de afuera conoce a esta capital con un acrónimo? Alguien me dijo que CABA suena a mutual y qué razón tenía.

Como periodista, yo misma terminé rindiéndome al pragmatismo cuando tengo que escribir. En títulos o textos breves, es más fácil referirse a esta metrópolis como CABA, o incluso como “la Ciudad”, con esa mayúscula centralista, como si el resto de las ciudades argentinas fueran una nota al pie. Aun así, CABA me sigue sonando prosaica, distante y rígida. 

Apenas me referiré aquí a Baires o, aún peor, a BA, un invento publicitario que pagamos todos para posicionar a Buenos Aires como una ciudad global copiando la estética de NYC o LA, como si haber dividido Palermo en Soho, Queens o Hollywood no hubiera sido suficiente.

A 30 años de la autonomía

El jueves pasado se celebró un nuevo Día de la Autonomía de la Ciudad de Buenos Aires, porque fue un 10 de octubre de 1996 el día en que se juró la Constitución porteña. Si de efemérides se trata, este año se cumplen además tres décadas de la reforma constitucional nacional, que estableció un gobierno autónomo en la capital argentina. 

Pese al cambio de estatus político, la Constitución Nacional no dice “Ciudad Autónoma de Buenos Aires” sino “Ciudad de Buenos Aires”. No importa cuánta insistencia ponga el Gobierno porteño en encabezar sus documentos con la leyenda “2024- Año del 30° Aniversario de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”. Aunque parezca un mero ejercicio etimológico, de lo que se cumplen 30 años es de la autonomía de la ciudad, no de ese nombre autoimpuesto. No es lo mismo.

Porque no fue sino hasta 1996 que se introdujo ese nombre, que dio origen a la paulatina adopción de la sigla CABA. Fue con los legisladores que redactaron la Constitución porteña, cuyo artículo 2° reza: “La Ciudad de Buenos Aires se denomina de este modo o como ‘Ciudad Autónoma de Buenos Aires”. Como se ve, es una autodenominación.

El término “Autónoma” enfatiza, al menos como operación de sentido, que la ciudad ya no estaba supeditada a las decisiones del Gobierno federal y que ahora tenía más capacidad de autogestión, aunque sin por eso convertirse formalmente en una provincia. En el camino, alimenta la narrativa de baluarte bajo asedio, de fortaleza sitiada ante el resto del Área Metropolitana. El cambio de nombre no fue magia: respondió a una decisión meramente política.

Sin profundizar en las implicancias jurídicas —tema que merecería otra columna, preferiblemente escrita por un jurista—, quiero destacar que quien nombra las cosas también les asigna una forma. O, como decía Bourdieu en palabras más lindas: “El acto de nombrar ayuda a establecer la estructura de este mundo”. Vaya si nuestro actual presidente no se está encargando de recordárnoslo cada día.  

La resistencia de la Capital Federal

Es curioso cómo, a pesar de la autonomía conquistada, esta ciudad nunca dejó formalmente de ser Capital Federal. De hecho, en los padrones electorales sigue figurando como tal, aunque el agregado “Autónoma” se haya colado en las boletas. Los juzgados aún llevan el rótulo de “Capital Federal” y no de “Ciudad Autónoma”. 

Sin embargo, en el discurso cotidiano y en la narrativa política terminó imponiéndose la idea de CABA, como si Capital Federal no existiera. En realidad, el territorio de Buenos Aires tiene un gobierno propio —el de la Ciudad de Buenos Aires— y una Constitución local, pero sigue cumpliendo formalmente su rol como capital argentina.

Me fascina observar cómo la resistencia política a esta autonomía dejó huellas materiales. Se cuenta que, cuando con la ley “Cafiero” (Nº 24.588) se buscó limitar el traspaso de funciones del Estado nacional al Gobierno porteño, el entonces gobernador Duhalde ordenó repintar los carteles de las autopistas para mantener la referencia a “Capital Federal”. Todavía pueden verse en algunas autopistas.

Este juego de identidades revela las tensiones no resueltas entre el papel histórico como capital de la nación y un gobierno local con pretensiones de autonomía. Décadas después, la falta de consenso sobre los nombres sigue viva, mientras el Gobierno nacional impone más rebautismos, como el del CCK por Palacio Libertad, o el del Salón de las Mujeres por el de los Próceres Argentinos. 

En el fondo, lo que está en disputa no es una palabra, sino una narrativa. Me inclino por quedarme con “Buenos Aires”, una elección algo ambigua, que se resuelve fácil si se le suma contexto. Un nombre criollo que sintetiza pasado y presente. Un puente entre la identidad que queremos conservar y los cambios a los que estamos dispuestos.

KN/DTC